La lucha y los desafíos de las defensoras indígenas en la Amazonía

La lucha y los desafíos de las defensoras indígenas en la Amazonía
Katherine Aguirre Tobón

Economista e investigadora del Instituto Igarapé

Las defensoras y lideresas indígenas de la Amazonía tienen que lidiar con varios frentes en un entorno desafiante: el hogar, la familia y su comunidad, la invisibilidad y el machismo de las dirigencias, además de las amenazas de las actividades ilegales de las que también son blanco. Katherine Aguirre Tobón, investigadora del Instituto Igarapé de Brasil, analiza en esta columna estos riesgos en un estudio realizado en regiones amazónicas de Brasil, Colombia y Perú.

LUCHADORAS. Las mujeres indígenas tienen el imperativo de proteger sus comunidades y modos de vida, ello las ubica en posiciones de liderazgo.

LUCHADORAS. Las mujeres indígenas tienen el imperativo de proteger sus comunidades y modos de vida, ello las ubica en posiciones de liderazgo.

Foto: OjoPúblico / Leslie Searles

Coautoras: 
Susy Díaz, de Bari Wesna y defensora indígena del pueblo Shipibo Konibo
y Miluska Elguera, antropóloga e investigadora afroperuana

 

En la Amazonía peruana, la lucha por la preservación del entorno natural y la defensa de los derechos territoriales cuenta con una activa participación de las mujeres, lo que implica profundas luchas sociales para asumir liderazgos visibles. 

Estas defensoras —en su gran mayoría indígenas—, motivadas por una conexión ancestral con la tierra y el imperativo de proteger sus comunidades y modos de vida frente a amenazas externas, asumen roles de liderazgo en la vanguardia de la conservación. 

Sin embargo, muchos de estos liderazgos se encuentran invisibilizados y profundamente amenazados, asociados a desafíos particulares en la interacción de estas mujeres indígenas con sus propias comunidades y el entorno. 

Una exploración de estos desafíos, así como las herramientas con las que cuentan estas defensoras han sido analizadas en un estudio multipaís en las regiones Amazónicas de Brasil, Colombia y Perú, realizado por el Instituto IgarapéDesafíos y recomendaciones para la Amazonía desde la voz de las mujeres defensoras de los derechos humanos y del medio ambiente.  

En el caso particular de Perú, se exploran las desigualdades económicas y sociales, que resaltan la marginación de los pueblos indígenas, especialmente en la Amazonía. Esta evaluación cuenta con la participación de dos mujeres que se han puesto al frente del liderazgo y el estudio de estas condiciones desafiantes de defensa y sobrevivencia.

Ellas asumen roles de liderazgo en la vanguardia de la conservación, motivadas por una conexión con la tierra".


La selva central enfrenta altos niveles de deforestación y puntos críticos de conflictividad, debido a la presencia de actividades ilegales y el crimen organizado. Zonas como la triple frontera de Ucayali, Huánuco y Pasco enfrentan el crítico avance del narcotráfico, que amenaza a los líderes y lideresas comunitarias y defensoras del territorio.  

En medio de este entorno desafiador, las mujeres indígenas trabajan en la defensa de sus territorios, considerando que si pierden el control sobre este elemento se encontraría en grave amenaza para la sobrevivencia de sus pueblos y la continuidad de sus historias. 

“Quizá el territorio no nos necesite, pero nosotros sí necesitamos del territorio para seguir existiendo”, afirma Susy Díaz Gonzáles, de Bari Wesna, del pueblo Shipibo Konibo, defensora indígena que vive en Ucayali y que participó en el estudio. 

Por otro lado, el avance de las economías ilegales en la Amazonía puede ser considerada por los indígenas una oportunidad para generar ingresos económicos para sus familias, lo cual es un gran dilema que causan los conflictos en los territorios. 

Susy Díaz Gonzáles, de Bari Wesna, del pueblo Shipibo Konibo, también visitó e intercambió experiencias sobre la situación de la región de Madre de Dios, otro epicentro crítico donde la minería ilegal y el tráfico de madera han causado una devastación considerable. La extracción descontrolada de recursos en esta región ha llevado a una deforestación extensa, contaminando los recursos hídricos, aumentando la violencia y la vulnerabilidad de los defensores y defensoras en el territorio. 

'Quizá el territorio no nos necesite, pero nosotros sí necesitamos del territorio para seguir existiendo'”.

Un grupo focal en Madre de Dios, realizado con apoyo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), reveló que el desplazamiento forzado se ha vuelto cada vez más frecuente. Las defensoras se ven obligadas a dejar sus hogares debido a las amenazas de violencia y asesinato. La mayor preocupación está relacionada con la actuación de los madereros, tanto legales como ilegales, por el control territorial que ellos ejercen contra los pueblos indígenas. 

La Selva Norte, incluye los departamentos de Loreto, Amazonas y San Martín, que en conjunto es uno de los territorios más aislados e inaccesibles de Perú. Esta región reporta los niveles más altos de deforestación, asociada a expansión de la agricultura industrial, siembra de cultivos ilícitos, así como el avance de infraestructura vial en la región. 

Miluska Elguera, antropóloga investigadora afroperuana, se ha dedicado a conocer las complejidades del territorio indígena amazónico en Perú y ha acompañado procesos de seguridad territorial en donde ha identificado la trascendencia de las mujeres en los cuidados, defensa y desarrollo de sus comunidades, enfocándose en la selva norte para este estudio. 

Miluska Elguera ha identificado los múltiples roles que juegan las mujeres indígenas: no solo cuidan de sus familias y hogares, sino también de sus cultivos y seguridad territorial. Además, enfrentan presiones territoriales y amenazas hacia los varones de sus familias. Y como defensoras y lideresas, sufren violencia verbal y sexista, acoso sexual y denigraciones de género, debido a su rol visible y político que desafía el orden machista y colonialista.

En general, los principales retos identificados en estas regiones incluyen la criminalización y estigmatización de los defensores y las defensoras, especialmente exacerbadas por el recrudecimiento de las tensiones políticas de 2022, cuando las mujeres desempeñaron un papel fundamental en la distribución de alimentos, la logística y la vigilancia de las violaciones de los derechos humanos. 

Como lideresas sufren violencia verbal y sexista, acoso y denigraciones de género, porque desafían el orden machista".

En Perú existe un limitado sistema de protección y asistencia para los defensores y las defensoras, aun con la creación del Mecanismo Intersectorial para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos en 2021. Adicionalmente, las múltiples situaciones de riesgo y victimización de las mujeres defensoras no son registradas por las instituciones competentes y por las organizaciones indígenas, porque no consiste en amenaza o agresión física, invisibilizando la violencia que ellas sufren. 

Las mujeres indígenas se enfrentan a retos enormes en el trabajo de defender sus territorios, ya que dedican gran parte de su tiempo a las labores de defensa territorial y la alternan con las tareas de la casa, de la comunidad y en generar economía para la familia. 

Sin embargo, muchas veces no son reconocidas enfrentándose a la persistencia de prácticas machistas que se presentan en los territorios y en sus propias organizaciones indígenas. Ello minimiza e invisibiliza su trabajo, debido a la ausencia de espacios de liderazgo y participación de las mujeres en las comunidades. 

Los cuidados de las mujeres amazónicas no solamente recaen en sus familias, procurando la preparación de alimentos, el aseo de sus hogares y la administración de los recursos, entre otras tantas tareas, sino que, además, se extienden hacia el cuidado de sus cultivos, de sus recursos naturales y de su seguridad territorial, al formar parte de las rondas indígenas, como se ha identificado en la región de la Selva Norte. 

A la carga mental y física de sus tareas, las lideresas deben sumar la preocupación por las presiones territoriales. Ellas enfrentan situaciones de incertidumbre cuando los varones de sus familias son amenazados de muerte cuando asumen cargos de representación. 

Es necesario implementar políticas mas inclusivas que reconozcan y valoren el papel crítico de las defensoras".

En el caso de las defensoras o lideresas estas amenazas involucran violencia verbal con frases sexistas, insinuaciones y acoso sexual, como también amenazas o denigraciones hacia sus capacidades de representación por motivos de su género. 

Bien es cierto que, lamentablemente, las mujeres en general han experimentado este tipo de situaciones. Sin embargo, en el caso de las defensoras y/o lideresas esto se agrava por su nivel de exposición, debido a su rol. Esto, por lo tanto, genera mayor grado de incomodidad, porque contraviene un orden estructural machista y colonialista por su labor de carácter político.

¿Soluciones? Es necesario fortalecer los mecanismos de protección para los defensores y las defensoras. También implementar políticas más inclusivas que reconozcan y valoren el papel crítico de las mujeres en la conservación del medio ambiente y en la lucha por la justicia social.

La colaboración con organizaciones indígenas y la adopción de un enfoque intercultural en la formulación de políticas, pueden ayudar a garantizar que sus voces sean escuchadas y sus derechos, protegidos. Estas estrategias son esenciales para superar los obstáculos que las mujeres enfrentan para promover un futuro más justo y sostenible para la Amazonía peruana.

 

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