Un mensaje que circula en WhatsApp asegura que mascar hoja de coca puede evitar el desarrollo del virus del SARS-CoV-2. La frase precisa analizada para esta verificación es: “Al mascar [hoja de coca] [...] uno mantiene la boca y la garganta húmedas, hecho que no permitiría [...] que el virus penetre a la tráquea”. Luego de consultar con especialistas y revisar la información disponible hasta la fecha, OjoPúblico concluye que esto es falso.
Cabe destacar que en el mensaje detectado aparece como autor el antropólogo Ranulfo Cavero, y a modo de contacto, su correo electrónico institucional en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga de Ayacucho donde es docente. De hecho, en la página web de esta casa de estudios se encuentra el mismo mensaje analizado para esta verificación sobre la relación entre el uso de la hoja de coca y la mejora de la enfermedad del Covid-19.
En principio, consultado sobre esta afirmación, el decano del Colegio Químico Farmacéutico de Lima, Javier Llamoza, descartó que a la fecha exista algún estudio que identifique beneficios de la hoja de coca en el tratamiento o manejo de la enfermedad del Covid-19. En esa línea, explicó que el mensaje analizado se basa en la creencia de que alterar el pH de la garganta puede evitar la propagación de virus y bacterias.
“Se ofrece que muchos productos pueden alterar el pH sobre el covid y otros virus. Y chacchar [hoja de coca] probablemente modifique el pH, pero no hay evidencia de que eso pueda prevenir al grupo de los coronavirus”, explicó.
Llamoza comentó que esto tenía sus raíces en el uso de la medicina tradicional para controlar la acidez o alcalinidad del cuerpo y así evitar el ingreso de virus o bacterias en general. Respecto al SARS-CoV-2, añadió que, si bien este ingresa primero por la boca, luego inicia su reproducción a nivel celular, y hasta el momento no existe ningún medicamento que pueda eliminarlo.
Por su parte, Carlos Medina, infectólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, señaló que dichas recomendaciones no tienen ningún aval científico. A la fecha no hay estudios que sostengan que el consumo de la hoja de coca altere la capacidad del receptor ACE-2, presente en las vías respiratorias y el cual hace posible que el virus entre a las células del cuerpo humano, según indicó el especialista.
Además, debido al mecanismo del proceso viral no es posible que la hoja de coca detenga la reproducción del virus en una parte específica en el cuerpo, apuntó: “Una vez transmitido [el virus] por medio de una gota respiratoria, se conecta con las células del huésped a través de una proteína denominada S. [...] Es como una llave que conecta con la herradura de las células, que es el receptor ACE-2. Así ingresa [...] y empieza a usar el material enzimático de la célula para multiplicarse. Hay varias células del cuerpo que tienen este receptor, pero preferentemente estos receptores están en las vías respiratorias”.
Medina añadió que tampoco existe “ninguna evidencia científica de que alterando el pH del cuerpo o ingiriendo cualquier tipo de solución o incluso hierba, se altere la integración” del virus al cuerpo.
“Eso primero tendría que llevarse a un estudio en laboratorio para ver si tienen algún tipo de evidencia, después de eso probarse en animales, y luego de eso en humanos. Para asegurar que funciona. O la otra opción [es] hacer un estudio comparativo, de que un grupo chacche [hoja de coca] y el otro no, y que ambos estén expuestos a contagiarse y así evaluar el riesgo”, apuntó respecto a la forma en que deben validarse los tratamientos.
Medina recordó que las hojas de coca suelen ser mascadas junto con cal, que en efecto altera el pH, pero cuyo consumo en exceso puede causar lesiones en la boca.
Cabe resaltar que la hoja de coca es una de las plantas usadas con fines medicinales más antigua de América Latina, y su consumo tradicional aún prevalece en la actualidad. Hasta 2013, la población consumidora de coca en el Perú ascendía a 3.5 millones de personas, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática de 2015.
El sector que recomienda su uso, afirma que además de sus propiedades analgésicas, la planta posee un gran contenido nutricional y contribuye a mejorar el desempeño físico. Sin embargo, los resultados de estudios clínicos al respecto son diversos. Por ejemplo, se ha identificado la presencia de betacarotenos -fuente de vitamina A- en la coca, aunque algunos estudios indican que su concentración es muy baja, por lo que es más recomendable el consumo de legumbres.
El trabajo 'Uso de la hoja de coca y salud pública', del Instituto Boliviano de Biología de Altura, que reúne una serie de artículos y estudios sobre su impacto, concluyó que la planta permitía retrasar los síntomas de agotamiento, pero su consumo no significó una gran diferencia en el volumen y la capacidad pulmonar de las personas.
Un documento más reciente denominado 'Erythroxylum en el foco: una revisión interdisciplinaria de un género pasado por alto’ estableció que, si bien los estudios clínicos sobre la coca son escasos, se ha probado que tiene propiedades de estimulación del metabolismo. El documento también destacó que no había evidencia de que la planta genere algún tipo de adicción, pues contenía cocaína en cantidades muy bajas.
No obstante, Alfonso Zavaleta, doctor en Ciencias con mención en Farmacología, y también investigador especializado en el uso de la hoja de coca, alertó que el consumo de coca a largo plazo podría generar daños en la salud. "Se sabe que es 0.8% en peso lo que hay de cocaína en la hoja de coca. Pero no es el único alcaloide presente, hay otros 14 alcaloides, varios de ellos son tóxicos".
"Los efectos que uno ve en el paciente que consume hoja de coca son de estimulación del sistema nervioso central, por ejemplo, que se va estar más despierto, y se sienta menos la fatiga. [...] Además hay una disminución del apetito, pero eso solo va a durar mientras la molécula esté circulando en la sangre, [es decir] pasa rápido", refirió. El especialista destacó que otras consecuencias farmacológicas de la hoja de coca son la aceleración del corazón, y el aumento de la presión arterial, además de la aparición de afectaciones a la salud bucal".
Zavaleta, quien es también docente de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, resaltó que ningún componente de la hoja de coca es capaz de matar o impedir el desarrollo del virus del Covid-19, pues no tiene propiedades antivirales.
De hecho, en los estudios revisados para esta verificación, no se encontraron referencias a que la hoja de coca sea un alimento efectivo contra cualquier tipo de virus. Tampoco se halló ninguna referencia sobre el uso de esta planta para tratar el Covid-19, de acuerdo a la revisión de bases de datos como PubMed, Journal of American Medical Association y ClinicalTrials.gov.
En 2018, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Empresa Nacional de la Coca de Perú firmaron un convenio de colaboración para realizar investigaciones y estudios respecto a los beneficios de la planta y sus derivados. OjoPúblico solicitó comunicarse con ambas entidades para conocer los hallazgos de esta colaboración, sin embargo, al cierre de edición, ENACO no remitió información al respecto.
En abril de este año, el medio de verificación de datos Bolivia Chequea descartó una versión que atribuía al diario El Deber una noticia sobre la supuesta efectividad de la hoja de coca para eliminar el Covid-19. La versión era falsa. Por entonces se recordó que la Organización Mundial de la Salud no ha reconocido sustancia alguna capaz de prevenir o eliminar el SARS-Cov-2. A la fecha esta situación no ha variado, y la OMS solo recomienda proporcionar tratamiento paliativo para los síntomas que produce el Covid-19.
Para esta verificación se solicitaron precisiones sobre su afirmación al antropólogo Ranulfo Cavero, así como a la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga sobre el sustento de la noticia alojada en su portal institucional, sin embargo, hasta el cierre de edición no se obtuvo respuesta.
En función a lo expuesto, OjoPúblico concluye que la afirmación de que mascar hoja de coca evita el desarrollo del Covid-19 en la tráquea, es falsa.