Durante una entrevista televisiva, el gobernador regional de Loreto, Elisbán Ochoa, comentó las acciones para la atención de pacientes con Covid-19 que realiza en su región. En ese contexto, destacó las medidas que lleva a cabo su gestión, y afirmó lo siguiente: “Cuando entró con fuerza la pandemia [a Loreto], en el mundo [y] el Perú, no había un protocolo clínico [contra la Covid-19]”. Tras revisar protocolos oficiales de varios países y consultar con expertos en el tema, OjoPúblico concluye que esta afirmación es falsa.
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Las declaraciones del gobernador regional figuran en la transcripción siguiente:
“Solo que tuvimos la mala suerte [...] de que, cuando entró con mucha fuerza el tema de la pandemia [en Loreto], aún en el mundo, menos en el Perú, no había un protocolo clínico, por ejemplo. Entonces no se sabía cómo enfrentar. Incluso, allá nosotros hemos hecho un trabajo con el director de ese entonces. Fuimos los primeros que hemos utilizado cloroquina, por ejemplo. Eso se ha ido reajustando hasta que finalmente en el país haya un protocolo clínico en estos momentos que todos saben qué hacer”.
Consultado para esta verificación, Elisbán Ochoa indicó que hizo referencia al periodo de finales de marzo y principios de abril. Según su versión, hasta ese momento se desconocían los tratamientos con fármacos como la hidroxicloroquina y la ivermectina para la Covid-19. “No sabíamos que esto era recomendable para mitigar la pandemia. Todavía no estaba estandarizada ningún tipo de medicina, más que [el] paracetamol”, agregó.
En principio, un protocolo es una guía de práctica clínica que establece pautas para el diagnóstico y tratamiento de pacientes. Con esa base se desglosan procedimientos específicos, según explicó a OjoPúblico el médico infectólogo Augusto Tarazona, del Colegio Médico del Perú.
Ahora bien, el primer paciente con Covid-19 en Loreto se registró el 17 de marzo del 2020.
Sin embargo, en el ámbito internacional, las directrices para tratar a las personas con Covid-19 fueron divulgadas en los primeros meses de este año. En enero del 2020, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó orientaciones para el manejo clínico de la Covid-19 destinado al personal de salud.
“[Este documento] no pretende reemplazar el juicio clínico o la consulta con un especialista, sino más bien fortalecer el tratamiento clínico de estos pacientes y proporcionar una guía actualizada”, indicó la OMS.
En esta primera versión, el organismo internacional recomendaba el uso de algunos medicamentos como la heparina (anticoagulante), tratamientos antimicrobianos contra posibles patógenos que causan enfermedades respiratorias agudas, entre otros.
Contra lo afirmado por el gobernador regional de Loreto, el 3 de marzo del 2020, el Ministerio de Sanidad de España publicó el protocolo ‘Manejo clínico de pacientes con enfermedad por el nuevo coronavirus (COVID-19)'' con el fin de “guiar el manejo de los pacientes que sean casos en investigación, probables o confirmados”. Aunque no existen hasta ahora tratamientos eficaces y seguros contra el SARS-CoV-2, ya en ese momento el documento sugería el uso de algunas terapias bajo prescripción médica.
Respecto al tratamiento de pacientes adultos con Covid-19 confirmado, indicó fármacos antivirales como el lopinavir, ritonavir y el remdesivir, en casos de neumonías no graves y graves. También consideró el uso del medicamento interferón. Para los casos ambulatorios consignó el uso de amoxicilina, azitromicina o claritromicina; para los hospitalizados, la ceftriaxona o cefotaxima; y otro grupo de fármacos para pacientes en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
La correcta administración de estos medicamentos dependía del consentimiento informado del paciente, puesto que ni entonces ni ahora se ha comprobado su eficacia para eliminar el virus.
Por otro lado, el 6 de marzo del 2020, la agencia oficial de noticias china Xinhua informó la incorporación del medicamento tocilizumab en la guía de diagnóstico y tratamiento de la Covid-19 del gigante asiático. En esa fecha, el subsecretario general y miembro de la Academia de Ciencias de China, Zhou Qi, indicó que el tocilizumab había sido aplicado en pruebas clínicas en 14 hospitales de Wuhan, la ciudad del primer brote del virus.
El reporte detalla que, para ese entonces, China consideraba medicamentos como el fosfato de cloroquina, plasma convaleciente (procesado de plasma extraído de pacientes de COVID-19 recuperados, contiene un gran número de anticuerpos protectores), y fármacos antiretrovirales en su guía de tratamiento contra la Covid-19.
Varias personas portadoras de la Covid-19 fueron tratadas en ese marco. Sun Yanrong, funcionaria del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) señaló que un total de 272 pacientes graves recibieron el tratamiento con tocilizumab. Por otro lado, el medicamento fosfato de cloroquina fue aplicado en 285 pacientes del hospital de Wuhan, y 154 pacientes graves fueron tratados con plasma convaleciente.
El mismo 6 de marzo, el Ministerio de Salud y Deportes de la República de la Unión de Myanmar hizo público el documento ’Pautas de manejo clínico para Enfermedad respiratoria aguda Covid-19’, que específica terapias médicas con amoxicilina, cefalosporinas, azitromicina, bencilpenicilina, y ceftriaxona para pacientes menores de edad con Covid-19 .
En Italia, el 12 marzo, la Sociedad Italiana de Enfermedades Infecciosas y Tropicales (SIMIT) publicó la ‘Guía de manejo terapéutico y de soporte para pacientes con infección por coronavirus Covid-19’ de Lombardía, mediante la cual un grupo de especialistas dispone del tratamiento farmacológico con cloroquina o hidroxicloroquina, el lopinavir, ritonavir y remdesivir. Allí se indica que la administración de esteroides no estaba contemplada, salvo que el paciente presenta sobreinfección bacteriana. Para los pacientes asintomáticos y con síntomas respiratorios leves no había tratamientos antirretrovirales.
El protocolo de manejo clínico de pacientes adultos con Covid-19, del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Lazzaro Spallanzani, también menciona terapias medicamentosas con remdesivir, lopinavir, ritonavir y cloroquina, además de tratamientos de apoyo con antipiréticos, rehidratación, y antibióticos solo en ciertos cuadros clínicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el 13 de marzo del 2020 nuevas directrices en el documento ‘Manejo clínico de la infección respiratoria aguda grave (IRAG) en caso de sospecha de COVID-19’. Esta edición contiene apartados sobre atención de pacientes mayores, niños y embarazadas afectadas por la Covid-19. El documento especifica los tipos de tratamientos para casos leves, graves y críticos. Por ejemplo, para la prevención de complicaciones de pacientes críticos se indica intervenir con heparinas.
El 17 de marzo del 2020, el Hospital General de Massachussets, en Estados Unidos, indicó en su ‘Guía de tratamiento de Covid-19’ diversas opciones según la gravedad del paciente. Para casos moderados o graves proponía administrar remdesivir, hidroxicloroquina, lopinavir, ritonavir o darunavir. Los pacientes con la enfermedad en progreso, en la Unidad de Cuidados Intensivos, podían recibir interferón. En tanto, el tocilizumab estaba destinado a pacientes “con evidencia de síndrome de liberación de citocinas”. Entre las contraindicaciones se plantea evitar los antiinflamatorios no esteroideos (Aines).
En la India, el 17 de marzo, el Ministerio de Salud y Bienestar Familiar divulgó el protocolo ‘Guidelines on Clinical Management of Covid-19’, el cual recomienda usar el lopinavir y ritonavir en los casos confirmados que presentan hipoxia, hipotensión y disfunción orgánica, bajo la autorización del paciente. Además, suman medidas terapéuticas para pacientes con deterioro progresivo y casos críticos de embarazadas y niños.
El infectólogo Augusto Tarazona, del Colegio Médico del Perú, precisó a OjoPúblico que los protocolos iniciales fueron dados a inicios de año por países asiáticos y europeos que registraron sus primeros brotes. Tarazona explicó que el hecho de que estas guías se han estado modificando a medida que evoluciona el estudio inicial de la enfermedad no quiere decir que no hayan existido protocolos.
El jefe del departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Regional de Loreto, Juan Celis, precisó que si bien varios protocolos fueron realizados por hospitales y universidades, estos han servido de guía para la atención de pacientes en el país. “Seguimos la tendencia de medicinas que aparecían. Pero, no hay medicina mágica. Con el tiempo se han ido descartando o sumando otros medicamentos”.
En efecto, los protocolos cambian en función a las evidencias científicas. Por ejemplo, en julio del 2020, en el ensayo mundial Solidarity, la Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó el uso de la hidroxicloroquina debido a que no reduce la mortalidad de los pacientes con Covid-19. Esto fue conocido a raíz de varios artículos científicos.
Al ser consultado por las evidencias expuestas en este chequeo, el gobernador regional de Loreto, Elisbán Ochoa, comentó lo siguiente: “Nosotros somos la parte política, no la médica. Eran los médicos los que tenían que dar tratamiento. Ellos mismos se contradecían, porque, cuando hablaban de cloroquina, unos decían que es bueno [sic] y otros decían que no”.
La autoridad regional comentó que, cuando el entonces ministro de Salud Víctor Zamora visitó su región, días después de haber asumido el cargo (el 20 de marzo), ciertos fármacos como la hidroxicloroquina y cloroquina no estaban estipulados en el protocolo del Ministerio de Salud (Minsa) del Perú. Sin embargo, esto no lo precisó en su declaración objeto de este chequeo.
En resumen, es incorrecto señalar que no se contaba con protocolos de manejo clínico contra la Covid-19 en Perú y el mundo, cuando varios de ellos fueron publicados a inicios de la pandemia. Estos documentos médicos, incluso, detallan la atención, monitoreo y procedimientos de atención de pacientes, según su edad, condición y gravedad.
Cabe precisar que esta verificación no apunta a calificar ni recomendar medicamentos, sino que se remite a compilar los protocolos iniciales establecidos en distintas partes del mundo en el esfuerzo de hacer frente a la Covid-19. Si bien se trata de una enfermedad nueva, los documentos contemplaban medicamentos en constante investigación.
Todo fármaco debe ser prescrito por un médico.
En función a lo expuesto, la afirmación del gobernador regional de Loreto, Elisbán Ochoa, acerca de que no existían protocolos clínicos contra la Covid-19 en Perú y el mundo cuando la pandemia llegó a su región es falsa.
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