En medio de la jornada de vacunación contra distintas enfermedades en el país, una cadena de WhatsApp alerta de que las vacunas contra la influenza H1N1 supuestamente están provocando enfermedades virales que luego las hacen pasar como casos de Covid-19. Tras revisar artículos científicos y consultar con expertos en enfermedades infecciosas, OjoPúblico concluye que esta información es falsa.
Cabe recordar que el último 7 de octubre, el Ministerio de Salud (Minsa) anunció el inicio de la Jornada Nacional de Vacunación destinada a niños menores de 5 años, adolescentes, mujeres embarazadas y adultos mayores en el territorio nacional. Esta campaña incluye la aplicación de un total de 17 vacunas contra 26 enfermedades como tuberculosis, hepatitis, varicela, polio, rotavirus, influenza, neumococo, sarampión, rubéola, entre otras.
El sábado 10 y domingo 11 de octubre del 2020 más de 116 mil personas fueron inmunizadas, según un estimado de la ministra del sector Salud, Pilar Mazzetti.
¿Qué es la influenza?
En principio, la influenza es una enfermedad respiratoria aguda causada por cuatro tipos de virus: A, B, C, o D. Los subtipos de la influenza A que suelen circular en seres humanos son el A( H1N1) y A(H3N2), según reportes de la Mayo Clinic, una entidad científica y de investigación de referencia en Estados Unidos, en septiembre del 2020.
Ahora bien, la vacuna contra la influenza sirve para combatir al menos tres o cuatro subtipos de virus. Uno de esos subtipos es la H1N1. Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos refieren que cada año hay una nueva vacuna contra la influenza capaz de proteger contra tres o cuatro virus “que posiblemente sean los responsables de causar la enfermedad en la próxima temporada”.
La influenza H1N1, conocida como gripe porcina, es una infección respiratoria que puede afectar a cerdos, aves y seres humanos. Los síntomas más comunes son fiebre, escalofríos, tos, dolor de garganta, fatiga, náuseas y vómitos. El grupo de riesgo incluye a menores de 2 años, adultos mayores de 65 años, mujeres embarazadas o en las dos semanas siguientes del parto, personas con obesidad mórbida, enfermedades crónicas o inmunodeprimidas.
Desde la pandemia de influenza H1N1, ocurrida en el 2009, los CDC recomiendan la vacunación anual desde los 6 meses de edad, antes de finales de octubre.
¿De qué se compone la vacuna?
Consultado para esta verificación, el médico infectólogo Manuel Espinoza, del Ministerio de Salud (Minsa), precisó a OjoPúblico que no existe estudio científico alguno que acredite que las vacunas contra la influenza desencadenan otras enfermedades, pues no contienen virus activos capaces de infectar a una persona. “Las vacunas de la influenza tienen virus inactivados o atenuados, que se aplican en el ser humano para provocar la producción de anticuerpos; y por lo tanto, cierto grado de inmunidad para evitar las enfermedades”.
En una actualización del último 17 de septiembre, los CDC detallan que las vacunas de la influenza tienen un registro óptimo de seguridad, y no generan enfermedades. Se pueden aplicar de dos maneras y con distintas características, como se explica a continuación:
-Las vacunas inyectables contienen virus inactivados (no pueden multiplicarse en el cuerpo de una persona).
-También hay vacunas que se aplican con un atomizador nasal. Estas contienen virus vivos, pero que “han sido modificados (atenuados) para que no puedan ocasionar la enfermedad”.
Juan More, inmunólogo e investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), detalló a OjoPúblico que la vacuna mediante atomizador nasal se usa para generar una respuesta local en el tracto respiratorio, pero descartó que cause otra enfermedad viral. “A raíz de ese proceso, el sistema de defensa responde, y podría generar fiebre o secreciones ligeras, muy similares a un proceso gripal. Pero, más allá de eso, no. Es propio de la respuesta inmunológica del individuo”.
Variedades de la vacuna contra la influenza
La Organización Mundial de la Salud, en el reporte Recommended composition of influenza virus vaccines for use in the 2021 southern hemisphere influenza season, actualizado hasta septiembre del 2020, estableció las composiciones de vacunas contra el virus de la influenza para el hemisferio sur en la temporada 2021:
-Las vacunas tetravalentes, es decir, las que sirven para combatir cuatro variedades de influenza, están compuestas de dos cepas inactivadas de virus de influenza A y dos cepas inactivadas de virus de influenza B.
-Las vacunas trivalentes, es decir, las que sirven para combatir tres variedades de influenza, están compuestas por tres cepas inactivadas diferentes: una del subtipo A(H1N1), una del subtipo A(H3N2) y una tercera de influenza B.
En ningún momento la OMS menciona que estas vacunas contengan algún virus activo capaz de desencadenar otras enfermedades.
El médico infectólogo Fernando Mejía, investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, señaló que la vacuna de la influenza es específica para combatir las cepas que contiene. Es decir, no impide que una persona adquiera otros virus respiratorios, lo cual puede prestarse a confusión. “Entonces, la gente piensa que, porque me coloque la vacuna [de la influenza], tengo otros virus, y eso no es así”. La vacuna no quita el riesgo de otras enfermedades virales, pero tampoco las causa.
El doctor Mejía precisó que, la probabilidad de que se presenten efectos adversos a raíz de la vacuna de la influenza, es baja. “Los efectos adversos se dan como cualquier vacuna: un evento adverso serio en un millón de personas. Pero, si no vacunas al millón de personas, se van a morir mil”.
Los efectos adversos son principalmente fiebre leve (12%) y dolor e inflamación discreta en el sitio de la inyección (50%). “Se resuelve sin necesidad de tratamiento en 24 a 48 horas”, aseguró Raúl Montesano, de la OPS/OMS Perú.
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“Las vacunas aplicadas por el Minsa Perú han sido precalificadas por la OMS, lo que significa que tienen la máxima calidad, seguridad y eficacia [sic]”, aseguró a OjoPúblico, Raúl Montesano, asesor de inmunizaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), órgano de la OMS en Perú, vía correo electrónico.
Montesano indicó que la composición de la vacuna contra influenza se determina por la OMS cada año, con base en la información de la Red Mundial de Vigilancia de Influenza, uno de sus organismos especializados en el tema, tanto para el hemisferio norte como para el hemisferio sur.
El funcionario de la OPS sostuvo que la inocuidad de las vacunas contra la influenza se verifica antes de liberar cada lote. En cuanto a la eficacia del antígeno, precisó que se mide por la reducción de casos graves, hospitalización y muerte en los grupos de alto riesgo. “Las estimaciones de la OMS indican que [gracias a las vacunas] cada año se evitan entre 290.000 y 650.000 muertes asociadas a influenza”.
Antecedentes científicos
Hay varios estudios que recogen los beneficios de la vacuna de influenza. Por ejemplo, en el artículo ‘Influenza vaccine effectiveness in preventing influenza-associated intensive care admissions and attenuating severe disease among adults in New Zealand 2012–2015’, publicado en 2018, un grupo de investigadores neozelandeses analizó las temporadas de influenza del 2012 al 2015, y reveló que las vacunas contra esta enfermedad en pacientes adultos “evitaron las admisiones en la UCI asociadas a la gripe, pueden tener una mayor eficacia en la UCI que en los entornos hospitalarios [...], y parecen reducir el riesgo de enfermedad grave entre las personas infectadas a pesar de la vacunación”.
De otro lado, según el reporte de los CDC, de septiembre del 2020, hay estudios que plantean una relación entre la vacuna inyectable de influenza y el Síndrome de Guillain-Barré (SGB). “[Estas investigaciones] estiman que el riesgo de presentar el SGB después de la vacunación es inferior a 1 o 2 por cada millón de personas vacunadas”, se indica en la página oficial de la entidad. Sin embargo, hubo otros reportes científicos que no encontraron relación alguna. Incluso, los CDC aclaran que es más común presentar este trastorno “después de tener la influenza que después de recibir la vacuna contra la influenza”.
Manuel Espinoza, infectólogo del Minsa, destacó que es posible identificar dos factores que han permitido la sobrevivencia del ser humano contra diversas enfermedades causadas por virus o bacterias: calidad de vida, es decir, el acceso a alimentos, agua segura, higiene, limpieza y desinfección; y la aplicación de antígenos. “Las vacunas nos han dado defensas para poder sobrevivir sin tanto riesgo, como es el entrar en contacto con el germen natural”, añadió.
En resumen, no hay referencias científicas que acrediten que las vacunas contra la influenza H1N1 causan enfermedades virales. Al contrario, las estimaciones de la OMS indican que las vacunas han logrado evitar miles de muertes asociadas a la enfermedad.
En función a lo expuesto, OjoPúblico concluye que el mensaje que circula vía WhatsApp sobre que las vacunas contra la influenza H1N1 causan enfermedades virales en el contexto de la Covid-19, es falsa.
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