Un individuo que apenas puede expresarse con coherencia, pero que llegó a ser comandante general del ejército y es congresista de la república (¡Esas cosas suceden en el Perú!) se disfraza con gorro, lentes y peluca y, acompañado de otros dos sujetos, se hace pasar por una víctima sordomuda torturada por las fuerzas armadas colombianas para visitar el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) en Lima.
Su nombre es Edwin Donayre y el grotesco episodio que protagoniza sería difícil de creer si no lo contara él mismo. Su objetivo o, más bien, su despropósito: probar que allí se hace apología al terrorismo. Pregunta para el congresista Donayre ¿Por qué, si está tan convencido de que en el LUM se hace apología al terrorismo, recurre al engaño y esconde su identidad para ‘probarlo’? ¿Por qué no fotografía las ‘evidencias’? La respuesta es simple: porque no las hay.
EDWIN DONAYRE. Fue comandante general del Ejército entre el 2006 y 2008. Postuló por primera vez y sin éxito al congreso en el 2011. En el 2016 es elegido congresista partidario de Alianza por el Progreso. / Andina.pe
Los medios de siempre, lejos de denunciar el agravio que la falacia de Donayre supone para las personas que en verdad han sido torturadas y para el personal del museo que lo atendió de buena fe –sin sospechar la celada– le ponen ventilador al estiércol. Difunden la supuesta ‘prueba’ de Donayre: un video editado de cinco minutos de su visita guiada al LUM. ¡Visita que duró tres horas! En este se escucha a la historiadora del arte del LUM, Gabriela Eguren, quien le sirvió de guía al congresista disfrazado, responder a las preguntas que él formulaba a través de uno de sus acompañantes. Pero, aún con el video editado, Eguren en ningún momento dice alguna frase que pueda interpretarse como apología al terrorismo. Lo único que prueba el video, grabado clandestinamente, es el nulo coeficiente ético de Donayre y de sus acompañantes.
Así, lo que debió ser una noticia sobre un plan calumnioso para desprestigiar a una institución azuzando el fantasma del terrorismo, se convirtió en una falsa noticia: La supuesta apología al terrorismo del LUM. La prensa, con valiosas excepciones (1), legitimó tácitamente la pantomima de Donayre al transmitir su video sin necesariamente cuestionar sus métodos. Fue especialmente decepcionante la actitud del periodista Renato Cisneros en RPP al entrevistar a la ministra de Cultura, Patricia Balbuena, bajo cuya responsabilidad está el LUM. (2).
"Lo único que prueba el video, grabado clandestinamente, es el nulo coeficiente ético de Donayre y de sus acompañantes"
Pero más decepcionante fue la respuesta de la ministra, quien en lugar de denunciar el ataque mendaz de Donayre y defender a la especialista del LUM, víctima de calumnia y difamación por el congresista por sólo realizar su trabajo, la despidió aduciendo que el personal del museo debe estar mejor preparado y no dar “opiniones personales”. No obstante, a juzgar por lo que se ha hecho público, Eguren fue inducida insistentemente por uno de los acompañantes de Donayre --quien para colmo ¡también se identificó falsamente como víctima!-- a referirse unicamente a cierto tipo de temas y violencia, como se puede apreciar en el video editado. Eguren explica los detalles del hostigamiento de que fue objeto en una elocuente entrevista con la periodista Rosa María Palacios. (3)
VIDEO CLANDESTINO. Con una cámara escondida y disfraz, Edwin Donayre graba una visita guiada de tres horas al LUM. El 14 mayo publica en sus redes sociales un vídeo editado de cinco minutos. / Captura del vídeo subido por Edwin Donayre
De manera contraproducente, así, la ministra Balbuena otorga credibilidad a un ataque calumnioso a una institución que le corresponde defender. Pero Eguren no ha sido la única víctima. El periodista Eduardo Guzmán, presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP), fue también desautorizado por la ministra y obligado a renunciar por supuestamente rehusarse a entrevistar a personas enviadas por Donayre al canal del Estado peruano.(4)
¿Tanto poder tiene un congresista embaucador? Seguro que no. Como se puede inferir por las propias palabras de la ministra en la citada entrevista de RPP, no cabe duda de que aquí hay una presión mayor, un esfuerzo concertado de sectores ultraconservadores del congreso y las fuerzas armadas para desprestigiar al LUM con el fin de fomentar la impunidad y un clima de amedrentamiento.
"[...] la ministra Balbuena otorga credibilidad a un ataque calumnioso a una institución que le corresponde defender"
No es la primera vez que esos sectores ejercen presión. Tampoco es la primera vez que un ministro de cultura sucumbe ante ella. Como se recordará, un antecesor de Balbuena, Salvador del Solar, despidió al entonces director del LUM, Guillermo Nugent, por una exposición que no le gustó al fujimorismo. Lo que preocupa, entonces, es la aparente facilidad con la que dichos sectores están ganando terreno.
Pero si los ministros de cultura se doblegan tan fácilmente ante un legislativo que se viene dando atribuciones de ejecutivo, juez y policía ¿Quién velará por la división de poderes, base de cualquier democracia liberal, y que los sectores afines a Donayre confunden con ‘terrorismo’? Usted está a tiempo de rectificarse, ministra Balbuena. Se lo digo como historiadora que ha admirado –e incluso participado– en la importante campaña contra el racismo que usted impulsó siendo viceministra de interculturalidad. Usted ha demostrado que puede hacer cosas buenas por el país desde los intersticios del Estado donde aún es posible actuar con independencia en base a consensos mínimos, más allá de cualquier interés ideológico y partidario.
El LUM existe porque se lograron consensos mínimos y si está amenazado es porque alguien está interesado en destruirlos para beneficiar sus propios intereses. Este proyecto salió adelante, y no sin problemas, luego que el Estado Peruano aceptó una donación del gobierno alemán “para la construcción de un espacio destinado a la conmemoración y la dignificación de las víctimas del periodo de violencia 1980-2000 en el Perú” (5). Se fue forjando tras varios años de marchas y contramarchas y –no es necesario que se lo diga– gracias a una suma de voluntades colectivas que supusieron la participación de representantes la sociedad civil, de las víctimas de la violencia, organizaciones de derechos humanos y del Estado, incluidas las Fuerzas Armadas, en un histórico logro para nuestro país.
Pues, contra lo que dicen sus detractores, muchos de quienes nunca han puesto un pie en el LUM, tal vez sea el único museo de su tipo en América Latina o el mundo que ha dado cabida a la memoria institucional de las fuerzas armadas en la lucha por la pacificación. Lo que a su vez se explica por las características peculiares del conflicto armado que vivió el Perú en las décadas de 1980 y 1990.
"El LUM existe porque se lograron consensos mínimos y si está amenazado es porque alguien está interesado en destruirlos"
Como toda institución que tiene que lidiar con temas políticamente sensibles, el LUM es perfectible y, siendo tan joven, más aún. Pero creo que debe defenderse, aún con sus errores, como uno de los más ambiciosos proyectos museográficos capaces de promover valores como la solidaridad, la empatía, la justicia, el respeto a los derechos humanos y a la diversidad cultural y lingüística del país. Así como –y de manera fundamental-- el aprendizaje del pasado al servicio presente.
LUGAR DE LA MEMORIA. La visita virtual al LUM en 360°está habilitada desde agosto de 2016. En ella se puede recorrer los espacios del museo así como su muestra permanente.
Es de esperar que un espacio con estas características incomode a muchos. No sólo porque hemos vivido una era de crecimiento económico que ha sembrado la idea de que tener dinero es lo único que cuenta, y que la historia misma es inservible a no ser que se quiera poner un negocio turístico: la era de “Marca Perú”. Sino porque muchos políticos que han gobernado en los últimos años –o aún están en el poder– se hallan involucrados en escándalos de corrupción, y graves crímenes contra los derechos humanos cometidos en las décadas de 1980 y 1990, que pueden comprometerlos, están aún por resolverse. El LUM, haciendo honor a su nombre, es un recordatorio permanente de que la justicia es una tarea pendiente.
"[El LUM] tal vez sea el único museo de su tipo en América Latina o el mundo que ha dado cabida a la memoria de las fuerzas armadas en la lucha por la pacificación"
Ministra Balbuena, precisamente porque el Lugar de la Memoria es tan importante para la salud moral tan venida a menos de nuestra sociedad, usted no puede doblegarse ante la calumnia de quienes quieren destruirlo.
Usted no puede validar una pantomima sórdida fraguada por quienes pretenden perpetuar un estado de guerra e impunidad en el país.
Usted no puede ceder ante la vileza de un congreso afanado en destruir la pluralidad de expresión y las instituciones. Usted debe defenderlas.
No es momento para ser neutral. Hay que estar del lado de la verdad y de las reglas mínimas de convivencia humana. De tener más coraje, usted señora ministra, que ha demostrado haber hecho muchas cosas bien, tendría el apoyo mayoritario de la ciudadanía, y en ello concuerdo con lo expresado por el abogado Carlos Rivera. (6) Porque somos nosotros, los que rechazamos los crímenes del fujimorismo que ahora la acusa, quienes ganamos la elección en el 2016. Y eso debemos hacerlo valer.
Señora ministra, ya vio lo que pasó con el defenestrado ex presidente Pedro Pablo Kuczynski. Por su pusilanimidad la delincuencia enquistada en la política sigue avanzando. Eso no le está haciendo bien a nuestro país. Si no va a tener la valentía de defender a su ministerio de la plaga negacionista que pretende imponer un pensamiento único en el país, tal vez sería mejor que renuncie. La otra alternativa –la que yo quisiera ver– es que se rectifique y asuma la defensa firme de una institución que ha abierto un espacio inédito de convergencia entre peruanos y que no merece el acecho del que está siendo objeto.