El ahora ex Fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, declaró el lunes pasado que su salida del cargo se producía en un contexto de presiones políticas que se iniciaron cuando juramentó en el cargo, pues hasta ese momento no había estado a controversia alguna. "Antes del 20 de julio pasado yo era una persona que no tenía ningún cuestionamiento", dijo a la estación colombiana Bluradio. Tras revisar el historial de Chávarry, OjoPúblico concluye que esta afirmación es falsa.
El todavía fiscal supremo Pedro Chávarry hizo estas declaraciones el mismo día en que presentaba su renuncia al cargo tras perder el apoyo de todas las fuerzas políticas, incluyendo el Apra y Fuerza Popular. “Aquí hay una especie de intervencionismo de parte del órgano Ejecutivo en terrenos que son autónomos”, señaló. “Es por ello que yo, como demócrata, como una persona de trayectoria limpia, impecable en la impartición de justicia con casi cuarenta años de servicio, y una labor incuestionable [renuncio al cargo de Fiscal de la Nación para no ser pretexto para la intervención]”.
Esta afirmación no se condice con las evidencias del caso “Los Cuellos Blancos del Puerto”, en el que el fiscal Chávarry apareció involucrado justamente desde el día anterior a su juramentación. El 19 de julio del 2018, la víspera de su inminente toma de cargo, el medio IDL -Reporteros, reveló que Chávarry aparecía mencionado en un primer audio en que el ex juez supremo César Hinostroza trataba con el abogado César Serrano sobre una sesión de la Academia Nacional de la Magistratura.
Con apenas horas de diferencia, esa misma noche, IDL-Reporteros reveló un nuevo audio que terminaba por poner en tela de juicio la idoneidad de Pedro Chávarry para asumir el cargo al día siguiente. Esta vez se trataba de una conversación del propio Chávarry, entonces vicepresidente de la Academia Nacional de la Magistratura, con el ahora extraditable César Hinostroza, registrada el 13 de febrero de este año. En la conversación Hinostroza le solicitaba a Chávarry copia de las resoluciones de archivamiento de los procesos que se le habían abierto en su momento por enriquecimiento ilícito. Una de esas investigaciones se refería a la compra de un departamento en Miami por el que Hinostroza había pagado la suma de 323 mil dólares.
En la misma conversación, ambos personajes coordinaban la mejor manera de sacar de escena a un personaje que les resultaba incómodo, el vocal supremo Jorge Luis Salas Arenas, consejero en la Academia de la Magistratura. “Yo quiero conversar contigo para ver qué acciones vamos a tomar”, se escucha decir a Chávarry. “[...] en el camino vamos diseñando algo, acomodando las cosas”, insiste el que iba a ser el funcionario encargado de investigar al propio Hinostroza ante las evidencias de tráfico de influencias y vínculos presuntamente ilícitos que ya se manejaba entonces.
En los días siguientes se conocerían más audios, grabados en la primera mitad del 2018, en que Chávarry aparece mencionado en coordinaciones para presuntas reuniones con el empresario Antonio Camayo, o con un grupo de periodistas.
El historial de cuarenta años como fiscal, que Pedro Chávarry reclama como impecable, no ha estado exento de episodios controvertidos. El principal fue que se desempeñó como Secretario General de la Fiscalía de la Nación en la época de Blanca Nélida Colán, operadora de Vladimiro Montesinos. Tras la caída del régimen fujimorista, tuvo que dejar el cargo de fiscal superior al no ser ratificado por el Consejo Nacional de la Magistratura (el ahora desactivado CNM) en el 2002.
ANTECEDENTE. En el 2009, Chávarry fue incluido en una denuncia por asociación ilícita para delinquir por derivar de manera irregular una denuncia contra Vladimiro Montesinos a una fiscal que no era competente.
Mientras emprendía acciones legales para regresar al Ministerio Público, en el 2003, Chávarry fue abogado del traficante de armas James Stone, el mismo que reconoció haber pagado 10 millones de dólares de coima a Vladimiro Montesinos y quien transfirió a Suiza la ilícita indemnización de 15 millones de dólares otorgada a Montesinos por Alberto Fujimori, como recordó La República en el clímax del caso "Cuellos Blancos".
Chávarry también fue motivo de polémica en el 2010, cuando fue nombrado fiscal supremo por el antiguo Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), a pesar de que obtuvo el quinto lugar en el examen correspondiente para el cargo.
“Las críticas se orientaban a que no tenía las calificaciones académicas para esa posición”, señala la abogada Cruz Silva, coordinadora de Justicia Viva, una especialista en temas de la Magistratura.
En esa época, el CNM estaba presidido por Edmundo Peláez Bardales, que se inhibió de votar. La polémica se acentuó cuando, ya como fiscal supremo, Chávarry votó a favor de José Peláez Bardales, hermano del presidente del CNM que lo había nombrado, para el cargo de Fiscal de la Nación para el periodo 2011-2013 [http://archivo.peru21.pe/noticia/742838/jose-pelaez-nuevo-fiscal-nacion].
Por los antecedentes expuestos, OjoPúblico concluye que la afirmación del ex Fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, acerca de que antes del 20 de julio no tenía cuestionamiento alguno, es falsa.
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