Durante un evento público, el gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, criticó que las autoridades del Gobierno central no respalden el uso del dióxido de cloro para combatir la Covid-19 en el país. En ese marco, dijo lo siguiente: “¿Y cómo se consume la Coca Cola que es más tóxica que el dióxido de cloro? Tras consultar con expertos y revisar fuentes internacionales de referencias científicas, OjoPúblico concluye que, si bien el consumo de ambos productos implica distintos riesgos para la salud, esta afirmación no tiene sustento y no es verificable.
La bebida gasificada Coca Cola está compuesta por agua carbonatada, azúcar, colorantes, acidulante, ácido fosfórico, saborizantes naturales y cafeína, según la información nutricional del producto que consigna oficialmente la empresa.
Por otro lado, el dióxido de cloro es un gas de color amarillo-rojizo que suele ser usado como blanqueador en fábricas de papel y también para eliminar bacterias y microorganismos del agua y superficies de lugares públicos, de acuerdo al documento que analiza esta sustancia del Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación (IETSI), de EsSalud.
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En principio, no existen estudios científicos que comparen los efectos de las bebidas gaseosas con los del dióxido de cloro, según una revisión realizada por OjoPúblico en revistas científicas como el Journal of the American Medical Association (JAMA) o el New England Journal of Medicine (NEJM), o bases de datos de referencia internacional como Pubmed, Scopus, Google Scholar, y hasta en sitios de estudios preliminares, como bioRxiv.
En el repositorio académico de Pubmed, por ejemplo, figuran artículos científicos que incluyen a las bebidas de Coca Cola en los siguientes temas de investigación:
-El reporte científico ‘Disolución del esmalte por exposición a diversas bebidas comerciales disponibles en la India’ plantea que las bebidas comerciales y carbonatadas pueden perjudicar las estructuras dentales de las personas,
-Otro artículo estudia los efectos del consumo de las bebidas de Coca Cola en la mucosa oral.
-Un artículo aborda la citotoxicidad, biodistribución y digestión con el uso de dos bebidas gaseosas comerciales.
-En otro reporte no se encontraron daños en los testículos de ratones que consumieron Coca Cola.
-Además, hay algunos análisis sobre la empresa Coca Cola y la salud pública.
No se encontró alguno que hiciera mención comparativa sobre toxicidad entre las bebidas gaseosas de Coca Cola y alguna otra sustancia, como el dióxido de cloro. Tampoco hay ensayos clínicos ejecutados o en desarrollo que permitan realizar algún tipo de comparación entre ambos productos, de acuerdo a los datos revisados en Clinicaltrials.gov, una las principales bases de datos sobre estudios clínicos en el ámbito mundial.
De otro lado, en abril del 2020, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) -la agencia estadounidense que regula el sector y es un referente global del tema- advirtió que la ingesta del dióxido de cloro puede causar insuficiencia respiratoria, cambios en la actividad eléctrica del corazón, baja presión arterial, insuficiencia hepática, vómitos y diarreas severas. Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Ministerio de Salud en Perú no recomiendan su uso por los potenciales efectos adversos que causa.
A una consulta para esta verificación, el decano del Consejo Nacional del Colegio de Nutricionistas del Perú, Antonio Castillo Carrera, precisó a OjoPúblico que no se ha probado científicamente que alguna bebida gaseosa sea más tóxica que el dióxido de cloro. “Definitivamente no existen estudios [que comparen ambos productos], porque no tienen nada que ver”, dijo.
“El consumo excesivo de este tipo de productos, al tener altas cantidades o concentraciones de azúcar, podría llevar, conjuntamente con estilos de vida y una alimentación deficiente, a que las personas puedan presentar problemas nutricionales o alguna enfermedad”, señaló Castillo.
El médico infectólogo Manuel Espinoza, del Instituto Nacional de Salud del Ministerio de Salud, coincidió en que no hay estudios de comparación acerca de que la Coca Cola sea más tóxica que el dióxido de cloro, si bien precisó que el consumo excesivo de bebidas gaseosas y demás alimentos industrializados podría suponer un riesgo para la salud a corto o largo. “Por la gran cantidad de azúcar, de sodio, [las bebidas gaseosas] están contraindicadas para personas hipertensas, diabéticos o con sobrepeso”.
El toxicólogo José Alfonso Apesteguía, director del Centro de Información, Control Toxicológico y Apoyo a la Gestión Ambiental (Cicotox) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, explicó a OjoPúblico que la toxicidad de una sustancia depende de las dosis, la composición y la frecuencia con la que se consuma. “Por ejemplo, si bien el agua es un alimento esencial, también podría generar trastornos en el organismo al ingerir más de 20 litros dentro de las 24 horas”.
En esa línea, el especialista indicó que hay dos tipos de eventos tóxicos: la toxicidad aguda, que es un proceso de ingesta excesiva de una sustancia dentro de las 24 horas; y la toxicidad crónica, en la que se han consumido pequeñas dosis de un alimento o sustancia, pero que, a largo plazo, podrían producir un efecto adverso u otra enfermedad.
“Con el dióxido de cloro puede que las dosis que está tomando una persona ahora no produzcan daño mortal; pero, en el tiempo, sí generarían otros problemas. Por eso [las autoridades sanitarias] no lo recomiendan”, precisó Apesteguía.
Alfonso Zavaleta, especialista en farmacología de la Universidad Cayetano Heredia, dijo que la toxicidad se define como la capacidad de hacer daño a una célula, un tejido o un cuerpo completo. Esa toxicidad se expresa de acuerdo al órgano afectado.
Zabaleta, aclaró que no deben compararse las bebidas gaseosas como la Coca Cola, que son consideradas un alimento no saludable, con el dióxido de cloro, que es un agente químico y desinfectante.
“Entonces si uno prueba el dióxido de cloro, en determinadas concentraciones, y entra en contacto con las células, las mata. En el caso de algunas bebidas gaseosas, contienen componentes, como la cafeína, que el organismo podría tolerar. Pero, en exceso tendría otros efectos”.
En el 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó medidas para reducir el consumo de bebidas azucaradas. Entre ellas, destacan los impuestos que deben asignarse a estos productos para reducir la prevalencia de obesidad, diabetes de tipo 2 y caries dental.
En OjoPúblico hemos documentado en una serie de reportajes el impacto de los alimentos ultraprocesados en la salud de las personas en América Latina. El informe señala que varios reportes oficiales y científicos concluyen que hay una relación entre el aumento de ventas de bebidas gaseosas y productos ultraprocesados con el incremento de casos de obesidad y otras enfermedades vinculadas a la alimentación.
OjoPúblico solicitó precisiones sobre su afirmación al gobernador de Arequipa, Elmer Cáceres Llica. Voceros del Gobierno Regional indicaron que la autoridad declinó pronunciarse sobre el tema.
La empresa Coca Cola en Perú también declinó hacer comentarios para esta verificación.
En resumen, si bien los especialistas coinciden en que el consumo de bebidas gaseosas puede ser perjudicial para la salud -sobre todo para personas con obesidad, diabetes e hipertensión-, no existe evidencia científica de que la gaseosa Coca Cola sea más tóxica que el dióxido de cloro.
Sin embargo, es preciso indicar que, de acuerdo a nuestros estándares de verificación, la afirmación solo podría ser calificada como falsa si existiera evidencia para demostrar lo contrario. De momento, eso tampoco es posible. Lo único que se puede afirmar a la fecha en que se publica este chequeo es que el dato sometido a verificación no tiene sustento.
En función a lo expuesto, OjoPúblico concluye que la afirmación del gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, sobre que la Coca Cola es más tóxica que el dióxido de cloro no es verificable.
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