PROTAGONISTA. Francisco de Roux es un sacerdote jesuita colombiano y una de las figuras clave del proceso de paz en Colombia.
Francisco de Roux, sacerdote jesuita y presidente de la Comisión de la Verdad de Colombia, empieza hoy el trabajo de identificar y revalorar a las víctimas que dejó el conflicto armado en este país. Luego de tres años, la comisión deberá presentar su informe. Según el Registro Único de Víctimas (RUV) de Colombia la cifra supera los 8 millones y medio de personas afectadas durante los casi 60 años de guerra. De Roux estuvo en Lima invitado por el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Católica, y Ojo-publico.com conversó con él sobre el proceso de paz, la memoria y la reconciliación.
¿Cuál es la situación en Colombia dos años después de la firma del acuerdo de paz con la FARC?
El proceso de paz con las FARC y la firma del acuerdo fue significativo, especialmente en territorios donde antes se dieron guerras. Sin embargo, hay lugares y campos de cultivos que fueron ocupados por el Ejército de Liberación Nacional y otros grupos paramilitares luego de la salida de las FARC y que todavía continúan en conflicto. Estas situaciones se siguen repitiendo, por ejemplo en la frontera con Ecuador y Venezuela, en algunos puntos de la costa pacífica y en la Amazonía.
Infografía: Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de la Memoria Histórica de Colombia
Según las cifras del Centro de la Memoria, en Colombia, a diferencia de Perú, la mayor cantidad de afectaciones del conflicto armado las ocasionaron los paramilitares. ¿Cuál ha sido la reacción sobre esto?
El número de víctimas depende del tipo de victimización. Por ejemplo, las masacres fueron perpetradas en mayor cantidad por los paramilitares, pero los secuestros fueron llevados a cabo fundamentalmente por los guerrilleros. En Colombia, el total de víctimas alcanza los ocho millones y medio de personas, según el Registro Nacional de Víctimas, e incluye a los familiares afectados por el conflicto armado. Por otro lado, se ha establecido quiénes fueron los responsables de la muerte de 280 mil de ellos, y se pudo identificar que el 80% de este grupo pertenece a la sociedad civil, no son personas muertas en combate.
"Considero que el Estado y los grupos que cometieron violaciones de los derechos humanos deberían reconocer sus responsabilidades, aceptar la verdad del informe de la CVR"
¿Cómo cree que el nuevo gobierno de Iván Duque asumirá el proceso de paz y el tema de memoria?
La posición del presidente ha sido que va a respetar el acuerdo de paz y va a respetar la Comisión de la Verdad, pero tengo que decir que el partido político del presidente sí ha criticado a la Comisión. Hay un debate político en su partido sobre el proceso de paz y el proceso de la verdad.
COLOQUIO. El Centro Cultural de la PUCP fue la sede del coloquio internacional "Rostros del perdón" que abordó temas entorno a la reconciliación y el conflicto armado.
¿Cómo abordar un tema tan complejo y violento desde las políticas educativas?
Las comisiones de la verdad están pidiendo cambios en la educación de los países. Se tiene que tener en cuenta tres objetivos. Primero, para que se tenga en cuenta la memoria de todo lo que nos pasó con el propósito de que estas cosas nunca más se vuelva a repetir. Segundo, para que comprendamos que las víctimas son parte de nuestra historia y nuestra cultura, es una llamada a que nosotros hagamos siempre transformaciones que nos hagan más humanos. Tercero, tenemos que ser países más incluyentes de todas las etnias y grupos sociales donde se respete seriamente la dignidad de todas personas.
¿Hay espacio para la reconciliación en sociedades tan polarizadas en torno a la memoria como Perú y Colombia?
En Colombia se creó una unidad para la búsqueda de personas desaparecidas que le dio gran importancia a la parte psicosocial, pero aún hace falta una búsqueda a partir de las familias y que las involucre. Sobre Perú, he leído el texto de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, a pesar que no soy un experto en historia. Creo que es un texto muy riguroso. Considero que el Estado y los grupos que cometieron las violaciones masivas de los derechos humanos deberían reconocer sus responsabilidades, aceptar la verdad que allí se escribe [en el informe de la CVR] y tomar una actitud positiva de construcción colectiva por un país que garantice la vida en plenitud para todos y todas. El Perú cambiaría y sería la nación que quieren todos los peruanos.