HITO. Pueblos indígenas en la COP15 (Montreal), en la que lograron el reconocimiento de sus territorios y conocimientos ancestrales en siete de las 23 metas acordadas.
El pasado 10 de octubre, ECA Amarakaeri informó la muerte de Gerardo Keimari Enrique, defensor ambiental del pueblo Matsiguenka. La organización indígena técnica, que cogestiona la reserva Reserva Comunal Amarakaeri, advirtió que pudo tratarse de un homicidio y pidió una investigación para esclarecer los hechos.
Esto ocurre en un contexto en que varios miembros de la comunidad han sido amenazados. En la última década, además, 38 defensores y defensoras de la Amazonía peruana fueron asesinados. El caso más reciente confirmado es el de Victorio Dariquebe, guardaparque de la misma reserva que defendía Keimari Enrique.
Aunque son quienes resguardan el territorio amazónico y las especies que allí habitan, la vulnerabilidad a la que están expuestos los pueblos indígenas es evidente. Por eso, su participación en la próxima Cumbre de Biodiversidad de las Naciones Unidas, COP16, será clave.
Las organizaciones amazónicas piden que las partes reconozcan a sus territorios y sistemas de conocimientos".
Las organizaciones amazónicas exigen que los 196 países asistentes a la próxima cumbre reconozcan a sus territorios y sistemas de conocimientos como parte de las estrategias de conservación y uso sostenible de la biodiversidad.
Colombia, país sede del encuentro internacional, ha dado un paso importante al reconocer a los pueblos indígenas como autoridades ambientales. El presidente Gustavo Petro firmó un decreto con fuerza de ley a cinco días del inicio de la COP16.
La cumbre, que este año se realizará entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre en Colombia, reunirá a 196 Partes (195 países y la Unión Europea) para iniciar la implementación del Marco mundial Kunming-Montreal: un acuerdo firmado hace dos años, en la COP15, y conocido como Marco Global de Biodiversidad. El mismo reconoce la importancia de los pueblos indígenas al incorporarlos en siete de sus 23 metas.
Los temas centrales del evento serán el financiamiento para la biodiversidad, el reparto equitativo de los beneficios obtenidos a partir de los recursos genéticos y conocimientos tradicionales, y el monitoreo de la implementación de las 23 metas, que deben lograrse antes de 2030.
El acuerdo también contempla que, antes y durante la COP, los países presenten una actualización de sus Estrategias Nacionales y Planes de Acción de Biodiversidad (NBSAP, por su sigla en inglés).
Hasta la fecha, Surinam es el único país amazónico que ha presentado su actualización. En tanto, los otros países siguen trabajando en el documento final junto a organizaciones, como las de pueblos indígenas.
Nuestros aportes tienen que ser visibles”, dice Tabea Casique Coronado.
“Nosotros estamos planteando al Ministerio del Ambiente de Perú un capítulo propio de pueblos indígenas dentro de la Estrategia Nacional de Biodiversidad. Nuestros aportes tienen que ser visibles”, dice Tabea Casique Coronado, responsable de cambio climático de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep).
La presidencia de la cumbre, liderada por la ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, resaltó que su trabajo en las próximas negociaciones tendrá en cuenta temas prioritarios para las comunidades.
“Como presidencia entrante de la COP16, que ejerceremos durante los próximos dos años a partir de octubre, nos comprometemos a impulsar la aprobación del programa para pueblos indígenas y comunidades locales, en conjunto con las delegaciones, y a reglamentar el artículo 8 (j), que reconoce las importantes funciones y contribuciones de estos pueblos y comunidades”, afirmaron.
La agenda de la COP16
Este 2024, en el que miles de hectáreas de la Amazonía se han incendiado y el bioma enfrenta una de las peores sequías de su historia, es también el año en el que los líderes mundiales se reunirán, por segunda vez, en un país amazónico para negociar medidas de conservación. La primera fue en Brasil, en 2006, cuando se celebró la COP8.
Uno de los principales temas a tratar en la próxima COP16 será la mencionada actualización de las Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad, el mecanismo central de los gobiernos para implementar los acuerdos adoptados en la COP15. Las organizaciones indígenas amazónicas han sostenido reuniones con los ministerios de sus países para hacer aportes a esa actualización.
En Perú, por ejemplo, Tabea Casique Coronado, miembro del consejo directivo de Aidesep, señaló que el Ministerio del Ambiente contrató a una consultora para abordar la propuesta de los pueblos indígenas de contar con un capítulo exclusivo sobre su rol en la conservación de la biodiversidad.
“No hay resultados hasta el momento y vamos, de todas maneras, a seguir insistiendo para que, en el documento final, se considere esta propuesta”, destacó.
En efecto, a cinco días del inicio de la COP16, solo 26 países de los 196 han presentado la actualización de sus Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad ante la Convención de Diversidad Biológica (CBD, por su sigla en inglés). Surinam es el único de la región amazónica.
Los países restantes, en tanto, han avanzado con su actualización a nivel nacional. Pero aún no han presentado la versión final ante la CBD. Por ejemplo, en Colombia, el país anfitrión de la COP16, los miembros de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac) han tenido reuniones con el Ministerio del Ambiente.
“El proceso ha sido participativo y fue enriquecido por el conocimiento de los pueblos indígenas con nuestros posicionamientos políticos sobre el cuidado de la vida y la conservación del medio ambiente”, explicó Juan Carlos Paya, asesor de la coordinación general de la Opiac.
En setiembre, el Ministerio del Ambiente de ese país presentó una propuesta con las seis principales metas de su próximo Plan de Acción de Biodiversidad. Dos de ellas mencionan de manera explícita la importancia de las comunidades en la conservación.
La meta 1 plantea incluir 19 millones de hectáreas con pérdida de integridad ecológica como parte de los instrumentos de planeación con criterios de biodiversidad y adaptación climática. En la misma, se menciona que las acciones a adoptarse “reconocerán los derechos a pueblos indígenas, comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras, raizales y campesinas”.
COLOMBIA. Los pueblos indígenas protegen la Amazonía, un bioma clave en la regulación del clima global. En la foto, el río de Inírida, en Guainía, Colombia.
Foto: Ismael Paredes / OPIAC
La otra meta que incorpora a estas comunidades es la 5, que propone la conservación del 34% del territorio bajo diferentes sistemas de conservación e incluye a los territorios indígenas.
Un segundo tema clave para esta cumbre será la movilización de fondos para la biodiversidad. La implementación del Marco Global de Biodiversidad requiere dinero que ha sido estimado en, al menos, USD 700.000 millones por año. De estos, 200.000 millones serán destinados a ejecutar las estrategias y planes de acción nacionales.
La importancia de los pueblos indígenas en este tema ha sido destacada en la Asamblea del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, en agosto del año pasado. Allí se creó el Fondo del Marco Global para la Biodiversidad y se acordó que el 20% de los fondos serán destinados a iniciativas de los pueblos indígenas.
Aunque es un avance importante, Helcio Souza, coordinador de la estrategia de los territorios indígenas de The Nature Conservancy Brasil, destacó que, durante la COP16, se definirán mecanismos financieros que aseguren que esos recursos lleguen a los pueblos indígenas de forma directa.
“Los indígenas están trayendo a la mesa de negociación sus propios mecanismos para sustentar sus planes de gestión del territorio”, explicó.
Hay una injusticia con los pueblos indígenas, sus recursos naturales y sus sistemas de conocimiento", afirmó Fany Kuiru Castro.
Por último, otro tema a abordar será el de la reglamentación del artículo 8 (j). El mismo reconoce los aportes de los pueblos indígenas y las comunidades locales como guardianes de la biodiversidad. Sin embargo, la discusión se ha detenido en el debate sobre si se decide agrupar o no a los pueblos indígenas y las comunidades locales.
“La búsqueda de consenso en este tema es fundamental para asegurar que la reglamentación del artículo 8 (j) refleje adecuadamente las contribuciones y derechos de estos grupos en la conservación de la biodiversidad”, informó, por escrito, la presidencia de la COP16.
La reglamentación del artículo 8 (j) será determinante, además, para la creación de un mecanismo multilateral para el reparto justo y equitativo de los beneficios obtenidos al usar información digital sobre secuencias de recursos genéticos. Este hace referencia a la repartición de los beneficios monetarios y no monetarios provenientes de productos desarrollados a partir de recursos biológicos y conocimientos ancestrales.
“Hay una injusticia con los pueblos indígenas, sus recursos naturales y sus sistemas de conocimiento, que han sido utilizados en productos cosméticos, de medicina y, también, en alimentos procesados, como jugos y pulpas de frutas. Todo eso, que hoy se usa en el mundo no indígena, parte de nuestros conocimientos sobre qué alimentos son comestibles y cuáles no”, destacó Fany Kuiru Castro.
Participación creciente en la COP16
La participación de los pueblos indígenas amazónicos ha cambiado a lo largo del tiempo. Tabea Casique Coronado contó que, por primera vez, Aidesep tendrá una delegación de 30 personas. “Recién vamos a participar masivamente. La primera vez que asistimos a una COP de Biodiversidad fue hace dos años, en Montreal, donde fui junto a un representante de la base regional”, contó.
La presencia de las organizaciones indígenas no solo ha crecido en cantidad, sino en su nivel de incidencia. “Los pueblos indígenas de la Amazonía son uno de los grupos más influyentes en las negociaciones de la Convención de Biodiversidad”, resaltó Helcio Souza.
El especialista explicó que, tradicionalmente, estos pueblos han participado en las COP como observadores, pero cada vez más frecuentemente forman parte de las delegaciones nacionales que negocian.
LIDERESA. Fany Kuiru, coordinadora general de la Coica, dice que los pueblos indígenas inciden en las negociaciones, pero los Estados son los que deciden.
Foto: UN Biodiversity
El hecho de que la COP16 sea en un país amazónico también podría marcar una diferencia. Juan Carlos Paya contó que el Gobierno nacional les ha prometido que una delegación de la Opiac formará parte del grupo negociador de Colombia y que el coordinador general de esta organización, Oswaldo Muca, participará como asesor de la presidencia de la COP. “Ese es el compromiso que tenemos y que estamos esperando a que se materialice”, enfatizó.
Esta cumbre internacional contará, por primera vez, con una Zona Verde, conocida como el área destinada a las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades. Esta es complementaria a la Zona Azul, donde se llevan a cabo las negociaciones entre las delegaciones de las 196 partes.
La presidencia del evento ha informado que el nuevo espacio se ha instaurado para fomentar colisiones y alianzas entre la sociedad civil, promover la educación ambiental y la movilización ciudadana.
La lideresa Fany Kuiru Castro, en cambio, resaltó que el principal rol de los pueblos indígenas en la cumbre internacional es incidir en las negociaciones. “Se dice que esta COP es de la gente y paz con la naturaleza, pero la verdad es que los que deciden son los Estados”, subrayó.
Papel clave
Alrededor del mundo hay más de 5.000 pueblos indígenas que viven en 90 países. Durante años, se ha destacado su rol en la conservación de la diversidad biológica. Una cifra popularmente usada, incluso por la Organización de las Naciones Unidas, refiere que los territorios indígenas protegen al 80% de la biodiversidad del mundo.
Sin embargo, este dato fue desestimado, recientemente, en un artículo publicado en la revista Nature. “La afirmación del 80% se basa en dos supuestos: que la biodiversidad se puede dividir en unidades contables y que estas se pueden cartografiar espacialmente a nivel mundial. Ninguna de las dos proezas es posible”, concluyeron.
GUARDIANES. Los pueblos indígenas son guardianes de semillas y conocimientos ancestrales agrícolas, que contribuyen a la conservación de especies.
Foto: Coica
Los autores no niegan la contribución de estas comunidades y sus modos de vida para la protección de la biodiversidad. “La comunidad conservacionista global debe abandonar la afirmación del 80% y, en cambio, reconocer de manera integral el papel crucial que desempeñan los pueblos indígenas en la administración de sus tierras y mares, y debe hacerlo sobre la base de la evidencia ya disponible”, aclararon.
Los pueblos indígenas amazónicos son solo una porción de los más de 470 millones de indígenas que hay en el mundo (más del 6% de la población mundial), pero protegen un bioma crucial en la regulación del clima global: la Amazonía.
Los territorios de esta región acumulan sobre su suelo 24,5 gigatoneladas de carbono y, de esta forma, sirven como una defensa contra la crisis climática. “Los territorios indígenas demarcados tienen significativamente menos deforestación en comparación con tierras no reconocidas”, resaltaron investigadores del Panel Científico para la Amazonía.
Los pueblos indígenas de la Amazonía son uno de los grupos más influyentes en las negociaciones”, resaltó Helcio Souza.
En efecto, un estudio publicado en 2022 evidenció que las tierras sin ningún reconocimiento en la Amazonía presentaron una transformación del 33%. Esa cifra es notablemente superior a las registradas en las áreas protegidas y los territorios indígenas: 6% y 4%, de forma respectiva.
Por ello, Fany Kuiru Castro resalta la importancia de que ambos sistemas de conocimiento —el occidental de las áreas protegidas y el de los pueblos indígenas— trabajen en colaboración.
“Deben entrar a dialogar para sacar los mejores insumos para conservar la biodiversidad. Es responsabilidad de todos. Todo lo que nos conduzca a mantener los ecosistemas y evitar que las especies sigan desapareciendo es valioso”, subrayó.
*Este artículo fue producido con el apoyo de Climate Tracker América Latina y FES Transformación.