¿Cómo tratar al Covid-19 en Perú cuando se cuenta con un sistema de salud fraccionado y al borde del colapso? ¿En qué situación se encuentran los avances para acceder a la vacuna? En la última edición de OjoPúblico-Pregunta, investigadores nacionales brindaron recomendaciones y analizaron los tratamientos médicos que se están realizando en el país. También respondieron dudas del público respecto a la enfermedad que supera los 478 mil contagios y 21 mil fallecidos en el país.
“Ya sabemos que si tienes Covid y si tienes una neumonía, es causada por el virus, no por una bacteria. Al menos no durante las primeras fases. Por lo tanto, no hay ninguna necesidad de dar azitromicina porque es un antibiótico. Los antibióticos se dirigen a las bacterias, no a los virus”, dijo Fiorella Krapp, médica infectóloga e investigadora del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt de la Universidad Cayetano Heredia.
Junto a la doctora Krapp, nos acompañó el doctor César Ugarte, PhD en Epidemiología por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg e investigador del IMT de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Como parte del programa también transmitimos la entrevista al médico infectólogo y miembro del Comité de Expertos del Ministerio de Salud, Eduardo Gotuzzo.
Tratamiento para la Covid-19
En la charla se expuso la forma en la que el virus, que a la fecha ya tiene más de 18 millones de contagios en el mundo, ingresa y daña al cuerpo humano. La explicación de este punto estuvo a cargo de la doctora Krapp quien sostuvo que iniciaba su recorrido por la vía respiratoria para finalmente reproducirse en nuestro organismo.
“Inicialmente se creía que este virus era solo respiratorio, pero ahora hemos ido aprendiendo en los últimos meses que en realidad es lo que se llama multisistémico. Llega a distintas partes del cuerpo y causa problemas en distintas partes. Los principales son los pulmones, donde genera inflamación y se genera la neumonía. Pero sabemos también que se aloja en los vasos sanguíneos, que puede llegar al corazón, al cerebro, al hígado y llega a varias partes de nuestro cuerpo”, explicó la investigadora.
A su turno, el doctor César Ugarte coincidió con su colega al considerar que estábamos frente una infección multisistémica todavía estudiada por la comunidad científica y apuntó que se debería pensar en cómo tener preparado un sistema de salud para recibir a un potencial número de personas que van a requerir requerir rehabilitación. “En algunos casos están necesitando rehabilitación pulmonar, en algunos otros casos están necesitando ser evaluados por cardiólogo de una forma un poco más frecuente”, advirtió.
Al ser consultada sobre una forma para que las familias accedan a alguna herramienta para descartar desde casa algún caso sospechoso de Covid-19, la doctora Krapp señaló la utilidad de un oxímetro antes que algún tratamiento que no haya sido probado como eficaz. “Uno se pone el oxímetro en el dedo y espera a que dé un número estable. Ese número te dice cuánto nivel de oxígeno tienes en la sangre. Y lo que sabemos es que una persona normal -sin ningún problema- debería estar saturando entre 98 y 100. Las personas que van subiendo en edad pueden tener un poquito menos de saturación, pero en realidad cuando ya comienza a bajar 94 a menos ya es de preocupación, sobretodo si tienes el diagnóstico, la sospecha, los síntomas, o el contacto con una persona que ha tenido Covid-19”, explicó Krapp.
Con el avance de la pandemia, el Ministerio de Salud también aprobó el uso de una serie de medicamentos para tratar la enfermedad. Sin embargo, debe diferenciarse las etapas de la Covid-19 para la aplicación de estos fármacos.
Para el médico César Ugarte existen fases en las que el virus ataca y donde se debe evitar que los pacientes lleguen a necesitar hospitalizarse o usar oxígeno, sin embargo, todavía no hay un tratamiento exitoso para hacerle frente. “Ahorita no tenemos ningún [tratamiento] probado”, dijo Ugarte.
Otro de los fármacos que ha recibido atención de un sector de la población ha sido la ivermectina. Ugarte precisó a la fecha no existía alguna evidencia concreta sobre su eficacia.
Respecto a la azitromicina, medicina también considerada en el tratamiento de la Covid-19, la doctora Krapp consideró que su uso empezó a darse porque cuando una persona tenía una neumonía atípica se le aplicaba antibióticos como este, pero consideraba que no era necesaria para tratar esta enfermedad.
La doctora también respondió sobre el uso de corticoides e indicó que la información correspondiente a la dexametasona provenía de un ensayo clínico donde se demostró que se reducía la mortalidad en 30% en pacientes que requerían oxígeno, pero no hubo igual respuesta ante casos de pacientes sin necesidad de este elemento. A su turno, el doctor Ugarte recordó que en esta pandemia se han presentado casos de publicaciones en revistas prestigiosas que tenían “falencias en los estudios” por lo que era importante “comparar, leer y ver si tiene evidencia” y que se estaba llegando “a récords que nunca hemos visto antes y eso hace que haya varios resultados que realmente no tienen sentido”.
César Ugarte también fue consultado si existía algún tipo de relación entre una dieta saludable y la inmunidad ante la enfermedad; y explicó que al inicio se creía que los jóvenes no sufrían los efectos del virus pero con el paso del tiempo diferentes estudios en España y Estados Unidos habían reportado que la Covid-19 podía afectar a personas jóvenes, fuertes y atléticas.
“Lo que tenemos que hacer ahorita es el lavado de manos, la distancia de 1,5 a 2 metros y el uso de mascarilla correctamente. Eso es lo único que nos va a permitir realmente prevenir. La dieta lo único que va a hacer en el tiempo a mediano plazo es disminuir nuestro riesgo por hipertensión u obesidad, pero eso no es un ticket para salvarme”, apuntó.
Luego de la revisión a los medicamentos y algunos tratamientos, consultamos sobre el proyecto de plasma en el que se encontraba trabajando la doctora Krapp y que, de ser exitoso, puede representar una alternativa para atender a pacientes Covid-19. La infectóloga indicó que la investigación consistía en utilizar anticuerpos que han podido producir personas que han sido afectadas por el virus para poder ser usados por pacientes que se encuentran luchando contra la enfermedad.
“Existe la hipótesis de que si uno puede transferir el anticuerpo que alguien ha creado y dárselo a una persona que está luchando contra el virus, puede ayudar a que combata la infección de mejor manera y disminuir las complicaciones. Estamos buscando lo que hemos denominado súper donantes, porque son personas que pueden tener la posibilidad de tener altos niveles de estos anticuerpos. Son varones de 30 a 60 años que han estado hospitalizados por Covid y que ya se han recuperado, que ya llevan dos a tres semanas de recuperación”, explicó.
La doctora Krapp indicó que las personas interesadas en sumarse a esta iniciativa pueden comunicarse al 01297-5400 o acceder a mayor información en este enlace.
La ruta de la vacuna
Para culminar la presentación de ambos invitados se consultó sobre los avances de la vacuna y en qué etapa se encontraba para poder alcanzarla. La infectóloga Krapp dijo que si bien se había avanzado de manera acelerada ello no representaba que la dosis se encontraría disponible en los próximos meses sino que le esperaban otras etapas para su distribución.
“Probablemente se tengan que seguir varias rutas. Una de ellas es participar en ensayos clínicos, así obtenemos algunas dosis, pero por sobre todo, luego de los ensayos clínicos queda la obligación, digamos “moral”, de esas empresas farmacéuticas que han trabajado con pacientes del Perú, para después dar un precio especial o dar una mayor cantidad de dosis. También están los trámites a nivel de consorcios o a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), donde se reúnen los países y negocian como un bloque. Están todas esas opciones”.
Por su parte, el doctor Ugarte señaló que participar en ensayos clínicas abría la posibilidad de generar experiencia al personal de salud del país en el uso de la vacuna. “Es un proceso de implementación a gran escala, es importante tener esa información. Para ensayos clínicos no estamos tarde, pero tenemos que tener alguna facilidad para poder hacerlos. No me refiero a bajar las normas éticas, sino en que los procesos y los contactos se puedan hacer mucho más directos. Creo que el Perú tiene varios investigadores con experiencia en ensayos clínicos.
Ugarte también planteó que se debía sumar con organismos multilaterales como la OPS y OMS. Como tercer punto, el investigador añadió que se debía ir con los productores y seguir el ejemplo de Brasil que ya se había sumado a ensayos clínicos. “Está participando en [el ensayo clínico] de la [Universidad de] Oxford, con 3 mil pacientes. Eso ya les da una ventaja competitiva con el resto de países. Este tipo de cosas hay que hacer”, finalizó.