VACUNACIÓN. Chile ha centrado sus esfuerzos en vacunar a la mayor cantidad de su población.
Chile, como la mayoría de países, ha apostado por una estrategia de mitigación para afrontar el avance de la Covid-19, que incluyó medidas estrictas como cuarentenas totales y el cierre de fronteras. Sin embargo, tras un año de pandemia, el país relajó algunas medidas y centró sus esfuerzos en vacunar a la mayor cantidad de personas para enfrentar la pandemia.
La vacunación masiva empezó el 3 de febrero de 2021 y, casi cinco meses después, ya alcanzó a más del 80% de la población objetivo con una dosis y a más del 50% con las dos. Aún así, el incremento de contagios hasta más de 8.000 casos diarios, la ocupación de las camas hospitalarias al límite y el ascenso en las cifras de fallecidos -que alcanzó hasta los 200 nuevos decesos, el 3 de junio pasado- evidenció que la vacunación por sí sola no es suficiente para contener la emergencia sanitaria.
Un artículo publicado en la revista The Lancet sostiene que se necesita una combinación de medidas de salud pública para contener la propagación del virus, como la vacunación, la aplicación de medidas sanitarias y una comunicación efectiva.
Además, la investigación concluyó que los países que optan por una estrategia de eliminación del SARS-CoV-2 (aquella que apunta a la máxima acción para controlar el virus y a detener la transmisión comunitaria lo más rápido posible) registran menos muertes, protegen mejor sus economías y minimizan las restricciones en comparación con aquellos que apuestan por la mitigación (aquella que apunta a reducir los niveles de transmisión del virus).
Para obtener esos resultados, los investigadores compararon las muertes por Covid-19, el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) y el rigor de las medidas de bloqueo durante los primeros 12 meses en los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Aplicar la estrategia de eliminación, no obstante, requiere de mayores recursos económicos y de personal, puesto que, además de asegurar la vacunación, implica tener pruebas diagnósticas disponibles a gran escala, monitorear a todos los enfermos y sus contactos, y aislarlos.
La ola de nuevos contagios en Chile
Gabriel Cavada, epidemiólogo de la Universidad de Chile (UCH), explicó a OjoPúblico que, en lo que va del 2021, Chile ha experimentado una ola de contagios, niveles de ocupación de camas de UCI y decesos más agresivos que en 2020. “En términos incidentales, hemos tenido casi un 50% o 60% más de contagio que en el año anterior”, precisó. Según cifras del Ministerio de Salud de este país, en el pico más alto de la pandemia de 2020, el 14 de junio, se registraron 6.938 casos nuevos; mientras que en 2021 este pico alcanzó los 8.920 contagios, el último 5 de junio.
El también docente en la UCH asegura que a pesar del incremento de las cifras de contagio, lo que se observa en Chile es que la dinámica de la pandemia es similar a la de 2020, puesto que las curvas presentan características parecidas. “El pico nacional en el año 2020 lo tuvimos en la tercera semana de junio y, actualmente, se está repitiendo la dinámica con la diferencia de que este pico la tuvimos la primera semana de junio”, detalla.
De continuar con la misma tendencia, habría una baja de casos -propia de la pandemia- sostenida hasta más o menos finales de setiembre, afirma Gabriel Cavada. Por este descenso en las cifras, registrado desde la quincena de junio, el secretario nacional del Colegio Médico de Chile, José Miguel Bernucci, señala que el país se encuentra superando la segunda ola de contagios. “En general, nos encontramos en una fase de una curva descendente que ha dejado bastante números de contagios y fallecidos”, dijo a OjoPúblico.
Sin embargo, existe una importante diferencia en el manejo de la pandemia entre junio de 2020 y junio de 2021: la aprobación e inicio de la aplicación de las vacunas contra la Covid-19. Hasta noviembre del año pasado no se contaba con vacunas aprobadas de emergencia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero, a la fecha, ya existen 16 vacunas autorizadas a nivel mundial por las entidades de salud de cada país (Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca, Janssen, Sinopharm/Beijing Bio-Institute of Biological Products Co-Ltd, Sinopharm/Wuhan, Sinopharm/HayatVax, Sinovac, Sputnik V, CanSinoBIO, Novavax, Curevac, Covaxin, EpiVacCorona, QazVac y RBD-Dimer).
En Chile, desde el 3 de febrero de 2021, se ha venido inoculando de manera masiva, principalmente, la vacuna SinoVac, Pfizer y CanSino. De hecho, se ha destacado por ser el país con mayor cantidad de vacunados en la región con más de 12 millones de personas inoculadas con una dosis, lo que equivale al 80% de su población objetivo, y más de 9 millones con las dos dosis, que representa más del 50%.
Entonces, ¿cómo se explica el incremento de casos a pesar de la alta tasa de vacunación? De acuerdo con José Miguel Bernucci, representante del Colegio Médico de Chile, lo más probable es que las personas que aún no han recibido la vacuna o aquellas que solo han recibido una dosis sean las que están llenando los hospitales con cuadros críticos, puesto que la inmunización completa se obtiene después de 14 días de aplicarse la segunda dosis. Hasta no alcanzar eso, remarcó, las personas son susceptibles de infectarse.
Es probable que las personas que aún no han recibido la vacuna o que solo han recibido una dosis sean las que están llenando los hospitales".
En la misma línea, el epidemiólogo Gabriel Cavada asegura que aún no se ha percibido un descenso en la cantidad de hospitalizaciones vinculado a la vacunación. Esto, indicó, recién podría observarse dos semanas después del pico de contagios. Además, señaló que, en general, medidas de salud pública como los confinamientos no dieron grandes resultados.
Sin embargo, existen otras medidas adoptadas por el Gobierno chileno que influyeron en el aumento de casos. “El gobierno se precipitó al reabrir sus fronteras en noviembre y al suavizar las restricciones a los negocios”, dijo Francisca Crispi, presidenta regional en Santiago del Colegio Médico de Chile, a The New York Times.
Además, en enero, el país creó un sistema de permisos para que los ciudadanos puedan salir de vacaciones de verano, lo cual facilitó la movilidad de las personas. Por último, los especialistas chilenos Gabriel Cavada y José Miguel Bernucci coinciden en que no hubo una buena comunicación por parte del Gobierno para aclarar que el inicio de la vacunación no significaba el final de la pandemia en el país ni mucho menos el descuido de las medidas sanitarias.
Los necesarios aprendizajes
La situación actual de la pandemia en Chile y la aplicación de determinadas medidas en uno de los países con mayores tasas de vacunación a nivel mundial han dejado lecciones importantes para los países de la región.
1. Entre la estrategia de la mitigación y la eliminación
José Miguel Bernucci, secretario nacional del Colegio Médico de Chile, explica a OjoPúblico que la estrategia que sigue Chile para el manejo de la pandemia se conoce a nivel internacional como de mitigación o stop and go. Esta estrategia tiene como finalidad desacelerar la propagación del virus, proteger sobre todo a las personas vulnerables de enfermarse gravemente y liberar los sistemas de salud, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
“Mitigación es tratar de llevar la transmisión a niveles tan bajos que te permita tener un control más adecuado de la pandemia”, explica César Ugarte-Gil, epidemiólogo del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt - UPCH.
Sin embargo, un artículo publicado en la revista The Lancet sugiere que adoptar esta estrategia no es lo más eficaz para acabar con la pandemia de la Covid-19. El comentario, elaborado por ocho expertos de Francia y Reino Unido, sostiene que a los países que han implementado una estrategia que apunta a eliminar la transmisión del virus (Australia, Islandia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur, entre ellos) les ha ido mejor que a aquellos que optan por la mitigación.
“La evidencia sugiere que los países que optan por una acción rápida para eliminar el SARS-CoV-2, con el fuerte apoyo de sus habitantes, también protegen mejor sus economías y minimizan las restricciones a las libertades civiles en comparación con aquellos que luchan por la mitigación”, concluyeron.
Optar por medidas de eliminación es complejo porque implica tener muchos recursos".
Los investigadores compararon las cifras de muertes por Covid-19, el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) y el rigor de las medidas de bloqueo durante los primeros 12 meses de pandemia en 37 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“La conclusión es que las muertes por la Covid-19 (por millón de habitantes) han sido 25 veces menores en los países que optaron por su eliminación. El crecimiento del PBI, que se evaluó semanalmente, nunca se redujo más en estos países y, de hecho, ahora ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia”, indica Jeffrey Lazarus, parte del equipo que realizó el artículo.
José Miguel Bernucci, miembro del Colegio Médico de Chile, concuerda con estas conclusiones. “Adoptar estrategias de eliminación con una férrea trazabilidad de los seguimientos de los casos, probablemente sea mucho mejor y mucho más costo-efectivo tanto en vida como en lo económico”, destaca.
Sin embargo, César Ugarte-Gil, investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), afirma que optar por medidas de eliminación es complejo porque implica tener muchos recursos para hacer diagnósticos, búsqueda de los contactos y monitoreo.
2. Es importante asegurar la vacunación masiva
Una lección positiva del manejo de la pandemia de la Covid-19 en Chile reside en la importancia de asegurar una gran cobertura en la vacunación. “Fundamentalmente, yo creo que lo que habría que aprender es asegurar las vacunas. Ese fue un mérito de negociar muy prematuramente las dosis”, resalta Gabriel Cavada, epidemiólogo de la Universidad de Chile.
Desde mayo de 2020, el país sudamericano comenzó a negociar para garantizar una pronta adquisición de las vacunas cuando estas aún se encontraban en fase de ensayos clínicos. Eso permitió que, casi a finales de junio último, Chile se posicione como uno de los países con las más altas tasas de vacunación contra la Covid-19 junto con Israel, Reino Unido y Emiratos Árabes. Por ello, el ministro de Salud, Enrique Paris, dijo que “Chile puede estar orgulloso de su proceso de vacunación”.
En relación a esta medida, el artículo publicado en The Lancet afirma que la vacunación masiva es clave para volver a la vida habitual en el futuro. Así también lo confirma la OMS. “Las vacunas son una herramienta nueva y esencial para poner fin a la Covid-19”, comunica a través de su página oficial.
VACUNACIÓN MASIVA. Chile ha vacunado al 80% de su población con una sola dosis contra la Covid-19 y a más del 50% con las dos.
Foto: Andina
3. La vacunación por sí sola es insuficiente
Aunque es importante garantizar el acceso masivo a las vacunas, resulta más relevante aún aclarar que esta medida por sí sola es insuficiente para contener la pandemia. “Depender únicamente de las vacunas Covid-19 para controlar la pandemia es riesgoso debido a su implementación y asimilación desigual, inmunidad por tiempo limitado y la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2”, se afirma en el artículo de The Lancet. Asimismo, pone como ejemplo la erradicación de la viruela que requirió de vacunación, comunicación, participación pública y un monitoreo constante de las medidas.
Por ello, los expertos consultados por OjoPúblico indicaron que es fundamental continuar con las medidas de prevención del contagio, como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y lavado constante de manos. “La vacuna, lamentablemente, por sí sola no es la respuesta y se deben mantener las otras medidas de manejo de la pandemia”, indicó José Miguel Bernucci.
El epidemiólogo Gabriel Cavada agregó, por su parte, que también es importante evitar las aglomeraciones y los ambientes cerrados. “Debemos tener una leve corriente de aire y privilegiar el abrigo personal más allá de la calefacción”, recomendó.
Además, César Ugarte-Gil precisó que, si no se logra la vacunación de al menos un 80% de la población con las dos dosis completas y las personas se confían, los casos de contagio pueden seguir incrementándose como ocurrió en Chile. “Tenemos que asumir que este es un proceso a largo plazo y que sin la mascarilla, por ejemplo, no se va a poder salir”, añade.
Al respecto, el análisis publicado en The Lancet sostiene que incluso al terminar las campañas de vacunación, las medidas de salud pública se deberán mantener para evitar nuevas olas de infecciones.
4. Es fundamental comunicar el riesgo de contagio constantemente
Como mencionaron los especialistas locales, uno de los desaciertos en el manejo de la pandemia que tuvo implicancias en esta segunda ola en Chile fue la falta de comunicación sobre los riesgos de contagio, a pesar de la vacunación. “Hemos fallado, fundamentalmente, en lo que se llama la comunicación del riesgo, explicarle muy bien a la ciudadanía cuáles son las formas de contagio y las formas de autocuidado”, reconoció Gabriel Cavada, epidemiólogo de la Universidad de Chile.
Al respecto, el epidemiólogo César Ugarte-Gil indicó que en dicho país hubo apertura para las vacaciones y a su vez un mensaje de euforia muy rápido. La especialista chilena Francisca Crispi también destaca la importancia de comunicar el riesgo. “Nadie duda que el proceso de vacunación ha sido un gran éxito, pero se transmitió un falso mensaje a la ciudadanía de que, como ya estamos vacunando, se acaba la pandemia” dijo a The New York Times.
La acción nacional por sí sola es insuficiente y es necesario un plan global claro para salir de la pandemia".
5. Una estrategia a nivel global es fundamental para frenar la pandemia
La OMS ha reiterado la importancia de trabajar colaborativamente en una estrategia global para acabar con la pandemia. Esto es relevante si se tiene en cuenta que el acceso a las vacunas es desigual y que las medidas adoptadas por los países han sido diferentes.
En la región latinoamericana, Brasil representa un riesgo, afirma Gabriel Cavada. “Brasil puede ser una especie de hoyo negro que, mientras no controle su pandemia, puede seguir generando nuevas variantes y las esparza por el resto de Latinoamérica”, advierte.
A su vez, el artículo publicado en la revista The Lancet destaca la importancia de un manejo de la pandemia a nivel mundial y de cómo pueden repercutir las medidas que cada país adopte. “La acción nacional por sí sola es insuficiente y es necesario un plan global claro para salir de la pandemia. Los países que opten por vivir con el virus probablemente representen una amenaza para otros países, especialmente aquellos que tienen menos acceso a las vacunas Covid-19”, señaló.