CHABALO. Juan Carlos Chulca es el responsable logístico de Comandos de la Frontera, organización del narcotráfico que domina en el Putumayo.
En abril de 2023 Juan Carlos Chulca, conocido como Chabalo, festejó su cumpleaños a lo grande en una finca de la Amazonía ecuatoriana, cerca a la frontera con Colombia. El operador clave de Comandos de la Frontera —que se formó tras la desaparición de las FARC y que se ha convertido en una de las organizaciones criminales de Colombia más violentas del narcotráfico— organizó una fiesta ostentosa, pero no se había percatado que agentes de inteligencia le seguían los pasos desde hacía meses. Su captura era cuestión de tiempo
La madrugada del último sábado 21 julio, Chabalo festejaba en una lujosa casa que rentaba desde el año pasado en la opulenta zona de Barbasquillo, en Manta, ciudad portuaria en la provincia de Manabí, y bebía whisky Johnnie Walker Double Black con cinco de sus colaboradores. El festejo terminó abruptamente.
En un operativo realizado por miembros de Fuerzas Armadas y la Policía, con el apoyo de agencias de Estados Unidos, Chabalo fue capturado. Las autoridades hallaron en su poder 565 mil dólares en efectivo, dos armas de fuego, seis vehículos de alta gama (tres de ellos blindados), relojes, joyas y ropas de reconocidas marcas, incluyendo sandalias Versace. Junto a él se detuvieron a otras cinco personas.
Las autoridades de Ecuador consideran a Chabalo un objetivo de alta importancia debido a las funciones logísticas que cumplía para los Comandos de la Frontera en el traslado de cocaína. Esta organización criminal controla la producción y venta de cocaína en el Putumayo, bajo el mando de un líder del grupo conocido como Araña.
INCAUTADO. Chabalo tenía en su poder USD 565.000 cuando fue capturado por las autoridades. Además, dos armas de fuego y seis vehículos de alta gama.
Foto: Policía de Ecuador
El Gordo fue su mentor
Según la información de los servicios de Inteligencia a la que esta investigación pudo acceder, Chabalo empezó a colaborar desde muy joven (no tenía más de 20 años) para el desaparecido Frente 48 de las FARC, cuando Oliver Solarte, conocido como Gordo, era el jefe financiero de este grupo y este empezó a asignarle tareas importantes para el transporte de la droga.
Desde el año 2000, las FARC estrecharon nexos con el cártel de Sinaloa de México con el fin de afianzar el envío de cocaína desde los laboratorios ubicados en la zona fronteriza del Putumayo y Sucumbíos (en los límites de Ecuador y Colombia).
De esta zona la droga atraviesa el territorio de Santo Domingo de los Tsáchilas, donde hay bodegas de acopio, y luego es enviada hacia los puertos de Manabí, Guayas y El Oro, para su posterior exportación a mercados internacionales, en especial de Estados Unidos y Europa. El cerebro de estas operaciones criminales y enlace con los carteles mexicanos era el Solarte.
Según los servicios de inteligencia, Chabalo empezó con tareas para el transporte de droga a los 20 años"
El Gordo se desplazaba constantemente entre Colombia y Ecuador, donde también operaba, bajo el seudónimo de Casimiro, en una hacienda en Santo Domingo de los Tsáchilas ubicada en la Bocana del Búa. Solarte murió en 2011, abatido por militares colombianos en la frontera con Ecuador, en el río San Miguel, durante una intervención que contó con el apoyo del Ejército ecuatoriano.
Cuando las FARC firmaron el acuerdo de paz en 2016, buena parte de los miembros del Frente 48 formaron la disidencia Comandos de la Frontera, que hoy controla la producción y comercialización de coca en las zonas del Putumayo y Sucumbíos, esto es al sur de Colombia y norte de Ecuador, también frontera con Perú.
Los reportes de inteligencia señalan que con los años, Chabalo se convirtió en uno de los principales transportadores de la cocaína desde esa zona. Fue proveedor de varios grupos criminales de Ecuador, en especial de Los Choneros. Fundó empresas de transporte y tejió una intrincada red de contactos con autoridades, entre jueces, fiscales, autoridades seccionales, políticos y miembros de la fuerza pública, que son sus colaboradores.
PIEZA CLAVE. Chabalo se convirtió en uno de los principales transportadores de la cocaína desde la Amazonía hacia los puertos de Ecuador.
Foto: Policía de Ecuador
Para coordinar los envíos directamente, los reportes de Inteligencia a los que accedimos, estiman que Chabalo se instaló en Manta, donde rentaba una casa lujosa por la que pagaba un alquiler mensual de 7 mil dólares.
Según la información del portal del Consejo de la Judicatura, Juan Carlos Chulca registra procesos de investigación por enriquecimiento ilícito (2005), narcotráfico (2013) y tráfico de estupefacientes (2014).
Juan Carlos Chulca pasó de ser taxista y microtraficante a próspero empresario. En la Superintendencia de Compañías aparece como accionista principal y gerente de dos compañías de transporte de carga pesada: Compañía de Transportes de carga pesada Transchul S.A. y Compañía de Transporte pesado Transcuvic S.A.
Juan Carlos Chulca pasó de ser taxista y microtraficante a próspero empresario de transporte de carga pesada"
Varios de sus familiares son parte de esas empresas, creadas en 2018, en Lago Agrio, provincia de Sucumbíos. Las autoridades sospechan que también habrían sido usadas para el envío de cocaína en su flota de camiones.
La primera detención de Chabalo se remonta al 2003. Ese año, durante la operación Dinero Fácil, en Tulcán, Carchi, la policía antidrogas identificó –tras una denuncia anónima– el movimiento fraudulento de alrededor de 350 mil dólares. El dinero iba camuflado debajo del piso del cajón de madera de un vehículo sin placas que se accidentó. Chabalo conducía el automóvil, fue hospitalizado y luego detenido junto a sus tres acompañantes, con quienes viajaba hacia Sucumbíos.
Aunque la Policía señaló que el dinero incautado era producto de la venta de cocaína (se detectaron residuos de esta droga con un aparato identificador), Chabalo fue liberado. Los siguientes años siguió escalando en el negocio hasta convertirse en un importante brazo logístico de Comandos de la Frontera.