DESECHOS PELIGROSOS. Con el brote del Covid-19, los hospitales enfrentan el reto de gestionar adecuadamente los residuos biocontaminados.
La fragilidad de los establecimientos de salud frente a la pandemia por el coronavirus también expone los problemas en el tratamiento de los residuos hospitalarios, generados en las áreas de atención para pacientes Covid-19. En el Perú solo tres regiones (Ica, Lima y Piura) cuentan con plantas específicas para tratar residuos biocontaminados (como se define a la basura generada en los nosocomios) y apenas cuatro empresas ofrecen los servicios de incineración de estos desechos.
El último 11 de abril, el Ministerio del Ambiente (Minam) publicó una convocatoria para contratar los servicios de una empresa que recoja, transporte, brinde tratamiento por incineración y disponga en los rellenos correspondientes 200 toneladas de residuos biocontaminados proyectados para personas diagnosticadas con Covid-19 en distritos de Lima y Callao. Hasta el cierre de esta edición, esta entidad indicó que la contratación aún no ha sido adjudicada.
En este momento, según la Defensoría del Pueblo, tampoco existe un protocolo para el tratamiento de residuos peligrosos del Covid-19 de pacientes en aislamiento domiciliario. Por eso, han pedido que se apruebe un instrumento de gestión específico para estos desechos.
La Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) tiene registrada a 180 empresas autorizadas para brindar el servicio de tratamiento de residuos hospitalarios. La mitad opera en Lima, y las otras 90 se encuentran en 22 regiones.
Para los casos de Amazonas, Apurímac, Huánuco, Loreto y Tacna el registro apenas tiene a una compañía autorizada por Digesa para el recojo y transporte de los residuos hospitalarios.
Residuos peligrosos
La norma define como residuo biocontaminado al que pueda contener concentraciones de microorganismos de potencial riesgo para la persona en contacto con el mencionado residuo. En el caso de pacientes Covid-19, estos desechos se encuentran en los instrumentos médicos desechables (como mascarillas, jeringas o bisturís), bolsas que contengan sangre humana, gasas, tejidos, catéteres con agujas, restos de alimentos y bebidas, suero y productos derivados.
En una resolución ministerial publicada el 29 de marzo que aprueba el documento técnico de prevención y atención de pacientes con coronavirus, el Minsa recomienda que, de encontrarse con residuos con “una patología de alto riesgo biológico confirmada” se debe realizar el depósito en doble bolsa de color rojo y su retiro en tachos con ruedas o coches de transporte. También se debe garantizar que los desechos no se encuentren más de 24 horas en el almacenamiento central y final, así como que el personal que maneje este tipo de desechos debe dedicarse a esta actividad de forma exclusiva y no tenga contacto con otra áreas del establecimiento de salud.
¿Cuántos residuos públicos generan los hospitales y cómo los están tratando ante a la emergencia? La Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), oficina a cargo de la información actualizada sobre residuos hospitalarios en el país, indicó a OjoPúblico a través de su oficina de prensa que no podían responder a nuestras consultas debido a que el personal no se encontraba disponible por el Estado de Emergencia.
Contrataciones para la emergencia
A la convocatoria del Minam para contratar una empresa que trate los residuos generados por pacientes Covid-19 en distritos de Lima y Callao, se suman al menos otros 26 procesos de gobiernos locales y establecimientos de salud registrados en el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace). OjoPúblico consideró a las convocatorias correspondientes a la adquisición de bienes y contratación de servicios vinculados a la gestión de residuos sólidos. El período de los procesos fueron los requeridos desde el 6 de marzo, fecha en la que se conoció el primer caso de una persona positiva para Covid-19 en el país.
En cinco regiones, solo una compañía está autorizada para el recojo y transporte de los residuos hospitalarios
En el presupuesto de emergencia por el Covid-19 se ha considerado más de 10 millones de soles destinados al Minam para acciones vinculadas a la gestión de residuos sólidos. De acuerdo al avance de las partidas publicado por el Ministerio de Economía y Finanzas, a la fecha se había ejecutado menos del 1% del gasto. La oficina de prensa del Minam señaló que la cifra no estaba actualizada y que en realidad superaba poco más del 10%.
El Minam también informó a OjoPúblico que hasta el momento habían priorizado a seis nosocomios de Lima. A este grupo le han entregado insumos para el manejo de desechos hospitalarios como bolsas, contenedores, mamelucos, overoles desechables, zapatos de seguridad y lentes para el personal encargado. El sector también mencionó que se encontraban en proceso de contratar para el hospital Sergio Bernales de Collique un sistema de autoclave para tratar residuos biocontaminantes.
Para el exviceministro de Gestión Ambiental, Mariano Castro, el manejo de los residuos hospitalarios generados por la pandemia requieren la aplicación de las directivas y guías existentes para garantizar el “máximo cuidado de este tipo de residuos”. Castro también señala que “sin equipamiento de seguridad no se va a poder cumplir. Se requiere incrementar el presupuesto [para manejo de residuos hospitalarios] según el plan de cada establecimiento médico”, agregó.
El manejo de residuos hospitalarios
Como parte de su plan de manejo de residuos sólidos, los establecimientos hospitalarios deben elegir el tipo de tratamiento que darán a partir de la evaluación de factores como el impacto ambiental, suministros necesarios, tiempo de empleo del sistema, costos operativos y mantenimiento, entre otros especificados en la norma técnica vigente. Para ello pueden emplear diferentes tipos de tratamiento como la esterilización a vapor, la desinfección por microondas,entre otros previo a su disposición final en rellenos de seguridad o rellenos sanitarios autorizados por Digesa.
En Lima, solo tres hospitales tienen plantas de tratamiento para la gestión de basura biocontaminada.
La norma también señala que los establecimientos de salud pueden tener sus propias plantas de tratamiento para residuos biocontaminados. El Minam reportó a OjoPúblico que en Lima, solo tres nosocomios contaban con esta tecnología: el Hospital Lima Este de Ate-Vitarte (donde ahora se ha dedicado a la atención Covid-19), el Hospital Nacional Hipólito Unanue (ubicado en el distrito limeño de El Agustino) y el Hospital de Emergencias Villa El Salvador. En todos los centros médicos mencionados están recibiendo a pacientes Covid-19.
La tecnología permite reducir el volumen inicial de los residuos a más de la mitad, así como la destrucción de agentes infecciosos para su posterior transformación en desechos comunes. La maquinaria al interior de la planta tritura los residuos, en otra etapa los calienta a más de 100 grados centígrados para esterilizarlos y finalmente son transportados al relleno sanitario correspondiente. El proceso, de acuerdo a información publicada por el Hospital Hipólito Unanue, toma en promedio una hora y cuarto por cada 150 kilos de residuos hospitalarios. Este nosocomio genera alrededor de 1.200 kilos diarios de desechos.
TRATAMIENTO. Los centros de salud pueden contratar el servicio de una empresa para gestionar los residuos biocontamientantes que generan a diario.
Foto: Hospital Hipólito Unanue.
El resto de centros médicos, de acuerdo a la norma vigente, puede contratar a una empresa externa para todo el proceso de recojo y transporte de desechos, es decir, a cualquiera de las 180 autorizadas por Digesa en 22 de las 25 regiones del país. Estas compañías, a su vez, trasladan los residuos a alguno de los rellenos de seguridad que cuentan con infraestructura para tratar residuos hospitalarios considerados biocontaminados. En todo el país, según información de la Dirección de Gestión de Residuos Sólidos del Minam, apenas seis empresas cuentan con infraestructura para la disposición final de los desechos hospitalarios. Cuatro se ubican en Piura, una en Ica y otra en Lima.
A la lista se suman siete rellenos sanitarios ubicados en cinco regiones con una infraestructura denominada celdas de seguridad, es decir, también aptas para atender los desechos producidos por los hospitales y clínicas del país. Este tipo de procedimiento se realiza en el suelo para mitigar el impacto en el ambiente y no causar peligro para la salud y seguridad pública. Se trata de una técnica manual utilizada para cubrir los residuos depositados con una capa de tierra.
La incineración de residuos peligrosos
Otra modalidad para tratar a los residuos hospitalarios, según la norma vigente, corresponde a la técnica de la incineración. Este método se utiliza para tratar los residuos calificados como peligrosos -material e instrumentos médicos- y los especiales -mercurio de termómetros, productos farmacéuticos parcialmente deteriorados y otros-, permitiendo reducir su volumen hasta un 90%.
Entre las especificaciones consideradas en la ley de manejo de residuos sólidos, los incineradores deben contar con dos cavidades: una primaria, que alcanza temperaturas entre 6.000 y 8.500 grados centígrados; y otra secundaria con temperaturas superiores a los 12.000 grados centígrados. También debe contar con filtro y un lavador de gases.
Cuatro compañías, según el Minam, ofrecen el servicio de incineración para residuos hospitalarios: Incineragas EIRL, Kanay - Séché Group Perú y Tecnologías Ecológicas Prisma SAC en Lima y Arpe EIRL en la región Piura. Esta última indicó a OjoPúblico que tenía todos los permisos para ofrecer el tratamiento de residuos peligrosos de centros médicos, pero a la fecha no habían contratado sus servicios. Este medio también se puso en contacto con las otras tres empresas pero no respondieron a las llamadas ni a los correos enviados.
Seis compañías cuentan con infraestructura para la disposición final de los desechos hospitalarios
“En aquellos lugares donde no exista infraestructuras de disposición final de residuos sólidos autorizadas o cuando las condiciones geográficas no hagan viable el transporte de los residuos sólidos hacia infraestructuras de valorización y/o disposición final, los Establecimientos de Salud (EESS), Servicios Médicos de Apoyo (SMA) y Centros de Investigación (CI) deben contemplar en el Plan de Minimización y Manejo de Residuos Sólidos las estrategias y el manejo que garanticen la adecuada gestión de los residuos sólidos generados”, señala una norma del Minsa.
El último 11 de mayo, luego de la publicación de un decreto legislativo en El Peruano, se modificaron algunos artículos de la ley de gestión integral de residuos sólidos. Entre los principales cambios se establece que Digesa, además de controlar los riesgos en el manejo inadecuado de desechos generados en establecimientos de salud, debe hacer lo propio para los originados "en la atención médica de los pacientes realizada en los domicilios".
También se ha añadido que entre las funciones del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) se encuentre la gestión de los datos generados para el Sistema de Información para la Gestión de Residuos Sólidos (Sigersol) para el ámbito municipal y no municipal. Mientras que el Minam será responsable de elaborar y aprobar los lineamientos para el manejo de residuos sólidos en situaciones de emergencia. Estas medidas, según la reciente norma, serán implementadas en los próximos 30 días calendario.
Al cierre de esta publicación, la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) no respondió a OjoPúblico sobre el tratamiento y la disposición final de residuos peligrosos que tienen los establecimientos médicos del país y la supervisión realizada a estos.
El paso a paso
De acuerdo a la norma del Ministerio de Salud, vigente desde finales del 2018, todo manejo de desechos hospitalarios recorre una decena de pasos previo a su destino final en rellenos de seguridad o sanitarios con infraestructura para estos tipos de residuos biocontaminados.
El punto de partida se da con el acondicionamiento que consiste en preparar las áreas -como recipientes, tachos o bolsas- donde se depositarán los residuos producidos en el centro médico. Al tener este paso listo se procede a la segregación, que permitirá agrupar los residuos sólidos -como jeringas u objetos punzo cortantes- para ser posteriormente manejados en forma especial.
Luego de las dos primeras etapas se procede al almacenamiento primario. En esta fase los residuos hospitalarios se llevan a los ambientes destinados para el traslado a su acopio final. Los residuos de instituciones que produzcan más de 150 litros de desechos por día deben permanecer en un área temporal e intermedia antes de su transporte.
Solo cuatro compañías ofrecen el servicio de incineración para residuos hospitalarios
El siguiente paso es la recolección y traslado interno de los residuos. En esta etapa, realizada a diario, participa personal capacitado y con indumentaria de protección así como vehículos autorizados. El almacenamiento final representa la permanencia temporal de los residuos -no mayor a las 48 horas- hasta ser llevados al lugar de tratamiento, valorización o disposición final.
En el caso de los establecimientos que no cuenten con un área para el almacenamiento central o final de residuos sólidos se debe acondicionar una zona de uso exclusivo, alejada de la atención de pacientes. Además, se debe impedir el libre acceso de cualquier persona y mantener el lugar aislado.
TRANSPORTE. Las empresas que brindan el servicio de gestión de residuos sólidos también son responsables del traslados de los residuos hospitalarios a los centros de disposición final de los desechos.
Foto: Ministerio de Vivienda.
El tratamiento de los residuos sólidos biocontaminados al interior del establecimiento médico, penúltima etapa de este proceso, puede ser opcional siempre y cuando no implique un riesgo a la salud pública y al ambiente. Este procedimiento también se puede realizar de forma externa a través de la contratación de una empresa operadora de residuos sólidos que cuente con las autorizaciones correspondientes.
La disposición final de los residuos, hayan o no recibido tratamiento de cualquier modalidad dentro del establecimiento de salud, deben ser conducidos finalmente a rellenos de seguridad o mixtos. Estos, por su parte, deben encontrarse registrados y autorizados por Digesa.
En la norma técnica también se indica que, para el caso de residuos generados en salas de emergencia y Unidad de Cuidados Intensivos, los residuos deben ser evacuados de forma directa -de acuerdo al protocolo del establecimiento- al almacenamiento intermedio, central o final. Estos ambientes deben contar con suficientes bolsas y recipientes para la clasificación del desecho.
En este escenario se requieren soluciones para manejar los desechos hospitalarios. Para el ingeniero ambiental y exfuncionario en gestión de residuos sólidos del Minam, Marco Tinoco Venero, una de las salidas es transportar y concentrar los desechos generados en la atención a pacientes Covid-19, solo en centros médicos que cuenten con infraestructura para el tratamiento de estos residuos.
El especialista también dijo que se debe evaluar si es necesario adoptar algún tipo de tratamiento en los establecimientos médicos o ver la posibilidad de que la disposición final de los residuos se realice de forma directa al relleno de seguridad o sanitario. También recordó la falta de una norma que obligue a los centros médicos a manejar esta clase de desechos que generan a diario.
Las últimas cifras de los inventarios de residuos hospitalarios del Minam se menciona que el 2013, 548 establecimientos de salud generaron en conjunto más de 12 mil toneladas de desechos.