SIN PAGO. El estudio advierte que la riqueza extrema se logra a costa del trabajo precario y sin pago que, en su mayoría, asumen las mujeres.
Entre el 2017 y el 2018 a fortuna de una élite de personas alrededor de todo el mundo se incrementó en 900.000 millones de dólares, mientras que la riqueza de la población más pobre se redujo en un 11%. Estos son algunos cálculos del último informe de desigualdad que la ONG Oxfam Internacional presentó en el Foro Económico de Davos, luego de analizar el Global Wealth Databook del banco suizo de inversión Credit Suisse y la lista de millonarios Forbes.
Según el estudio, actualmente 26 personas acumulan la misma cantidad de dinero que lo que poseen 3.800 millones pobres extremos en todo el mundo. La cifra revela el aumento de la brecha de inequidad, pues el año anterior el número de privilegiados era 43. En tanto, en América Latina y el Caribe la fortuna de los milmillonarios aumentó en un 10%, pues facturaron unos 36.000 millones de dólares adicionales.
El economista Marcel Ramírez, Gerente General de TaxAction Consulting y docente de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, sostiene que en el Perú la inequidad de la riqueza empieza en la distribución de la carga tributaria, pues más del 50% de lo que el Estado recauda proviene de impuestos al consumo, que afecta a todos; y un porcentaje menor grava directamente el patrimonio o la riqueza, que impacta en los más ricos.
“Esto, sumado a la elusión y evasión fiscal, nos muestra que quienes tienen mayores ingresos soportan una menor carga tributaria. En los Panama Papers vimos que las rentas se trasladaban a otros países, según la conveniencia, para eludir el pago de impuestos. El informe de Oxfam busca alertar estas inequidades y cómo los que acumulan más ingresos lo hacen aprovechando la mano de obra sub remunerada”, agregó.
Gráfico: Oxfam
En su informe Oxfam advierte que esta riqueza desmedida se logra a costa del trabajo riesgoso y mal pagado que se asigna a terceros; una pirámide de inequidad donde las mujeres son las que ocupan el mayor porcentaje de empleos precarios y no remunerados y que, según la organización, podrían calcularse en unos 10 billones de dólares no solventados.
Trabajo no remunerado
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la “Economía del Cuidado” consiste en actividades socialmente adjudicadas a la mujer por su género, ante la ausencia de servicios estatales que puedan cubrir esta fuerza laboral, y que disminuyen el tiempo y rendimiento que ella podría dedicar a un trabajo formal.
El informe de Oxfam señala que en Latinoamérica las mujeres dedican en promedio 38 horas semanales al cuidado de adultos mayores, parientes enfermos, niños y limpieza del hogar de manera gratuita, mientras que los hombres solo invierten 16 horas.
En Perú las cifras son muy semejantes. El 2017 el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) realizó un estudio de brechas de género donde confirma que una de las afectaciones a la independencia y desarrollo económico de la mujer es el trabajo no remunerado.
De acuerdo con sus datos, mientras los hombres dedican 15 horas a la semana a actividades domésticas sin sueldo, las mujeres destinan 39 horas; situación que se acentúa en el área rural y en la selva. La mayor brecha en esta carga laboral se da entre las mujeres de 18 a 49 años de edad, pues trabajan 13 horas más que sus pares.