En mayo último, a través del inesperado decreto supremo 009-2024, se incluyó a las identidades trans dentro de la lista de trastornos mentales y del comportamiento del Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS). Esta medida provocó la reacción de más de 200 organizaciones LGBTI que se pronunciaron contra el Ministerio de Salud.
Perú, además, es uno de los pocos países de la región en el que las personas trans aún no pueden acceder a un documento nacional de identidad que refleje sus nombres e identidades. El proyecto de ley de identidad de género, que se propuso en 2016, sigue en espera de ser debatido en la Comisión de Constitución del Congreso desde hace dos años.
Sobre estas y otras problemáticas de la comunidad LGBTI, y en el marco del Mes del Orgullo, OjoPúblico conversó con Leyla Huerta Castillo, fundadora y directora de Féminas Perú, organización que desde hace nueve años trabaja por los derechos de las mujeres trans. Puede revisar la entrevista completa en nuestro canal de YouTube o en este enlace.
Una de las problemáticas más recientes sobre la comunidad LGBTI en Perú es la del decreto supremo 009-2024, que enlista a la identidad trans dentro de los trastornos mentales y del comportamiento. Ustedes salieron a protestar y el Ministerio de Salud les respondió. ¿Cómo ha avanzado esta discusión?
Somos más 200 organizaciones a nivel nacional que nos hemos organizado. Inicialmente se hicieron pronunciamientos y salió la respuesta del Ministerio diciendo de que [la medida] era para asegurar la salud mental de las personas trans en el sistema privado de salud, que es completamente ilógico en un país [...] donde las personas trans nos encontramos en una situación precaria en todo sentido de la palabra.
"Desde el inicio la postura ha sido la derogación de este decreto supremo 009-2024".
Desde el inicio la postura ha sido la derogación de este decreto supremo. [...] En la actualidad se supone que hay un informe que está presentando el Ministerio de Salud para regularizar la codificación de estas condiciones en su sistema [...]. Aún no termina de salir esa resolución, está pasando las revisiones correspondientes. A la fecha ha pasado más de un mes.
Pero, a la vez, nosotras como población afectada estamos no solamente solicitando ello, sino que tiene que haber alguna política de disculpas públicas, de compromisos asumidos frente a la comunidad trans por este maltrato, esta humillación pública que ha hecho contra toda una comunidad de colocarnos en un lugar donde no estamos.
Esto tiene que ver con la vigencia en Perú de la CIE 10, que es la décima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades, donde todavía se clasifica a la identidad trans como trastorno mental del comportamiento y del desarrollo neurológico.
Y que tiene que ver con que el CIE 10 ya no es vigente y es obsoleto, o sea, eso ha sido actualizado
¿Les hablaron de esa posible actualización en el país?
Se supone que eso tiene que darse de manera progresiva y que lo están haciendo, pero nosotros no vamos a esperar que termine de darse esa actualización. Este tipo de situaciones también nos expone a terapias correctivas. A mí me pareció muy preocupante cuando leí en ese momento la lista, en la que salen las niñeces. Los niños LGBTIQ existen, las niñeces trans hemos existido toda la vida y siempre.
Lamentablemente la mayoría es heterosexual y cisgénero y desde su perspectiva hacen las políticas y arman estas leyes. No hay personas trans dentro de estos comités, no estamos ni siquiera en los espacios de comunicación para poder decir quiénes somos, qué somos, por qué estamos en ese lugar, cómo nos sentimos. Siempre se nos patologiza y, lamentablemente, los medios de comunicación muchas veces contribuyen con eso, con noticias amarillistas y tratando de manejar una narrativa en la cual se nos coloca en una situación realmente deplorable.
MULTITUDINARIA. La Marcha del Orgullo de Lima de 2023 fue una de las manifestaciones con más asistencia. Se espera que este año sea todavía más grande.
Foto: Renato Pajuelo
Dentro de la región Perú se encuentra en unas de las posiciones más retrasadas respecto a los derechos de la comunidad, pero un estudio de 2022, de Oxfam y el IEP, reveló que el 40% de los encuestados de la zona urbana consideran que la desigualdad entre la comunidad LGBTI y quienes no lo son es poco grave. ¿Por qué este desencuentro entre la realidad y la percepción de las personas?
Yo no sé qué palabra pueda calzar en ello. Había pensado en una, pero creo que no es la que calza realmente: alienación. También pensaba en la normalización de la violencia. Hemos normalizado tanto la violencia que hay en el país: hay personas de diferentes clases y nos gusta que haya eso en Lima. O sea, personas de un nivel y yo del otro. Creo que eso anhelamos como sociedad o hemos ido aprendiendo ello.
Creo que eso te hace quizás responder: "no veo tanta diferencia". La clásica que dicen "no porque yo tengo mi peluquero que me arregla". Y no te das cuenta que sí pues, pero está enclosetado en una sola labor, no lo has mirado en otro espacio.
[...] Cuando tú ves en medios de comunicación que las personas LGBT solamente están relacionadas con el humor o con el espectáculo, pero no hay otros espacios donde puedan desarrollarse y hablar abiertamente y poner sus posiciones. Entonces creo que tiene que ver con la normalización de la violencia que vivimos en el país como problema idiosincrático, como identidad misma de país.
En Perú hay un conocimiento incipiente sobre los crímenes de odio, en 2022 el Ministerio Público lanzó una investigación sobre los asesinatos LGBT entre 2012 y 2021 en la que se revelaba que casi no se señala la identidad de género o la orientación sexual como posible móvil.
Tenemos que tener en cuenta que somos una sociedad muy conservadora, entonces, cuando ocurren estos crímenes, la familia no denuncia. Recuerdo el caso de un profesor universitario, un hombre gay al que mataron por ser gay, fue con robo y todo. Recuerdo que la familia trató de dejar ahí todas las cosas, no moverlas. Es un ejemplo de lo que pasa con una persona importante, pero cuántos casos más hay de la población con menos información, con más prejuicios, en los cuales morimos de esa manera y se deja en ese lugar.
"Hemos normalizado tanto la violencia que hay en el país".
Ahí va el tema de la normalización: murió por eso, porque no es parte de la sociedad, porque no está cumpliendo el rol que debería [...]. Creo que es lo que ocurre para no visibilizar lo que está ocurriendo: a las personas LGBTIQ nos matan por odio, hay un agravante, no te matan simplemente porque te quisieron robar.
Hay proyectos de ley que están prosperando en el Congreso y que involucran a la comunidad LGBTI. Uno de ellos haría que los crímenes de lesa humanidad prescriban. Ahí también quedaría afectado el caso Las Gardenias, el único crimen de odio que ha llegado hasta esa etapa.
Tiene que ver con lo que te decía, con la visibilidad. Imagínate en los 80, qué persona iba a decir “sí, lo mataron por esta razón”, cuando ni siquiera se hablaba de ello.
¿En la tolerancia hacia la comunidad LGBTI entra a tallar la educación sexual integral que ahora está en riesgo debido a, al menos, un proyecto de ley en el Congreso?
Completamente, es que todo tiene que ver con educación, con cómo formes a las personas y cómo hablas de igualdad desde el inicio. Cuando se habla de enfoque de género no es que le estás diciendo que vas a ser de tal forma u otra forma. Simplemente estás diciendo que las personas no solamente son un sexo, no solamente son cuerpos diferenciados por su genitalidad, cuando se habla de enfoque de género estás hablando de personas, personas que existen en su diversidad y que todas valen lo mismo.
Lamentablemente estos grupos conservadores antiderechos con mucho dinero detrás, desarrollan campañas informativas para poder seguir manteniendo una narrativa en la población.
[...] Obviamente no solo están con el tema de la comunidad LGBTIQ, sino también con el sistema político, con seguir polarizando a la gente para que sigamos creyendo que hay bandos, que tiene que ser uno o lo otro, que no puede existir un punto medio de desarrollo de políticas en el cual los beneficiarios seamos todas las personas.
"A las personas LGBTIQ nos matan por odio, hay un agravante".
Dentro de la comunidad LGBTI también existen diferencias entre sus distintos miembros, por ejemplo, por temas de mayor acceso a derechos o más visibilidad. ¿Ustedes encuentran que sí hay jerarquías? ¿Cómo las manejan?
El machismo nos atraviesa todas y el machismo también se traduce dentro de la comunidad, donde los hombres gay quizás han podido tener un espacio más grande de desarrollo y están insertados en diferentes espacios. Y lo sientes y lo ves. Creo que esas son también jerarquías: hombres gays, mujeres lesbianas y al final personas trans, que no estamos en ningún espacio.
DESIGUALDAD. Para Huerta, la invisibilización de la igualdad que vive la comunidad LGBTI tiene que ver con la normalización de la violencia que existe en el país.
Foto: OjoPúblico / Giuseppe Vicente
Cuando estaba más en agenda el tema de la unión civil o del matrimonio igualitario ¿Tenían una postura consensuada sobre si eso era lo querían o más bien significaba replicar la sociedad que las discrimina?
Lo que pasa, que más allá de todo, está el tema de la igualdad. El poder tener acceso a esa materia legal no solo tiene que ver con el ámbito amoroso y replicar una forma de ser, sino también que cuando te casas tu patrimonio se incrementa, puedes postular a créditos, puedes avanzar y puedes ir desarrollándote económicamente. Es la responsabilidad de dos personas frente a diferentes situaciones.
Entonces, es el hecho de poder gozar de los mismos derechos que otra persona goza, y que pueda haber la oportunidad para hacerlo. Si es que quieres o no casarte, porque piensas que estás replicando el modelo que nos discrimina, es tu decisión, pero tienes la oportunidad de hacerlo. Mientras no exista, hay diferencia. Esa es la lectura frente a este tipo de búsqueda de derechos: la igualdad, que todos gocemos en la misma igualdad frente a la ley.
En el Mes del Orgullo, una fecha de conmemoración y celebración, se critica que ciertas empresas o corporaciones aprovechan para lucrar practicando lo que se conoce como el rainbow o pink washing. A pesar de todo, ¿es igual de necesaria esta visibilidad?, ¿es de todas formas un beneficio la comunidad?
Es válido que puedan hacerlo. Pero por eso creo que las personas y la sociedad en general debemos de politizarnos, porque más allá de que [personas o empresas] puedan ver su beneficio personal o institucional, la población debe reclamar políticas de inclusión. Eso es lo que tenemos que tener. Perfecto, pones los colores del orgullo en tus edificios, pero lo que tienes que hacer es aplicar políticas, es la mejor manera de celebrar el Orgullo.
"Yo soy una mujer trans cristiana y no tienen por qué quitarme eso".
El papa Francisco ha mostrado una apertura hacia la comunidad, a diferencia de sus predecesores ¿Desde la iglesia católica, evangélica y otras ven una apertura hacia las personas LGBTI?
Yo creo que como institución no la hay. Las declaraciones del papa han sido personales, no han sido institucionales y creo que ese es el tema, no que no hay una posición política desde la institución. Hablar de religión siempre es un poco complejo, a veces se la apoderan los antiderechos. Yo soy una mujer trans cristiana y no tienen por qué quitarme eso por la interpretación propia que hacen ellos. Existen muchas mujeres trans católicas, cristianas practicantes de su religión y de su fe que creo que no son inválidas.
¿Qué es lo más urgente ahora mismo, no solo para la población trans, sino para toda la comunidad LGBTI?
Empoderamiento comunitario. Para la población general también. El hecho de reconocerte ciudadano, ciudadana, ciudadane y que exijas ser tratado de la misma manera, esa es la clave para que una comunidad se desarrolle y crezca y esto va a conllevar a políticas públicas para nosotros.
[...] Una muestra para mí bien clara es Colombia, cómo ha desarrollado en el ámbito de la población LGBTIQ. [...] No existe una ley de identidad de género en Colombia, sin embargo hay mecanismos para poder hacerlo y que no sean tan complejo.
Son solo cuatro o tres países en la región que no tienen ley, ni mecanismos legales para el reconocimiento de tu identidad. Y eso realmente es preocupante. Estamos mal en el país, asemejándonos a dictaduras históricas en la región. El tema del decreto es una muestra clara de una legislación que busca exterminarnos.