COCTEL PELIGROSO. Altas tasas de diabetes, obesidad e hipertensión incrementan los riesgos frente a la pandemia.
México, es junto a Brasil, uno de los países que menos en serio ha tomado las medidas para contener la expansión del coronavirus. Mientras las autoridades sanitarias promueven el aislamiento social, el presidente de este país, Andrés Manuel López Obradar minimizaba el impacto y recorría el país repartiendo abrazos. Hace unos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que cuando la pandemia se extienda a su fase 3, el número de casos graves en este país alcanzará el 7% del total de las personas contagiadas. Las causas: las altas tasas de obesidad y enfermedades relacionadas que afectan a 96 millones de personas.
Los cuatro primeros muertes a consecuencia del coronavirus, reportadas por el Ministerio de Salud son solo un aviso del riesgo que enfrenta México. En declaraciones al diario El País, los representantes de la OMS en México, Jean Marc Gabastou y Cristian Morales Fuhriman, mencionaron que en el país se elevaría el porcentaje de casos graves entre la población contagiada “debido a la mayor incidencia en este país de la diabetes y la obesidad, debilidades en la lucha contra el virus”.
En medio de esta crisis sanitaria, el pasado 17 de marzo la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamín), uno de los gremios empresariales más importantes de México, solicitó al gobierno aplazar por tres años la entrada en vigencia del nuevo etiquetado de alimentos. No era la primera vez que el mismo organismo empresarial intentaba frenar la norma. Un mes antes, presentó una demanda de amparo que luego fue negada por un Tribunal Colegiado del Poder Judicial de la Federación.
Ahora, según la Concamin, “la industria mexicana fue la que recibió las primeras afectaciones ocasionadas por el coronavirus”, y por eso presentaron al gobierno federal una lista medidas en la que enumeraron a los sectores afectados y "otros que afrontan una recesión industrial con 16 meses de caídas consecutivas”. En esa lista, el gremio incluyó al sector automotriz, productos químicos, industria farmacéutica, textil y otros.
La obesidad causa unas 300 mil muertes al año por enfermedades relacionadas.
Al final de su lista de propuestas, específicamente en materia de política fiscal, monetaria, inversión y de gasto público, el organismo anotó su propuesta de “posponer medidas como el etiquetado que se aplicará a alimentos y bebidas por lo menos tres años”.
ETIQUETADO. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, junto a Francisco Cervantes Díaz, presidente de Concamin.
Foto: Twitter Concamin
Sin embargo, el 19 de marzo, en una conferencia de prensa, consultado sobre el tema, el presidente López Obrador, respondió “reducción de impuestos no, pero sí garantizar que no va a haber aumentos ni nuevos impuestos”. No dijo más.
Su segundo intento
Introducir una prórroga para el etiquetado en el paquete de ayuda para los empresarios es el segundo intento del sector privado para frenar el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas procesadas en México. Consultado sobre el tema, el infectólogo y ex comisionado nacional para la pandemia por influenza del 2009, Alejandro Macías, dijo no entender “por qué se deban mezclar las dos cosas (el coronavirus y el proceso del nuevo etiquetado de alimentos), pues son dos asuntos completamente diferentes”.
Macías sostiene que el escenario por el coronavirus es complicado no solo para la industria, sino para todos y en todos los sentidos. “Esto va a afectar al país en lo económico, en lo político; no va a haber una sola área que quede sin afectaciones, pero sigo pensando, que lo del etiquetado no tendría por qué mezclarse con la respuesta que se tiene que dar a la pandemia”, agregó.
Recordó que el nuevo etiquetado es parte de todo un paquete de acciones del gobierno e instituciones que busco enfrentar los graves problemas de salud como el sobrepeso y la obesidad. "En este momento, el país tiene un grave problema, la pandemia, y no hay que olvidarnos de que México tiene ya un serio problema de salud pública”, comentó.
La epidemia local
Desde fines de febrero, cuando se conoció la existencia del primer caso con Covid-19 importado en México, Alejandro Macías, advertía sobre los mayores riesgos que esta pandemia significarían para las personas con diabetes, obesidad, sobrepeso, con tabaquismo u otras adicciones.
“Está visto que quien está en malas condiciones físicas, quien tiene una enfermedad crónica, es muy probable que tenga una evolución muy mala”, decía el especialista con posgrados en Salud Pública y Biología Molecular. “Si tienes un enorme sobrepeso preocúpate, porque estas personas tienen problemas muy severos cuando desarrollan enfermedades respiratorias”.
México vive su propia epidemia por la diabetes. De manera formal, desde mediados de noviembre de 2016 autoridades federales declararon una emergencia epidemiológica para todo el territorio nacional por la incidencia de la diabetes mellitus. Los datos de ese año, detallaban que mientras que en 1980 habían muerto 14 mil personas por esta diabetes, el 2016 murieron más de 98.500 personas.
Tres años después de aquella declaratoria de Emergencia por diabetes mellitus, el año pasado, se logró la aprobación en el Congreso del nuevo etiquetado de alimentos y bebidas procesadas. Cifras del anexo estadístico del primer informe de gobierno de Andrés Manuel López Obrador correspondientes al cuadro de las principales causas de muerte en la población mexicana en general, indican que mientras en el año 2000 se registraron 46.614 muertes derivadas de la diabetes mellitus, la proyección del 2019 fue de 116.929 fallecidos.
Polación en riesgo
La Encuesta Nacional en Salud y Nutrición (ESANUT) aplicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) también en el 2019, reflejó que 15,2 millones de mexicanos fueron diagnosticados con hipertensión y 8,6 millones con diabetes. En la edición de la Revista internacional de obesidad correspondiente a diciembre de 2019, investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) fueron más precisos para apuntar a las causas: más de 40 mil personas mueren en México por enfermedades relacionadas con el consumo de bebidas azucaradas, entre ellas refrescos, jugos y agua de sabor industrializada.
En México, más del 73% de la población tiene sobrepeso u obesidad, más del 10%, diabetes y más de la mitad hipertensión
A principios de marzo, durante un foro por el Día de la Salud, los expertos concluyeron que, antes de la aparición del coronavirus, México vive en este momento una epidemia más extendida y mortal. La obesidad causa unas 300 mil muertes al año por enfermedades relacionadas.
ESTUDIOS. Más de 40 mil personas mueren en México por enfermedades relacionadas con el consumo de bebidas azucaradas.
Foto: Laboratorio de Periodismo y Opinión de México
Es por ello que las propuesta planteada por Concamin ante la pandemia de coronavirus despertó el rechazo de expertos y organizaciones como la Alianza por la Salud Alimentaria, que agrupa a asociaciones civiles y profesionales preocupados por la epidemia de sobrepeso y que pidió al gremio de empresarios “no sacar provecho de la emergencia” con su petición de aplazar por tres años el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas procesadas.
En un comunicado la Alianza por la Salud, advirtió que la pandemia de Covid-19 “llega a México frente a una población altamente vulnerable por las consecuencias, principalmente, de una mala alimentación, que se traduce en que más del 73% de la población sufre sobrepeso u obesidad, más del 10% de la población adulta padece diabetes y más de la mitad hipertensión”.
Además, la Alianza cuestionó a la Concamin por actuar “bajo instrucciones de la gran industria de bebidas y comida chatarra con el fin de bloquear las políticas que están dirigidas a mejorar la alimentación de la población en un país que presenta el mayor consumo de estos productos ultraprocesados en América Latina y que la propia Organización Mundial de la Salud relaciona con la epidemia de obesidad y diabetes que vivimos”.
El nuevo etiquetado es parte de una política urgente para enfrentar las epidemias de obesidad y diabetes en el país, sostien la Alianza. Esta organización ha presentado recomendaciones sobre alimentación que se sumarían al distanciamiento social: preparar los alimentos en casa, evitar los productos ultraprocesados (galletas, cereales azucarados, sopas envasadas, embutidos y dulces); comprar a los comercios vecinos a la casa para apoyar su economía, evitar las compras de pánico, consumir una alta cantidad de frutas y verduras y moderar el consumo de carnes, optar por antojos saludables como frutas picadas, evitar las bebidas azucaradas y limitar el consumo de azúcar a niñas y niños.