DESAFÍO. El alcalde de Challhuahuacho, Porfirio Gutiérrez, asume el cargo luego de que sus tres últimos predecesores fueran incluidos en investigaciones por corrupción y lavado de dinero.
Apurímac. "Challhuahuacho tiene que cambiar de imagen", dice el alcalde de este distrito, Porfirio Gutiérrez Paniura, cuyos últimos tres predecesores están bajo sospecha por las autoridades peruanas: Livanov Valencia Castro fue investigado por manejos irregulares del presupuesto municipal; el prófugo Odilón Huanaco Condori es procesado por corrupción; y Antolín Chipana Lima cumple prisión preventiva por presunto lavado de dinero.
Desde hace cuatro meses, Gutiérrez Paniura dirige la municipalidad distrital que concentra uno de los presupuestos más altos de la región Apurímac (más de S/43 millones para el año 2019), y que desde por lo menos hace cuatro años es epicentro del conflicto minero con Las Bambas. Esta operación extractiva es considerada una de las mayores inversiones privadas en minería en territorio peruano y desde el 2014, cuando compró el proyecto a la suiza Glencore Xtrata, está operado por la transnacional china MMG Limited.
Gutiérrez Paniura conversó con Ojo-Publico.com días antes de asistir a la primera mesa de diálogo en su jurisdicción que reunió a los dirigentes de la comunidad campesina de Fuerabamba, a las autoridades de la provincia de Cotabambas, al titular de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), Salvador Del Solar Labarthe, y a representantes de la minera china.
"Nuestra posición desde la municipalidad es que se respete los derechos de la comunidad de Fuerabamba y sus propiedades comunales", explicó el alcalde de Challhuahuacho, quien llegó al cargo con el partido Somos Perú, y luego de dos intentos fallidos en los años 2010 y 2014 con el Movimiento Popular Kallpa y el Movimiento Independiente Fuerza Campesina Regional, respectivamente.
El actual alcalde tiene 38 años y nació en un cacerío de la comunidad de Fuerabamba y desde el hotel Ayni Perú, un edificio de propiedad de su familia, Gutiérrez Paniura explicó a Ojo-Publico.com las diferencias en la relación entre las compañías mineras Glencore Xstrata y MMG Limited con su comunidad, su posición personal sobre el proyecto minero y los principales retos de su distrito que este año cumple 25 años de creación.
¿Usted creció donde ahora opera la mina Las Bambas?
Exactamente, yo soy hijo de Fuerabamba, del caserío de Taquiruta. Mis padres eran autoridades de la comunidad, mi padre era teniente gobernador. Nosotros vivíamos donde ahora está Ferrobamba, el primer tajo abierto de donde se extrae el cobre.
En 2004 llegó Xstrata Cooper a la zona. Antes de esta fecha, ¿usted y su familia tuvieron alguna experiencia con actividades mineras?
Minera Centromin y Corporación Minera Cerro de Pasco habían venido antes, pero de manera abusiva, sacando a la gente. Hasta esa fecha Fuerabamba era unida, pero cuando llegó Xstrata esta se empezó a dividir. Muchos fuerabambinos que vivían en diferentes ciudades del país también regresaron a la comunidad por la expectativa que generó el proyecto minero Las Bambas.
"La relación con la mina se terminó cuando la empresa consiguió el espacio que quería explotar".
¿Cuál fue la posición de su caserío frente a la mina?
No nos faltaba la plata. Yo tenía más de 600 cabezas de oveja, 60 cabezas de vaca, caballos, chacras, cercos y viviendas. Mi papá era comerciante y nosotros trabajabamos duro. En Taquiruta no queríamos a la mina, pero el resto de la comunidad apoyaba a la mina porque Xstrata se convirtió en ‘el papá', en un Estado: apoyaba con profesores y había campañas médicas, fiestas y cuyadas. En cambio, yo me informé. Luego de leer el libro 'Dinámica social y minería, familias pastoras de puna y la presencia del proyecto Antamina 1997-2002', de Guillermo Salas Carreño [Instituto de Estudios Peruanos, 2008], que es como la biblia, supe perfectamente qué iba a pasar con la minería.
¿Y qué iba a pasar?
El libro dice que la empresa viene como un papá, dando todo. El día que dejaron su tierra, la gente de Antamina [proyecto minero ubicado en Áncash] pensó que estaba empezando una buena relación con la minera. Pero ese día la relación terminó porque la empresa consiguió el espacio que quería explotar. Pensaron que la mina iba a proveer todo el tiempo, como un paraíso. Tenían comida, chicha, cerveza y las mejores orquestas.
CONFLICTO. Los miembros de la comunidad Fuerabamba mantuvieron bloqueado el ingreso a la mina Las Bambas, en la zona conocida como 'Manantiales', en el distrito de Challhuahuacho.
Foto: Ojo-Publico.com
¿Qué pasó con su terreno en Taquiruta?
La empresa nos reconoció y con ese capital compramos terrenos en otros sitios. Yo sabía que la relación terminaría cuando sacaran a la comunidad, y eso está pasando ahora mismo. En el proceso de negociación, en ese momento Xstrata nos dijo que daría 8 mil hectáreas, un terreno donde sembrar maíz y cereales, una zona en altura como Yavi Yavi donde sembrar papa nativa y aparte un lugar donde vivir.
Con este último se refería a Nueva Fuerabamba.
Ajá. Pero la minera quería trasladar la comunidad a Yavi Yavi. La gente rechazó esa primera propuesta porque era una altura que no conocía y en otra región. Se negoció temas de salud, mejores colegios, capacitación para los profesores, talleres de capacitación en maquinaria pesada, se creó el equipo de fútbol Club Deportivo Mina Las Bambas, tantas cosas. “Ustedes van a ser defensores del desarrollo empresarial”, nos dijo Xstrata. Pero la empresa jamás dijo que estaba comprando este terreno. Si preguntas a gran porcentaje de la comunidad si ha vendido su terreno, te va a responder que no.
¿Usted llegó a vivir en Nueva Fuerabamba?
Sí me dieron una vivienda pero no he llegado a vivir ahí. Las casas se ven bonitas pero cuando las tocas son como un cajón; jalas y es como papel, se rompe. Esas casas se están rajando, adentro hace frío.
¿Cuántas personas viven en Nueva Fuerabamba?
En un principio, todos. Pero luego muchos no se acostumbraron y con la compensación construyeron sus casas en Challhuahuacho y en otras zonas. Los presidentes comunales descubrieron en los Registros Públicos que el terreno de Nuevo Fuerabamba no tiene título de propiedad. Luego, la empresa china MMG empezó a botar a los trabajadores y ya no impulsaba el desarrollo empresarial y comercial. En esa desesperación, la gente se trasladó a Yavi Yavi, nuestra esperanza. La comunidad quiere hacer como antes: tejer, pastar su ganado y cultivar su chacra.
PRISIÓN. El Poder Judicial detuvo durante casi 10 días al presidente de Fuerabamba, Gregorio Rojas Paniura, tras ser involucrado en una presunta organización criminal de extorsión.
Foto: Ojo-Publico.com
¿Cómo asumió Gregorio Rojas la presidencia de Fuerabamba?
A mi me nombraron presidente del comité electoral. En agosto del año pasado se presentaron tres candidatos, entre ellos Gregorio Rojas. Después de ganar en elección interna, se fueron una noche a Yavi Yavi en una caravana. Han cumplido ocho meses de estadía en esta zona. Un representante de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) me dijo que han tenido 16 reuniones, pero a mí como autoridad no me han invitado oficialmente.
¿Dónde han sido estas reuniones?
En Cusco y en Lima. Yo no sé exactamente cuál es la situación del proceso que ha tomado la comunidad, pero sí sé que en Yavi Yavi no existía una carretera. Nunca. Era una zona virgen. Yo mismo lo he constatado. Actualmente el presidente de Fuerabamba exige que el mineral sea llevado por otro lado. Toda la vida nos van a pisotear y decir que extorsionamos, cualquier cosa van a inventar. En 2015 hubo cuatro muertos, el año siguiente un fallecido más. ¿Qué está haciendo hasta ahora el Estado desde Lima? Tienen que conversar con las comunidades y dar una alternativa.
¿Cuál es la posición de la Municipalidad de Challhuahuacho sobre las protestas?
Nuestra posición es que se respete los derechos de la comunidad y sus propiedades comunales. El distrito de Challhuahuacho apoya a la minería como una alternativa, pero en estas condiciones no vamos a aceptar más a la mina. Cuando el Estado nos comienza a tratar como extorsionadores, no lo vamos a apoyar. Los presidentes de las comunidades dicen que si igual nos van a perseguir, mejor estamos [sin actividad minera].
¿Ustedes son antimineros?
Fuerabamba no lo era. Desde mi análisis, yo tenía una posición clara. El libro de Salas Carreños, que era relacionista comunitario, se cumplió en Fuerabamba. Ese texto es como una biblia, una guía.
RECHAZO. El alcalde de Challhuahuacho, Porfirio Gutiérrez Paniura, explica que no van a apoyar las actividades mineras mientras el Estado peruano los acuse de "extorsionadores".
Foto: Ojo-Publico.com
Mientras estuvo detenido Rojas, ¿quiénes quedaron a cargo de la comunidad?
Algunos dirigentes de organizaciones de jóvenes, de mujeres y de adulto mayor.
¿Quién presentó a los hermanos Chávez Sotelo a la comunidad?
La comunidad no estaba asesorada legalmente desde el año 2004. La nueva directiva trajo en la primera asamblea a los Chávez Sotelo y a otras tres o cuatro opciones. La asamblea los eligió por votos.
"Hay varios colegios sin materiales, bibliotecas ni sillas; y computadoras sin Internet"
¿Conocían su trabajo?
Sí, los señores asesoran bien. Ellos dijeron que son de un estudio jurídico con gente en Lima y presentaron sus logros en Ayacucho y en Pumamarca. La gente los eligió. No es como ahora dice la prensa, que son extorsionadores.
¿Usted también votó por los Chávez Sotelo?
Yo no voté.
La comunidad se quejó estos días que los alcaldes y el gobernador regional de Apurímac exigían la liberación de Gregorio Rojas pero no de sus asesores.
Nosotros no conocemos mucho a los asesores, pero la comunidad tomó sus servicios bajo acta. La mayoría votó por ellos. La gente dice que Gregorio los eligió porque eran amigos, eso es falso. La comunidad optó por sus servicios entre varias opciones.
YAVI YAVI. La provincia cusqueña de Chumbivilcas también fue escenario de protestas de la comunidad de Fuerabamba contra el proyecto minero Las Bambas.
Foto: Ojo-Publico.com
¿Cuánto recibe Challhuahuacho por regalías mineras?
Está llegando alrededor de S/6 millones mensuales.
¿Es suficiente?
Challhuahuacho, que cumple 25 años de creación, ha crecido de la noche a la mañana por la dinámica social. La gente ha regresado por el proyecto Las Bambas. Ha pasado de tener entre 3 mil o 4 mil habitantes a más de 30 mil actualmente, y no alcanza la plata. Hay una demanda de escuelas, puestos de salud, carreteras y empleo. En la municipalidad estamos atendiendo como ratoncitos. La anterior gestión tenía que dividir los espacios con tablas de triplay. Estamos hacinados. Hoy contamos con casi 30 áreas. Nosotros hemos inaugurado las oficinas de Control Interno y de Tránsito y Operación Vial.
"Tenemos que fortalecer la Oficina de Control Interno"
¿Tienen un problema de presupuesto para estas áreas?
Para que funcionen las 30 áreas solo podemos contar con los S/ 2 millones que ingresan anualmente por concepto de recurso ordinario. Con esa cantidad ni para agosto me va a alcanzar. Las unidades no quieren trabajar con ese pequeño sueldo, están renunciando o tienen muy poco interés en el trabajo. La gestión anterior necesariamente tuvo que usar las regalías mineras para cubrir ese aspecto. Pero el Estado y la Fiscalía asegura que eso es malversación. La infraestructura y presupuesto no alcanza. ¿Acaso eso sabe el Estado en Lima? No saben pero vienen de frente a castigar.
¿Se va a priorizar alguna subgerencia en particular?
Tenemos que fortalecer la Oficina de Control Interno para que no hayan malos comentarios, como ‘donde hay minería, hay corrupción’. Eso no va a pasar. Nosotros hemos ganado nuestra plata con el sudor de nuestra frente. También fortaleceremos el área de rentas para captar mayores ingresos.
CHALLHUAHUACHO. Este distrito apurimeño afronta casos de corrupción en la municipalidad, deficiencias en la recaudación de impuestos y ausencia del pavimentado de sus calles.
Foto: Leslie Moreno / Ojo-Publico.com
¿Han planificado proyectos con las comunidades de Challhuahuacho? Fuerabamba no es la única comunidad de influencia directa de proyectos mineros en su jurisdicción.
La gestión anterior nos ha dejado cerca de 40 obras, en su mayoría canchas de fútbol o casas culturales. En nuestra gestión vamos a priorizar el saneamiento y la lucha contra la anemia, con proyectos como la crianza de cuyes y animales menores. También hemos encontrado varios colegios sin materiales, bibliotecas ni sillas. Hay computadoras pero sin internet.
¿Van a asfaltar las calles de Challhuahuacho?
Hay ideas de proyectos para carreteras que necesitan casi S/600 millones. Hoy es el principal problema del distrito, sobre todo en época de lluvias.
¿Implementarán proyectos bajo la modalidad de obras por impuestos o asociaciones público privadas?
No, eso es una mala práctica. Tenemos planificado hacer obras en un 70% por administración directa, para dar oportunidades a la gente local.
¿Desde cuándo está previsto el ingreso del canon minero?
El dinero tiene que llegar pronto. Ese es otro malestar de la región. ¿Cómo un proyecto minero gigante como Las Bambas no va a entregar canon?