El pasado 15 de febrero se cumplió el primer mes del derrame en mar peruano de más de 10.000 barriles de petróleo, de la Refinería La Pampilla. Desde esa fecha, la empresa Repsol Perú tiene una investigación en curso, a cargo de la fiscalía ambiental de Lima Norte, y el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) le ha impuesto tres multas por más de un millón de soles ante el incumplimiento de medidas administrativas. Frente a este contexto, el gobierno de Pedro Castillo todavía no tiene claridad sobre el seguimiento a la remediación del daño ambiental generado.

En medio de la limpieza por el desastre ecológico, el presidente ha tenido a tres titulares en el Consejo de Ministros: Mirtha Vásquez, Héctor Valer y Aníbal Torres, lo que no ha permitido que a más de un mes del mayor desastre ecológico registrado en el mar peruano no exista un liderazgo claro desde el gobierno. La cartera de Ambiente también ha tenido tres ministros en los primeros seis meses del gobierno de Pedro Castillo y hoy el físico nuclear Modesto Montoya lidera las actividades del sector. 

Precisamente, la cabeza del Minam informó a una radio local el último 14 de febrero, que se habían recogido 2.000 barriles de crudo del mar. OjoPúblico preguntó sobre el origen de esta cifra, pero no obtuvo una respuesta clara.

En un primer momento, el Ministerio del Ambiente atribuyó el dato de los barriles a un reporte trabajado en conjunto con el OEFA y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), pero esta última institución señaló a este medio que no habían brindado dicha cifra porque no tenían competencias para registrar el total del hidrocarburo recogido. 

Al insistir por el detalle de la información, y como luego difundió en su portal institucional, el Minam explicó que el número de barriles correspondía a un trabajo parcial para actividades desarrolladas por Sernanp en la bahía de Ancón. “[La cifra reportada] no es la del total de las empresas contratadas por Repsol para la limpieza dentro y fuera de las Áreas Naturales Protegidas”, indicó por mensaje el área de prensa del sector. 

En su nota de prensa del 15 de febrero, el Minam señaló que en la zona reservada de Ancón se habían recolectado un aproximado de 7.000 galones de petróleo puro, una cifra equivalente a poco más de 166 barriles. Este monto es 12 veces menor al avance declarado por el ministro Montoya. El área de prensa no volvió a atender las consultas de este medio y solo repitió que la cifra oficial era la consignada en la publicación, que recoge un balance de las actividades realizadas durante el primer mes del derrame. 

DESCONOCIMIENTO. A la fecha, el Ministerio del Ambiente no maneja información actualizada sobre la cantidad de barriles recogidos del mar y litoral peruano. 

Foto: OjoPúblico / Marco Garro.

Por su parte, el OEFA —a cargo de la supervisión de la recuperación de barriles de crudo— indicó que recién en las próximas semanas se podrá tener una cifra oficial sobre el avance en la limpieza, pero que por el retraso en este proceso ya se había impuesto a Repsol una multa de S/ 460.000, que fueron pagados según señaló la empresa. 

En una conferencia de prensa realizada el último 18 de febrero, este medio preguntó a Repsol sobre la cantidad de crudo recogido y señalaron que estaban en “condiciones de ratificar que, teóricamente, se ha recogido casi el 98% del producto de mar y de tierra. Esto se tendrá que contrastar con los muestreos que hagamos en el mar”, indicó José Reyes Ruiz, gerente senior de seguridad, calidad y medio ambiente de Repsol. 

El especialista de la compañía también explicó que el cálculo de su cifra se basaba en el total de petróleo que quedaba en el mar y tierra debido a que, del total derramado, el 35% se evapora. “No hay que asociar este 2% [que falta recoger] con la cantidad inicial derramada, porque lo que ocurre es que en mar y tierra [el crudo] incrementa su volumen y lo que recoges es una mezcla de todo eso. La referencia no puede ir a los 10 mil sino aquello que quedó en mar y tierra”, explicó Reyes Ruiz.

A su turno, Jaime Fernández-Cuesta Luca de Tena, director de Repsol Perú, indicó que “desconocían los criterios del Ministerio del Ambiente” para el cálculo del volumen de crudo retirado y que ellos avisaban a las autoridades, a diario, sobre todas sus actividades realizadas.

El OEFA indicó que recién en las próximas semanas se podrá tener una cifra oficial sobre el avance en la limpieza.

Al ser consultado sobre la cifra reportada por Repsol, Daniel Cáceres, biólogo y representante regional del Sustainable Ocean Alliance (SOA), coincidió en que el hidrocarburo derramado se puede evaporar, pero le generaba dudas la cantidad declarada por la empresa. "Es difícil tener un 99% de éxito, hasta con el derrame de un barril. Es difícil cuando no ha habido una contención y la densidad ha disminuido bastante. El mejor momento para levantar el petróleo es cuando está en su etapa más densa y no acuosa [como ahora]", comentó.

Antes de dar paso a las preguntas de los medios de prensa, los voceros de Repsol mostraron un cronograma de actividades y comunicaron que, hasta el 15 de febrero, habían logrado un 79% en el avance de la limpieza del mar y litoral peruano. Asimismo, anunciaron que, de forma inicial, la remediación estimada del derrame alcanza los US$65 millones, sin contar las tres multas que ya pagaron a la OEFA y las que se les podría imponer a futuro.

Para Héctor Aponte Ubillús, investigador asociado de biología marina de la Universidad Científica del Sur y editor de la revista South Sustainability, el hecho de contar con datos incompletos “causa un impacto” en el proceso de limpieza del desastre. “Es importante que la información sea lo más completa y veraz posible. Eso permite a las autoridades reaccionar y a la propia empresa saber qué decisión tomar. El no tener la información clara desde el inicio afecta sobre todo cuando hay que actuar frente a un evento como el que hemos visto”, comentó a este medio.

CIFRAS. Hasta el 15 de febrero, Repsol asegura haber recogido el 98% del total de hidrocarburo. De los 10 mil barriles derramados, la empresa considera que se evaporó un 35% de crudo.

Foto: OjoPúblico / Marco Garro.
 

A la fecha, la empresa —en coordinación con las autoridades del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) y la Autoridad Portuaria Nacional (APN)— también debe fijar una fecha para el retiro del PLEM, una estructura submarina que, de tener un análisis de muestras en laboratorio, ayudaría a identificar el origen del derrame. OjoPúblico conoció que todavía no se ha programado la diligencia donde también participará la fiscalía ambiental de Lima Norte. 

Los voceros de la empresa anunciaron que seguían las coordinaciones con las autoridades peruanas para culminar este proceso. “Queremos garantizar en todo momento que el izado del PLEM sea de manera segura. Por lo tanto, estamos trabajando intensamente para que ningún remanente de producto esté al interior de esta pieza y no haya ningún tipo de afectación al entorno”, aseguró José Reyes Ruiz de Repsol.

OjoPúblico preguntó al Minam sobre el origen de la cifra de crudo recogido, pero no obtuvo una respuesta clara del sector.

El exministro del Ambiente, Gabriel Quijandría, consideró que el Minam debe tener un rol protagónico y manejar esta situación como suele ocurrir con los desastres naturales. Además, planteó que se debe retomar la discusión del tema de “garantías ambientales” para permitir la ejecución de presupuesto desde el momento que se genera la emergencia. “Ahora se intenta mover la maquinaria lenta y burocrática del sector público con presupuesto de Sernanp y Serfor, pero no están obligados a hacerlo”, explicó. 

Si bien las cifras aún no muestran el avance de la recuperación de petróleo, y Repsol tampoco ha hecho público su plan de remediación, un grupo de expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) presentó los resultados iniciales de un trabajo de campo realizado hace unas semanas y, entre otros puntos, recomendó una mejor “coordinación interinstitucional, gestión de la información y conducción de las operaciones de respuesta”. 

Los especialistas de la ONU también plantearon que de forma inmediata se adopte una “metodología del Sistema de Comando de Incidentes (SCI) para gestionar y conducir la respuesta ante ésta y futuras emergencias”.

A un mes de los hechos, la Defensoría del Pueblo ha alertado sobre el seguimiento que ha tenido el Estado frente al desastre ambiental. En un reciente comunicado, recomendó que el Poder Ejecutivo elabore una estrategia para monitorear la contención y limpieza de las playas. También solicitó que el Ministerio del Ambiente reporte de forma detallada y diaria los resultados que tenga al seguimiento de la remediación. 

Ministerio incompleto

Además del Minam, otro sector que debe vigilar los avances del desastre ambiental es el Ministerio de Energía y Minas (Minem). Desde el 8 de febrero con Carlos Sabino Palacios Pérez a la cabeza, esta cartera no cuenta todavía con viceministro de Hidrocarburos. 

El último funcionario en este cargo fue Antar Enrique Bisetti, quien se desempeñó en el puesto entre agosto y octubre del 2021. El 15 de febrero último, también presentó su renuncia Jorge Luis Chávez Cresta como viceministro de Minas, despacho que tenía encargado el viceministerio de Hidrocarburos mientras se nombraba al nuevo titular.

En este contexto de emergencia por el derrame, otra área clave del Minem es la dirección de Hidrocarburos, pero a la fecha tampoco cuenta con una persona designada para desempeñarse en esta oficina. El puesto encargado, desde diciembre del año pasado, lo ocupa Denis Joel Tapia Rodríguez, quien además es jefe de la Oficina General de Planeamiento y Presupuesto. 

Desde octubre del año pasado, el Ministerio de Energía y Minas no cuenta con viceministro de Hidrocarburos.

OjoPúblico consultó al Minem sobre la falta de designación del viceministro de Hidrocarburos y los motivos para la elección de Tapia Rodríguez como director encargado, pero al cierre de esta publicación no hubo respuesta del sector. 

Pedro Gamio Aita, exviceministro de Energía de Perú, consideró que la falta de profesionales en estas áreas del ministerio no permiten que se tenga un “monitoreo” adecuado frente al desastre vigente. “No hay una autoridad que esté siguiendo el problema y hay constantes cambios que llevan a una precariedad del sector. Es urgente que se fortalezca la cabeza de la institución técnico normativa porque sino se sufre de falta de una dirección que lleve a un norte claro”, comentó.

Comité paralizado

Las actividades desempeñadas por los sectores que supervisan el desastre ecológico también tuvieron cambios con la designación de los nuevos gabinetes. Antes de su salida como Premier, Mirtha Vásquez instaló un comité de crisis para atender “de manera articulada” el derrame, pero luego de la juramentación de los nuevos titulares de la Presidencia del Consejo de Ministros no se han registrado más reuniones de este grupo de trabajo, integrado por las carteras del Ambiente, Desarrollo Agrario y Riego, Defensa, Energía y Minas y Relaciones Exteriores. 

Este comité de crisis, entre otras actividades, debe revisar los informes periódicos que se generan sobre el desastre. Sin embargo, hay algunos reportes que todavía no tienen su visto bueno para su difusión como los más actualizados del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) que han analizado y comparado los niveles de contaminación en el mar por el derrame.

OjoPúblico también solicitó el registro de reuniones y cronograma de actividades del comité de crisis, hoy liderado por el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, pero al cierre de este informe la oficina de prensa de la PCM no respondió nuestra consulta.

Carol Mora, directora del Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), sostuvo que no se debe pensar que el desastre es una responsabilidad exclusiva del sector ambiental que “de por sí ya está debilitado con limitaciones de sus competencias”. Mora planteó que carteras con más presupuesto, como el Minem o el Ministerio de Economía y Finanzas, tengan una mayor participación para enfrentar el desastre. 

“Se pudo tener una respuesta más rápida a la declaratoria de emergencia. El Minam debió emitirla con más rapidez, pero tampoco hay un protocolo desde el Estado para activarse en situaciones de emergencia. Y creo que es algo que no debe ser solo atribuible al sector ambiental”, finalizó la especialista.