DIFERENCIA. Concentraciones de dióxido de nitrógeno en Lima disminuyeron luego del Estado de Emergencia en Perú, vigente desde el último 16 de marzo.
La enfermedad Covid-19 provocada por el nuevo coronavirus se ha propagado con rapidez por el planeta, con más de 860.000 casos confirmados. Para frenar la propagación en todo el mundo se están aplicando medidas estrictas para contenerla, cerrando ciudades e incluso países enteros.
Este cese de la actividad se ha visto reflejado en una reducción significativa de las concentraciones de los contaminantes, sobre todo en grandes ciudades. En el Perú, el 16 de marzo el gobierno declaró el Estado de Emergencia y ordenó el aislamiento social obligatorio. Desde ese momento, las estaciones de monitoreo de la calidad del aire del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) y la Dirección General de Salud (Digesa) comenzaron a reportar una disminución significativa de las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) sobre Lima y Callao.
Además, de acuerdo a registros del Ministerio del Ambiente (Minam), durante el aislamiento social obligatorio, a diferencia de otros años, este marzo no se han registrado en Lima metropolitana ningún promedio semanal por encima de 20 µg/m3 (microgramos por metro cúbico) de material particulado del tamaño de 2,5 micras. Estas partículas, provienen en gran parte de las emisiones de los vehículos diesel que transitan por la ciudad y tienen un impacto sobre nuestra salud, pues por su pequeño tamaño ingresan fácilmente a las vías respiratorias.
Imágenes captadas por el satélite Sentinel-5P (Tropomi) y analizadas por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Agraria La Molina muestran una mejora en la calidad del aire en la semana posterior a la cuarentena. En estas se observa cómo la concentración de dióxido de nitrógeno se redujo después de la cuarentena en Lima y Callao.
Los datos del Minam reflejan también una mejora gradual de la calidad del aire generada por la reducción de emisiones de flujo vehicular debido a la cuarentena obligatoria.
MENOS CONTAMINACIÓN. Este imagen satelital muestra la diferencia de contaminación en el aire de Lima, antes y después del Estado de Emergencia.
Elaboración: Universidad Nacional Agraria La Molina.
Europa y China
Las medidas de cuarentena mantienen aislados al 40% de la población mundial. El satélite europeo Sentinel-5P del programa Copernicus ha cartografiado recientemente la polución en Europa y China, confirmando también ahí una importante disminución del dióxido de nitrógeno (NO2), una de las principales sustancias nocivas que emiten los vehículos y la industria.
El satélite Sentinel-5P muestra una fuerte reducción en las concentraciones de dióxido de nitrógeno en Madrid, Barcelona, Milán y París.
Científicos del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI) han utilizado datos de Sentinel-5P para monitorizar tanto el estado del tiempo como la contaminación en Europa. De esta forma, se ha confirmado una fuerte reducción en las concentraciones de NO2 sobre ciudades europeas como Madrid, Barcelona, Milán y París.
VARIACIÓN. Mapas comparativos con las concentraciones de dióxido de nitrógeno en Francia entre marzo de 2019 y 2020.
Captura: Agencia Espacial Europea (ESA)
Las imágenes por satélite muestran las concentraciones de dióxido de nitrógeno entre el 14 y el 25 de marzo de 2020 en comparación con la concentración media mensual de 2019. Henk Eskes, del KNMI, explica por qué eligieron esas fechas: “Las concentraciones de este contaminante varían de un día a otro por los cambios meteorológicos. No es posible extraer conclusiones basándose únicamente en los datos de un día. La química de nuestra atmósfera no es lineal”.
“Así –añade–, la caída porcentual de las concentraciones puede diferir ligeramente de la caída en las emisiones. Los modelos de química atmosférica, que observan los cambios diarios en el tiempo meteorológico, deben combinarse con técnicas de modelización inversa para cuantificar las emisiones a partir de observaciones por satélite. Al combinar datos de un periodo específico, de diez días en este caso, la variabilidad meteorológica se promedia parcialmente y podemos empezar a ver el impacto de los cambios debidos a la actividad humana”.
DIFERENCIAS. Mapas comparativos con las concentraciones de dióxido de nitrógeno en Italia entre marzo de 2019 y 2020.
Captura: Agencia Espacial Europea (ESA)
El equipo del KNMI, en colaboración con científicos de todo el mundo, ha empezado a trabajar en un análisis más detallado empleando datos terrestres, datos atmosféricos y modelización inversa para interpretar las concentraciones observadas y poder calcular mejor la influencia de las medidas de confinamiento.
Nuevas estimaciones en marcha
“Para obtener estimaciones cuantitativas de los cambios en las emisiones debidos al transporte y la industria, tenemos que combinar los datos del instrumento Tropomi del satélite Sentinel-5P de Copernicus con modelos de química atmosférica”, explica Henk, “unos estudios que ya han comenzado, pero que aún van a tardar en completarse”.
En órbita.Ilustración del satélite Sentinel-5P operando sobre Europa.
Representación: Agenciia Espacial Europea (ESA)/ATG medialab
También se están observando con atención otros países del norte de Europa, como los Países Bajos y el Reino Unido, pero los científicos han detectado una mayor variabilidad debida a sus condiciones meteorológicas inestables, un factor que también hay que tener en cuenta. Nuevas mediciones tomadas este mes ayudarán a evaluar los cambios en el dióxido de nitrógeno sobre el noroeste del continente.