PREPARACIÓN. La contención del virus de la viruela del mono es clave para evitar que la enfermedad se propague.
A más de dos años del inicio de la emergencia sanitaria global por la covid-19, el nuevo brote de viruela del mono ha generado preocupación alrededor del mundo. El temor de que ocurra una nueva pandemia con origen zoonótico está latente y la evidencia científica indica que la posibilidad de enfrentar brotes de enfermedades nuevas se triplicará en las próximas décadas . Sin embargo, la viruela del mono —conocida también como monkeypox (MPX), en inglés— no parece tener el potencial para convertirse en la próxima pandemia.
“Por el momento, no nos preocupa una pandemia mundial”, afirmó Rosamund Lewis, directora técnica de la Secretaría de Viruela del Programa de Emergencias de la OMS, en una conferencia de prensa del lunes 30 de mayo.
Los países que no se encuentran en el continente de África, en donde la enfermedad es endémica, no están totalmente preparados para enfrentar los nuevos brotes de viruela del mono. Perú y muchas otras naciones en vías de desarrollo, por ejemplo, no poseen kits de diagnóstico ni vacunas.
Pero, aún así, cuentan con información suficiente para controlar una eventual aparición de casos. Un factor clave, en este escenario, es que el tipo de transmisión y la presentación clínica de la enfermedad limita las posibilidades de contagio, y permite que esta se identifique y se aísle a los pacientes de forma temprana para evitar la propagación del patógeno.
El virus de la viruela del mono (MPXV, por sus siglas en inglés) contagia, en promedio, a entre una y dos personas por cada infectado, mientras que alguien con la variante ómicron BA.2 del Sars-cov-2 puede infectar hasta a 12 personas.
Ni la covid-19 ni la viruela del mono serán las últimas enfermedades zoonóticas de las que se produzcan contagio a humanos".
El nuevo coronavirus, que continúa circulando por el mundo, se contagia por gotículas respiratorias y por vía aérea a través de aerosoles; mientras que el MPXV requiere de un contacto estrecho con la persona contagiada o con un objeto infectado. Aunque este patógeno también se puede transmitir a través de gotículas respiratorias grandes, estas deben ser arrojadas desde una distancia muy corta.
“Tendrías que estar muy pegado a la persona y que esta te esté hablando directamente cara a cara por un buen rato o que, por ejemplo, te estornude literalmente [encima] para estar en contacto con algún tipo de fluido respiratorio que pueda permitir el contagio”, explicó Yolanda Angulo Bazán, médica investigadora en epidemiología clínica, a OjoPúblico.
El virus que causa este tipo de viruela se viene estudiando desde 1970, cuando se detectó el primer caso en humanos en un niño de nueves meses, en la República Democrática del Congo. Además, la inmunización contra la viruela tradicional, que también es útil contra la del simio, se creó en 1796, como registra el libro Atlas de epidemias, de Sandra Hempel. Esta fue la primera vacuna en el mundo y permitió la erradicación de la enfermedad. Sin embargo, la producción actual de este insumo biológico es limitada.
Si bien existen claras diferencias entre el MPXV y el sars-cov-2, la pandemia que todavía atravesamos ha servido para que los países se preparen para afrontar nuevos brotes. Ni la covid-19 ni la viruela del mono serán las últimas enfermedades zoonóticas de las que se produzcan contagio a humanos. Por eso, es necesario que los gobiernos se preparen para enfrentarlas.
“Para estar correctamente preparados para esta y futuras alertas debemos anticiparnos y preparar planes de respuesta que contemplen todos los escenarios posibles”, afirmó la médica española Paloma Navas, en un evento virtual de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria.
La lección que ha dejado la emergencia sanitaria de la covid-19 proporciona pistas sobre la estrategia que se debe llevar a cabo frente al aumento de casos de viruela del mono en el ámbito mundial. Comunicación, diagnóstico, aislamiento, tratamiento y vacunas son los aspectos claves a tener en cuenta, de acuerdo con especialistas consultados por OjoPúblico.
Perú ha avanzado con el primer paso —la comunicación del riesgo—, pero el acceso a kits de diagnóstico y la eventual necesidad de una vacuna para los contactos cercanos de una persona con el virus son aspectos aún no resueltos. El viceministro de Salud, Joel Candia, anunció que los kits llegarán en los próximos días. El representante del Ministerio de Salud (Minsa) afirmó, asimismo, que actualmente no hay abastecimiento de vacunas porque la viruela se erradicó en los 80 en el ámbito mundial.
Hernando Cevallos, exministro de Salud, precisó que el tema de las vacunas es algo que se ve cuando el contagio se da a nivel comunitario. Este tipo de transmisión se caracteriza por no poder identificar el origen de los contagios entre las personas, e implica que hay tantos casos que no se sabe si un contacto contagió a otro o fue otro individuo.
“En nuestro país, todavía no se ha detectado ningún caso. Entonces, en este momento, no aparece como un tema de urgencia, pero sí deberíamos de estar preparados [para realizar las coordinaciones necesarias cuando se identifiquen contagios en el país]”, explicó.
En la misma línea, la especialista en viruela del mono de la OMS, Rosamund Lewis, destacó en una sesión de consultas públicas del 23 de mayo que “el objetivo de la OMS y los Estados miembros es contener este brote y detenerlo”.
El anuncio de alerta
En cuatro semanas, el virus de la viruela del mono se ha identificado en más de 20 naciones. El pasado 7 de mayo, Reino Unido reportó por primera vez un caso confirmado y, a la fecha, se han comprobado 257 contagios y alrededor de 120 sospechosos en 23 países en donde la enfermedad no es endémica, es decir, donde no afecta de manera habitual. La notificación temprana de casos permite identificar a los contactos, descartar contagios e indagar sobre el origen de la infección.
La hipótesis de la OMS apunta a que el virus se propagó, inicialmente, en dos fiestas de música electrónica —conocidas como raves— que se realizaron en España y Bélgica. “Es muy posible que haya alguien que se infectó, desarrolló lesiones en los genitales, las manos o en algún otro lugar, y luego se lo transmitió a otros cuando hubo contacto sexual o físico cercano”, afirmó David Heymann, quien presidió una reunión del grupo asesor de la OMS sobre amenazas de enfermedades infecciosas.
Además, el Gobierno de España planteó la posibilidad de que el origen del segundo foco del brote en ese país (Madrid es el primero y Gran Canaria, el segundo) sea una fiesta por el Orgullo Gay que tuvo lugar en Maspalomas, Gran Canaria.
Aunque no se conoce con precisión el origen del brote, la OMS informó que los primeros casos se detectaron luego de que hombres que tuvieron sexo con hombres acudieron a centros de salud sexual, donde, después de evaluarlos, identificaron que el contagio se produjo durante el coito. Al respecto, es importante aclarar que los fluidos de los órganos sexuales no transmiten el virus, sino la cercanía entre las personas y el contacto con las pústulas de la piel.
Por eso, Andy Seale, asesor de estrategias en el Departamento de Programas Globales de VIH de la OMS, aclaró que no hay una vía de transmisión en específico que deba ser motivo de preocupación. “Realmente está relacionado con el hecho de que ha habido un par de eventos que, quizás, han amplificado el brote actual”, indicó en la sesión informativa de la OMS del 30 de mayo.
BROTE. La alerta epidemiológica permite que los centros de salud estén atentos a los síntomas y a la detección de posibles casos.
Foto: Andina
Sin embargo, aún se está realizando el monitoreo de casos y el análisis de la información proporcionada para determinar cómo el virus se ha propagado por países distantes entre sí. “La identificación, en mayo de 2022, de grupos de casos de viruela símica en varios países no endémicos sin vínculos de viaje directos a un área endémica es atípica. Se están realizando más investigaciones para determinar la posible fuente de infección y limitar la propagación”, señaló la OMS.
Angulo Bazán detalla que algunas de las hipótesis alrededor de la propagación de este brote apuntan a que podría haber una modificación en la capacidad de transmisión del virus o una modificación en la vía de transmisión. “Todo ello todavía está en investigación y gran parte de las respuestas van a venir de la evidencia recolectada por los sistemas sanitarios que ahorita están manejando casos”, dijo a OjoPúblico. Al respecto, Rosamund Lewis —especialista de la OMS— indicó que no está confirmado si el virus está usando un nuevo modo de contagio, pero que sí está explotando el más conocido: el contacto físico cercano.
A pesar de esa incertidumbre sobre el origen y la propagación del nuevo brote, los especialistas coinciden en que la comunicación es clave para poder identificar un posible caso. En Perú, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) emitió una alerta epidemiológica el 19 de mayo y una segunda el 26 del mismo mes, cuando ya había casos en tres países del continente americano.
El fin de estos comunicados es, primero, definir lo que se va a considerar como caso y, segundo, que los centros de salud estén atentos a la presentación de sus síntomas. En opinión del exministro de Salud Víctor Zamora, estas alertas se dieron a tiempo en el país.
No obstante, no basta con mantener atentos a los profesionales de salud, sino que se debe comunicar de manera correcta a la población. “Lo que ha fallado es que, de la alarma, uno no puede saltar al pánico. [El Gobierno] ha debido desarrollar una campaña para manejar la alarma social. Debe alertar, pero no alarmar”, agregó Zamora.
El exministro Cevallos, en paralelo, destaca la importancia de otorgar información a la ciudadanía sobre cuáles son los síntomas y cuál es el tiempo de incubación para que acudan a los centros de salud de manera oportuna. “En general la ciudadanía, desconoce la necesidad de ir rápido a los establecimientos, y la debilidad de nuestra red periférica de atención es lo que dificulta la detección temprana. Entonces, hay que trabajar mucho en la promoción de la salud en la gente”, dijo.
El Minsa ha dado algunos pasos en dicha estrategia, pues ha dispuesto la opción 6 de la línea 113 para resolver las dudas de la población sobre esta enfermedad viral. Pero existen otras acciones de preparación, como la obtención de insumos para el diagnóstico y la eventual posibilidad de adquirir vacunas para los contactos cercanos de una persona con el virus, que aún no se han abordado en Perú, al igual que en otros países donde todavía no hay casos confirmados.
El diagnóstico es clave
Las características de la enfermedad permiten que esta se pueda identificar de manera rápida. Además, por su tiempo de incubación —de seis a 13 días entre la infección y la aparición de los síntomas— su capacidad de transmisión es baja y se puede limitar el contagio al aislar al paciente. Por ello, la identificación del caso es clave.
“Lo primero es detectar a tiempo un caso con características similares a los de la viruela del mono, que incluye fiebre, dolor de cabeza, malestar general, pero, principalmente, enrojecimiento y presencia de ampollas en la piel”, explicó Óscar Ugarte, extitular de la cartera de Salud.
El diagnóstico del virus se realiza a través de una muestra de sangre, un hisopado nasofaríngeo/orofaríngeo y un hisopado en los brotes que aparecen en la piel con pruebas PCR. Las mismas que se han venido utilizando para detectar la covid-19, pero con un químico distinto para identificar el virus perteneciente a la familia de los orthopoxvirus.
[El Gobierno] ha debido desarrollar una campaña para manejar la alarma social”, afirmó Víctor Zamora.
Existen varios laboratorios que producen este reactivo, pero las farmacéuticas Roche y Abbot han anunciado que van a crear pruebas para detectar, específicamente, el MPXV. Además, algunos países de la región han anunciado la compra de kits de diagnóstico tradicionales, como Ecuador que informó sobre la adquisición de casi 1.000 kits.
Perú, en cambio, no está del todo preparado para esta etapa de la estrategia. Especialistas consultados por OjoPúblico resaltan que, después de más de dos años de pandemia, el país cuenta con una mayor capacidad de diagnóstico, pues se crearon laboratorios descentralizados en varias partes del país, pero aún no ha confirmado la adquisición de kits que permitan identificar el virus.
Hernando Cevallos y Alexandro Saco, exdirector de Promoción de la Salud del Minsa, sostuvieron que también se debe reforzar los laboratorios en el territorio peruano para asegurar que tengan la capacidad de diagnóstico por sí mismos, y no tengan que mandar las muestras a la central en Lima. “Eso pasa tanto por una responsabilidad regional, como del Instituto Nacional de Salud, como órgano nacional”, agregó Saco.
El exministro Zamora destacó, asimismo, que Perú no cuenta con el reactivo —denominado primer— necesario para identificar el ADN de esta familia de virus. Por esa razón, ante la primera alerta de un posible caso en Piura, el director del Hospital Santa Rosa, Raúl Gonzales, indicó que las muestras se habían mandado de esa ciudad a Lima, y de Lima a Estados Unidos.
“Desde la alerta que sucedió hace dos semanas hasta hoy, no tenemos el primer. Ese procedimiento está a medio camino. No basta reportar, sino que hay que diagnosticar, y el Perú todavía no tiene esa capacidad”, señaló Zamora.
El viceministro de Salud, Joel Candia, confirmó, el pasado lunes 30 de mayo, que estaba en coordinaciones con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para que puedan adquirir estos kits de diagnóstico. “Todos los países [de Latinoamérica] no tienen todavía. En el transcurso de estos días ya estaría llegando a todos los países”, indicó en un evento contra la tuberculosis.
Zamora explicó que la adquisición de los kits depende de las coordinaciones que haga el Instituto Nacional de Salud (INS) con la OPS. Por su parte, Angulo Bazán señaló que, en caso de necesitarse y de que haya una demanda importante, el Gobierno podría realizar alianzas con otras naciones vecinas para emprender iniciativas de compra en conjunto, como ocurrió con la covid-19.
DIAGNÓSTICO. Perú aún no cuenta con los reactivos necesarios para identificar el virus de la familia orthopoxvirus.
Foto: Andina
“Va a tocar mapear la situación epidemiológica a los alrededores, por lo pronto, el único país [con casos en la región] es Argentina y son solo dos. Eso nos pone en alerta, pero no para hacer una compra masiva de estos kits, salvo que la situación escale un poco más o comprobemos que haya una transmisión comunitaria”, aclaró. La especialista destacó que, en este momento, la estrategia para monitorear el virus está a cargo del CDC, y el INS se encarga del tema de detección.
César Munayco, director de Vigilancia en Salud Pública del CDC, dijo a OjoPúblico que están realizando las coordinaciones para que, a través de OPS y del CDC de Atlanta, en EE. UU., se pueda obtener los primers que permiten hacer el diagnóstico. “Lo que tengo entendido es que esta semana o la otra van a llegar. Eso es lo que me ha comentado el jefe del INS”, afirmó. Este medio también intentó comunicarse con un representante del INS, a través de su área de prensa, pero hasta el cierre de este informe no se recibió ninguna respuesta.
Teniendo en cuenta que, el pasado 26 de abril, el Minsa anunció la conformación de la Unidad Funcional de Prevención y Manejo de Epidemias, Brotes y Enfermedades Transmisibles Priorizadas, OjoPúblico contactó a un representante del ministerio para consultar sobre el papel de este equipo de trabajo frente al brote de viruela del mono. Sin embargo, no se obtuvo respuesta.
Consultado sobre el tema, Eden Galán —médico investigador y exsecretario del interior del Colegio Médico del Perú— precisó que esa dirección y el CDC son instancias complementarias y, en ocasiones, realizan un trabajo paralelo. “Ambas están llamadas a actuar a una sospecha de brote o alerta de epidemia. Ambas están adscritas al Viceministerio de Salud Pública del Minsa”, explicó.
En paralelo, César Munayco aclaró que el trabajo del CDC consiste en la investigación de casos y el control de epidemias y brotes; mientras que el de la Unidad está orientado a coordinar la evaluación y el procedimiento a llevar a cabo en el manejo de los casos. “En realidad, se encargan del manejo de la atención de los pacientes. Ha habido una confusión en la redacción de esta directiva secretarial, porque esto se va a llamar Unidad Funcional para la Prevención y Manejo de Pacientes de Enfermedades Priorizadas”, dijo.
Aislar para evitar contagios
El tercer aspecto clave para contener un posible brote de la viruela del mono consiste en tener la capacidad de aislar a los casos sospechosos y, sobre todo, a los confirmados. La médica española Margarita Mosquera indicó en un evento virtual que la detección precoz y el establecimiento de medidas de control, como el aislamiento, son importantes para evitar que el virus se propague.
“Por el momento las recomendaciones de las autoridades sanitarias para el control del brote responden, por ello, a una fase de contención. No debemos minimizar esta alerta, pero tampoco sobredimensionarla”, dijo.
Los especialistas consultados por OjoPúblico destacan que, para esta etapa de la estrategia, es necesario la existencia de hospitales que cuenten con espacios aislados. “Una vez diagnosticado el paciente, al cual se le denomina índice, entra en aislamiento. En Lima, se ha identificado hospitales en los cuales la personas quedarían en aislamiento, no así en el resto del país. Tampoco es que tengamos muchos hospitales”, afirmó Zamora.
Al respecto, Valentina Alarcón Guizado, directora general de la Dirección General de Operaciones en Salud (DGOS), detalló que, si es que surgen casos, estos podrán ser aislados en cinco hospitales ubicados en Lima y Callao. “Los hospitales que cuentan con ambientes adecuados para aislar a los pacientes como primera respuesta son Cayetano Heredia, Dos de Mayo, Villa El Salvador, Ate Vitarte y Daniel Alcides Carrión”, aseguró el viernes 3 de junio.
El tratamiento de esta enfermedad es similar al de la varicela”, explicó Yolanda Angulo Bazán.
El exministro Cevallos subrayó que, debido a que las zonas de aislamiento para covid-19 se reconvirtieron para la atención de pacientes, es necesario que el Minsa revise si, actualmente, se cuentan con este tipo de ambientes en los diferentes hospitales del país. “No solo en Lima, porque en la capital de pronto podemos tener un poco más de facilidades, sino en el interior del país que es donde tenemos más problemas”, dijo.
OjoPúblico también solicitó información al área de prensa del Minsa sobre la preparación del Gobierno en relación a la adquisición de kits de diagnóstico, vacunas y la disposición de áreas de aislamiento en regiones distintas a la capital. Sin embargo, como se mencionó previamente, no se recibió respuesta hasta el cierre de este artículo.
El representante del CDC, César Munayco indicó, por su parte, que las regiones están haciendo sus planes para disponer de hospitales, pero que se puede aislar a la persona en la casa, si se tienen las condiciones.
Afrontar un posible contagio
En caso de que una persona se infecte con el virus de la viruela del mono, la sugerencia de la OMS consiste en que el tratamiento esté orientado, principalmente, a “aliviar los síntomas, controlar las complicaciones y prevenir las secuelas a largo plazo”. Las recomendaciones para pacientes hospitalizados y no hospitalizados incluyen mantener a la persona en una habitación separada, evitar el contacto físico y, de ser posible, tener las lesiones cubiertas hasta que hayan desaparecido.
Angulo Bazán explicó que el tratamiento de esta enfermedad es similar al de la varicela: requiere de un tratamiento sintomático, el aislamiento, detectar a los contactos cercanos y avisarles para que ellos también inicien su aislamiento.
“En los últimos 20 años, la varicela era una enfermedad bastante común en los niños y la generación de 30 y 40 años sabe muy bien cómo manejar un caso de varicela. Conoce cómo hacer el aislamiento, conoce el dogma de que la persona no debe salir hasta que las lesiones empiezan a secarse, y ese conocimiento puede ser utilizado ahora”, detalló.
CUIDADOS. La enfermedad se puede superar en aislamiento y con el tratamiento de las síntomas.
Foto: Minsa
Aunque la viruela del mono se puede superar sin la necesidad de un medicamento en específico, en los últimos años se han desarrollado algunos productos que pueden ser usados como apoyo. Por ejemplo, existe un antiviral denominado tecovirimat, que ha sido autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). A pesar de que se han realizado ensayos en animales y humanos, este fármaco no está disponible para su uso general. La OMS aconseja utilizarlo solo en contextos de investigación, pues no han sido estudiados en áreas endémicas.
No obstante, se pueden usar los fármacos antivirales cidofovir o brincidofovir. Zamora indicó que estos no tienen stock en el país, pero no son indispensables para el alta de la enfermedad. “Ninguno de los antivirales están disponibles. Habría que sacar un permiso sanitario de emergencia [para adquirirlos], pero felizmente no es una enfermedad con una mortalidad elevada”, subrayó.
La tasa de mortalidad de esta infección, según la OMS, está entre el 3% y 6%, con un mayor impacto en niños pequeños —población en la que no se ha detectado ningún caso en este nuevo brote—. El grupo en riesgo comprende, principalmente, a bebés menores de seis meses, pues los niños y adultos sanos no presentan cuadros graves, y la mayoría de adultos mayores fue vacunado contra la viruela tradicional en el pasado.
Vacunación en anillos
Las vacunas de primera, segunda y tercera generación creadas para combatir la viruela humana sirven de protección contra el virus. La primera, creada en 1796, se dejó de producir. La segunda ha demostrado una protección de alrededor del 85% contra la viruela del mono, de acuerdo con el CDC de Estados Unidos.
Además, el antígeno de tercera generación también fue aprobado en Estados Unidos específicamente para el virus de la viruela del mono. Sin embargo, estas últimas no son de uso masivo, y se reservan para contextos de emergencia y personal de laboratorio de alto riesgo biológico. “La vacuna contra la viruela [tradicional] no está actualmente disponible para el público en general”, advierte la FDA.
La vacuna de segunda generación, denominada ACAM2000, es fabricada por la compañía estadounidense Sanofi Pasteur Biologics Co. Sin embargo, en 2017, esta vendió la producción del insumo biológico al laboratorio Emergent BioSolutions. Esa empresa tiene un acuerdo con el CDC de EE. UU. para producir la vacuna de manera exclusiva por 10 años. Hasta el momento, el Gobierno del país norteamericano informó que poseen más de 100 millones de dosis.
Lo primero es detectar a tiempo un caso con características similares a los de la viruela del mono", señaló Óscar Ugarte.
En cuanto al producto de tercera generación, este se comercializa en Europa bajo el nombre Imvanex y, en Estados Unidos, como Jynneos. La FDA informa que el fabricante de este recurso médico es Bavarian Nordic, un laboratorio danés centrado en la elaboración de vacunas para enfermedades infecciosas e inmunoterapias contra el cáncer. Estados Unidos comunicó que cuentan con 1.000 dosis de esta vacuna. Sin embargo, su uso no está indicado para la población en general.
España y Reino Unido, donde se han confirmado más de 100 casos, han anunciado la adquisición de vacunas de tercera generación. El fin de la vacunación es evitar que los contactos de personas infectadas contraigan el virus, y también se puede aplicar a una persona contagiada en los primeros cuatro días para evitar una enfermedad grave.
Por eso, los países europeos que están coordinando la adquisición de vacunas advierten que no realizarán una inmunización general, sino que las mismas se usarán en contactos cercanos, ante un posible incremento de casos. A esta estrategia se le conoce como la técnica de los anillos.
Angulo Bazán explicó que esta consiste en que se detecta un caso índice, se identifica a los contactos y se les vacuna para cortar la cadena de transmisión viral. “En la época de la erradicación de la viruela, lo que funcionó no fueron tanto las estrategias de vacunación masiva, sino más bien las estrategias en anillos”, precisó.
Algunos países, como Estados Unidos y España, tenían una reserva de vacunas contra la viruela tradicional en caso haya resurgimiento. Sin embargo, este no es el caso de Perú, tal como lo confirmó el viceministro de Salud, Joel Candia, quien dijo que, debido a que la viruela se erradicó en el país en 1978, no se cuenta con abastecimiento de vacunas.
Sin embargo, César Munayco dijo a este medio que el país está coordinando con la OPS para acceder a dichos insumos. “Nosotros compramos vacunas a través del Fondo Rotatorio de OPS, y ellos son los que van a conseguir para toda la región. Pero hay que acordarse que la vacuna no se aplica en población general, solo en casos especiales”, acotó.
OjoPúblico intentó comunicarse con el representante de la OPS en Perú para confirmar las coordinaciones para la adquisición de vacunas. Sin embargo, no se obtuvo respuestas hasta el cierre de este informe.
INMUNIZACIÓN EN ANILLO. Si ocurre una transmisión comunitaria, la recomendación es que se vacune a los contactos cercanos de una persona infectada.
Foto: Andina
Munayco agregó, además, que el equipo del CDC es el encargado de monitorear la epidemiología del brote en el país e informar si es necesario iniciar con la inmunización. “[La vacunación] depende de si ya hay transmisión comunitaria, y eso lo decimos nosotros [el CDC]. Nosotros hacemos la vacunación, si vemos que hay un caso, [evaluamos] si hay un contacto cercano. Si es que está disponible la vacuna, se puede aplicar la intervención en anillo. Justo el área de Inmunizaciones del grupo de Vigilancia de Enfermedades Prevenibles por Vacunas del CDC son los que se van a encargar de ver ese tema”, detalló.
En relación a la existencia de dos grupos de trabajo encargados de emitir recomendaciones en temas de inmunización, Eden Galán explicó que el Comité Consultivo de Inmunizaciones y el Comité de Expertos de la Dirección de Inmunizaciones tienen la función de analizar la evidencia disponible y emitir recomendaciones al Minsa para que este tome decisiones. Asimismo, aclaró que la diferencia entre ambos reside en la conformación de los equipos.
“El Comité de Inmunizaciones incluye participación de Colegio profesionales involucrados (CMP, CEP, Colegio de Químicos Farmacéuticos) y representantes del Minsa. En el de Expertos están principalmente especialistas representantes de las sociedades médicas afines al tema, en este caso SPEIT de infectología, SOPEMI de medicina interna, entre otras”, dijo.
Munayco, representante del CDC —institución que forma parte del Comité Consultivo de Inmunizaciones—, contó que, en caso se decida aplicar la vacuna a los contactos cercanos, ambos comités serán los encargos de recomendar las dosis y cómo vacunar basándose en información de la OPS y los estudios disponibles.
Los especialistas consultados por OjoPúblico sostuvieron que en el contexto actual, con ningún caso confirmado en el país, la prioridad es detectar casos y no la compra de vacunas. Para ello, lo principal consiste en que los centros de salud estén alertas a los síntomas y, en caso se presente un posible paciente, puedan notificar y hacer el descarte.
El CDC ha anunciado un curso virtual para personal de salud con el fin de “fortalecer las competencias de los profesionales sanitarios de todos los niveles ante una posible llegada de la viruela del mono”. Asimismo, han reforzado la vigilancia en zonas de alto tránsito, como aeropuertos, puertos y pasos terrestres.
El médico español Javier Paz sostuvo, en un evento virtual sobre las medidas preventivas para el control de MPX, que “la vacunación será una herramienta más para contener la transmisión”. Pero, como señala Alexandro Saco, en la etapa actual no es crucial la inmunización. “Eso todavía es un proceso más lento. En principio deberíamos estar en la capacidad de contener un brote, si hubiera. No hay que alarmanos mucho”, recomendó.
No obstante, si se ensaya un escenario crítico en el que el brote se desborde, Víctor Zamora considera que el Perú no tendría una capacidad de respuesta adecuada. “En el supuesto que se vuelva un problema de salud pública de alto contagio, como lo fue la viruela en su tiempo, no tenemos capacidad de diagnóstico, la capacidad de aislamiento está limitada, el manejo con productos farmacológicos es limitado y las vacunas son escasas. Felizmente, esta enfermedad no es de alto contagio, porque el Perú no está preparado para enfrentarla”, concluyó.