Distritos amazónicos Condorcanqui, Datem del Marañón y Atalaya tienen las tasas más bajas de vacunación covid

En Perú hay 308 distritos que no han alcanzado el 70% de cobertura con la segunda dosis de la vacuna contra la covid-19. Condorcanqui, en Amazonas; Datem del Marañón, en Loreto, y Atalaya, en Ucayali, lideran el ranking de provincias con las tasas más bajas. Autoridades de estas regiones sostienen que, aunque cuentan con las dosis y recursos para implementar brigadas itinerantes, aún hay personas renuentes a la vacunación y dificultades para contratar personal sanitario que quiera desplazarse a lugares alejados.

INMUNIZACIÓN. Provincias de difícil acceso y con comunidades indígenas tienen las tasas más bajas de inmunización contra covid-19.

INMUNIZACIÓN. Provincias de difícil acceso y con comunidades indígenas tienen las tasas más bajas de inmunización contra covid-19.

Foto: Gobierno Regional de Madre de Dios

Actualización: 13 de junio del 2022 a las 5:35 p.m.

Llegar a lugares alejados, dialogar con las comunidades y convencer a quienes temen a las vacunas son los tres principales retos del sector salud para cerrar las brechas de vacunación contra la covid-19. Un análisis realizado por OjoPúblico sobre los avances de la inmunización contra esta enfermedad, registrados en el Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis), halló que 36 provincias y 308 distritos tenían coberturas menores al 70% con el esquema inicial de dos dosis hasta el 10 de junio.

La provincia de Condorcanqui, ubicada en la región Amazonas, destaca por tener las tasas de vacunación más bajas: 30,7% en la primera dosis, 22,1% en la segunda y 8,9% en la tercera. En su territorio, de casi 18.000 kilómetros cuadrados organizados en tres distritos, vive una población estimada de apenas 45.000 personas. Entre ellas, dos pueblos indígenas, los awajún y los wampis.

Sin embargo, la circunscripción enfrenta dificultades para contratar personal médico y combatir la desinformación, de acuerdo con Rosario Bazán Collantes, miembro del equipo técnico de inmunizaciones de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Amazonas.

“Cuando se aprueba algún presupuesto desde el nivel central, no se encuentran recursos humanos que quieran ir. Aún con sueldos diferenciados, no se logran cubrir las plazas, porque la zona es dispersa y no hay comunicación”, dijo a OjoPúblico.

Ha llegado el momento de centrarse en las poblaciones vulnerables que están alejadas o hablan otras lenguas”, dijo Juan Celis.

Como la provincia de Condorcanqui, hay otras 35 más pertenecientes a 11 regiones del país (Puno, Loreto, Madre de Dios, Ucayali, Amazonas, Ayacucho, Cusco, Huánuco, Piura, San Martín y Arequipa), donde la cobertura de vacunación con dos dosis no alcanza el 70% recomendado. Por eso, el médico infectólogo Juan Celis considera que ahora —con una tasa de inmunización con dos dosis de 83,7% a nivel nacional— ha llegado el momento de centrarse en las poblaciones vulnerables.

“Ya no hablo de personas, como un diabético o un paciente con cáncer, sino de poblaciones que están muy alejadas o que hablan otras lenguas”, precisó. En esa línea, la especialista en salud pública Valerie Paz Soldán señaló que uno de los mayores retos es llegar a la población que lo necesita: indígenas y zonas alejadas, con escaso acceso al transporte.

“Cuando consideramos todos los retos que tiene una campaña de vacunación, uno de los principales es llegar. No me sorprende que haya comunidades lejanas que no hayan recibido [las dosis]”, dijo Paz Soldán.

Autoridades de salud de las Diresas de Huánuco, Amazonas y Loreto sostienen que ha habido avances para impulsar la vacunación, como la creación de brigadas que van casa por casa. Emerson García, director de la Red de Salud Datem del Marañón (Loreto), también resaltó la prohibición de cobrar los apoyos económicos en los bancos y de viajar, si no se cuenta con las dosis completas. Sin embargo, estas restricciones no han sido suficientes para cerrar las brechas de vacunación, pues hay provincias en las que no se ha alcanzado el 70% de cobertura con la primera dosis contra la covid-19.

 

Provincias con bajas tasas

 

Aunque ha pasado más de un año y cuatro meses desde que llegaron las primeras vacunas contra el nuevo coronavirus a Perú, aún hay zonas del país en las que la inmunización con una dosis está por debajo del 50%. El análisis de OjoPúblico sobre los avances en la vacunación determinó que hay 11 provincias con una cobertura menor al 70% en la primera dosis: tres de ellas en Loreto (Datem del Marañón, Putumayo y Mariscal Ramón Castilla), tres en Ucayali (Atalaya, Padre Abad y Purús), dos en Amazonas (Condorcanqui y Bagua), dos en Huánuco (Puerto Inca y Pachitea) y una en Junín (Satipo).

La provincia de Condorcanqui, en Amazonas, es la que tiene la menor tasa de vacunación con una dosis, con 30,7%. Bazán Collantes explicó que tanto esta provincia como la de Bagua —también en Amazonas y con el cuarto puesto de menor inmunización, con 59,4%— tienen peculiaridades que las diferencian del resto del territorio regional y explican las bajas tasas.

“Son dos provincias que tienen una gran cantidad de población nativa: awajún y wampi. Otro factor es que hay habitantes bastante dispersos, [tiene] difícil acceso, problemas de medios de comunicación, como la falta de celulares o radios. Es muy difícil tener contacto”, sostuvo.

Una explicación similar dio Emerson García, director de la red de salud de Datem del Marañón, en Loreto. La misma constituye la segunda provincia con el nivel más bajo de vacunación con una dosis, con 43,1%.

“El motivo de esas cifras es porque nuestra población está conformada por el 70% de población indígena. La principal barrera para poder vacunar es, justamente, que la población indígena está reacia”, dijo a OjoPúblico. El funcionario señaló que han desplegado brigadas de inmunización itinerantes y que el Ministerio de Salud (Minsa) los ha dotado con más de 80 congeladoras para transportar las dosis.

Wilson Atamain, antropólogo awajún, explicó a este medio que la renuencia por parte de las comunidades indígenas hacia la vacunación se debe a la desconfianza histórica que le tienen al Estado por su ausencia en esas zonas. “La desconfianza no nace de la nada, es un tema histórico. Es complicado ganarse la confianza cuando se han producido hechos como el Baguazo y existe una legislación que no reconoce la titularidad de los territorios indígenas”, detalló. 

El especialista que ha participado en proyectos de comunicación intercultural sobre la importancia de la vacunación precisó que las campañas que realiza el Minsa y el Ministerio de Cultura no tienen el efecto deseado, debido a la falta de confianza. “Es complicado superar la desconfianza de la noche a la mañana. Encima, en un contexto donde también hay que sumar los mitos”, dijo.

 

 

El análisis de este medio determinó, además, que la cantidad de provincias con bajas tasas de vacunación considerando dos dosis representan más del triple de aquellas que tienen escasa cobertura con una dosis, pues hay 36 circunscripciones con menos del 70% de población inmunizada. Puno y Loreto son los departamentos que tienen la mayor cantidad de provincias con bajas tasas de vacunación contra la covid-19: nueve y siete, respectivamente.

En general, se encontró que 12 regiones agrupan a las provincias con bajas coberturas: Puno (nueve circunscripciones), Loreto (siete), Madre de Dios y Ucayali (tres provincias cada una), Amazonas, Ayacucho, Cusco, Huánuco, Piura y San Martín (dos cada una), Huancavelica y Junín (una en cada región). Dentro ese total, las tres provincias que destacan por sus bajos índices de dos dosis aplicadas son Condorcanqui (22,1%), en Amazonas; Datem del Marañón (33,1%), en Loreto, y Atalaya (41,1%), en Ucayali.

Gladys Estacio, coordinadora regional de inmunizaciones de la Diresa de Huánuco, sostuvo que las causas de la baja inmunización en provincias como Puerto Inca (64,4% en primera dosis y 52,8% en segunda) y Pachitea (68,4% en primera dosis y 55,3% en segunda) residen en las dificultades de acceso y la desinformación. “La población vive muy alejada y dispersa. También hay población indígena, altoandina y de diferentes religiones que, por sus creencias, no aceptan la vacuna”, dijo.

 

 

En simultáneo, el análisis del avance con tercera dosis reveló que 162 provincias tienen una cobertura por debajo del 70%. Las tres provincias con más baja tasa en este rango son Condorcanqui (8,9%), en Amazonas; Datem del Marañón (16,3%), en Loreto, y Atalaya (22,1%), en Ucayali.

Asimismo, se encontró que Puno (con 14 provincias), Cajamarca y Cusco (con 13 cada una) son las regiones que concentran la mayor cantidad de circunscripciones con coberturas de tercera dosis menores al 70%. En suma, las provincias con tasas más bajas de vacunación contra la covid-19 se encuentran dispersas en las distintas regiones del país y solo la Provincia Constitucional del Callao no aparece en la lista.

 

 

Cientos de distritos con pocos vacunados

 

El análisis de OjoPúblico también indagó sobre los distritos con pocos avances en la vacunación contra la covid-19. El mismo determinó que 108 distritos del país cuentan con una cobertura por debajo del 70% en la primera dosis.

Los cinco distritos con las tasas más bajas pertenecen a las regiones de Loreto y Amazonas: Cahuapanas y Andoas (Datem del Marañón, Loreto) tienen 21,5% y 22,1%, de manera respectiva. Mientras que El Cenepa, Río Santiago e Imaza (los dos primeros en la provincia de Condorcanqui y el tercero en Bagua, Amazonas), tienen 28,9%, 29,8% y 29,5%, respectivamente.

La especialista Bazán Collantes, que actualmente está coordinando la estrategia de inmunización en Amazonas, señaló que Imaza es el distrito más grande de la provincia de Bagua, tiene el 80% de población awajún y que, al igual que en los distritos de la provincia de Condorcanqui, presenta dificultades para acceder al territorio y comunicarse. “Es muy difícil tener contacto con las brigadas cuando van por ahí o con el mismo personal de salud que trabaja a nivel del establecimiento”, añadió.

 

 

La revisión de este medio también evidenció que 17 regiones agrupan a los distritos con las coberturas más bajas en primeras dosis: Loreto (19), Puno (18), Ucayali (12), Cusco, Ayacucho, San Martín, Huánuco (siete cada una), Cajamarca, Amazonas, Junín (cinco en cada caso), Piura (con cuatro), Huancavelica y Madre de Dios (tres cada una), Pasco y Lambayeque (dos distritos cada una), junto a La Libertad y Arequipa (con uno por cada región).

El escenario empeora si se analiza la vacunación con dos dosis, puesto que hay 308 distritos con una cobertura menor al 70%. En este esquema de inmunización, los tres distritos con los peores niveles son Cahuapanas (14%) y Andoas (15,2%), en la provincia de Datem del Marañón, Loreto; y El Cenepa (21%), en la provincia de Condorcanqui, Amazonas.

Las regiones que concentran la mayor cantidad de distritos con pobre cobertura de dos dosis son Puno (71), Cusco (30) y Loreto (29). No obstante, hay otras 17 regiones que agrupan zonas con avances menores al 70%.

El Gobierno Regional de Puno, a cargo de Juan Carlos Mendoza Velásquez —director regional de salud—, indicó a este medio que las razones que explican los bajos niveles de vacunación en esa circunscripción están relacionados a la dispersión geográfica y, por lo tanto, el difícil acceso. Además, señaló que hay una falta de un modelo comunicacional intercultural y déficit de recursos humanos. “En Coaza y Ollachea, [hay una] falta de compromiso de gobiernos locales, sector educación y mitos religiosos”, precisó.

OjoPúblico contactó a los gobiernos regionales con mayor cantidad de provincias y distritos con bajos niveles de vacunación (Loreto, Cusco, Puno, Cajamarca y Ucayali) para conocer las dificultades que enfrentan para cerrar estas brechas. Pero, hasta el cierre de este informe, no se obtuvo respuesta.

 

 

Romper las barreras

 

Los distritos y provincias con menores tasas de vacunación comparten la característica de ser de difícil acceso y contar con comunidades indígenas. Por ejemplo, Datem del Marañón, en Loreto, tiene varios pueblos indígenas (como los Awajún, Shawi, Shapra, Kichua, Achuar, Wampis, entre otros), y resalta por ser la segunda provincia con los niveles más bajos de inmunización.

En este sentido, el infectólogo Juan Celis, de Loreto, considera que la principal barrera en la región es la interculturalidad. “Nosotros tenemos 32 etnias que hablan lenguas diferentes”, destacó. Además, César Cárcamo, epidemiólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), explicó que la accesibilidad a las zonas representa otro reto. Por ejemplo, señaló que en dicha región la principal vía de tránsito es fluvial, por lo que es más complejo y costoso llegar a la zona.

Esta situación se repite en Amazonas, donde el acceso a algunas comunidades de la provincia de Condorcanqui también es difícil y se puede realizar solo por vía aérea, de acuerdo con Rosario Bazán Collantes. Por eso, el incremento en las tasas de vacunación está asociado, entre otras cosas, al traslado de las dosis a las zonas alejadas. Favio Sarmiento, infectólogo de la región de Ucayali, afirmó que la vacunación se debe realizar casa por casa. “Para eso, se necesita un bote y gasolina”, detalló.

No me sorprende que haya comunidades lejanas que no hayan recibido [las dosis]”, dijo la especialista Valerie Paz Soldán.

Por su parte, Juan Celis estimó que el presupuesto de un solo viaje para que la brigadas de vacunación visiten todas las cuencas ronda, mínimo, los S/10 millones. “Tienes que pagarle el doble al personal, su seguro de vida y tiene que ir un intérprete. Tienes que mover una cadena de frío. Realmente, es costoso acceder a esas zonas”, señaló.

Las direcciones regionales de Salud han avanzado implementando algunas de estas medidas. Por ejemplo, Gladys Estacio, de la Diresa de Huánuco, explicó que el Gobierno central ha realizado un desembolso en la región para el pago de trabajo extrahorario a los equipos de vacunación.

“Estamos pidiendo que todas las provincias y todas las redes incrementen su presupuesto, como un estímulo a cada brigada para que puedan salir fuera de su horario de trabajo”, informó.

Foto: Minsa

BARRERAS. En todo el territorio nacional hay más de 100 distritos que no logran el 70% de vacunados con la primera dosis contra la covid-19.
Foto: Minsa

 

Asimismo, Bazán Collantes, de la Diresa de Amazonas, indicó que desde 2021 han desplegado brigadas itinerantes y realizado mesas de trabajo y diálogo interculturales con apoyo de la Organización Panamericana de Salud (OPS). “Se ha trabajado bastante en el tema de sensibilización de la población. Sin embargo, no tenemos una respuesta favorable”, añadió.

Al respecto, Ricaro Pérez, miembro de Amazon Watch —una organización que promueve los derechos indígenas,— señaló que, aunque las Diresas han hecho esfuerzos para llegar a las comunidades, zonas como las ubicadas en el Datem del Marañón tienen retos propios que explican el rechazo a la vacunación: grupos religiosos que han difundido desinformación, poca accesibilidad y la desconfianza por parte de la población hacia al Estado.

“En el Datem del Marañón todas las dificultades que hay en otras comunidades amazónicas se multiplican: hay más iglesias, menos Estado, más dispersión y menos confianza. Nosotros trabajamos con los achuar y los candoshi, y se niegan a vacunarse porque no confían [en el Gobierno], y eso se combina con la desinformación de las iglesias evangélicas pentecostales que están en la zona”, dijo.

A esta situación, se suma también la falta de coordinación entre las brigadas de vacunación y los líderes indígenas. Wilson Atamain de la comunidad awajún indicó que uno de los errores históricos es asumir que la población indígena entiende el lenguaje español.  

“No todas las intervenciones para entrar a las poblaciones indígenas para que reciban las vacunas han tenido una naturaleza de pertenencia cultural. Ha habido muchas zonas donde las intervenciones han sido sin coordinaciones previas. El uso de la lengua nativa es importante para generar sensibilización”, acotó.

 

Enfrentar la desinformación

 

La desinformación en las comunidades indígenas difundida, principalmente, por líderes religiosos constituye una de las principales barreras para avanzar con la inmunización contra la covid-19, de acuerdo con los especialistas consultados por este medio. “Desafortunadamente se ha mezclado un poco la religión con un tema médico, que es vacunarse”, explicó Valerie Paz Soldán, especialista en salud pública.

Gladys Estacio, por otro lado, indicó que en la provincia de Pachitea, en Huánuco, el médico y excongresista Posemoscrowte Chagua Payano difundió desinformación en torno a la vacuna contra la covid-19. “Eso no nos ayuda en nada. Hay profesionales que usan una información nada correcta ni científica, ni técnica, y la población se deja llevar por ello”, contó.

El exparlamentario tiene antecedentes en la propagación de desinformación sobre las vacunas. Por este motivo, a fines de 2021, el Consejo Regional IV Huancayo del Colegio Médico del Perú anunció que abriría una denuncia de oficio por la posible infracción en el código de ética y deontología. OjoPúblico se contactó con el excongresista para recoger sus descargos. Pero, hasta el cierre de este informe, no contestó la comunicación.

No se logran cubrir las plazas [en las brigadas], porque la zona es dispersa y no hay comunicación”, afirmó Rosario Bazán.

A esas informaciones falsas, se suman medidas y comunicaciones confusas del Minsa y del personal médico, que generan dudas en la población. Emerson García señaló, por ejemplo, que la aplicación de la cuarta dosis a los médicos con una doble dosificación provocó desconfianza en la región de Loreto.

“Eso también se ha llegado a enterar la población debido a los síntomas presentados por el personal de salud, no solo en la capital de Datem del Marañón, sino también en las comunidades. Desde ahí también han agarrado cierto miedo”, contó.

En este contexto, la lucha contra la desinformación y la coordinación con las comunidades resultan impostergables para cerrar las brechas en vacunación. César Cárcamo explicó que el riesgo de contar con población sin inmunizar reside en que aún habrá personas susceptibles a desarrollar una enfermedad grave. “Cuando aparezca una nueva variante va a afectar de manera desproporcionada a las personas que decidieron no vacunarse o que no completaron su esquema”, enfatizó.

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