VALIDACIÓN. El investigador indica que se debe profundizar los estudios de la variante C.37 para determinar su peligrosidad.
El 18 de abril, el Perú alcanzó su cifra más alta de fallecidos por Covid-19: 433 muertes en un solo día. En este escenario de incremento de casos de contagio y decesos, un grupo de investigadores peruanos comunicó un reporte, que aunque no ha sido revisado por pares, presenta hallazgos preliminares de una nueva variante del virus SARS-CoV-2, a la que han denominado C.37 y que tiene mutaciones similares a las variantes de mayor riesgo.
El equipo de investigadores está conformado por doce científicos y científicas de las universidades Cayetano Heredia y San Marcos: Pedro E. Romero, Alejandra Dávila-Barclay, Luis Gonzáles, Guillermo Salvatierra, Diego Cuicapuza, Luis Solis, Pool Marcos y Janet Huancachoque. También participaron los expertos Raúl Rosadio, Luis Luna y Lenín Maturrano, y Pablo Tsukayama, quien dirige el proyecto.
OjoPúblico conversó con el investigador para entender los alcances de estos datos preliminares. Tsukayama señaló que esta información debe ser profundizada con nuevos estudios con el fin de que se determine su peligrosidad, pero que ya constituyen un síntoma de alerta. Como explicamos ayer en un reportaje, C.37 presenta mutaciones similares a las variantes B.1.1.7 (identificada inicialmente en Reino Unido), B.1.351 (reportada en Sudáfrica) y P.1 (identificada en Manaos, Brasil), consideradas de riesgo.
Tsuyakama también invoca al gobierno a financiar los estudios de vigilancia genómica del virus que servirá a mediano plazo para tomar mejores decisiones con las medidas sanitarias. El grupo liderado por el científico trabaja ahora con el financiamiento de Concytec y el apoyo de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), en Arequipa, y de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza (UNTRM), de Chachapoyas, Amazonas. También en Lima, laboran con los laboratorios de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), que cuentan con equipos para realizar el secuenciamiento genómico.
C.37 tiene mutaciones similares a las variantes de mayor riesgo".
¿Qué conclusiones e implicancias tienen los hallazgos que han publicado sobre esta nueva variante en la lucha contra la pandemia?
La conclusión es que es información preliminar, no debemos alertarnos, pero esto iba a ocurrir, las variantes se presentan constantemente en los virus. No sabemos dónde se ha originado, qué efectos va a tener y cómo se desarrollará, debemos seguir estudiando. En Perú están circulando las variantes P.1 y B.1.1.7, la situación del manejo de la pandemia no va a cambiar, lo importantes es continuar la investigación para conocer cómo avanza.
¿De qué linaje desciende la nueva variante?
Hay que comprender que no es cualquiera de estas tres variantes [de preocupación] que están circulando. No es ni la británica, ni la sudafricana o la de Brasil, tiene un origen distinto. Viene de un linaje que se llama B.1.1.1, es el nombre técnico que se le asigna, y desde el inicio de la pandemia está circulando en América y Europa sin complicaciones, pero algo ha pasado aquí que ha mutado y al parecer es más transmisible y estaría creciendo rápidamente en la región [Sudamérica].
¿Por qué la han denominado C.37?
Se le da el nombre por un sistema de nomenclatura que existe a nivel internacional. Es C.37 porque existen 36 variantes antes que esta. El nombre no está ligado a sus mutaciones o peligrosidad. Su registro en la base de datos genómico del virus permitirá su detección en otros lugares en base a sus características que reportamos.
¿Qué implica y qué impactos tienen las mutaciones que presenta C.37 en el comportamiento del virus?
Hay tres puntos que llaman la atención de esta variante: 1) presenta pérdida de material genético, al momento de hacer una copia se pierden algunas letras, es decir tiene deleciones y son las mismas que registra la P.1 (la que se identificó inicialmente en Brasil); 2) tiene mutaciones en la proteína espiga, que también vemos en las otras tres variantes reportadas al inicio en Sudáfrica, Reino Unido y Manaos (Brasil); y 3) en la misma espiga ocurrió una deleción grande de casi 10 puntos que, para una proteína tan importante, no la esperábamos ver. Esta última no ha aparecido en ninguna otra variante hasta ahora, tenemos que estudiarla, porque podría darle rasgo importante o tal vez no.
HALLAZGOS. La denominada C.37 tiene mutaciones similares a las variantes de mayor riesgo.
Imagen: Estudio genómico / UPCH
Estas son mutaciones que todavía no podemos caracterizar porque no sabemos cómo van a actuar estas combinaciones. La variante es más parecida a la P.1 por similitud en las deleciones y cambios en la proteína espícula. Pero sabemos poco de la P.1, y de C.37 sabemos casi nada. Debemos recolectar más datos, realizar más pruebas de laboratorios. Esto ya se hace en Inglaterra, nosotros no tenemos la capacidad para ejecutar este tipo de pruebas, vamos a tener que depender de otros países para que nos ayuden a caracterizarla.
¿Se puede afirmar que es una variante autóctona o local?
No lo sabemos aún, es probable que haya surgido en Perú o en Chile porque su presencia es fuerte en ambos países, pero también ambos coinciden con las fechas en el incremento de casos de la segunda ola. Sin embargo, también cabe la posibilidad que haya venido de otro lugar y se esté expandiendo más en estos países o que en otros no se esté realizando el secuenciamiento adecuado para detectarlo. Lo que sí sabemos es que se deben continuar con los estudios.
¿Las características de C.37 la volvería más contagiosa o virulenta?
No tenemos evidencia directa de que sea más contagiosa o más virulenta, para eso tenemos que hacer más estudios, que pueden tomar semanas o meses, la evidencia demuestra que tiene mutaciones parecidas a las variantes de preocupación que se cree que son más contagiosas y más letales, por el momento.
Estos resultados se deben tomar con cautela porque es preliminar y el escenario de la pandemia no cambia mucho, ya que la situación en Perú es crítica. Sea la P.1 o la C.37 la que está predominando, ya está aquí y va a ser más abundante. Entre una u otra son igual de malas. No son exactamente iguales, porque no sabemos cómo operan, pero actúan.
Estos resultados se deben tomar con cautela porque es preliminar y el escenario de la pandemia no cambia mucho"
¿Por qué señalan en el reporte que la detección de P.1 y C.37 se estarían confundiendo?
La discusión con el Instituto Nacional de la Salud es que ellos han usado una tecnología distinta, basada en el método de PCR, que te permite diferenciar si son las variantes reportadas en Reino Unido, Sudáfrica o Manaos (Brasil). Sin embargo, este método no es tan preciso, porque busca cambios específicos y no los 30 mil ya registrados. Se usa este tipo de pruebas porque es más barata, han usado un protocolo desarrollado en Estados Unidos, pero no se ha podido verificar bien si los resultados se aplican al Perú, hay que hacer una verificación post de datos.
Mi crítica es que no podemos adelantarnos a dar ese tipo de resultados sin verificarlos, porque estos tienen implicancias en el tratamiento de la pandemia. Se dice que P.1 ha ingresado por nuestras fronteras a la capital y de ahí se distribuyó, pero no necesariamente es así.
Entonces, ¿el INS solo está buscando las tres variantes?
Este tipo de prueba te da los resultados que dicen si se trata de variantes reportadas en Sudáfrica, P1 o la C37, británica u otras o ninguna; son cuatro tipos de respuestas, en otros se están perdiendo la detección de varias variantes que no estamos observando. Por eso, necesitamos un sistema que permita mayor muestreo, cien o mil al mes, lo segundo es usar la metodología de genoma completo para observar todos los cambios. El INS nos ha informado que tienen presupuesto para iniciar estos estudios, pero están a la espera de la llegada de reactivos, que dijeron será en mayo.
Nos puede detallar más la metodología; muestras analizadas, periodo de tiempo y distribución geográfica de la C.37
Nosotros hemos usado las muestras de Lima de 50 personas, luego nos quedamos sin dinero, lo que pasa es que pedimos una cuota inicial en enero y otra en marzo, pero aún no nos entregan el financiamiento, no tenemos suficiente material para realizar los análisis que planteamos, esperamos que el Concytec realice el desembolso, lo que queremos es que los análisis no sean solo con muestras de Lima, sino en Arequipa y Chachapoyas, donde tenemos científicos aliados que cuentan con la tecnología necesaria para realizar el secuenciamiento genómico y hacen un trabajo con sus Direcciones Regionales de Salud.
Estamos analizando menos del 0,1% de muestras representativas de todo el Perú".
¿Cómo son las coordinaciones de su equipo con el INS en el análisis genómico?
Lo que hemos ofrecido al INS es que nos den las muestras que han analizado de la variante P.1. para conocer si realmente pertenecen a este linaje o al que nosotros hemos detectado, esto no es para demostrar quién se equivoca, sino para saber cuál [de las dos variantes] es la que predomina en el Perú, la idea es cotejar los resultados y ajustar el ensayo que usan para las próximas evaluaciones.
Nosotros hemos tenido la capacidad de analizar 50 muestras, en este momento no tenemos reactivos y personal, por eso necesitamos que haya más laboratorios haciendo este trabajo porque solo dos laboratorios no pueden tener la capacidad para procesar toda la información. Lo malo es que en general, el mensaje del INS para muchas cosas es: “podemos hacerlos solos, gracias”. Cuando lo importante es que se realice el contraste de los resultados.
¿Tienen un estimado de cuánto presupuesto se requiere para ampliar la vigilancia genómica en Perú?
En este momento estamos analizando menos del 0,1% de muestras representativas de todo el Perú, lo mínimo que debemos llegar es al 1%, todo eso debe llegar a costar, estimo, S/ 2 millones para los equipos, reactivos, personal, mantenimiento de equipos. Esto alcanzaría para el Instituto Nacional de Salud y la Universidad Cayetano Heredia, que es un monto menor a comparación de otros países.
Para poner un ejemplo, Reino Unido, que es el que tiene mejor sistema de vigilancia genómica en el mundo, ha empezado con una inversión de 150 millones estimados en soles; en Estados Unidos, el gobierno de Joe Biden ha anunciado que van a invertir 1.700 millones de dólares. Lo que pedimos es mucho para una persona normal, pero no para un estado. El gobierno debe priorizar los gastos de la pandemia, no gastar en cosas como comprar ivermectina, por ejemplo. Invertir en la vigilancia genómica es importante porque es un sistema de información para saber qué es lo que está pasando, cuáles son las variantes, cómo avanza la pandemia; pero requiere una visión a mediano y largo plazo.
No solo es importante que los países ricos miren lo que está pasando en sus países, sino que miren a los más pobres que no tienen capacidad de sistema de vigilancia porque en estos países es más probable que aparezcan nuevas variantes porque tienen un lento proceso de vacunación.
¿Cómo va de la mano la vigilancia genómica y la estrategia sanitaria para enfrentar la pandemia?
En Perú no parecen estar muy conectados [el sistema de vigilancia y las estrategias sanitarias], se han visto los reportes del INS y nosotros también hemos enviado información, pero no se ha visto reproducido en acciones concretas. Por ejemplo, con la aparición de las variantes se restringió los vuelos y solicitó pruebas PCR para viajar, pero al poco tiempo eso ha cambiado, dando chance a un gran ingreso de variantes. Los datos están ahí a medias. Sin embargo, no se guían de ellos para la aplicación de protocolos. Por ejemplo, toda la personas que llega de viaje debe estar en cuarentena. Podría ayudar un montón tener datos de rastreo, pero no se usa. Además, nos podría ayudar a entender quién contagió a quién.
Si bien las mutaciones son frecuentes en los virus, ¿qué sabemos hasta ahora del Sars-Cov-2, en qué se diferencia a otros Sars?
Las mutaciones en cada virus son distintas, para este en particular se estima que cada dos semanas ocurre la mutación, la tasa sería entre 30 a 40. Esta es una tasa mediana, hay virus que mutan mucho más rápido como el VIH o la influenza, que cambia todos los años y nos obliga a formular otras vacunas. Este SARS-CoV-2 se ha visto que es un poco más lento que esos dos, pero igual estamos entrando a ese escenario de actualizar vacunas, un poco más lento, porque estas tasas pueden cambiar. Ahora la vacunación a la población, obliga al virus a adecuarse y combatir para evitar su extinción.
Si bien los hallazgos son preliminares y el equipo señala que se requieren más estudios, ¿es posible estimar si estos cambios implican una mayor preocupación hacia el comportamiento del virus y la efectividad de la vacuna?
Es pronto para decir eso, lo que hay que hacer es más seguimiento, ver si en mayo o junio siguen creciendo los casos o se extingue, que es una posibilidad. Para saber sus efectos en la vacuna hay que hacer estudios más especializados fuera de Perú, ahí la importancia de la colaboración con científicos de otros países que tengan más experiencia en esto, ya que esta información les sirve a las farmacéuticas para diseñar su producción de vacunas.
¿Dónde más estaría esta variante?, ¿Qué efectos ha tenido en esos lugares?
La variante que hemos identificado también está presente en Estados Unidos, países de Sudamérica como Chile, Argentina, Brasil, Ecuador y Europa en Alemania, España, Reino Unido. Esto se detectó a través de los resultados de secuenciamiento genómico que subieron los científicos de esos países a la base de datos genómicos internacional. No se puede determinar qué efectos ha causado en cada lugar porque primero se debe comprobar si es más transmisible o si tiene una ventaja sobre las otras [variantes].
EL SARS-CoV-2 es más lento en mutar que el VIH o la influenza, que cambia todos los años y nos obliga a formular otras vacunas".
Se ha dicho que Brasil es un espacio peligroso en este momento para el desarrollo de nuevas y más peligrosas variantes, pues la vacunación avanza muy lentamente, hay poco cumplimiento de las medidas de distanciamiento físico y eso le da tiempo al virus de adaptarse. ¿Lo mismo podría ocurrir en Perú?
La proyección es que sí, en Perú y toda Sudamérica la situación está muy mal. Incluidos países como Uruguay, que en un momento era el ejemplo de cómo manejar la pandemia, está teniendo incremento de casos, lo mismo en Argentina, Chile, Brasil. Todos en la región estamos mal y un escenario de riesgo para que aparezcan nuevas variantes es tener a mucha gente contagiada a la vez. Igual en África, donde no se sabe qué está ocurriendo realmente. Sudamérica y África son las regiones del mundo donde se están reportando casos en este momento, incrementando la posibilidad de mutaciones del virus.
Un factor posible es que el virus encuentra la forma de adaptarse para sobrevivir más tiempo, pero también hay factores socioeconómicos que no permiten a las personas aislarse por falta de recursos y la necesidad de trabajar. Si es más contagiosa o responsable del colapso eso debe determinarse, pero tampoco hay un adecuado manejo político de la situación: se han permitido las aglomeraciones y eso expande el virus.
¿Luego de meses de estar investigando el comportamiento genético del virus, qué más le ha llamado la atención? ¿Qué cree que necesitamos conocer más?
No hay algo en específico que haya llamado mi atención, porque es algo que sabíamos que iba a suceder: las mutaciones. No hay un efecto grande de sorpresa porque esto [de la aparición de variante] ya se ha visto hace unos meses en otros países, y si no lo hemos visto antes es porque no hemos tenido los recursos para generar suficiente información. Ahora que se ha informado, no hay sorpresa, pero causa problemas porque no hay medidas eficientes para prevenir, se debe aplicar estrategias de contención. Nosotros vamos a seguir generando más información porque es importante rastrear esta variante e identificar otras nuevas. Estaremos trabajando hasta donde nos alcance el financiamiento.