CONTAGIOS. Los brotes de la influenza aviar en especies de corral y silvestres se han identificado en ocho países en América Latina.
En las costas al sur de Lima, dos personas arrastran sobre la arena a un lobo marino aún con vida. Cada una jala la cola del mamífero con la intención de devolverlo al agua. Esta imagen es común en las decenas de videos difundidos en redes sociales, desde mediados de enero, y que muestran a estos animales varados en las orillas del mar.
El pasado 5 de febrero, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) confirmó que se halló el virus de la influenza aviar H5N1 en tres lobos marinos y un delfín en la costa norte del Perú, en Piura. Y hasta el 8 de febrero, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) ha confirmado que 634 lobos marinos han muerto también debido a este contagio.
El mismo virus ya había sido identificado en noviembre pasado en aves silvestres y, posteriormente, en aves de corral. El virus A(H5N1) es un subtipo de la influenza aviar categorizada dentro del grupo de los virus altamente patogénicos, es decir, causa una enfermedad grave y tiene una alta letalidad.
Los brotes registrados desde 2021 alrededor del mundo están asociados al sublinaje 2.3.4.4b *—*una mutación del virus inicial—, la cual se ha asociado con una ligera reducción en la mortalidad y una mayor capacidad de contagio. Solo en Perú el virus se ha identificado en 20 especies de animales: 17 pertenecen al grupo de las aves y tres al de los mamíferos.
La situación es similar en México, Panamá, Honduras, Venezuela, Colombia, Ecuador y Chile, donde se han reportado casos en animales de corral y silvestres. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha calificado a la alta cantidad de brotes en la región como “una situación nunca registrada”. Además, el pasado 9 de enero, se confirmó en Ecuador el contagio de una niña de 9 años.
Los riesgos de que esta enfermedad se propague residen, principalmente, en su forma de transmisión.
El virus de la influenza aviar puede llegar a otras especies a través del contacto directo con un animal infectado o con sus secreciones. De manera indirecta a través de sus alimentos secos y su agua contaminada. Por ejemplo, una especie se alimenta de un animal crudo que murió por la infección, o cuando toca o se acerca a un animal muerto o enfermo.
Hasta el momento, no se ha confirmado la posibilidad de un contagio aéreo del virus ni de la transmisión entre humanos.
No obstante, su propagación en nuevas especies, diferente al de las aves, es motivo de preocupación a nivel internacional. El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, ha resaltado la importancia de vigilar de cerca los contagios.
No se ha confirmado la posibilidad de un contagio entre humanos.
“El virus H5N1 se ha propagado ampliamente entre las aves silvestres y las aves de corral durante 25 años, pero hay que vigilar de cerca su reciente propagación a los mamíferos. Por el momento, la OMS considera que el riesgo para el ser humano es bajo, pero no podemos asumir que eso seguirá siendo así y debemos prepararnos para cualquier cambio en el statu quo”, señaló en una conferencia del miércoles pasado.
Además, hay estudios científicos, como el de la investigadora Michelle Wille publicado en la revista Science en abril del 2022, que resaltan su potencial pandémico. “Siempre ha existido la preocupación de que este virus pudiera causar algún día una transmisión entre humanos, pero para que esto ocurra deben producirse una serie de mutaciones genéticas en este virus”, explicó la autora a OjoPúblico.
LOBOS MARINOS. Perú es el primer país de Latinoamérica que registra contagios masivos en mamíferos en este nuevo brote de influenza aviar.
Foto: Serfor
Por eso, las principales medidas a adoptar en países como Perú consisten en monitorear la propagación del virus entre especies. Ello a través de la pronta atención y diagnóstico de los casos por parte de las entidades responsables como Senasa, Sernanp, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC).
En tanto, para la población en general, la principal recomendación consiste en no acercarse a especies silvestres, como pelícanos y lobos marinos varados en las costas. “Hemos visto que en algunos lugares, la gente quiere ayudarlos a volver al mar y eso puede ocasionar una contaminación o que el mismo animal pueda picar o morder. Eso es lo que queremos evitar”, precisó Deyvis Huamán, director de Gestión de las Áreas Naturales Protegidas del Sernanp.
Asimismo, para aquellas personas que crían aves de corral recomiendan no acercarse a las especies enfermas o, de hacerlo, adoptar medidas de prevención del contagio como el constante lavado de manos o el uso de guantes al tocar al animal infectado. Ante el incremento de casos, las autoridades han compartido números de contacto para que la población se comunique.
El Senasa ha dispuesto el 946 922 469 y el correo reporta.peru@senasa.gob.pe para posibles casos en aves de corral. El Serfor ha proporcionado el WhatsApp (947588269) para especies silvestres fuera de áreas protegidas. Por último, el Sernanp recomienda avisar al personal que trabaja dentro de las áreas protegidas.
La alerta en Perú
Hasta el momento, Perú ha reportado 55.884 animales silvestres afectados por el virus H5N1. De estos, 55.246 son aves muertas registradas en ocho áreas naturales protegidas (ANP), 634 son lobos marinos muertos en siete ANP, un delfín muerto hallado en Paita (Piura), dos águilas y una leona que murieron en el Zoológico Municipal de Huancayo (Junín).
Los especialistas consideran que estas cifras presentan un subregistro, debido a la dificultad que supone hallar especies silvestres muertas o enfermas que viven al aire libre.
“Este es un muestreo. No es el 100%, porque no podemos llegar a todo el espacio de las áreas naturales. Es una aproximación bastante importante de lo que se está viendo atípicamente de una muerte exagerada de fauna”, explicó Deyvis Huamán, del Sernanp.
En total, se estima que hay 20 especies afectadas entre aves silvestres, aves de corral y mamíferos. Entre las primeras, el Sernanp confirmó que se encuentran pelícanos, piqueros, guanay, gaviotas, cormoranes, pingüinos de Humboldt, ostrero, águilas, zarcillos, garcillas blancas, flamencos, fregata y playeritos. Además, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) incluyó el reporte de dos águilas.
En paralelo, el Senasa comunicó que entre las especies de corral se encuentran la familia de los pollos, los patos y los pavos. Por último, los mamíferos incluyen a lobos marinos, delfín y león.
Los más de 600 lobos marinos infectados por el virus representan también una cifra récord de contagios en mamíferos en la región latinoamericana.
Víctor Gamarra-Toledo, investigador peruano que ha escrito un artículo para la revista Science sobre los brotes en aves silvestres y una preimpresión sobre el reporte de los lobos marinos afectados, dijo a OjoPúblico que el brote en esta última especie "es el primer caso en toda Latinoamérica de mortalidad masiva de mamíferos”.
Hasta el momento, la Organización Mundial de Sanidad Ambiental (OMSA) registra que, en este brote reciente, el primer contagio en mamíferos se reportó en Reino Unido, en diciembre pasado. Allí se identificó el virus en zorros y nutrias. El segundo fue España donde, en enero último, se detectó el virus en visones, un mamífero de la familia de los hurones y nutrias.
Este último reporte ha generado una mayor preocupación por parte de la comunidad científica, puesto que al parecer se trataría del primer caso de transmisión comunitaria, es decir, de mamífero a mamífero.
“En una granja de visones en España hubo muchos animales infectados y muertos [por la gripe aviar]. Eso fue una evidencia que hubo transmisión de mamífero a mamífero, pero bajo condiciones específicas. Sobre todo, condiciones de hacinamiento”, explicó a OjoPúblico Ricardo Castillo, veterinario y epidemiólogo en la Universidad de Pensilvania.
Un virus con potencial pandémico
El alto reporte de casos de influenza aviar preocupa a los investigadores a nivel internacional. Esto debido a que la propagación del virus incrementa las posibilidades de que pueda mutar hasta permitir el contagio entre mamíferos, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar la capacidad de contagio entre humanos.
“La característica del virus de la influenza es que tiene tres formas de cambiar: puede mutar, adaptarse al hospedador o recombinarse con otros virus. Ya se sabe que los lobos marinos son afectados por este virus y también los delfines. El riesgo está en qué tanto contacto directo haya entre esas especies [diferentes]”, explicó a este medio Paulo Colchao, veterinario especializado en salud de la vida silvestre en Wildlife Conservation Society (WCS).
A nivel mundial, hay 19 mamíferos que han contraído el virus, según un artículo publicado en la revista médica JAMA Network. Estos incluyen visones, lobos marinos, tejones, osos negros, gatos monteses, coyotes, delfines, hurones, gatos pescadores, zorros, leopardos, linces, zarigüeyas, nutrias, cerdos, marsopa, mapache, perro mapache y mofeta.
El brote en lobos marinos es el primer caso en toda Latinoamérica de mortalidad masiva de mamíferos”, dijo Víctor Gamarra-Toledo.
Si bien antes se han reportado casos de influenza aviar, los especialistas coinciden en que este brote reciente presenta características diferentes.
Michelle Wille, investigadora especializada en virus de aves silvestres, afirmó que hay cambios genéticos en el virus y, con ello, modificaciones epidemiológicas porque el brote actual está siendo producido por el sublinaje 2.3.4.4b.
La especialista explicó a este medio que desde 1996, fecha en la que surgió el virus, ha habido una evolución sustancial y un aumento de la diversidad genética del mismo.
“La ola en curso de 2021 y 2022 de influenza aviar H5N1 no tiene precedentes en cuanto a su rápida propagación y frecuencia extremadamente alta de brotes en aves de corral y aves silvestres, y es una amenaza potencial continua para los humanos”, señaló Wile en un artículo que publicó en Science en abril pasado.
Ricardo Castillo precisó, además, que la evidencia científica disponible hasta el momento sugiere que los principales cambios se han producido a nivel de transmisibilidad y de letalidad.
El epidemiólogo señaló que este sublinaje parece tener una tasa más alta de contagio y una menor letalidad. “Esto puede ser un signo positivo porque va a ocasionar menos muertes, pero puede ser malo porque puede causar que el virus se mueva sin ser detectado”, agregó a OjoPúblico.
Así lo confirma también un estudio publicado en la revista Patógenos PLoS en la que se señala que el brote de 2022 es bastante diferente del último registrado en 2014. Esto porque, aparentemente, el virus se ha extendido más rápido que antes y, en general, ha mostrado un patrón de escala y magnitud que aumenta con el tiempo.
“Hay razones para esperar que este virus haya llegado para quedarse y no vaya a desaparecer”, indicó en una nota de prensa el autor Jonathan Runstadler, presidente del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Enfermedad y Salud Global de la Universidad de Tufts en Estados Unidos.
DESBORDE. La propagación del virus H5N1 entre especies de mamíferos preocupa a la comunidad científica internacional, por su capacidad de mutación.
Foto: Sernanp
Hasta el momento, se han identificado casos aislados de virus en humanos, pero no existe un registro de transmisión comunitaria, es decir, de humano a humano. El primer caso en una persona se identificó en enero del año pasado en Inglaterra. El afectado fue un hombre de más de 80 años que no tenía síntomas de la infección y que contrajo el virus luego de que sus 125 patos contrajeron el virus. El paciente superó la infección con aislamiento y un tratamiento preventivo.
El segundo se identificó en Estados Unidos el pasado 28 de abril en una persona que participó en el sacrificio de animales infectados en una granja. En este caso, el paciente presentó una enfermedad leve, fue aislado y tratado con antivirales. Por último, el tercer caso se reportó el 7 de enero de este año en una niña de 9 años que vive en Ecuador.
La menor estuvo en contacto con aves de corral recientemente compradas y que murieron sin una razón aparente. En este caso, la paciente presenta una enfermedad grave y, de acuerdo a la última información de la OMS, se encuentra hospitalizada.
Si bien aún no ha ocurrido un salto considerable a humanos, las posibilidades existen. Pablo Plaza, veterinario y doctor en biología argentino que participó en un artículo publicado en Science sobre el brote actual en Perú, señala que hay probabilidades de que un nuevo virus con potencial pandémico surja, sobre todo, al tener en cuenta la forma en la que interactuamos con el planeta.
“Si seguimos produciendo de la manera en la que se están produciendo los alimentos [con granjas de animales hacinados] y explotando los recursos vamos a seguir generando nuevos riesgos de aparición de patógenos emergentes. Si no es este [el de la influenza aviar] será otro, sino será otro y así hasta que en algún momento vamos a generar otro lío como el de la covid-19”, alertó Plaza a OjoPúblico.
Control y prevención
La afectación de diferentes especies requiere también un manejo diferente y cada vez menos controlable. En principio, el contagio entre aves de corral resulta más manejable, porque si se reporta una especie infectada, la principal medida consiste en sacrificar a todo el galpón. Aunque esto es más fácil, implica pérdidas económicas para los dueños de los animales y pone en riesgo la seguridad alimentaria local.
En Perú, Senasa informó que, a la fecha, se registran 46 brotes en seis regiones del país: Lambayeque, Cajamarca, La Libertad, Áncash, Lima-Callao e Ica. En el territorio nacional, el brote en aves de corral ha sido menor comparado a países de la región, como México en el que se han sacrificado casi 50’.000.000 de este tipo de aves.
No obstante, en el caso de especies silvestres, los especialistas resaltan que es más difícil porque no se puede sacrificar a todas las especies y hay mayores riesgos de que el virus siga circulando. “No son especies que nosotros podamos enjaular. Lo que estamos haciendo es retirar los animales muertos y enterrarlos con el fin de evitar más contagios”, detalló Deyvis Huamán, del Sernanp.
En el país, el monitoreo y vigilancia de los casos en animales recae en tres entidades principales: Senasa, Sernanp y Serfor. El primero está monitoreando los reportes en aves de corral. El segundo, de las especies afectadas dentro de las áreas naturales protegidas. Por último, el tercero, se encarga de todas las especies silvestres fuera de esos entornos.
AFECTACIÓN. En Perú, 20 especies de animales entre aves y mamíferos se han contagiado con la gripe aviar.
Foto: Andina
Enfoque “Una Salud”
La Organización Mundial de la Salud recomienda abordar los brotes desde el enfoque “Una Salud”. El mismo reconoce que hay un vínculo entre la salud ambiental, animal y humana. En ese sentido, Ricardo Castillo, coordinador de la Unidad de Investigación “Una Salud” de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, indica que el trabajo entre las entidades peruanas que monitorean los casos en animales deben coordinarse con la del CDC, que monitorea la salud humana. “Desde el año pasado, las autoridades ya han empezado a implementar este enfoque”, precisó.
En comunicación con OjoPúblico, Deyvis Huamán, del Sernanp, indicó que, además de la atención de casos reportados, desde finales de diciembre se encuentran realizando censos en las ANP.
Enrique Michaud, director de la Dirección de Gestión Sostenible de Patrimonio Fauna Silvestre del Serfor, indicó, además, que estas entidades se encuentran unificando el registro que tiene cada una para producir un reporte nacional.
En paralelo, César Munayco, director del CDC, informó que se está encargando de los casos en humanos, por lo que está tomando pruebas a las personas que han tenido algún contacto y presentan síntomas respiratorios. Senasa indicó que no brinda declaraciones, pero de acuerdo a las otras entidades, esta institución se encarga principalmente de los brotes en aves de corral.
El problema es la manera en la que estamos produciendo millones de animales en condiciones no aptas”, afirmó Pablo Plaza.
La ministra de Desarrollo Agrario y Riego, Nelly Paredes, informó en conferencia de prensa del pasado viernes que el sector ha comprado 3.600 reproductores de alta calidad genética para que los productores agropecuarios puedan reproducir material genético. Aunque no precisó la industria en la cuál se utilizarían (avícola, porcina u otros), estos tienen el fin de mejorar la producción.
A la fecha, las capacidades del Estado peruano están siendo utilizadas principalmente para el monitoreo, manejo y diagnóstico de posibles casos de gripe aviar. Sin embargo, aún queda pendiente sumar esfuerzos para que el país realice la vigilancia genómica de este virus. Víctor Gamarra-Toledo, ornitólogo del Museo de Historia Natural de la Universidad San Agustín de Arequipa, explicó que esto permitirá identificar de forma temprana si hay mutaciones de importancia e identificar el origen del brote.
“Lo ideal sería hacer un estudio para ver cuál es la trazabilidad del virus y ver si se está contagiando de animales a animales y hay un punto focal o son varios”, agregó Paulo Colchao, de WCS. Enrique Michaud, del Serfor, explicó que la hipótesis que se maneja a nivel global, hasta el momento, es que el virus se ha transportado a través de las aves migratorias que iniciaron sus rutas a mediados del año pasado.
“Sabemos que la enfermedad llegó con las aves migratorias y tuvimos esa mortalidad terrible de pelícanos, primero. Y, a partir de enero, empezamos a monitorear las poblaciones de mamíferos y se ha determinado que también está ahí, pero en otros lugares del mundo también se han detectado brotes en otras especies de mamíferos”, indicó Michaud.
Al respecto, Pablo Plaza hace énfasis en que el enfoque “Una Salud” no solo se debe limitar a la respuesta del brote, sino que se debe de extender a la raíz del problema. “Las aves migratorias son el vehículo, pero estos virus se originan en las producciones intensivas avícolas. El problema es la manera en la que los seres humanos estamos produciendo millones de animales estresados y en condiciones no aptas”, remarcó el veterinario y doctorado en Biología.
Por eso, en su artículo publicado en Science, aconsejan reducir las amenazas humanas como la contaminación ambiental, la sobreexplotación de recursos y la pérdida de hábitats. Además, Michelle Wille recomienda, en otro informe, la reducción del tamaño y la densidad de las granjas y evitar establecer producción avícola en zonas cercanas a aves acuáticas como pelícanos o patos silvestres.