ESCASO. Al incremento de los precios en algunos fármacos se suma el desabastecimiento.
Actualizado a las 11:00 a.m.
Con el aumento de personas contagiadas por el Sars-CoV-2, el colapso de varios hospitales públicos y la incertidumbre de miles de pacientes, el sector privado ha incrementado no solo los precios de sus servicios clínicos sino también el de los medicamentos usados en el tratamiento de la enfermedad en sus diferentes etapas. En el caso de la azitromicina, por ejemplo, el precio se ha incrementado hasta en más de doce veces. Antes del estado de emergencia sus versiones genéricas costaban entre S/ 3 y S/ 10 soles, y ahora esas mismas presentaciones superan los 50 soles.
El aumento también alcanza las versiones de marca, producida por el laboratorio Pfizer. Ese fármaco ha pasado de costar S/ 76 soles a S/165 soles, si comparamos el precio que tenía en junio del 2019. En la región Tacna también se evidenció un incremento en la azitromicina en la marca Azitromac del laboratorio Delfarma: pasaron de costar S/9,90 a S/ 132.
Una análisis de OjoPúblico a partir de una base de datos construida con información -limitada, pero la única disponible hasta este momento- del observatorio de precios de los medicamentos de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), determinó que los precios más altos reportados para la azitromicina, hidroxicloroquina, dexametasona, Tocilizumab (incorporada recientemente para casos graves) y demás fármacos usados para el tratamiento de Covid-19 se encuentran en Loreto, Ucayali, Áncash, La Libertad, Piura y Junín.
De acuerdo al análisis, las farmacias con los precios de medicamentos más caros son Botica 24 horas, la de la Clínica Belén, varias de la cadena Boticas y Salud, Mi Salud, Mamina, Mauro, Promedic, Medisalud, Oro Verde, botica de la Clínica Adventista Ana Stahl, entre otras, ubicadas en esas regiones.
Pero en los reportes del observatorio de la Digemid, hasta cierre de esta publicación, en la tarde del 18 de mayo, no aparecían los precios de InkaFarma y MiFarma, las dos cadenas de farmacias más importantes del país, que pertenecen a InRetail Pharma, brazo en el sector farmacéutico del grupo Intercorp y que concentran el 80% de venta de fármacos.
La respuesta de la autoridad sanitaria fue en este momento que “por motivos técnicos la información remitida por algunos establecimientos farmacéuticos no se visualizaba”. Hoy en la mañana, luego de la publicación de este artículo, Digemid informó que sus “inconvenientes técnicos ya han sido superados”. Los precios de ambas cadenas de boticas ya figuran en el observatorio: el precio de la azitromicina, ofertado en la región Lima por ambas cadenas farmacéuticas, alcanza S/1.02 en su versión genérica del laboratorio AC Farma, y los S/33 en la marca Zitromax del laboratorio Pfizer.
Precios diferenciados por regiones
De acuerdo al último protocolo del Minsa, para los casos leves, moderados y severos de coronavirus se recomiendan tres tipos de tratamientos con una duración de siete a diez días aproximadamente cada uno. Estas atenciones médicas, aún experimentales, se basan en dosis reguladas de Fosfato de Cloroquina, Hidroxicloroquina, Azitromicina, Ivermectina, Metilprednisolona, Dexametasona, Enoxaparina y Tocilizumab, este último incorporado a fines de abril, solo para estados graves.
Los precios para adquirir estos medicamentos difieren ampliamente entre regiones. La Hidroxicloroquina en la región amazónica de Loreto, que concentra uno de los brotes más letales del país, tiene uno de los precios más altos: alcanza los S/20 en la marca Reumaquin del laboratorio AC Farma. Mientras que en Arequipa, puede costar menos de un sol y en Lima, oscila entre S/ 6 y S/ 15.
En Lima se encuentra la Enoxaparina más cara. El precio de este medicamento, empleado de forma recurrente para fallas en la coagulación sanguínea, alcanza hasta los S/ 450 en la capital peruana, mientras que en su misma presentación en la marca Nuracel cuesta S/ 25 en Áncash.
Regiones con los medicamentos más caros
La diferencia reportada en los precios también afecta al Tocilizumab, producido por el laboratorio Roche. En Piura llega a costar hasta S/ 2.400, mientras que en Lima y Arequipa alcanza los S/ 2.100 y S/ 1.630, respectivamente.
Sin genéricos en las farmacias
Al incremento de precios, se suma la escasez de medicamentos. En un recorrido de farmacias realizados en varias regiones del país, OjoPúblico constató que varios de estos medicamentos no se encontraban disponibles en sus versiones genéricas y que en varias cadenas, incluyendo MiFarma e Inkafarma, ofrecían solo las de marca.
En un comunicado el grupo InRetail Pharma ha dicho que el precio más bajo para la azitromicina que ofrecían en sus boticas era de S/1.30, sin embargo, en dos locales de MiFarma visitados por OjoPúblico solo disponían de marcas cuyo precio era diez veces más alto.
“Disponemos de azitromicina genérica y de marca. Lamentablemente, debido a la alta demanda, la azitromicina de 1.30 es la que más rápido se agota en los locales. Por eso hemos hecho enormes esfuerzos logísticos para reponer el inventario de esos productos a la brevedad y seguir poniendo a disposición de nuestros clientes distintas opciones de medicamentos de calidad, seguros y eficaces”, respondieron a la consulta de este medio.
La presidenta de la Asociación Peruana de Farmacias (Aspefar), Ana María Jiménez, sostiene que en esta coyuntura no está funcionando el Decreto de Urgencia que obliga a que las farmacias a vender medicamentos genéricos y además los laboratorios priorizan el abastecimiento a las grandes cadenas. “Muchos preferimos no comprar a precios elevados porque el cliente se va con el concepto que uno vende todo caro pero no es así. Los mismos laboratorios, por un lado, abastecen a las grandes cadenas y por el otro, lo hacen llegar a nosotros con terceras personas”, agregó.
¿Quién sube los precios?
El análisis de la base de datos de los precios publicados y recorrido de farmacias evidencia que sí hay un incremento en los precios de los medicamentos usados contra el Covid-19. El decano del Colegio de Químicos Farmacéuticos de Lima, Javier Llamoza Jacinto, considera que la demanda ha superado la oferta en cuanto a la importación y producción.
“Frente a esto hay inescrupulosos, probablemente el importador, los fabricantes y algunas boticas. En la cadena de suministro alguien se está quedando con una parte de la torta. ¿Cuánto le vende el importador a la farmacia? Esa información es obligatoria reportarla al Ministerio de Salud”, señala. Pero esa información, al menos completa, como advierte este informe, no figura en la Digemid.
Javier Llamoza considera que una forma de detener la especulación con los precios de los medicamentos es que se evalúe la colocación de topes máximos en las ganancias del sector farmacéutico. “Si se declara en aduanas o se tiene como costo de manufactura un valor de S/ 10 por medicamento, se puede establecer un margen de ganancia del 50%, es decir, que cueste S/ 15 soles en la farmacia. Lo que falta son decisiones [del Estado] para que no se abuse con la necesidad”, explicó.
MARCAS. Ante la escasez de azitromicina, las farmacias solo están ofertando las versiones más costosas de este fármaco hoy utilizado para atender a pacientes de Covid-19.
Foto: OjoPúblico / Aramís Castro.
Por su parte, la presidenta de la asociación de farmacias, Ana María Jiménez, sostuvo que el Ministerio de Salud debería fiscalizar pero que por “por la coyuntura, no lo está haciendo”. Para la química farmacéutica “este aumento (de precios) viene de los laboratorios que están haciendo sus jugadas revendiendo a mayoristas y ellos están vendiendo el producto al precio que les da la gana. Digemid supervisa a droguerías y laboratorios y a las farmacias las direcciones regionales de salud”.
Medicamentos y posición de dominio
El ministro de Salud, Víctor Zamora, reconoció la semana pasada que el incremento en los precios de medicamentos y anunció que tenían dos medidas para enfrentar el tema. “La primera estrategia es que como Estado salgamos a comprar más y mejor. La otra es fortalecer las capacidades de SuSalud para hacer la vigilancia y el control de los establecimientos privados que en algunos casos hacen uso de su posición de dominio”.
El grupo Intercorp, además de las MiFarma e Inkafarma, dispone de laboratorios para la producción y distribución de sus propios fármacos. En los últimos años la expansión de este conglomerado ha colocado a Inkafarma y Mifarma como las principales cadenas de venta de medicinas en territorio nacional. El grupo Intercorp cuenta con 15 empresas dedicadas al rubro farmacéutico en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú cuyas farmacias superan los dos mil locales en suelo nacional y boliviano.
Frente a la expansión y dominio del mercado farmacéutico por el grupo Intercorp, el decano del Colegio de Químicos Farmacéuticos de Lima, Javier Llamoza, advierte que las cadenas han empezado a hacer sus propias marcas para ofrecerlas a sus clientes como primera opción y “en algunos casos con montos excesivamente altos para un medicamento que es genérico. No estamos hablando de un producto de innovación o que hace ensayos clínicos, pero como las cadenas tienen una posición de dominio pueden colocarle el precio que deseen. No es ilegal. Es por eso que necesitamos empezar a regular”, manifestó.
Los voceros de InRetail Pharma insistieron en que en sus farmacias los precios no han subido, sin embargo, como se menciona en este reportaje, en el recorrido de OjoPúblico estas cadenas estaban abastecidas solo con productos de marca diez veces más costosos que en sus versiones genéricas. “Estamos absolutamente en contra de la especulación de precios. En esa línea vamos a limitar para algunos productos, un número de máximo de unidades por persona para reducir el riesgo de acaparamiento y especulación”, señalaron.