Verificado por Hugo Velarde

Luego de que Perú registrara el mayor brote de dengue en los últimos años ―superando los picos históricos del 2017 y 2022―, OjoPúblico ha identificado versiones inexactas sobre la enfermedad como lo señalado por el ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta, quien durante una entrevista dijo que el mosquito no se presenta en aguas turbias ni empozadas, sino en aguas limpias. Al respecto, revisamos artículos científicos internacionales y consultamos con especialistas que dan cuenta de que el mosquito sí prolifera en ambientes insalubres.  

De acuerdo con la Organización Panamericana de Salud (OPS), el vector responsable de la mayor cantidad de contagios de dengue en América es el mosquito Aedes aegypti, el cual pasa por cuatro etapas de evolución: huevo, larva, pupa y adulto.

Evidencias del mosquito en aguas turbias

Los criaderos de estos mosquitos se caracterizan por tener agua estancada, cristalina, tranquila y contar con baja luz solar. Sin embargo, estudios científicos publicados por autores de distintos países, entre ellos de Perú, evidencian que es posible hallarlos en aguas turbias. 

Manuel Espinoza, médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), indicó a OjoPúblico que los mosquitos sí sobreviven a cúmulos de agua turbia, pues “los huevos y las larvas se han adaptado a sobrevivir en esas condiciones”. Incluso indicó que se han encontrado criaderos de dengue en agua salada y en latas de cervezas tiradas en las calles.  

En el 2018, en un artículo académico realizado por investigadores de la Universidad de Gondar, publicado en la revista Epidemiología y Salud, se analizaron los exteriores e interiores de 384 viviendas de dos localidades de ese país, con el fin de detectar los espacios de reproducción de mosquitos de Aedes aegypti. 

De un total 186 contenedores de agua infestados por larvas, hubo una alta tasa de positividad en zanjas, llantas desechadas, ollas de barro, platos de barro y envases de plástico.   

“Este artículo muestra que uno de los lugares preferidos son charcos en el fango”, precisó a OjoPúblico el epidemiólogo César Cárcamo, docente de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH). 

Estudio. Captura de la investigación en Etiopía. Las zanjas son parte de los hábitats del mosquito. 

Consultado para este explicador, Salomon Durand, infectólogo del Minsa, precisó que “el mosquito se está acostumbrando a aguas no tan limpias”. Para esto, puso como ejemplo la ciudad de Iquitos, en la región Loreto, donde se han encontrado criaderos con larvas en los canales de drenaje que, tras las lluvias, quedan empozadas. 

Precisamente, Durand formó parte del equipo de investigadores que publicó, en el 2015, el artículo académico “Lecciones aprendidas en el control de Aedes aegypti para afrontar el dengue y la emergencia de chikungunya en Iquitos, Perú”, el cual concluye que la falta de limpieza municipal en las cunetas ―zanjas situadas a los lados de las carreteras― propició “criaderos de dengue difíciles de predecir o controlar”.

Artículo. Captura que evidencia la presencia del mosquito en las cunetas de Iquitos.

Miriam Palomino, bióloga del Centro Nacional de Salud Pública del Instituto Nacional de Salud del Minsa, indicó a OjoPúblico que en Loreto se han encontrado criaderos de Aedes aegypti en los sistemas de drenaje de agua. La especialista explicó que el mosquito tiene “una capacidad de supervivencia muy alta”, y que, si bien no es lo habitual, se puede adaptar incluso a criaderos con materia orgánica como el agua sucia. 

En el 2010, una investigación publicada en el repositorio institucional de la Universidad de Brasilia ―que evaluó la capacidad reproductiva del mosquito Aedes aegypti en pozos sanitarios domésticos en el barrio Pioneiros del estado de Rondonia―, encontró que es posible la proliferación de zancudos en fosas, alcantarillados y desagües de aguas residuales domésticas. 

Las evidencias de esta investigación epidemiológica demuestran que los mosquitos pueden adaptarse a un nuevo ambiente, con tolerancia a aguas turbias, ricas en materia orgánica en descomposición y sales. 

Evidencia. Pozo de alcantarillado doméstico con la presencia de formas adultas de dengue. Fuente: Reproducción de Aedes Aegypti en grifo de aguas residuales sanitarias del barrio Pioneiros, Rondonia, Brasil.

De la misma forma, la bióloga Miriam Palomino mencionó que hay estudios en Puerto Rico y Costa Rica que dan cuenta de la presencia de larvas del mosquito en aguas de desagüe.

Efectivamente, el artículo “Productividad inusual de Aedes aegypti en fosas sépticas y sus implicaciones en el control del dengue”, publicado en la revista Entomología médica y veterinaria en el 2008, presentó evidencia sobre la presencia del mosquito en entornos acuáticos subterráneos denominados como fosas sépticas en la comunidad Playa/Playita en Puerto Rico.

“Es probable que las fosas sépticas sean comunes y generalizadas en las zonas suburbanas y rurales de Puerto Rico, donde, aparentemente, pueden contribuir significativamente al mantenimiento de la endemicidad del virus del dengue en toda la isla”, se lee en la investigación.

Dos años después se publicó otro estudio académico que analizó la misma localidad, y  determinó que las larvas del mosquito estaban presentes en los contenedores de aguas residuales y se advirtió del potencial riesgo de transmisión de dengue en esa localidad durante la estación seca. 

De la misma manera, César Cárcamo coincidió que estos mosquitos generalmente habitan en “cualquier sitio donde haya agua, sobre todo si es un lugar que es pequeño”. 

El epidemiólogo agregó que el agua turbia podría resultar beneficiosa para los mosquitos si los criaderos donde crecen presentan residuos orgánicos. 

“Es nutritivo para ellos, [...] es ideal para su crecimiento, van a prosperar más rápidamente y en mayor cantidad de larvas”, puntualizó Cárcamo. 

Recomendaciones

La bióloga Miriam Palomino, del Centro Nacional de Salud Pública señaló que los criaderos de mosquitos en aguas turbias o sucias aún no son muy frecuentes en todas las regiones del país. Por ello, los esfuerzos se deben centrar en mantener correctamente cubiertos los recipientes de agua limpia en los hogares. 

De la misma forma, la especialista dijo que la fumigación no representa una estrategia óptima, pues esta se centra en acabar con los mosquitos adultos más no con los inmaduros (huevos, larvas y pupas). 

En esa línea, el Minsa recomienda que los recipientes con agua se deben lavar y cepillar con agua y una escobilla. 

“Los objetos que puedan acumular agua de lluvia deben ser vaciados, desechados o colocados boca abajo. Mantener limpio los techos y canaletas de las viviendas para evitar el estancamiento de agua”, según reporta el sitio web del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Minsa. 

En resumen, con base en las investigaciones científicas revisadas, los criaderos del mosquito causante del dengue sí pueden completar las fases de su ciclo de vida en aguas turbias y sucias, tal es el caso de las fosas, cloacas, alcantarillas, desagües y zanjas con charcos.