SUPERVISIÓN DETENIDA. A la fecha, solo 10 universidades han logrado licenciar sus carreras de medicina.
La contrarreforma universitaria continúa afectando la supervisión de la calidad educativa para los estudiantes. La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) oficializó hoy que está impedida de continuar con el licenciamiento de las carreras de Medicina. Esto como parte de la implementación de la ley N° 31520, que afecta la autonomía de la superintendencia y que fue aprobada por insistencia por el Congreso y validada por el Tribunal Constitucional (TC).
La controvertida norma, además de incorporar en el consejo directivo de la Sunedu a representantes de universidades elegidos por los mismos rectores, también modifica otros artículos de la Ley Universitaria (30220), referidos a la aprobación o denegación del licenciamiento de programas priorizados, como el de medicina. Este punto en particular ya no figura en la nueva norma impulsada por el Congreso.
Según un comunicado de la Sunedu, ayer se notificó formalmente a las universidades que participaban en el licenciamiento de la carrera de medicina sobre la conclusión de sus procedimientos.
Desde el 2019 a la fecha, solo 10 universidades han logrado el licenciamiento para enseñar medicina. De ellas solo dos son públicas: San Marcos y la de Moquegua; mientras que las otras ocho son privadas: Cayetano Heredia, San Martín de Porres, la de Piura, la Continental (para su sede de Lima y Huancayo), la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) y la Santo Toribio de Mogrovejo (Chiclayo).
Cuando el Congreso impulsó la norma que debilita la Sunedu, otras 37 carreras de medicina se encontraban en evaluación. De estas, 25 estaban implementando sus planes de adecuación para reducir las brechas de calidad, vinculadas a infraestructura, acceso a campos clínicos, disponibilidad de docentes e investigadores, entre otras exigencias.
“Esta adecuación implicaba una inversión y compromiso de gasto de aproximadamente 263 millones de soles”, sostiene la Sunedu en su comunicado.
La suspensión del licenciamiento en las universidades que aún estaban en proceso de implementación de las mejoras, pone en riesgo la calidad de enseñanza de alrededor de 3.500 personas que egresan cada año de la carrera de Medicina Humana en Perú.
“La Sunedu debe aplicar el licenciamiento. Si ese procedimiento no se hace, las profesiones no tendrían los estándares mínimos para una atención de calidad. Eso de alguna manera da cierta garantía de formación del futuro médico", señaló el decano del Colegio Médico del Perú, Raúl Urquizo, a OjoPúblico.
En esa línea, el director de Investigación de la Universidad Científica del Sur (Ucsur), Percy Mayta-Tristán, subraya que hoy el proceso de licenciamiento permitiría conocer si las escuelas de medicina han retornado a la presencialidad bajo los componentes necesarios para asegurar una buena calidad en la formación del médico.
"No sabemos si todas las universidades se han reforzado para poder complementar eso que no le pudieron dar al estudiante durante la pandemia", dijo.
Durante los dos primeros años de la emergencia sanitaria por Covid-19, los estudiantes del tercer al sexto año de Medicina Humana estuvieron impedidos de acudir a hospitales para recibir clases y realizar prácticas; mientras que los alumnos de último año o internos también sufrieron los retrasos en su educación y la falta de implementos de bioseguridad.
"La pandemia afectó ciertos aspectos de la formación médica al haber tenido dos o casi tres años de virtualidad o semipresencialidad, porque muchas de las competencias requieren el contacto con el sistema de salud y estas fueron restringidas por el riesgo de contagio, seguridad de estudiantes o sobrecarga, ya que no había docentes para atender", añadió Mayta-Tristán.
No obstante, señaló que varios indicadores del licenciamiento no se adecuaron a la virtualidad y, por tanto, tampoco pudieron verificar de forma correcta las nuevas condiciones implementadas por la pandemia.
La Sunedu también tenía previsto empezar este año el licenciamiento de las carreras de Educación, sin embargo, tras la aplicación aprobada por insistencia por el Congreso el año pasado esto se mantiene en suspenso.