Actualizado 2 de agosto de 2021

El fin de semana pasado, un día después de que el presidente Pedro Castillo tomara juramento a su gabinete, los principales indicadores económicos del Perú acentuaron sus variaciones. El dólar superó la barrera de los S/4, las acciones en la Bolsa de Valores de Lima cayeron casi un 6 % y los bonos redujeron su valor.

La divisa norteamericana venía registrando un alza continua, debido a un mayor número de peruanos que elevaron la demanda de dólares, pero también por un alza inflacionaria en Estados Unidos. Esos días la moneda cerró con un máximo histórico de S/4,07 y el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) trató de mitigar el impacto colocando repos (venta de títulos financieros) y vendiendo USD 293 millones a un tipo de cambio menor.

El lunes 2 de agosto, el dólar cerró su jornada con un ligero retroceso y se situó en S/ 4,06 en el mercado interbancario. En total, para evitar un mayor impacto por esta alza, el BCRP tuvo que colocar swap cambiarios (contratos financieros sin riesgo cambiarios) por S/40 millones y Certificados de Depósitos Reajustables (CDR) a tasa fija por S/ 390 millones, en dos subastas.

Los efectos del alza del dólar se reflejan en los precios de algunos alimentos de la canasta básica familiar, que son elaborados con insumos importados y adquiridos en esa moneda. Por ejemplo, la harina de trigo con la que se elabora el pan; el maíz, que sirve para alimentar a las aves de corral, y la soya, que se usa para el aceite; entre otros. 

El costo de estos productos se incluyen en el índice de precios al consumidor, que es monitoreado de manera mensual por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), y está compuesto en casi un 40 % por alimentos. Según su reporte de julio, los precios de la canasta básica se incrementaron en 0,52 % en Lima Metropolitana, y ello hizo que la inflación llegue a un 2,15 %.

El informe recoge los datos de junio, cuando el dólar llegó a S/3,98. Para entonces, el pan integral subió en 4,6 % y el pan francés subió en un 4,3 %. El pollo, en paralelo, se elevó un 2,1 %, y llegó a un costo promedio de S/ 8,81 el kilo, mientras el aceite vegetal envasado se incrementó en 7,3 %, alcanzando precios de entre S/6,30 y S/13,90 por botella de litro en los supermercados.

De acuerdo al economista Renzo Jiménez, en los últimos meses la inflación, que se calcula en base a los precios de la canasta básica, ya había superado el límite del 3 % fijado por el BCRP, debido a la pérdida del valor del sol peruano. Y esto, dijo, responde a que un sector de la población incrementó la demanda de dólares “a pesar de que, en largo plazo, hay una balanza comercial favorable a estas divisas por el incremento del precio de los metales”.

“Este escenario, con los precios de los alimentos, ya lo habíamos visto en abril, luego de los resultados de la primera vuelta electoral. La subida del tipo de cambio genera inflaciones coyunturales, pero no estamos hablando de procesos inflacionarios que son sostenidos en el tiempo. Para que eso ocurra tiene que haber un exceso de demanda de la moneda extranjera y por varios meses consecutivos, o que el gobierno incurra en un déficit fiscal prolongado”.

En junio, cuando el dólar llegó a S/3,98, los precios de la canasta básica se incrementaron en 0,52 %".

Otro producto que se cotiza en dólares para su comercialización local es el combustible, como la gasolina y el gas licuado de petróleo. De prolongarse estos indicadores negativos, también se incrementará el precio de otros productos que se importan para reponer los stocks locales, como vehículos, equipos electrodomésticos y tecnológicos; así como el costo de alquileres, servicios y deudas comprometidas en la moneda extranjera.

De igual forma, los bonos que ofrece el Estado con fecha de vencimiento al 2060 cayeron en 1,4 centavos por dólar y se cotizaron a 88,8 centavos. Esta reducción del valor de los bonos hará que sea más costoso para el gobierno concretar un nuevo endeudamiento externo, en caso lo necesite para obtener mayor liquidez.

La agencia Reuters reportó el impacto internacional de estos indicadores y citó la reacción del economista en jefe para Argentina, Chile y Perú del JP Morgan, Diego W. Pereira: “La situación política extremadamente atípica [en Perú] refuerza nuestro llamado a un escenario persistente caracterizado por la incertidumbre política, institucional y económica”, señaló.

Pero, además del dólar, la Bolsa de Valores de Lima cerró con una caída del 5,88 %, siendo las acciones más afectadas las de las empresas Telefónica (-21,62 %), Credicorp (-16,29 %), Azucarera Casagrande (-15,18 %), Minera Rio2 (-14,49 %) e Intercorp (-12,37 %). La jornada previa, el 29 de julio, aquellas compañías que a su vez cotizan en la Bolsa de Nueva York también mostraron indicadores negativos.

Para Jiménez, catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad Pacífico, estas fluctuaciones se sienten más en el sector empresarial y en un pequeño grupo de peruanos que cotiza en la bolsa. Ellos, indica, sí verán sus ahorros e inversiones directamente afectados. Pero, a mediano plazo, dichas compañías también podrán trasladar estas pérdidas a su cadena productiva.

Operaciones de especulación

Detrás de los indicadores económicos también actúan inversionistas que buscan sacar provecho de las caídas bursátiles. Son llamados traders o especuladores. Pueden ser inversionistas que compran acciones cuando están a la baja, a la espera de que recuperen su valor en el corto plazo para venderlas a un precio mayor. O, a la inversa, se desprenden de sus bienes cuando están al alza porque prevén que van a caer momentáneamente y esperarán ese momento para volver a adquirirlas. 

La estrategia más común es la denominada "ventas en corto", que consiste en vender títulos prestados o que aún no se poseen, confiando en que podrán comprarlos en un futuro a menor precio. Esta operación es efectuada por empresas o fondos de inversión especializados, y también puede tener como objetivo cubrir a un inversor ante el riesgo de un desplome de la bolsa.

Melvin Escudero, experto en inversiones y docente de la Universidad Pacífico, explicó que en periodos de incertidumbre política o social es común que los especuladores ingresen al mercado bursátil para ganar más en poco tiempo. Pero, al ser actores que también asumen riesgos en la compra y venta de acciones que realizan, su presencia forma parte del proceso de inversión y está permitida por el libre mercado.

“Los mercados se basan en la expectativa de lo que va a pasar más adelante. Si los inversionistas ven noticias que les parecen negativas, venden sus acciones; si las consideran positivas, compran. Por ley de oferta y demanda, si son menos los usuarios que desean algo, su precio bajará. Aquí aparecen los llamados especuladores, que compran a la baja imaginando que los valores se recuperarán. A veces tienen razón y ganan bien, a veces no y pierden”, señaló Escudero en declaraciones dadas a este medio hace unos días.

ESPECULADORES. Los escenarios de crisis son aprovechados por traders o especuladores que invierten en la bolsa de valores.

Foto: Andina.

No obstante, Luis Chávez Bedoya, Investigador del área de finanzas en ESAN, explica que las ventas en corto están reguladas por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) y se realizan bajo ciertas condiciones, como contar con una garantía en caso de pérdidas, o restringirlas cuando el precio de las acciones caen por días consecutivos. Esto se hace con el fin de no forzar al mercado a mantener los precios bajos.

“Hay otros mecanismos que se desarrollan en lo que denominamos mercado de instrumentos derivados, y que se realizan a través de un intermediario, es decir, bancos de inversión o fondos más sofisticados. Aquí no se necesita adquirir la participación de una empresa, sino que basta con establecer un contrato donde se apuesta respecto a la subida o caída en el valor de un grupo de acciones. Este tipo de estrategias es súper común, y en Estados Unidos es más grande que su mismo mercado de valores”, añadió.

La estrategia más común es la denominada ventas en corto, que consiste en negociar títulos prestados".

Chávez señala que grandes inversionistas apuestan por comprar dichos instrumentos derivados, para protegerse si se prevé que su participación en una minera o industria va a reducir su valor en la bolsa de valores por algún suceso coyuntural. En este tipo de operaciones también pueden participar personas naturales, a través de un mercado paralelo de divisas denominado Forex (Foreign Exchange), donde el mecanismo es similar a una casa de apuestas. 

Por la noche, el presidente Pedro Castillo tomó juramento a Pedro Francke, como ministro de Economía, y a Anibal Torres, como titular del sector Justicia. Sus nombres estaban voceados para los cargos, sin embargo, el jueves 29, cuando se oficializó el gabinete, ambos se retiraron del evento sin ponerse el fajín ministerial. Torres, exintegrante del extinto Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), fue asesor legal de Perú Libre durante la campaña de segunda vuelta.

Francke, por su parte, se desempeñó como asesor del ahora mandatario, también durante la campaña por el balotaje; y fue uno de los encargados de reunirse con gremios, empresas, funcionarios e inversionistas nacionales y extranjeros, para explicar el plan de gobierno de Castillo y darles tranquilidad sobre su futura administración. A través de su cuenta de Twitter, Francke señaló que defenderá la necesidad de una “separación clara entre el gobierno y el partido".