VIOLENTOS. El grupo extremista autodenominado “Los combatientes” son una facción radical de La Resistencia.
Durante la campaña electoral, las redes sociales han servido como plataforma de grupos extremistas para extender campañas de acoso y hostigamiento contra autoridades electorales, funcionarios, políticos, periodistas, artistas y otros miembros de la sociedad civil. Estos actos se acentuaron luego de que la candidata presidencial de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, habló de un presunto fraude, aunque sin evidencias.
La acusación fue replicada por grupos de políticos y seguidores de este partido, que luego realizaron plantones frente a los domicilios familiares del presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Salas Arenas; el jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto; y el fiscal del Caso Lava Jato, José Domingo Pérez, quien lidera la investigación penal contra Fujmori por lavado de activos. OjoPúblico identificó que las tres acciones fueron promovidos por simpatizantes de la lideresa de este partido.
A esto se sumó una campaña anónima en redes sociales, denominada “Chapa tu caviar”, en la que se promovió la búsqueda y difusión de los teléfonos y direcciones de políticos, actores, actrices, activistas, excongresistas y periodistas que se mostraron críticos a Fujimori. En los carteles se difunden sus fotografías y nombres junto al pedido de búsqueda de datos personales y la frase: “Hagamos que tengan que irse del país”.
El sábado 12 de junio la fiscal Lorena Villanueva, del Cuarto Despacho de la Fiscalía Especializada en Prevención del Delito, inició una investigación de oficio bajo el presunto delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de lesiones, debido a que la convocatoria podría incitar agresiones a los involucrados. Además, solicitó la intervención de la VII Región Policial de Lima para brindar medidas de protección a las víctimas.
ACOSO. El colectivo La Resistencia posa a pocos metros de la casa del presidente del JNE, a donde acudieron por noches consecutivas para realizar protestas.
Foto: La Resistencia.
La campaña de amedrentamiento en redes sociales continuó luego que la ONPE confirmó que al 100% de actas contabilizadas Pedro Castillo, de Perú Libre, superó a Fujimori. Al respecto, el ministro del Interior, José Elice, aseguró que la Policía Nacional intensificó el monitoreo de los casos de hostigamiento denunciados en Internet. "Habrá que encontrar a los responsables, estas cosas no pueden suceder. No se puede amenazar a nadie de esta manera", dijo en conferencia de prensa.
Asimismo, señaló que se brindará seguridad policial a los entes electorales hasta que termine la revisión de las actas. "La Policía está prestando el servicio de seguridad y protección a todos los órganos del sistema electoral y, cuando se han registrado amenazas contra altos funcionarios, algo que no debe existir, también se ha acudido inmediatamente a prestarles seguridad", explicó.
La campaña de amedrentamiento en redes sociales continuó luego que la ONPE alcanzó el 100% de actas contabilizadas".
En paralelo a esta campaña circularon carteles contra el director del diario La República, Gustavo Mohme, convocando un plantón frente a su domicilio bajo la consigna "No a la prensa mentirosa, corrupta y comunista". El hecho motivó que el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Jorge Canahuati, condenara este acto y expresara su temor a que la protesta derive en acciones violentas. "La señora Fujimori deberá hacerse responsable por una posible escalada de violencia", indicó.
El titular de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, consideró que este acoso contra medios y periodistas "desnuda la falta de vocación democrática de aquellos grupos o personas que se niegan a reconocer que la libertad de prensa y de expresión se nutre de la pluralidad y diversidad de criterios editoriales que tienen los medios".
Esta semana se sumó a la campaña de hostigamiento un ataque contra las periodistas Jacqueline Fowks y Paola Ugaz, corresponsales de los diarios españoles El País y ABC respectivamente. En el caso de Fowks, por ejemplo, se difundió una fotografía suya acompañada de un llamado a confrontarla en espacios públicos.
A través de un comunicado, la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP) denunció los actos de acoso y difamación. “La situación se ha agravado a límites ampliamente preocupantes en el contexto de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales”, indicaron. Los hechos también fueron alertados por el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión y la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP).
PROTESTAS. El año pasado, estos colectivos radicales concentraron sus esfuerzos en protestar contras las cuarentenas y defender el consumo del dióxido de cloro.
Foto: Facebook de activista de Los Combatientes.
Aunque aún no se ha identificado quiénes son los autores de estas acciones, los afiches han sido compartidos masivamente por cuentas de simpatizantes fujimoristas y miembros de La Resistencia, un colectivo vinculado a Fuerza Popular y que también apoyó la candidatura de Rafael López Aliaga en la primera vuelta. En las últimas semanas, este grupo ha tenido un rol especialmente activo en la convocatoria de marchas, plantones y campañas de desinformación.
Uno de los carteles que ha viralizado este grupo desde su cuenta de Facebook, por ejemplo, replica la acusación -sin sustento- sobre presuntas irregularidades en el proceso electoral, y busca captar a personas que reconozcan haber fraguado actas de votación. Incluso señalan que, de no hacerlo, podrían ser llevados a prisión.
El afiche puntualmente indica: "Si participaste de un fraude en mesa, corres el riesgo de ir a la cárcel. La investigación a nivel nacional los revelará tarde o temprano. Si lo declaras con pruebas, no se tomarán medidas en tu contra y se cuidará tu anonimato". No obstante, dicho mensaje no proviene de fuentes oficiales o gubernamentales.
Al pie del afiche se añade, además, un número de celular (975547383) para denunciar las presuntas irregularidades. Este pertenece al programa Primer Plano, conducido por Gonzalo Iwasaki en Willax, canal de televisión del grupo Wong que ha servido para expandir cadenas de desinformación durante esta campaña electoral.
Los Combatientes: facción extremista
Hay un segundo grupo que también está involucrado en las acciones de hostigamiento y desinformación en redes sociales: se hacen llamar Los Combatientes y son una facción radical de La Resistencia. En los primeros meses de 2020 sus integrantes promovieron plantones en los exteriores del penal Santa Mónica, pidiendo la libertad de Keiko Fujimori, que por aquel entonces cumplía prisión preventiva en el marco de las investigaciones por lavado de activos.
Ya durante el primer año de la pandemia, este colectivo organizó protestas contra las cuarentenas e impulsó el consumo del dióxido de cloro, un compuesto químico sin evidencia científica para tratar enfermedades y que es potencialmente peligroso para la salud. En las últimas semanas, asimismo, han reforzado su presencia en las movilizaciones a favor de Fujimori, alegando fraude y buscando desprestigiar a sus opositores y a los organismos electorales.
En sus intervenciones, los integrantes de esta agrupación muestran un discurso violento, visten polos negros con la frase “Fuera Castillo” y posan en fotografías con el brazo en alto, emulando el saludo fascista.
FACCIONES. Los integrantes de La Resistencia aparecen junto a los denominados Combatientes que portan una banderola contra el candidato Pedro Castillo.
Foto: La Resistencia.
Ellos fueron quienes protagonizaron, el pasado 11 de mayo, un altercado frente a la Casa del Maestro, en el cruce de las avenidas Washington y Paseo Colón del Centro de Lima, cuando Pedro Castillo se reunía con dirigentes de su partido. Los denominados Combatientes se acercaron a los simpatizantes de Perú Libre, golpearon a uno de ellos y les arrebataron sus banderolas, hasta que, finalmente, fueron dispersados por la Policía.
Este grupo también se dejó ver en el plantón realizado el 13 de mayo frente al Hotel Sheraton, reclamando por la supuesta visita de Pablo Iglesias (exsecretario general del partido español Podemos) al Perú con el objetivo de “asesorar a Pedro Castillo”. Un hecho que resultó falso. Además, el 15 de mayo asistieron al mitin de Fujimori frente al penal Santa Mónica, vistiendo polos con frases ofensivas hacia Castillo y grabaron un video respaldando a la candidata.
Su autodenominado líder es Roger Ayachi Soria, exprofesor de secundaria en la Unidad de Gestión Educativa Local 2 (UGEL), en el distrito de El Rímac. Luego de lo ocurrido en la Casa del Maestro, él posteó en su cuenta de Facebook que no tiene vínculos con el partido Fuerza Popular. Sin embargo, en redes sociales abundan imágenes suyas en eventos proselitistas de apoyo a Keiko Fujimori y su padre, desde antes de la primera vuelta electoral.
Ayachi aparece en videos quemando banderas rojas y liderando discursos violentos. Un ejemplo de ello se pudo evidenciar en la marcha del 9 de junio pasado, donde indicó que su colectivo saldrá a las calles a enfrentarse con quienes consideran comunistas. “Vamos a salir a las calles a ‘pecharlos’, vamos a salir a las calles a golpearlos, porque eso es lo que quieren”.
LÍDER. Roger Ayachi y los miembros de su colectivo hicieron un plantón frente al Sheraton, cuando creyeron que allí estaba hospedado Pablo Iglesias.
Foto: Captura de video de redes sociales.
Quien lo acompaña en la mayoría de las protestas y actos de incitación a la violencia es José Luis García Ganoza, un personaje que, desde hace casi una década, se ha infiltrado en diferentes actos políticos y del espectáculo, y que en la primera vuelta apoyó a Renovación Popular, partido que dirige Rafael López Aliaga.
Entre otros miembros del colectivo que han podido ser identificados en las redes sociales se encuentra Stefano Ferrigno Pisetsky, también simpatizante de Renovación Popular, y quien aparece en una publicación de Facebook con el saludo fascista en una foto subida por Roger Ayachi con la siguiente descripción: “Skinhead, anticomunista inmortal, proteger a la patria es su misión y la libertad su divisa”
Sanciones y efectos a largo plazo
Según el artículo 151-A del Código Penal, las acciones de acoso se sancionan hasta con cuatro años de cárcel, mientras que el delito de instigación señala la misma pena para el que induce a otro a cometer el delito. La norma castiga a quien “vigila, persigue, hostiga, asedia o busca establecer contacto o cercanía con una persona sin su consentimiento, de modo que pueda alterar el normal desarrollo de su vida cotidiana”.
Desde 2018, con el Decreto Legislativo 1410, se precisa que este delito también es sancionable cuando se desarrolla en entornos digitales, pues señala que “igual pena se aplica a quien realiza las mismas conductas valiéndose del uso de cualquier tecnología de la información o de la comunicación”. Además, en febrero entró en funcionamiento la Fiscalía Especializada en Ciberdelincuencia, que apoya a los magistrados en la indagación de los delitos informáticos.
El abogado penalista Ricardo Elías Puelles señaló que, en este caso particular, también cabe aplicar la Ley de Delitos Informáticos (Ley N° 30096) porque se está solicitando la búsqueda de datos personales. El artículo 6 de dicha norma señala que el tráfico de datos personales será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años.
Según el Código Penal las acciones de acoso e instigación se sancionan hasta con cuatro años de cárcel".
Para la politóloga de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Paula Távara, la intolerancia demostrada en esta última etapa del proceso electoral, tanto en manifestaciones públicas como en redes sociales, ha dañado los valores democráticos de la sociedad al no poder aceptar ideas divergentes. Revertir esto, en su opinión, tomará un largo proceso de reconciliación y reconstrucción ciudadana.
“Hay muchísima responsabilidad de los liderazgos políticos que no confrontan ideas, sino ataques y términos como “comunistas”, en el marco de una estrategia que no se centró en la reflexión, sino en mover fibras emocionales. Una mala retórica lleva al fanatismo y ese es el riesgo en el que nos encontramos ahora. Si a eso le sumamos fuertes cuotas de racismo y clasismo, se genera mayor posibilidad de agresividad”.
Távara refiere que los grupos extremistas existen en toda vertiente política, pero en esta campaña han encontrado un espacio donde consolidarse y sumar más adeptos, tal como ocurrió con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, en 2017. “Más allá de lo que pase con los comicios, estas facciones, a las que se miraba como pequeños grupos exaltados, van a empoderarse en espacios que no tenían. Ya lo hemos visto con grupos de extrema derecha en España y Estados Unidos”, añadió.