INVESTIGADOR. El sociólogo Francisco Durand realizó diversas investigaciones relacionadas al poder económico en el país.
Francisco Durand (1950) –Paco para sus amigos– fue un reconocido docente, sociólogo e investigador del poder económico en Perú. Es autor de una decena de libros que analizan el impacto y las relaciones de poder de los grupos empresariales en la política.
Destacan La república empresarial: neoliberalismo, emprendedurismo y desigualdad (2022), La captura del Estado en América Latina (2019), Odebrecht, la empresa que capturaba gobiernos (2018), Perú: élites del poder y captura política (2017), Los doce apóstoles de la economía peruana (2017), Una mirada social a los grupos de poder limeños y provincianos (2017), La mano invisible en el estado (2004), entre otros.
El pasado 1 de febrero falleció en San Antonio, Texas, Estados Unidos. A fines de diciembre del año pasado concedió esta última entrevista a OjoPúblico como parte de un reportaje sobre la concentración de mercados en el Perú y que ahora publicamos en su integridad.
Usted realizó un estudio en el 2017 denominado Mercados concentrados: ¿falla el mercado y falla el Estado?, ¿qué tanto ha variado el panorama a la fecha?
Hace 5 años yo ya había detectado muy altos niveles de concentración económica y de dominio de mercado en una serie de sectores y productos de servicios públicos o de primera necesidad. Porque una cosa es que una empresa pueda producir el 80% del ketchup, y otra que produzca el 70% u 80% de harina, fideos o del aceite de cocina, para referirnos al caso de Alicorp.
En ese periodo ya se notaba una tendencia a la hiperconcentración, y básicamente esta situación se mantiene, o incluso, se ha acentuado porque poco después de hacer ese informe, el grupo de Rodríguez Pastor (Intercorp) adquirió una serie de cadenas de farmacia y, por lo tanto, también tuvo posición de dominio de mercado, luego vino el Covid-19, y estalló el caso del manejo de los precios de la medicina. También apareció el caso del oxígeno, que era un caso más pequeño, pero en la emergencia sanitaria resultó increíble que dos empresas manejaran la mayor parte de la producción de oxígeno en un momento de necesidad extrema.
Entonces varios factores han hecho que haya una mayor sensibilidad social y política respecto a la concentración. Y obviamente a nivel internacional, en la medida en que Perú intenta ser parte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), este organismo siempre ha señalado que [en el país] hay poca competencia. En América Latina hay mercados muy concentrados, como es Perú, Chile y Colombia, que hacen que haya menos competencia. Porque hay gigantes en el mercado que se han posicionado con mucha fuerza, y a más concentración menos competencia.
En la pandemia resultó increíble que dos empresas manejaran la mayor parte de la producción de oxígeno.
Precisamente, la OCDE resalta que Perú es uno de los países más concentrados, pero también lo menciona a la par con Chile y Colombia. Si estos países tienen también mercados concentrados, ¿qué de diferente han hecho para adherirse a la OCDE y Perú no?
Es que la OCDE hace unos informes que señalan una serie de brechas que deben ser reducidas o cerradas. Y las brechas en Perú, comparadas con Chile y Colombia, son mucho mayores. La brecha de competencia es una de ellas. Pero hay muchas otras en materia social y eso hace que –dada la debilidad del Estado–, hay un mal funcionamiento en la parte social de los servicios públicos en educación y salud.
Países como Chile y Colombia que han ingresado [a la OCDE] tienen estados más eficientes, organismos reguladores más fuertes, menos informalidad y más capacidad estatal e institucional para atacar los principales problemas que tienen.
¿A qué se debe esta concentración de mercados en Perú?
Desde 1990 hay una política de Estado nunca discutida abiertamente donde la primera prioridad es fomentar las inversiones. Y eso se refiere fundamentalmente no tanto a las Mypes sino a las grandes inversiones en los megaproyectos, y la política del Estado ha sido dar facilidades, incluso dar regímenes [tributarios] extraordinarios. Eso también está de algún modo vinculado al capítulo económico de la Constitución, donde lo que se prohíbe son las prácticas monopólicas de dominio de mercado, pero no propiamente el monopolio.
En el caso de la cerveza, que es un producto de consumo popular, hay un monopolio, y nunca se dijo nada ni hubo un intento de revisar ese caso y decirle a Backus que vamos a hacer como en otros países y que debe vender una parte de sus empresas (marcas) para que haya al menos un poco más de competencia.
Esta “protección constitucional” estuvo desde los años 90 y se extendió hasta unos cinco años, cuando se aprobó una ley de fusiones. Pero ya era muy tarde en comparación a Chile y Colombia. Ya la economía estaba fuertemente concentrada y el Perú todavía no ha logrado tener en Indecopi una unidad que vigile este tema y que sea más proactiva en materia de asegurar los niveles de competencia.
Los mercados ya están concentrados y la ley de fusiones no es retroactiva, pero ¿qué se puede hacer ahora para desconcentrar esos mercados y fomentar más competencia?
Bueno, depende de qué iniciativas haya en materia de legislación. Por ejemplo, puede haber una ley antimonopolio –que algunos países ya han adoptado– y puede haber fortalecimiento regulatorio. Son dos campos a los cuales se puede avanzar, pero eso dependerá del Congreso y el Ejecutivo.
Lo interesante del caso es que la opinión pública es mucho más consciente ahora del impacto de los monopolios, del dominio de mercado, del abuso que se ha generado, incentivada en parte por la pandemia. Hay casos extremos, como el de leche Gloria, que vendía una leche que no era evaporada y que durante años se negó a reconocer que era una leche recombinada. Hay una serie de casos que han sensibilizado a la opinión pública en el área de la venta de medicamentos de farmacias, en el oxígeno, en el área de lácteos, y otros. Yo creo que la opinión pública, está más sensibilizada al tema de los monopolios y la concentración de mercados, lo que falta es iniciativa política.
Chile y Colombia, que han ingresado [a la OCDE] tienen organismos reguladores más fuertes.
La ley de control previo de fusiones o llamada ley antimonopolio fue un principal paso para evitar futuras concentraciones empresariales, pero ¿ahora solo queda regularlos o qué más se puede hacer?
No hay propiamente una ley de antimonopolio porque la Constitución no dice que se pueda prohibir los monopolios. La llaman así, pero en realidad es una ley de fusiones en el que digamos, si se van a fusionar dos gigantes, el Estado tiene que aprobar para asegurar que haya competencia. Lo cual está bien, pero llegó muy tarde y muy débil. Yo pienso que podría darse un paso más claro con que se prohíban los monopolios privados.
¿O sea sí es viable controlar los monopolios en los mercados ya concentrados?
Yo pienso que es un tema que hay que discutir en medios, universidades y organizaciones, y analizar la actual legislación y la práctica burocrática de regulación, y ver si es o no suficiente y qué medidas se deben tomar. Si la OCDE está llamando la atención en ese informe reciente es porque este problema no se ha resuelto.
¿Cuál es el impacto principal de un mercado concentrado en la población?
Básicamente es el manejo de los precios, que de pronto pueden saltar y uno no sabe bien a qué se debe el alza. Durante las recientes medidas inflacionarias, por ejemplo, surgió el precio de la gasolina porque también hay mucha concentración en el caso de grifos, que están principalmente en manos de dos empresas: Repsol y Primax.
Yo creo que a medida que pasa el tiempo, estos casos se van a repetir, va a haber mayor preocupación ciudadana y yo tengo la esperanza que esto genere un movimiento en favor de una mejor regulación y una mayor competitividad siguiendo las recomendaciones que está proponiendo la OCDE.
Tengo la esperanza de que haya un movimiento en favor de una mayor competitividad.
Si bien es cierto el precio de los combustibles subió, pero luego tuvo una baja consecutiva y los grifos no trasladaron esa reducción. Eso sucede en varios mercados, por ejemplo, en los bancos en la pandemia, el BCR redujo la tasa de referencia, pero los bancos se demoraron reducir las tasas de los créditos, ¿esto también es un efecto de mercados concentrados en los que las empresas deciden porque igual ven demanda o necesidad de la población?
Claro, ellos manejan los precios y si hay un cambio de precios en el mercado internacional es discreción de estas grandes empresas en qué momento comienzan a bajarlos y cuánto lo bajan.
En el caso de los servicios financieros, el Perú tiene un sector financiero muy moderno, pero también concentrado en cuatro bancos. Entonces ahí hay una serie de recargos y una situación donde los bancos y las empresas que dan créditos, como de consumo en Falabella o Ripley con muy altas tasas de interés y con muchos recargos. Y eso va contra el consumidor, que tiene que gastar más en pagar esos servicios financieros o tiene multas y moras muy fuertes, y uno se hace la pregunta ¿dónde está la SBS?, ¿cuál es su rol: fomentar las grandes inversiones financieras o defender los derechos del usuario?
Algo similar ocurre en telefonía, que está muy concentrado. Cuando uno va a las oficinas de esas empresas, ve a la gente reclamar, la gente está indignada por los recargos; yo creo que todo el sistema de recargos de empresas de servicios financieros y de telefonía también requiere ser revisado porque hay excesiva libertad de las empresas en subir, bajar o inventar nuevos recargos. De eso hay muchísimo, es un área de mucha queja en Indecopi.
En base a su investigación que revisó mercado a mercado, ¿cuáles que son los que destaca como los más concentrados y que impactan más en el consumidor?
El sector financiero, alimentos, telefonía, venta de medicamentos y servicios médicos privados. Las clínicas ponen precios a voluntad y tienen un cliente atado a la angustia de comprar los remedios, ahí también hay un área que es para el sector privado, pero también afecta a la clase media o cualquier persona que tenga una experiencia así. Yo creo que esos son los sectores más concentrados y con mayor impacto. Y en la parte de lácteos hay también el problema de la compra de leche a los agricultores, donde la empresa se enriquece y el ganadero se empobrece.