El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Francisco Távara -quien en última instancia analizará las acusaciones contra César Acuña por presuntas falsedades en su domicilio de residencia y en el grado académico que consignó en su hoja de vida, así como por la propaganda electoral indebida de su partido- mantuvo desde mediados de los '90 una estrecha relación con la universidad César Vallejo (UCV), de propiedad del hoy candidato presidencial.
Ojo-Publico.com conoció que los nexos de Távara con el centro de estudios se prolongaron hasta después de su elección como presidente del JNE en el 2012. Desde ese año hasta el 2014, fue miembro del Consejo Consultivo de la revista de la Facultad de Derecho de dicha entidad. En aquella época el órgano electoral examinaba un caso relacionado al financiamiento del partido de Acuña en la campaña presidencial que empezó en el 2010. La etapa inicial de esta relación empezó en 1996 y se extendió hasta el 2003, cuando Távara ya era integrante de la Corte Suprema.
Távara -quien nació en Piura y se desempeñó como juez, abogado y notario en La Libertad- fue contratado por la UCV de Trujillo como profesor del curso Legislación Empresarial en 1996 y continuó ligado a la universidad como ponente hasta 1997, revela el documento que él mismo presentó hace una década para competir en la elección de presidente de la Corte Suprema. En el 2001, año de su elección como vocal de la Corte Suprema, fue contratado de nuevo, pero como profesor asociado de Derecho Notarial.
La relación siguió dos años después. En el 2003, siendo jefe de la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) en Lima, fue distinguido como profesor honorario de esta institución en una ceremonia encabezada por Acuña y legalizada con la Resolución Rectoral N° 804-2003/UCV. Aquella fue la primera distinción, quizá la menos conocida hasta ahora.
HOJA DE VIDA. En el currículum que presentó Francisco Távara en el Poder Judicial aparece su historial como docente en la Universidad Vallejo. Aquí su hoja de vida.
Tres años después, en el 2008, Acuña volvió a condecorar a Távara, pero como Doctor Honoris Causa. A ese evento pertenecen las fotos del archivo del Poder Judicial que se difunden desde diciembre del año pasado. Por aquellos días se conoció que la hija de Távara había trabajado como jefa de Imagen Institucional de la Universidad Autónoma del Perú, otra de las empresas de Acuña. Debido a estos hechos, el titular del JNE fue denunciado ante el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) por inconducta personal y profesional. El proceso sigue en trámite.
CONFLICTO DE INTERÉS
La relación entre Távara y la entidad académica se mantuvo hasta el 2012, cuando el primero asumió como presidente del JNE. La edición de ese año de la revista de la Facultad de Derecho de la UCV en Trujillo lo muestra como integrante de su Consejo Consultivo, título que mantuvo hasta el 2014. Una carta enviada por el mismo Távara a dicha entidad así lo confirma. El documento, un carta membretada con el logo oficial del JNE, esta fechada el 6 de febrero del 2013 y dirigida al decano de la filial de Trujillo, Roberto Palacios Bran.
"Me siento muy complacido al ver el resultado de este material; y más aún por formar parte del Consejo Consultivo de la Revista", dice la misiva. Según los documentos revisados para este artículo, el también expresidente del Poder Judicial fue parte de la revista hasta el 2014. Es decir, durante sus dos primeros años como titular del JNE y presidente del pleno que resuelve apelaciones en la inscripción de candidatos presidenciales, tachas y fallos de los Jurados Electorales Especiales y de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
AGRADECIDO. El 2013 Francisco Távara envió una carta a la UCV donde confirma su vínculo con esta institución a través de la revista de la Facultad de Derecho.
En ese periodo el JNE de Távara revisó y falló en uno de las casos más polémicos contra el partido de Acuña: la multa de S/.9 millones impuesta a Alianza para el Progreso por superar el tope de aportes permitidos por la Ley de Partidos Políticos en las elecciones presidenciales del 2011. Aquel año, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) sancionó a dicha organización, pero el castigo llegó al JNE y atravesó diferentes apelaciones, nulidades y trabas que impidieron su aplicación durante cuatro largos años.
El fallo final del JNE se conoció en enero del 2015. El pleno, presidido por Távara en última instancia, decidió rebajar la multa contra el partido de Acuña de S/.9 millones a S/.2 millones.
APORTES ILEGALES E IMPUNIDAD
Esta historia empezó en julio del 2011, cuando la ONPE detectó que Alianza para el Progreso recibió tres aportes irregulares de la UCV durante la campaña del 2010. Según la supervisión que efectuaron, dos de ellas eran donaciones en efectivo y en especies que sumaban 442 mil soles, más del doble del límite permitido para un solo aportante, por lo que se le sancionó -como indica la ley- con una multa equivalente a diez veces el monto excedido, es decir, S/. 2’267.774. La tercera donación quedó en investigación en la ONPE.
La multa llegó al JNE y fue finalmente apelada ante Távara y el pleno de la institución. Sin embargo, esta instancia decidió anular todo lo actuado hasta que la ONPE cuantificara y sumara el tercer aporte en cuestión. Cuando la oficina electoral cumplió la orden y estableció que la multa conjunta ascendía a S/.9’395.440, el JNE la acusó de vulnerar las garantías del debido proceso porque la nueva sanción era mayor que la primera. El procurador de la ONPE, Manuel Cabrera Chueca, rebatió el expediente 01169-JNE por incongruente y se ratificó en la sanción contra el partido de Acuña.
MULTA ATENUADA. La ONPE apeló los fallos que entre el 2012 y 2014 emitió el JNE bloqueando la multa que le correspondía a Alianza para el Progreso por aportes irregulares.
Los partidarios de Acuña reaccionaron indignados. “Nos quieren desaparecer del mundo de la política. No existe otra forma de interpretar ese millonario fallo. No vamos a pagar ese dinero y, por eso, hemos apelado por tercera vez ante el JNE”, dijo Luis Iberico en setiembre del 2013, cuando ya era vicepresidente del Congreso.
Y así lo hicieron. El reclamo cayó nuevamente en el pleno de Távara. Esta vez el JNE culpó a la ONPE por extender el procedimiento administrativo “por un periodo que excede los límites que imponen la razonabilidad y proporcionalidad”, como consta en la resolución 0554-2014. No solo eso, contradiciendo a la ley de partidos políticos, el JNE consideró que el tope de la multa que merecía el partido “ya se encontraba en la primera sanción impuesta”, es decir, en la sanción rebajada a 2 millones de soles.
El fallo definitivo fue notificado a las partes en enero del 2015, pero Acuña se negó a pagar los 2 millones de soles y recurrió al Poder Judicial. La sanción sigue impune.
“No hay ninguna razón ni motivo que pueda limitar mi imparcialidad, mi autonomía e independencia con ningún partido político", dijo el titular del JNE cuando los medios de comunicación le preguntaron por el honoris causa recibido de manos de Acuña en el 2010. Ojo-Público.com se comunicó por teléfono con el JNE para entrevistar a Távara sobre su relación con la UCV desde los 90, pero no fue posible acceder a él. Sus asesores de prensa se limitaron a decir que el juez supremo solo ha mantenido vínculos con el centro de estudios por temas de docencia.