SEGUIMIENTO. Miguel Arévalo fotografiado en el aeropuerto Jorge Chávez el 2004 durante una operación de seguimiento mientras ingresaba al Perú desde EE.UU./Ojo-Publico.com
El peruano Miguel Arévalo Ramírez, acusado por narcotráfico en investigaciones de la Dirección de la Policía Antidrogas de Perú (Dirandro), pidió a OjoPúblico que retire de Internet los reportajes que informaron de las pesquisas secretas realizadas en su contra por un equipo conjunto de policía nacionales y de la DEA durante los últimos años.
Arévalo Ramírez -expropietario de una aerolínea que operaba en Centroamérica y pariente del alcalde de Tocache, David Bazán Arévalo, investigado por delito de terrorismo- envío una carta notarial a esta redacción basando su pedido en la Ley de Protección de Datos Personales y en los fallos emitidos por la Dirección General de Protección de Datos Personales, uno de ellos contra Google, en la gestión del abogado José Quiroga León.
En la carta, el remitente busca que OjoPúblico “proceda a retirar, eliminar y excluir mis datos personales ‘Miguel Arévalo Ramírez’ o ‘Miguel Arévalo’ de los índices o sitios indexados, enlaces y páginas capturadas en www.ojo-publico.com y redes sociales, las que son consideradas una base de datos; así como realizar los procedimientos necesarios que imposibiliten el acceso futuro a mis datos personales… e imagen de mi persona en su buscador”.
La investigación de OjoPúblico está basada en información oficial de organismos antidrogas de EE.UU. y Perú.
En la misiva de nueve páginas -que reproducimos en su totalidad- Arévalo afirma que en “dichas noticias se menciona mi nombre y apellidos personales y se difunde mi imagen personal a su libre albedrío con calificativos lesivos”. Además indica que las investigaciones autorizadas por el Ministerio Público en su contra han sido archivadas.
CARTA. La misiva notarial de Miguel Arévalo Ramírez que llegó a nuestra redacción.
“Solicito que se retiren y eliminen… [las] publicaciones… que me sindiquen como narcotraficante, en la medida que han sido las mismas autoridades competentes [las que] han determinado que no estoy involucrado en dichos ilícitos penales”, dice Arévalo, quien se identifica como ciudadano norteamericano de tránsito por Lima.
OjoPúblico informó entre mayo y junio pasado sobre las investigaciones que realizó la DEA contra Arévalo por sus vínculos con el narcotráfico, caso que involucró al empresario educativo Fidel Ramírez y a su sobrino, el excongresista Joaquín Ramírez.
Estas pesquisas periodísticas -basadas en reportes de la Dirandro, declaraciones de narcotraficantes confesos, documentos de la DEA y otros órganos policiales de EE.UU.- se suman a una larga saga de publicaciones de la prensa peruana que, desde por lo menos el 2006, vinculan a Arévalo Ramírez con poderosas organizaciones delictivas que nacieron en Tocache en los años 80.
Quizá por ello, la carta notarial también cuestiona las investigaciones de los periodistas peruanos Miguel Ramírez (exeditor de la Unidad de Investigación de El Comercio), Edmundo Cruz (ex La República), Cecilia Valenzuela (WillaxTv) y al colombiano Gerardo Reyes (exMiami Herald y hoy en Univisión) por vincularlo con el narcotráfico internacional. Estos antecedentes también han hecho eco en El Comercio y Caretas.
“Ejerciendo mi derecho al olvido exijo el respeto del mismo, dejando en claro que mediante Resolución 045-2015-JUS/DPDP y Resolución 026-2015-JUS/DGDP, la Dirección General de Protección de Datos Personales ha sancionado a Google por actos iguales al presente, ello sin dejar de lado que accionaré en la vía penal y civil”, dice la carta.
“Ejerciendo mi derecho al olvido exijo el respeto del mismo", dice Arévalo Ramírez.
La última persona que utilizó la ley de protección de datos personales, para solicitar que se retire de Internet las investigaciones de este medio, fue el expresidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein. La Dirección General de Protección de Datos Personales rechazó la demanda.
OjoPúblico -que no es una base de datos sino un medio digital de periodismo de investigación- no buscó desprestigiar a Arévalo sino informar a la opinión pública sobre documentos oficiales de entidades de Perú y EE.UU. que revelan un hecho de máxima importancia para la lucha antidrogas de nuestro país, convertido en los últimos años en el mayor productor de hoja de coca del mundo y en uno de los principales exportadores de cocaína.