ALERTA. Temperaturas y radiación extrema superan récords nacionales.
*Con colaboración de Rosa Chávez Yacila
Hace un par de semanas, Gabino Miranda, de 78 años, tomó el paraguas que tenía acumulando polvo en su casa y lo empacó junto a su máquina de escribir, para llevarlos a su trabajo. Desde hace 30 años, tipea documentos en una banca de la Plaza de Armas de la ciudad de Arequipa. Mientras sostiene el paraguas —que ahora hace de sombrilla— con la mano izquierda, escribe con la derecha.
Es mediodía, la radiación se encuentra en un nivel extremo y la temperatura llegó a los 27°C. “Pese a la sombrilla y que estoy usando sombrero, siento demasiado calor, estoy sudando”, cuenta a OjoPúblico.
En febrero, la temperatura en esta región del sur del país suele ser menor a los 22 °C. Pero este 2024 se han registrado valores que sobrepasan esa medida por mucho. Según el registro del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), el pasado 26 de enero, se alcanzó una temperatura de 31,6 °C en la estación de Cháparra, superando el récord histórico de 31,2 °C, de 2014.
Gabino tiene las manos y el rostro bronceados por la constante exposición al sol. Le resulta incómodo escribir mientras agarra la sombrilla. Por eso, nunca antes la utilizó. Hasta hace unas semanas, solo se protegía con su sombrero y una prenda de manga larga. Sin embargo, cree que este es uno de los años más calurosos que le ha tocado soportar.
Su percepción no es errónea. Según registros del Senamhi, el primer mes de 2024 se situó como el tercer enero más cálido del histórico nacional. Además, el pasado 6 de febrero fue el día más caluroso del año en varias partes del país.
En la zona oeste de Lima se alcanzó una temperatura de 32,3 °C, un valor que no se registraba en la capital peruana desde 1982, año en el que ocurrió el fenómeno de El Niño. El mismo día, en los distritos limeños de Jesús María y Ancón, se reportaron temperaturas máximas de 33,7 °C y 35,1 °C, respectivamente. En ambos casos son las más altas en lo que va del verano para estos lugares.
En las regiones amazónicas, mientras tanto, se han registrado valores por encima de los 35°C. Lo mismo ocurre en la costa norte, donde hubo temperaturas máximas de hasta 38°C, para el caso de Piura.
A estos picos térmicos se han sumado olas de calor diurno y nocturno —periodos consecutivos inusualmente calurosos—, que se extendieron hasta por 22 días continuos y ya han generado la muerte de, al menos, una persona en Ica, en lo que va del 2024.
Las olas de calor se han extendido en buena parte de América del Sur: Chile, Brasil y Argentina, por ejemplo, también han reportado picos térmicos y olas de calor.
Estos eventos se enmarcan en la ocurrencia del fenómeno El Niño, que empezó a subir la temperatura de las aguas del Pacífico frente a las costas de Perú y Ecuador (zona denominada 1+2), desde el verano de 2023.
El primer mes de 2024 se situó como el tercer enero más cálido del histórico nacional".
Al inicio, la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) informó que, para el verano, había un 58% de probabilidades de que el mismo tuviera una magnitud moderada y un 25% de que fuera fuerte. Sin embargo, estas previsiones se fueron actualizando.
Así, en enero de 2024, la comisión detalló que existía un 54% de probabilidades de que la condición de El Niño costero sea cálida débil en febrero. Hacia marzo y abril, agregaron, se espera una transición a condiciones neutras, aunque es más probable que esto ocurra en mayo.
¿Si estos pronósticos se han actualizado, por qué se registran récords de temperaturas? ¿Qué otros factores han entrado en juego? ¿Las olas de calor se extenderán hasta los próximos meses? OjoPúblico conversó con meteorólogos, investigadores y médicos para responder estas y otras interrogantes.
¿Por qué, si la magnitud de El Niño costero descendió, las temperaturas son extremas?
Para medir la magnitud de este fenómeno climático, la Enfen utiliza el Índice Costero El Niño (ICEN). Este parámetro se calcula como la media de tres meses consecutivos de anomalías en la temperatura superficial del mar, con respecto al promedio histórico. Es decir, estiman cuánto se calienta el mar sobre su medida normal.
Si la anomalía se encuentra entre 0,4 y 1,0 grados, El Niño es débil. En cambio, si la desviación se ubica entre 1,0 y 1,7 grados, se considera que el fenómeno será moderado. Y, por último, si la anomalía oscila entre 1,7 y 3,0 grados, se trata de una magnitud fuerte.
En El Niño vigente, los rangos de las anomalías han ido descendiendo. Sin embargo, esto no significa que la temperatura del mar haya regresado a su rango normal.
Esto se puede observar, por ejemplo, en el último reporte del Enfen: en noviembre de 2023, la temperatura superficial del mar era de 23,73 grados, con una anomalía de 2,08 grados. Dos meses después, en enero de este año, la temperatura fue de 25,4 grados, con una anomalía de 0,8 grados en relación al promedio.
Este descenso en las anomalías no se ha dado en otras áreas del océano. En la zona central (denominada 3.4), por ejemplo, las aguas se mantienen calientes, según el último reporte emitido por el Centro de Predicciones Climáticas de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés).
Se pronostica que las temperaturas en esta parte del mar desciendan entre abril y junio, con una probabilidad del 55% de que, luego, se desarrolle el fenómeno de La Niña, que enfría el océano.
¿Cómo afecta la temperatura del mar al clima del continente?
Para entender el efecto de la temperatura del océano sobre el continente, el meteorólogo y catedrático de la Universidad Nacional Agraria La Molina, Alexis Ibáñez Blancas propone pensar en el océano como si fuera una gran tetera con agua caliente.
"Si dejamos este recipiente en un sitio, la temperatura bajará porque la energía almacenada se transferirá hacia su entorno, hasta alcanzar el equilibrio. De la misma forma, el océano caliente transmite su energía para alcanzar un equilibrio, y eso genera que se eleve la temperatura del continente", explica.
El mar frente a las costas de Perú y Ecuador empezó a calentarse en el primer trimestre de 2023, dando inicio a El Niño costero. En el caso de la zona del Pacífico central, este proceso empezó en el segundo trimestre de 2023, lo que implicó el desarrollo de El Niño global. En otras palabras, a lo largo de los últimos meses, el océano almacenó una energía que, ahora, está liberando.
VARIACIONES. Temperaturas del mar influyen en la temperatura del continente.
Foto: Andina
"Al estar bien caliente, [el mar] transmite esa energía a la atmósfera y al continente de tres formas: el calor que almacena el suelo, el calor que calienta el aire y el calor que hace que el agua cambie de estado de líquido a vapor [humedad]. Son millones de metros cúbicos de agua caliente que tienen toda esa energía almacenada", detalla el especialista.
El proceso de calentamiento y enfriamiento de estas aguas es muy lento. Por eso, aunque la temperatura del mar empiece a descender, sus efectos continúan. Además, enfatiza Ibáñez Blancas, es complejo determinar el efecto que el calor proveniente del mar producirá en el continente.
“En la zona que se llama 1+2 es muy difícil predecir cuál va a ser el comportamiento, por el límite natural [que hay con el continente] y, además, porque en esta [zona] también se produce el contacto con el agua fría, que viene de la zona de la Antártida”, cuenta.
Rosario Julca Bocanegra, especialista en meteorología del Senamhi recordó, por ejemplo, que El Niño costero moderado o fuerte suele generar lluvias intensas. “Ahora, como estamos hablando, por así decirlo, de El Niño débil, el impacto se ha tenido en la temperatura del aire, que está provocando un verano más caluroso”, explicó.
La temperatura del océano es uno de los principales reguladores del clima de la tierra. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés) señaló que más del 90% del calentamiento que ha ocurrido en la Tierra durante los últimos 50 años se ha producido en el océano.
La temperatura del océano es uno de los principales reguladores del clima de la tierra".
Estudios recientes han estimado que el calentamiento de la parte superior de los océanos representa alrededor del 64% del aumento total en la cantidad de calor almacenado en el sistema climático entre 1971 y 2010.
Además, este calentamiento entre los 700 y 2.000 metros probablemente contribuyó con alrededor del 30% del aumento total de calor en el océano global entre 1957 y 2009. Se calcula que el océano almacena aproximadamente el 91% del exceso de energía térmica atrapado en la Tierra por los gases de efecto invernadero.
El Servicio de Cambio Climático Copernicus, de la Unión Europea, informó que la temperatura media global de la superficie del mar, en enero de 2024, alcanzó los 20,97 °C, un récord para este mes, y el segundo valor más alto para cualquier mes, solo por detrás de agosto de 2023, que registró una temperatura de 20,98 °C en la superficie.
¿Cuál es el efecto de la crisis climática en el incremento de temperaturas?
Además de El Niño, hay otros factores que contribuyen al incremento de las temperaturas, como la crisis climática. El 2023 fue el año más cálido registrado, según el análisis de la NASA.
Las temperaturas globales estuvieron alrededor de 1,2 °C por encima del promedio del periodo de referencia utilizado por la entidad, que comprende de 1951 a 1980. En el hemisferio norte, también se vivieron intensas olas de calor durante el verano de 2023.
El Servicio de Cambio Climático Copernicus informó que, este 2024, el mundo tuvo el enero más cálido registrado de la historia. Además, la temperatura media mundial de los últimos 12 meses (febrero de 2023 – enero de 2024) es la más alta desde 1850.
“El informe de la temperatura global de la NASA y la NOAA confirma lo que miles de millones de personas alrededor del mundo experimentaron el año pasado: estamos frente a una crisis climática”, dijo Bill Nelson, administrador de la NASA.
SITUACIÓN GLOBAL. Temperatura del océano Pacífico en el mes de enero de 2024.
Imagen: NOAA
Gavin Schmidt, subdirector del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA (GISS, por su sigla en inglés), afirmó que este calentamiento excepcional es algo que no se ha visto en la historia de la humanidad y que se debe, principalmente, a los altos valores de emisiones de combustibles fósiles.
Este incremento de la temperatura, provocado por la crisis climática, tiene impactos en los efectos de El Niño. "Lo que estamos apreciando es que, cuando ocurre El Niño, el efecto del calentamiento global exacerba sus picos. No es que el cambio climático esté acoplado a El Niño, sino que el cambio climático lo que hace es aumentar su efecto", explica Ibáñez Blancas en conversación con OjoPúblico.
El Anticiclón del Pacífico Sur y sus efectos
El Senamhi define al Anticiclón del Pacífico Sur (APS) como un sistema de alta presión ubicado en el océano Pacífico, que condiciona el clima de la costa de Sudamérica. Gira en forma antihoraria y enfría las aguas.
En enero de este año —cuenta Grinia Ávalos Roldán, subdirectora de predicción climática del Senamhi— el APS tomó una posición más austral, que propició el ingreso de vientos cálidos del norte.
Por estas particularidades, el servicio meteorológico nacional advirtió que diversas ciudades del Perú presentarán temperaturas diurnas y nocturnas por encima de sus valores normales durante febrero, marzo y abril.
En el caso de la Amazonía, la subdirectora de predicción climática del Senamhi detalla que el incremento de las temperaturas es provocado por el ingreso de vientos del este, que son más húmedos y cálidos.
¿Qué son las olas de calor y qué predicciones se tienen para el resto del verano?
Uno de los principales efectos del calentamiento del océano es la ocurrencia de olas de calor. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) señala que este fenómeno puede definirse como un período en el que se acumula un exceso de calor local durante una secuencia de días y noches inusualmente calurosos.
El Senamhi, por su parte, establece que una ola de calor se da cuando se presenta el incremento anormal de las temperaturas por un periodo mínimo de tres días consecutivos. Grinia Ávalos Roldán precisa que estas temperaturas, tanto diurnas como nocturnas, deben sobrepasar el registro histórico con el que cuenta la institución, denominado percentil 95.
"Digamos que, hoy día, [en determinado lugar] podemos registrar 27 °C, que es lo normal para la temporada. Pero si llegamos a los 30 °C, estos valores se encasillan dentro de todo el histórico. Cuando ya superan el percentil 95 [que excede todos los valores, excepto el 5% superior] por tres días consecutivos, eso es una ola de calor". Estas últimas, remarca, son más peligrosas para la salud que un solo día con temperatura extrema.
INTENSIDAD. Olas de calor en el país se registran con mayor magnitud que en enero de 2023.
Foto: Andina
En Perú, las olas de calor se han presentado desde el año pasado. En 2023, por ejemplo, se registró una en Lima, que duró 100 días. Además, en lo que va del 2024, se han emitido cuatro avisos meteorológicos preventivos de eventos severos relacionados con el aumento de temperaturas.
El último de ellos, para la selva, estuvo vigente desde el 8 hasta el 10 de febrero, con temperaturas diurnas por encima de los 35 °C, y un incremento de la radiación ultravioleta (UV).
El registro de Senamhi de este año indica que, desde el 1 de enero hasta el 24 del mismo mes, 99 localidades del país fueron afectadas por olas de calor diurnas. En la costa, el distrito de Calana, en Tacna, soportó una ola que duró 19 días, con una temperatura promedio de 30,8 °C.
En la sierra, la isla de Taquile, en Puno, tuvo una ola que se prolongó por 22 días, con una temperatura promedio de 20,4 °C. Y, en la selva, el distrito de San Pablo, en San Martín, soportó una ola de calor de cuatro días, con una temperatura media de 37,6 °C.
Según los pronósticos del servicio meteorológico, en febrero, marzo y abril, todavía se presentarán temperaturas por encima de lo normal en todo el país, a excepción de la costa sur.
Rosario Julca Bocanegra, del Senamhi, precisó que no hay pronósticos que señalen que, durante las siguientes semanas, se pueda llegar a temperaturas de 40 °C en Lima o cualquier otra parte del país, como se difundió erróneamente en los últimos días.
En cuanto a las lluvias, las previsiones están dentro de los rangos normales en el norte del país. Para el sur, por debajo de lo normal; y, en la Amazonía, se esperan más precipitaciones de lo habitual.
¿Qué es la sensación térmica?
El Senamhi indica que la combinación de la temperatura del aire con otras variables atmosféricas, como el viento y la humedad, alteran la percepción humana de la temperatura. Por ello, también se habla de sensación térmica.
"Cuando tenemos bajas temperaturas, la sensación térmica es de más frío, si hay viento. Con altas temperaturas, la presencia de humedad relativa alta, incrementa la sensación térmica de calor", detalla la definición de este fenómeno.
Grinia Ávalos Roldán explica que, en enero, por ejemplo, ingresaron vientos cálidos de la zona septentrional al norte del país. "Los termómetros han estado registrando 35 °C o 36 °C, pero la sensación térmica, fácilmente, puede ser de 39 °C".
¿Qué son las Islas de Calor Urbanas?
El 20 de abril de 2018, a las 9 a.m., los termómetros de la estación meteorológica del Senamhi, en el distrito de La Molina, marcaban una temperatura de 26,2°C. El mismo día, a la misma hora, en la estación Antonio Raimondi, ubicada en el distrito de Ancón, se registró una temperatura de 17,7 °C. La diferencia de valores entre ambos distritos de Lima ejemplifica lo que es una Isla de Calor Urbana (ICU).
Según el estudio de determinación de la intensidad de ICU en la provincia de Lima, elaborado por Senamhi y la Municipalidad Metropolitana de Lima en 2022, una isla de calor está caracterizada por el aumento de la temperatura del aire en el entorno urbano, en comparación con las áreas circundantes menos urbanizadas o rurales.
Este fenómeno es generado por una combinación de factores. Entre ellos, los naturales, como factores meteorológicos, y otros artificiales, como el diseño urbano. Teniendo en cuenta esto, el estudio midió las temperaturas de seis estaciones meteorológicas de distritos urbanos y rurales de Lima, entre 2018 y 2020.
Adriana Urrutia Pozzi-Escot, investigadora del Laboratorio de Innovación en Salud (InnovaLab) del Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humboldt, de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, explica que, a estos puntos, se les llama isla porque la temperatura no se distribuye de forma igual que en el resto de la ciudad.
MITIGACIÓN. Diseño de las ciudades puede incrementar o disminuir efectos del calor.
Foto: Senmahi
En setiembre pasado, InnovaLab publicó la investigación Exposición desproporcionada a islas de calor urbano superficial en poblaciones. Dicho análisis concluyó que las temperaturas se distribuyen de manera heterogénea entre las áreas intraurbanas de Lima Metropolitana.
Además, evidenció que, a menor nivel socioeconómico, existe una mayor exposición al calor. Así, mientras que una manzana de Miraflores estaba expuesta a 19,5°C en promedio durante el periodo de estudio (entre 2017 y 2021), otra manzana de Ate experimentaba 32,2 C° de temperatura promedio en la superficie urbana.
“Diría que, en Lima, el principal factor que explica, por ejemplo, la diferencia [de temperatura] entre Ate y Miraflores, es la presencia del mar. Estar cerca al mar enfría la temperatura de la superficie. Si nosotros vemos en el mapa del artículo, nos damos cuenta que los distritos costeros tienen, en promedio, menor temperatura”, añade Urrutia Pozzi-Escot.
La falta de planificación, que puede generar más islas de calor".
El segundo factor, precisa, tiene que ver con el desarrollo urbano y la falta de planificación, que puede generar más islas de calor. Otro punto a tener en cuenta, asimismo, es la falta de áreas verdes, que dan sombra y reducen la temperatura de la superficie.
La guía para elaborar medidas de adaptación al cambio climático para municipalidades distritales de Lima Metropolitana, elaborada por el Proyecto Adaptación de la Gestión de Recursos Hídricos en Zonas Urbanas al Cambio Climático (Proacc), indica que, en Lima Metropolitana, las cifras de áreas verdes por habitante son bastante bajas: apenas 3,1 m2 por habitante, cuando lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es 9 m2.
¿Por qué es importante estar alerta a la radiación solar?
El Senamhi ha advertido que los niveles de radiación solar, que ya solían tener valores muy altos y extremadamente altos en el Índice Ultravioleta (IUV), vienen incrementándose en el país. Este indicador es utilizado para medir la intensidad de los niveles de radiación del sol que llegan a la superficie.
Cuando son demasiado altos, tienen impactos en la salud. Según este índice, se considera una radiación baja cuando es menor de 2. Moderada, si sus valores van de 4 a 5; muy alta, de 8 a 10, y extrema cuando sobrepasa 11.
Niveles de radiación solar vienen incrementándose en el país".
Las últimas mediciones de la oficina meteorológica muestran que, en la sierra, los valores máximos del índice fluctúan entre 10 y 18. En la costa, están entre 9 y 15 y, en la selva, entre 9 y 14. En otras palabras, en todos los casos, entre muy alta y extrema.
El meteorólogo Alexis Ibáñez Blancas precisa que el incremento de los niveles de radiación están relacionados a la presencia de componentes en la atmósfera que filtran los rayos del sol y, también, con la altura sobre el nivel del mar en la que se encuentran algunas ciudades.
En estas condiciones, Senamhi recomienda el uso de medidas de protección, como gorros de ala ancha, sombrillas, lentes de sol, prendas de manga larga y protectores solares para evitar efectos dañinos en la piel y los ojos.
¿Cuáles son los impactos del calor en la salud?
El incremento de la temperatura por encima de los valores normales provoca daños a la salud. Según el último reporte de Lancet Countdown sobre salud y cambio climático, las muertes atribuibles al calor aumentaron en 85% en personas mayores de 65 años, en comparación con el periodo 1990 - 2000.
Entre las afectaciones que puede causar el intenso calor se encuentran los golpes de calor, el agotamiento por calor y el incremento de casos de enfermedades transmisibles, como el dengue.
Según César Cabezas Sánchez, infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), el golpe de calor es un cuadro clínico que se presenta en un contexto de elevación súbita de la temperatura del medio ambiente, hasta un nivel que puede llegar a afectar a las personas.
“Nuestros organismos están diseñados para funcionar con 37 °C. Si esa temperatura sube muy por encima o desciende muy por debajo, puede poner en riesgo la vida”, señala.
El cerebro humano tiene la capacidad de desarrollar una termorregulación de la temperatura corporal, explica el doctor Cabezas Sánchez. Esta nos permite, por ejemplo, “aclimatarnos” cuando viajamos a lugares con climas muy distintos a los que estamos acostumbrados, ya sean cálidos o fríos.
DAÑOS A LA SALUD. Calor extremo puede causar fallas multiorgánicas e incluso la muerte.
Foto: OjoPúblico / Fiorella Montaño
César Munayco Escate, director general del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud (Minsa) recuerda que, cuando hace calor, el organismo suele regular la temperatura corporal mediante el sudor. Sin embargo, cuando una persona está expuesta a altas temperaturas por un lapso prolongado, y sin sombra, el cuerpo empieza a perder esta capacidad.
“El golpe de calor es extremo: pone en riesgo la vida de la persona porque la temperatura del cuerpo sube a más de 39 °C, [el organismo] ya no puede regularla, y [esto] puede afectar gravemente a esta persona”, dice.
Jim Choy Quispe, de 46 años, perdió la vida el pasado fin de semana en la región de Ica, a causa de un golpe de calor que le generó una falla multiorgánica. En 2023, al menos cinco personas fallecieron por golpes de calor en la región amazónica de Madre de Dios.
Según información del CDC, entre 2021-2023, la mayoría de regiones han incrementado el número de pacientes atendidos por golpe de calor en los servicios de emergencia.
Durante este periodo, se registraron 1.828 pacientes con diagnóstico de golpe de calor en el ámbito nacional. El 48% de esos pacientes fueron atendidos en 2023. En este contexto, el jueves pasado se emitió una alerta epidemiológica por riesgo de golpe de calor, para que las autoridades garanticen una adecuada atención de los casos.
El organismo suele regular la temperatura corporal mediante el sudor".
Algunos de los síntomas de estos, según los especialistas consultados por OjoPúblico, son: boca seca, piel sudorosa, dolor abdominal, calambres, vértigo y mareos. En algunos casos también pueden aparecer convulsiones.
Las temperaturas superiores a 39 °C o 40 °C causan alteraciones orgánicas que pueden afectar el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. Los niños y adultos mayores son particularmente susceptibles a estos cambios de temperatura.
Además de los golpes de calor, las altas temperaturas pueden provocar el agotamiento por calor. Munayco Escate señala que, a diferencia del anterior, el agotamiento por calor es un cuadro más leve, que no pone en riesgo la vida del paciente.
El Minsa describe, entre sus síntomas, el cansancio extremo, sudoración, taquicardia, debilidad, inapetencia, y dolor de cabeza.
¿Cómo prevenir daños en la salud por altas temperaturas?
Tanto Cabezas Sánchez, del INS, como Munayco Escate, del CDC, recomiendan evitar la exposición a altas temperaturas y la radiación solar entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Durante ese lapso, las condiciones son más propensas a provocar efectos intensos en la salud. En este escenario, deben tener especial cuidado aquellas personas que realizan trabajos en el exterior.
El Minsa también recomienda mantener la vivienda bien ventilada, beber agua de forma regular —de seis a ocho vasos de agua al día— y vestir ropa ligera, sobre todo cuando las temperaturas sobrepasan los 30 °C.
¿Cómo afecta el calor a la proliferación del dengue y otras enfermedades infecciosas?
De acuerdo a cifras de la Sala Situacional del Dengue, hasta la quinta semana epidemiológica de este año (que concluyó el 3 de febrero) se registraron 13.010 casos de dengue, entre confirmados y probables. La cifra es 53,4% superior a la acumulada en el mismo periodo de 2023 (8.482), año en que se registró la peor epidemia de esta enfermedad del país.
Entre las cinco regiones más afectadas en los primeros meses de este 2024 se encuentran: Piura, con 2.153 casos confirmados y sospechosos; La Libertad, con 1.566; Ica, con 1.478; San Martín, con 1.184, y Áncash, con 1.112.
“No olvidemos que desde hace varios meses atrás, hay una olas de calor permanente, durante todo el día y todo el año. No ha habido invierno (...), y estos cambios son un perfecto caldo de cultivo para que el dengue permanezca y aumente", señaló el ministro de Salud, César Vásquez, durante una conferencia de prensa realizada el 6 de febrero.
AUMENTO. Casos de dengue en el país incrementarán en esta temporada calurosa.
Foto: CDC
Cesar Munayco Escate, del CDC, detalla que esta condición climática reduce el tiempo de incubación extrínseca, que es el tiempo que transcurre desde que un mosquito Aedes aegypti pica a una persona hasta que puede volver a contagiar a otra.
“[Normalmente], hay un tiempo de cinco o seis días para que [el mosquito] pueda contagiar a otra [persona]. Pero, con el calor, este baja hasta dos días para que el mosquito se vuelva contagioso”, cuenta.
Además del dengue, el exceso de temperaturas puede incrementar los casos de intoxicación y Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS). El epidemiólogo Sergio Recuenco señala que el incremento de las temperaturas puede promover la proliferación de bacterias y gérmenes en alimentos preparados que se encuentren al aire libre, lo que genera afecciones estomacales.
De acuerdo al observatorio del Minsa, hasta la quinta semana epidemiológica del 2024, se habían presentado 121.497 casos de EDAS. Esto es un 8,6% más que lo acumulado en el mismo periodo de 2023, cuando se contabilizaron 111.895 casos.