ATENTADO. Un defensor ambiental de la Reserva Comunal El Sira recibió un disparo que lo dejó en estado crítico.
Actualización: 1 de julio del 2021
El lunes 28 de junio por la mañana, el líder asháninka Mario Marcos López Huanca (34), secretario de EcoSira -organización índígena encargada de coadministrar la Reserva Comunal del mismo nombre junto al Servicio Nacional de Áreas Protegidas del Estado (Sernap)- recibió un disparo de un perdigón en la cabeza y falleció hoy. Fue atacado mientras caminaba por la cabecera del río Anacayali, en el distrito de Puerto Bermúdez, la parte amazónica de Pasco.
López Huanca fue hallado por miembros de la comunidad de Shirarine y trasladado al Hospital Regional de Pucallpa (Ucayali), ubicado a cinco horas desde el lugar donde se produjo la agresión. El líder estuvo hospitalizado hasta el día de hoy, donde falleció en la tarde víctima del disparo, confirmó el médico Juan José Aranibar Gutiérrez, del área de Emergencias del nosocomio.
Las heridas, según detalló el médico, causaron la destrucción de masa encefálica, fractura de cráneo y maxilar. “Hay un daño severo e irrecuperable. Estamos por descartar muerte cerebral. En la mañana el neurólogo nos confirmará eso”, dijo. Aranibar explicó que el impacto del perdigón se realizó a una corta distancia, porque las partículas de plomo han causado múltiples lesiones.
La Reserva Comunal El Sira se ubica entre las regiones Ucayali y Pasco y busca conservar la flora y fauna silvestre, en beneficio de las poblaciones indígenas locales; y plantea que el uso y la comercialización de los recursos que albergan sus bosques deben realizarse con planes de planes de manejo previamente aprobados por la autoridad.
CRÍTICO. El líder asháninka Marcos López se encuentra en el área de trauma shock del Hospital Regional de Pucallpa luchando por su vida.
Foto: Facebook
Mario Marcos López es secretario de EcoSira desde el 2016, cuando fue elegido como representante de las comunidades asháninkas. Esta organización indígena está conformada por 69 comunidades de los pueblos asháninkas, ashéninkas, shipibos-konibos, yanesha y kukama kukamiria y un centro poblado. Todos administran junto a Sernamp esta área natural protegida que el 23 de junio cumplió 20 años de creada.
El ataque contra este defensor ambiental es investigado por el fiscal Michael Cisneros Chavarría, de la Fiscalía Provincial Mixta de Puerto Bermúdez, Oxapampa. Norma López Huanca, hermana de la víctima, contó a OjoPúblico que Mario Marcos López vivía solo en la comunidad de Shirarine y que desde hace tiempo recibía amenazas, aunque nunca le dio más detalles a su familia. “Queremos saber qué pasó, quién hizo este daño a mi hermano, él siempre ha estado luchando por el bienestar de la comunidad. ¿Por qué quisieran hacerle daño?”, cuestionó.
Según la primera versión de los indígenas de la comunidad Shirarine, la zona donde se produjo el ataque, los presuntos autores del crimen podrían ser grupos de narcotraficantes. Desde hace años la reserva está acechada por el narcotráfico y la tala ilegal.
López es secretario de EcoSira desde el 2016, en representación de los asháninkas".
“No podemos decir abiertamente cuál fue el móvil del atentado, porque está en investigación. Sin embargo, el territorio de Puerto Bermúdez, Palcazu, Constitución [en la región de Pasco] y Puerto Inca [en Huánuco] está invadido por narcotraficantes que amenazan a las comunidades indígenas y vulneran sus derechos”, dijo Kary Ríos, jefa de la reserva comunal El Sira a OjoPúblico.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos ha calificado el hecho como un atentado grave a un defensor ambiental. “Los defensores de la Reserva Comunal el Sira enfrentan una situación gravísima, que no está siendo atendida por el Estado. En el 2019 el Jefe de la Comunidad Nueva Austria del Sira sufrió un atentado con arma de fuego. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares para que se les protegiera, pero no ha habido ninguna mejora para ellos. Al contrario, día a día el narcotráfico avanza”, señaló Mar Pérez, responsable de la Unidad de Protección a Defensores de la CNDDHH.
Una región amenazada
Fredy Vasquéz, coordinador de campo de EcoSira dijo que la cuenca del Río Pichis, en la provincia de Oxapampa (Pasco), área donde López Huanca trabaja, es amenazada desde hace tiempo por un grupo de narcotraficantes que operan en la zona. “El problema es constante con los invasores que siembran hoja de coca. Marcos ya les había dicho en varias oportunidades que no deben sembrar coca e ingresó nuevamente a esos territorios para pedir que se retiraran cuando lo balearon”, contó a OjoPúblico.
La zona es considerada de alto riesgo, precisamente por la presencia del tráfico ilícito de drogas. El 1 de abril pasado, el Gobierno prorrogó la emergencia los distritos de los distritos de Constitución, Palcazú y Puerto Bermúdez de la provincia de Oxapampa (Pasco); junto con los distritos de Puerto Inca, Tournavista, Yuyapichis, Codo del Pozuzo y Honoria de la provincia de Puerto Inca (Huánuco). En ese momento, también se declaró en estado de emergencia a los distritos de Raimondi, Sepahua y Tahuanía de la provincia de Atalaya (departamento de Ucayali), con el fin de garantizar las operaciones conjuntas en la lucha contra el crimen organizado.
Oxapampa es considerada de alto riesgo por la presencia del trafico ilícito de drogas".
En la provincia de Oxapampa viven 211 comunidades indígenas de tres pueblos. De ellas, 97 están tituladas y 114 a la espera del reconocimiento de sus tierras, según la Base de Datos de Pueblos Indígenas.
La jefa de la Reserva Comunal El Sira, Kary Ríos, indicó que no existen registros de las anteriores amenazas. Dice que él siempre ha trabajado apoyando en las acciones de intervención de protección de la reserva comunal con los comités de autodefensa. Actualmente, incluso, lidera el proyecto cultivo de metohuayo (fruto de origen amazónico) en su comunidad Shirarine.
Desde que comenzó la emergencia sanitaria por la Covid-19, siete indígenas defensores ambientales han sido asesinados en Perú. En este sentido, la jefa de la reserva comunal cuestionó la falta de apoyo de las autoridades. “La pandemia ha debilitado las acciones del Estado para combatir las actividades ilícitas, hecho que han aprovechado los ilegales para asentar su dominio, principalmente el narcotráfico, que aprovecha la lejanía de las comunidades y la espesura de la selva para actuar”, dijo.