Fronteras del Contacto: amenazas y conflictos en el territorio de un pueblo aislado en la Amazonía

En la comunidad de Nueva Oceanía, en la Amazonía peruana, la presencia de los mashco piro, un pueblo indígena en aislamiento, se ha vuelto cada vez más visible, lo que ellos le atribuyen a la proximidad de las operaciones de concesiones forestales cercana a la reserva que protege estos pueblos. Un equipo de OjoPúblico viajó a la zona para entender los conflictos locales detrás de los retrasos en la expansión de la Reserva Territorial Madre de Dios. Este conflicto refleja tensiones comunes en la Amazonía, donde la preservación de la autonomía de los pueblos indígenas enfrenta desafíos.

Documental sobre la situación de los Mashco Piro en Madre de Dios

Cada vez que las familias Mashco Piro andan cerca, Julio Áñez Dos Santos lo sabe porque los gallinazos que sobrevuelan por su comunidad en el río Tahuamanu desaparecen de su vista por varios días. "Ellos nos anuncian o nos avisan cuando están cerca los Mashco Piro, los no contactados", dice Áñez desde su comunidad Nueva Oceanía, a unas 12 horas por río desde la ciudad de Iberia, en el margen de la Reserva Territorial Madre de Dios, en la Amazonía peruana.

Los Mashco Piro –un pueblo indígena en aislamiento que se desplaza en los bosques de Madre de Dios, Ucayali, Cusco (Perú) y Acre en Brasil, incluso en áreas que están más allá de la reserva que se creó para protegerlos– se han dejado ver con más frecuencia en la última década que de lo que se ha registrado en su historia. Por eso no es raro para Áñez que los gallinazos se vayan de la comunidad tras el pescuezo de los animales que cazan las familias aisladas.

 "De pronto, ya estamos nosotros atentos a cualquier bulla, a cualquier ruido, bocineada o gritos", dice Áñez, del pueblo indígena Yine. 

Varios comuneros de Nueva Oceanía, como Julio Áñez, afirman que los avistamientos de familias Mashco Piro se han intensificado en los últimos años, en parte por la presencia de las concesiones forestales. 

Desde el año 2002, con la creación de la Reserva Territorial Madre de Dios, el Estado peruano certificó la presencia de familias Mashco Piro en la zona y designó el resto de ese territorio colindante como Bosque de Producción Permanente. Ese año, el gobierno peruano le otorgó concesiones a varias empresas de la Amazonía, incluyendo a Canales Tahuamanu, en Madre de Dios, que comparte territorio con la comunidad Nueva Oceanía.

Esta comunidad lleva al menos desde el 2017 denunciando lo que ellos consideran es una serie de hostigamientos por parte de la empresa Maderera Canales Tahuamanu SAC, que tiene dos concesiones forestales en los límites de la Reserva Territorial Madre de Dios.

Esa realidad ha creado un conflicto que persiste hasta hoy: ¿Puede convivir una empresa maderera, un pueblo en aislamiento y una comunidad indígena que dependen de los recursos del bosque?

Crédito: Bianca Padró Ocasio / OjoPúblico

COMUNIDAD. La Comunidad Nueva Oceanía está localizada a 12 horas desde la ciudad de Iberia por el río Tahuamanu.
Foto: Bianca Padró Ocasio / OjoPúblico

 

"No, con la empresa es imposible", afirma Enrique Áñez Dos Santos, el primer jefe de la Comunidad Nueva Oceanía. "La comunidad vive de otra manera, la comunidad no tiene ambición de tener plata, pero la empresa sí. Y destruir el bosque entonces es diferente, es muy diferente, no puede decir que un concesionario va a convivir con los aislados. Es imposible, es imposible eso".

Como parte del trabajo documental Fronteras del contacto, un equipo de OjoPúblico viajó 12 horas en una embarcación por el río Tahuamanu, desde el pueblo de Iberia hasta la comunidad de Nueva Oceanía, en el sector de Iñapari, para entender las dinámicas de ese conflicto. 

Según los testimonios de los comuneros –quienes habitan dentro del territorio de una concesión forestal de la empresa Maderera Canales Tahuamanu SAC– han pasado casi una década conviviendo con distintos tipos de hostigamientos por parte de la empresa. 

Los comuneros sostienen que, en el 2015, un grupo de personas quemaron 18 viviendas en Nueva Oceanía. En la disposición fiscal fechada en el 2017, los miembros de la comunidad acusan como responsables y autores a trabajadores de la empresa Canales Tahuamanu. OjoPúblico no pudo constatar el estado actual de este caso.

En 2020, la maderera presentó una demanda de amparo contra la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluente (Fenamad) y su presidente en ese momento, Julio Cusurichi Palacios, alegando que sus derechos a la imagen y buena reputación fueron vulnerados por un pronunciamiento de Fenamad sobre la zona donde está ubicada la comunidad Nueva Oceanía.

A raíz de los conflictos con Canales Tahuamanu, la empresa presentó una demanda contra Nueva Oceanía y a consecuencia de esto perdió su reconocimiento como comunidad. Actualmente, ellos están solicitando la titulación de las tierras que ocupan. 

DOCUMENTO. Sentencia con fecha en el 2020 que finaliza el proceso de nulidad de la Comunidad Nueva Oceanía.

 

Desde el año pasado, su reconocimiento otorgado inicialmente en el 2014 ya no figura en la base de datos de pueblos originarios del Ministerio de Cultura. 

A pesar de varios intentos de contactar a la empresa Maderera Canales Tahuamanu para este reportaje, OjoPúblico no obtuvo ninguna respuesta antes del cierre de este reportaje. Tampoco respondió a una lista de preguntas que se le envió sobre el tema.

En algunas publicaciones de sus redes sociales, la empresa ha argumentado que los miembros de la Comunidad Nueva Oceanía son invasores y "presuntos traficantes de tierras". Los comuneros de Nueva Oceanía niegan estas acusaciones.

Mientras que los líos legales entre la empresa y la comunidad se desatan por un lado, el gobierno peruano ha dejado en limbo la ampliación de la Reserva Territorial Madre de Dios.

Según los comuneros, que se dedican primordialmente a la pesca, la empresa Canales Tahuamanu sigue operando y extrayendo recursos madereros con el aval del Estado peruano. Esta actividad se sobrepone a una zona de ampliación aprobada por la Comisión Multisectorial sobre los temas de Pueblos Indígenas en Aislamiento y en Contacto Inicial (Piaci) en el 2016 y donde el estado ha reconocido la presencia del pueblo Mashco Piro. 

Desde el 2003 al 2022, en Madre de Dios se vio o se tuvo algún tipo de contacto con pueblos en aislamiento en 119 ocasiones, según una base de datos del Ministerio de Cultura de Perú a la que OjoPúblico tuvo acceso a través de un pedido de acceso a la información. La gran mayoría de estos avistamientos se reportaron fuera de los límites de la Reserva Territorial Madre de Dios. 

Las organizaciones indígenas como la Fenamad han denunciado que el gobierno puede estar faltando a sus responsabilidades ante los convenios internacionales que ha firmado por la evidencia del desplazamiento de Mashco Piros fuera de su zona de protección actual.

Uno de ellos es el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que garantiza la libre determinación de los grupos indígenas "sin obstáculos ni discriminación".

"Este tema ha sido mucho más complicado en el sentido de que hemos tenido una serie de emergencias, avistamientos de los pueblos, pero también en emergencias", dice Laura Posada, abogada de la organización sin fines de lucro EarthRights International. La especialista ha estado apoyando a Fenamad en la demanda de amparo presentada por la empresa Canales Tahuamanu y otras dos demandas legales presentada por parte de Fenamad que se han ido desarrollando también desde el 2020.

Una de las emergencias a la que se refiere Laura Posada fue en el 2022, cuando un empleado de la empresa maderera Canales Tahuamanu fue asesinado por una flecha presuntamente lanzada por miembros de las familias Mashco Piro. Un segundo empleado de la maderera sufrió heridas, pero sobrevivió. Este evento es considerado para las organizaciones una prueba de que las actividades extractivas están interfiriendo con la sobrevivencia de los pueblos indígenas en aislamiento. 

Crédito: IDLADS, Ministerio de Cultura

EN LIMBO. El mapa muestra las concesiones que están a los límites de la Reserva Territorial Madre de Dios y las evidencias de pueblos en aislamiento que se sobreponen.
Foto: IDLADS, Ministerio de Cultura

 

"Una de las formas en las que los pueblos manifiestan su derecho a la autodeterminación que es decir queremos estar en aislamiento, es justamente manifestarse y decir 'no quiero que estés aquí'", dice Posada. "Como esta emergencia muchas otras han sucedido a lo largo no solamente en el Tahuamanu sino en general en la región y son prueba una vez más de la imposibilidad y la incompatibilidad que hay entre las concesiones forestales y la posibilidad de que pervivan en el territorio los pueblos en aislamiento".

En una serie de cartas en junio de 2023, el Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas de las Naciones Unidas le dijo a la empresa Canales Tahuamanu que sentían una "profunda preocupación por que su empresa no haya actuado con debida diligencia en materia de derechos humanos, en cuanto al impacto adverso de las operaciones de su empresa para los derechos humanos de los pueblos indígenas que viven en las concesiones donde opera la empresa". 

Canales Tahuamanu está certificada por la Forest Stewardship Council, una organización internacional con sede en Alemania que promueve las prácticas responsables en la cadena de suministros de madera. Según la FSC, la certificación de la empresa caduca en el 2025.

En respuesta a una serie de preguntas, el Ministerio de Cultura de Perú dice que continúan visitando la zona del río Tahuamanu que colinda con los límites de la Reserva Territorial Madre de Dios, con los últimos dos monitoreos a principios de este año. A fines de enero, se registraron "posibles ingresos" de personas en aislamiento al Puesto de Control Gosha, del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).

"Desde el Ministerio de Cultura estamos de acuerdo con que se culmine el proceso de adecuación de la reserva territorial Madre de Dios a reserva indígena la cual permitirá fortalecer y salvaguardar la vida e integridad de los PIACI que viven en el territorio de la RTMDD", afirmó el Ministerio.

Pese a las particularidades de este conflicto en Madre de Dios, los choques entre empresas extractivas, las políticas gubernamentales, las comunidades indígenas y los pueblos en aislamiento son frecuentes a lo largo del territorio amazónico.

Al otro lado de la frontera en Madre de Dios, el antropólogo brasileño Marcos de Almeida Matos, que se especializa en temas de pueblos indígenas desde la Universidad Federal de Acre, dice que en general, es común que los pueblos indígenas en contacto con la sociedad convivan con pueblos en aislamiento.

"En estos casos, son los pueblos indígenas (como los Manxineru y los Huni Kuin) quienes han trabajado con mayor propiedad y conocimiento para la protección de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario durante años", dice Matos. 

Por otra parte, argumenta que no se debe utilizar la existencia de pueblos en aislamiento para atentar contra los pueblos indígenas existentes.

"La permanencia de las poblaciones indígenas en sus territorios de ocupación tradicional no puede ser comparada con la entrada de empresas extractivas en esas tierras. Esto se debe especialmente a los impactos, que siempre son mayores y están llenos de consecuencias perjudiciales en el caso de las empresas", señala Matos, aunque admite que este argumento se puede complicar si los pobladores indígenas se involucran en actividades extractivas legales o ilegales.

 

 

Esta historia fue producida con el apoyo de Rainforest Foundation Norwey y Earth Journalism Network.

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