PROTECCIÓN. Una iniciativa, que se presentará en noviembre en Panamá, plantea que el shihuahuaco sea incluido en una lista global de especies amenazadas.
La sobreexplotación en la Amazonía del shihuahuaco, un árbol que puede tardar hasta 500 años en alcanzar 40 metros, ha generado la alerta de científicos sobre su posible desaparición.
Con el objetivo de controlar su depredación, una propuesta redactada por los gobiernos de Colombia, Panamá y la Unión Europea propone incluir a todas las especies del Dipteryx —nombre científico del shihuahuaco o cumaru— en la categoría amenazada de la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites).
La iniciativa —a la que accedió OjoPúblico— se discutirá en noviembre próximo, como parte de la décimo novena Conferencia Mundial de Vida Silvestre que se desarrollará en Panamá. De llegar a un consenso entre los 183 países y la Unión Europea que integran la Cites, se evitará una votación para aprobar o rechazar la propuesta.
El proyecto —que recoge como evidencia hallazgos de investigaciones realizadas por OjoPúblico— plantea que el shihuahuaco, una madera usada para la fabricación de muebles, el diseño de pisos y terrazas de lujo, integre el “Apéndice II” de la Cites. En esta categoría se ubican, según el tratado internacional, especies —entre ellas la caoba— que no se encuentran “necesariamente” amenazadas pero pueden estarlo si no se “controla estrictamente su comercio”.
En una eventual aprobación de la medida, según los lineamientos de Cites, el negocio internacional de shihuahuaco solo se podrá autorizar a través de un permiso de exportación o certificado de reexportación. Este consentimiento se dará previa aprobación de las autoridades locales para garantizar que el comercio de esta especie no sea “perjudicial para la supervivencia de las mismas en el medio silvestre”.
En su sustento, la propuesta menciona que el cumaru se encuentra “explotado por su valiosa madera dura” y es materia prima de “la madera más cara comercializada a escala global”. La iniciativa destaca que, pese a no tener claridad sobre la ruta comercial de esta especie, se tiene como principales exportadores globales a Brasil, Bolivia, Colombia y Perú.
Además de la actividad forestal, según el documento, en algunos países emplean esta especie para diferentes actividades como la alimentación, medicina tradicional, carbón vegetal y otros. En una investigación de julio último, este medio también identificó que marcas de carbón gourmet utilizaban madera shihuahuaco sin detallar esta información a sus clientes.
“Las Dipteryx spp. [nombre científico de las especies del shihuahuaco] se enfrentan a la deforestación y la degradación del hábitat en toda su área de distribución mundial, y la explotación forestal aumenta considerablemente la presión sobre las poblaciones silvestres”, se advierte en el documento que se debatirá en Panamá.
En la propuesta también se recuerda que los ecosistemas donde se ubican las especies de Dipteryx se han visto cada vez más amenazados por la degradación del hábitat y la deforestación de la zona. “La pérdida de hábitat causada por la conversión de bosques, superficies forestales y sabanas para la agricultura constituye una grave amenaza para muchas Dipteryx spp.”, se lee en la iniciativa.
La propuesta menciona que el shihuahuaco es materia prima de “la madera más cara comercializada a escala global”.
El especialista del Centro para el Derecho Internacional Ambiental (CIEL), Rolando Navarro Gómez, indicó que sumar una especie como al shihuahuaco al Cites es “elemental” para mejorar el “manejo de bosques y para contribuir en la perpetuidad de grupos poblacionales” del sector forestal.
El también exjefe del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor) criticó que el gobierno peruano no haya publicado su “posición país” respecto a la propuesta que se verá en noviembre. “Además, hace tiempo se tendría que haber generado reportes de la afectación poblacional del shihuahuaco y no se ha hecho”, recordó.
En el Perú, las autoridades administrativas de Cites son el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), el Ministerio de la Producción y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego. La cartera del Ambiente figura como autoridad científica, mientras que el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre, la Aduana y el Ministerio Púbico figuran como puntos focales para la aplicación del convenio internacional.
Silencios en Perú
En la última década, el sector maderero ha apostado por la extracción del shihuahuaco sin considerar el riesgo de su potencial desaparición de la Amazonía peruana. Entre 2010 y 2020, según información histórica analizada por OjoPúblico, se sacaron más de 353.000 árboles de esta especie en más de 1’600.000 metros cúbicos de su madera.
La extracción masiva de este árbol se ve reflejado en las cifras de exportaciones registradas en los últimos años. De las más de 948.000 toneladas métricas de madera que salieron del Perú entre 2012 y 2022, por lo menos la mitad correspondió a diversas especies del género dipteryx (shihuahuaco) que acumularon un valor FOB (sin contar impuestos ni seguros) mayor a los USD 531’000.000 y tuvo como principales destinos a China y Europa.
Julia Urrunaga, directora para Perú de Environmental Investigation Agency (EIA), explicó que una eventual aprobación del Cites para el shihuahuaco permitirá que este árbol tenga “un mayor estatus de protección” que irá de la mano a la posibilidad de “realizar más estudios sobre la especie” así como de “un poco más de control sobre la comercialización y exportación de este producto”.
Asimismo, la especialista advirtió que si bien es positivo que una especie ingrese a Cites, este tratado tiene limitaciones porque solo considera madera “hasta su transformación primaria”. Urrunaga agregó que su implementación va a depender del esfuerzo que ponga el Estado. “Como sabemos, la madera peruana sale lavada con papeles. Entonces, ¿cuánto esfuerzo se va a poner para ver que estos papeles corresponden o no a la especie?”, comentó.
Especialistas del sector forestal indicaron a este medio tener conocimiento sobre reuniones internas de los ministerios involucrados respecto a la propuesta de sumar al shihuahuaco como especie amenazada y la existencia de estimaciones que alertarían sobre una eventual desaparición de este árbol en regiones de la Amazonía.
En 2016, hubo un intento para incluir al cumaru en Cites pero la decisión no prosperó a pesar de que un grupo de trabajo, coordinado por el Ministerio del Ambiente, aprobó por consenso considerar al shihuahuaco en el “Apéndice III” de la lista de especies amenazadas. El Perú no incluyó al género Dipteryx en la propuesta final que se presentó en la convención, realizada en Sudáfrica.
En este proceso fallido, la Asociación de Exportadores (ADEX) fue un férreo opositor de la iniciativa. Su entonces vicepresidente del Comité de Madera e Industrias de la Madera, Erick Fischer, señaló en esa época que la población de este árbol en el país era “abundante” y que consideraba que “ninguna especie forestal está realmente amenazada por la industria”.
Desde 2015, diferentes científicos han pedido que el Serfor incluya a este árbol en la lista de especies amenazadas de flora silvestre.
La propuesta que se discutirá en Panamá incluye los hallazgos de un análisis que calculó, durante el período 2000 - 2020, una disminución del 33% de la población del shihuahuaco peruano, mientras que proyectó una potencial pérdida de la especie del 66% al 2036. Esta valoración, según la propuesta, no ha tenido la validación del gobierno peruano a pesar de haber sido enviada a Serfor en mayo de este año.
Precisamente, será el Serfor la institución responsable de llevar la posición del gobierno peruano sobre la inclusión del shihuahuaco en Cites. Su director ejecutivo, Luis Alberto Gonzales-Zúñiga, fue reincorporado el pasado 10 de octubre al cargo que fue cesado de forma irregular en junio del 2020. Consultados sobre cuál será la postura peruana respecto a esta iniciativa, y pese a las reiteradas comunicaciones, Serfor no respondió.
A la fecha, el gobierno peruano tampoco ha regulado la explotación ni exportación de esta especie. Desde 2015, diferentes científicos del sector han pedido que el Serfor incluya a este árbol en la clasificación de especies amenazadas de flora silvestre. Sin embargo, esta lista no ha tenido ninguna actualización aprobada desde el 2006 y ha recibido la oposición del gremio de compañías madereras como ha difundido OjoPúblico en anteriores reportajes.
A menos de un mes de que se debata una nueva oportunidad para proteger este árbol centenario, no hay claridad sobre la postura de las autoridades peruanas. Este medio consultó al Midagri y Minam sobre la posición que tomará el Perú respecto a la inclusión del shihuahuaco en la lista Cites. Pero al cierre de esta publicación, ninguna de las instituciones respondió a las consultas enviadas.