DIFERENCIAS. Los salarios son distintos pese a ser grupos que comparten la misma edad, educación, tipo de trabajo y otras características comunes.
Un reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) analiza la situación histórica de la distribución y calidad de empleo en América Latina, y si bien confirma que la presencia de la mujer en el mercado laboral se ha incrementado en las últimas ocho décadas, señala que sus sueldos siguen siendo inferiores.
El informe “Mujeres en el mundo del trabajo: Retos pendientes hacia una efectiva equidad en América Latina y el Caribe” señala que la brecha de ingresos se ha acortado entre 2 y 3 puntos porcentuales entre el 2012 y 2017, sin embargo, a la fecha las mujeres ganan en promedio un 17% menos que sus pares hombres por cada jornada, pese a que comparten la misma edad, educación, tipo de trabajo, número de niños en el hogar, y otras características comunes.
Otro factor analizado por la OIT es que el mercado laboral al que están ingresando las mujeres es mayoritariamente precario, pues se concentra en trabajos de tiempo parcial, informal, empleos esporádicos y autoempleo. Los datos revelan que una de cada cuatro mujeres tiene un empleo de medio tiempo y una menor cobertura en seguros de salud y pensiones; mientras que la misma situación se presenta solo en uno de cada ocho hombres.
“La participación laboral femenina alcanza poco más de dos tercios de la masculina, la tasa de desempleo femenina excede a la masculina y persisten las barreras culturales en el ingreso de hombres y mujeres a segmentos importantes de los mercados de trabajo predominantemente femeninos (servicio doméstico) y predominantemente masculinos (industria)”, añade el informe.
El análisis aborda la realidad de 17 países, entre ellos Perú. En todos los casos se reconoce un avance en el acceso a profesionalización y nivel educativo en las mujeres, que ha ido a la par de una postergación de la maternidad, un menor número de hijos y la reorganización de las tareas del hogar.
De otro lado, el informe indica que para algunas empresas contratar a mujeres representa un mayor costo debido a leyes que establecen licencias laborales ante el nacimiento o adopción de hijos, el cuidado de los mismos en el centro de trabajo, entre otros.
El economista Hugo Ñopo, investigador y coordinador del informe, considera necesario identificar dónde empiezan las inequidades de género en el empleo. "Las brechas comienzan a hacerse evidentes cuando las personas empiezan a tener hijos: alrededor de los 30 años para personas con empleo dependiente y un poco más temprano para aquellas que sostienen su economía en el autoempleo", dijo.
TIPOS DE EMPLEO. La mujer ha avanzando en el campo laboral, pero todavía no incrementa su presencia en espacios considerados masculinos.
Foto: Captura OIT
Asimismo, subrayó que la asignación de roles de género en zonas rurales tiende a ser más rígida que en las urbanas, pues las labores reproductivas, el cuidado de niños, ancianos y personas con discapacidad y, en general, el trabajo del hogar, recaen predominantemente sobre las mujeres.
Desde fines del 2017, la Ley 30709 que prohíbe la discriminación remunerativa entre varones y mujeres en el Perú busca romper la brecha de género en el sector laboral.
Según Cecilia Reynoso Rendón, coordinadora de la Dirección de Promoción y Protección de los Derechos Fundamentales, del Ministerio de Trabajo, las recomendaciones de la OIT coinciden con los objetivos de su sector. "Este estudio confirma lo que hemos encontrado a nivel nacional. Nos muestra un panorama regional que nos permite ver cómo estamos, pero el problema debe abordarse de forma multisectorial”, dijo a Ojo-Publico.com.