DAÑOS. Miles de familias del norte de Perú son afectadas por intensas lluvias.
Desde mediados de febrero, Perú ha sido testigo de un incremento inusual en las lluvias de la costa norte y central del país. En un inicio, las condiciones climáticas se vincularon a la temporada de verano y a la aparición del ciclón Yaku en la zona costera. Sin embargo, a mediados de marzo, se confirmó que están asociadas, principalmente, a la presencia de El Niño costero.
El mismo hace referencia a un fenómeno natural en el que el mar peruano se calienta. Esto genera que en regiones de la costa norte el tiempo meteorológico se tropicalice, provocando el incremento de la temperatura del aire y una mayor presencia de lluvias.
Estas condiciones que atraviesa, actualmente, el país se mantendrán hasta, al menos, el invierno de este año, de acuerdo con el último reporte proporcionado por la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen). Los pronósticos climáticos previstos para los próximos meses causan preocupación por su capacidad de ocasionar desastres.
Tan solo desde el inicio del año hasta el pasado 12 de abril, se han reportado más de 100.000 viviendas afectadas, 5.730 casas destruidas, más de 40.000 damnificados y 84 fallecidos.
Se han reportado más de 100.000 viviendas afectadas y 84 fallecidos".
Debido a que los cambios en las temperaturas tienen impactos negativos en el territorio peruano, OjoPúblico revisó información científica publicada por los organismos encargados de monitorear el desarrollo de El Niño en el país y conversó con especialistas sobre el tema para explicar las consecuencias que puede traer el desarrollo de este evento climático y cuáles son las proyecciones para las siguientes semanas y meses.
¿El Niño costero ya se ha confirmado en el Perú?
Sí. El pasado 16 de marzo, la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) —responsable de monitorear la ocurrencia de este fenómeno en las costas peruanas— informó que el país pasó de un estado de “Vigilancia de El Niño costero” a “Alerta de El Niño costero”, a causa del calentamiento anómalo del mar en la región denominada Niño 1+2, que comprende a Perú y Ecuador.
Este último estado de “alerta” hace referencia a que el fenómeno ha iniciado y se espera que se consolide, según la Nota Técnica ENFEN 01- 2015. Sin embargo, por definición oficial, detallada por ese comité en una nota técnica de 2012, el índice que determina la presencia de El Niño costero en el país establece que se debe monitorear las anomalías de la temperatura superficial del mar durante tres meses consecutivos.
"A pesar de que se puede estar desarrollando El Niño, la condición es que los tres meses este índice tiene que ser mayor a 0,4", explicó Jorge Manuel Paz Acosta, presidente del Consejo Directivo de Instituto del Mar Peruano (Imarpe), ante la Comisión Especial Multipartidaria Capital Perú (CEMCP) del Congreso de la República, el pasado 11 de abril.
El fenómeno ha iniciado y se espera que se consolide".
Recientemente, el Enfen detalló —a través de un nuevo comunicado— que se prevé que el fenómeno continúe, por lo menos, hasta el invierno. “Los factores que mantendrían el desarrollo de El Niño costero son principalmente el arribo de ondas Kelvin cálidas hasta julio”, indicaron.
En principio, de acuerdo a este grupo de trabajo, se espera que el evento natural tenga una intensidad moderada. Sin embargo, los especialistas no descartan la posibilidad de que, durante este mes, alcance una magnitud fuerte.
¿El Niño costero y El Niño hacen referencia al mismo fenómeno climático?
No. Los científicos que analizan el fenómeno han propuesto una diferenciación entre ambos, basada en el área geográfica donde las aguas del océano se calientan. Para estudiar el El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), se ha dividido al Pacífico en dos zonas: 1+2, que corresponde al mar adyacente a la costa del norte del Perú y la costa de Ecuador, y la zona 3.4, correspondiente al Pacífico central.
Cuando se habla de El Niño costero, se hace referencia únicamente al calentamiento de las aguas del mar en la zona 1+2. En cambio, cuando se trata de El Niño, se analiza el calentamiento producido en la zona 3.4. No obstante, este último también puede abarcar las costas de Perú y Ecuador.
A su vez, El Niño —que es la fase cálida del ENOS— puede ser calificado de acuerdo con su intensidad: débil, moderado, fuerte o extraordinario.
EVOLUCIÓN. Satélite de la Nasa muestra el calentamiento progresivo de la temperatura del mar en la zona 1+2 del Pacífico.
Imagenes: Nasa.
Actualmente, el fuerte calentamiento de las aguas superficiales se está produciendo en la zona 1+2, mientras el Pacífico central permanece con temperaturas menores. La Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) confirmó, el 13 de abril, que continúan las condiciones neutrales para esa área, pues el valor del índice fue de 0,0 °C. En tanto, el valor en la zona 1+2 —que comprende a Perú y Ecuador— es de 2,7°C, de acuerdo con la NOAA.
La organización de Estados Unidos también indicó que existe una probabilidad del 62% de que El Niño se desarrolle durante mayo y julio de 2023 y más de un 80% de posibilidades de que se desarrolle en el otoño del hemisferio norte. Sin embargo, hay que tener cautela, ya que los modelos no tienen tanta certeza en proyecciones de tiempo muy amplias.
Por eso, Patricio Valderrama Murillo, investigador en desastres naturales y especialista en Prevención y Gestión del Riesgo, señaló a OjoPúblico que existe la probabilidad de que, en el verano del 2024, se produzca un fenómeno El Niño a nivel global.
Entonces, Perú podría ser afectado por un evento extraordinario. “La última vez que ocurrió esto fue en los años 1997 y 1998, donde El Niño causó daños estimados de USD 3500 millones en Perú”, indicó.
¿Es cierto que han pronosticado un “Super Niño” a partir de agosto?
No, esa información es incorrecta. Así lo precisó el Enfen, luego de que se viralizó una versión que sostenía que la Agencia Australiana de Meteorología ya había pronosticado el desarrollo de El Niño en una categoría “muy fuerte o súper Niño”.
Aunque esa afirmación se sustentó en un comunicado de la agencia, emitido el pasado 28 de marzo, los datos fueron distorsionados. En dicha comunicación, el organismo solo informó que existía un 50% de probabilidad de que El Niño se desarrolle en 2023, pero no indicó ningún tipo de magnitud.
Una última publicación de la Agencia Australiana de Meteorología, emitida el 11 de abril, continúa manteniendo la posibilidad de la ocurrencia de El Niño en el Pacífico central en un 50%.
¿El ciclón Yaku y El Niño costero tienen algún vínculo entre sí?
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) identificó la formación del ciclón Yaku a finales de febrero. Este fenómeno, que influyó en las lluvias registradas en la costa norte y central del país a inicios de marzo, se disipó ese mismo mes.
Patricio Valderrama Murillo considera que El Niño costero fue el causante del ciclón Yaku y las fuertes precipitaciones registradas en el país.
"No es que el ciclón causó las lluvias, sino que Yaku y las lluvias tuvieron la misma madre, que es el calentamiento anómalo del mar", aseguró el especialista en conversación con este medio. Por eso, aunque el ciclón se ha disipado, las lluvias intensas continúan, detalló.
¿Las lluvias registradas este año en Perú son inusuales?
El informe técnico sobre perspectivas climáticas emitido por Senamhi para los meses de marzo a mayo de 2023 pronosticó lluvias superiores a lo normal en la costa norte, costa central, y en la sierra norte y central del flanco occidental del país.
En Perú, durante el desarrollo de un episodio de El Niño costero, se provocan anomalías en el comportamiento de las lluvias y temperaturas. Senamhi indicó a OjoPúblico que el calentamiento del mar, que inició en febrero último, provocó la primera racha de lluvias importantes entre el 20 y el 23 de ese mismo mes en la costa norte.
Desde entonces, las precipitaciones tuvieron un descanso hasta el 4 de marzo pasado. Pero, entre el 5 y el 13 de marzo y entre el 23 de marzo y lo que va de abril, se ha producido una nueva racha de lluvias intensas.
INUNDACIONES.En Lima, diversas calles se convirtieron en ríos a causa de las intensas lluvias de marzo.
Foto: Ojo Público / Renato Pajuelo
Las precipitaciones y tormentas eléctricas registradas en los últimos meses han batido récords en algunas regiones. Por ejemplo, si se comparan las lluvias de marzo de este año con las del mismo mes de 2017 —cuando también se presentó el Niño costero—, las anomalías porcentuales de precipitación en Lambayeque y La Libertad actuales son superiores.
En marzo pasado, se registró una anomalía en la cantidad de precipitación del 664% en Lambayeque y 1.380% en La Libertad, mientras que en 2017 estas fueron de 530% y 1.100%, respectivamente. En otras regiones, aunque no han superado esos rangos, también se han registrado anomalías significativas en lo que va del año. Ese es el caso, por ejemplo, de Piura (288%) y Tumbes (249%).
La presentación inusual de lluvias en el país también batió récords en cuanto a su intensidad. El 9 de marzo pasado, por ejemplo, la estación Talla-Guadalupe, en La Libertad, acumuló 103,7 milímetros, según información del Senamhi. Ese mismo día, en Lambayeque, se registró el máximo histórico de 87,4 milímetros en la estación Cayaltí. Además, 33 ríos de 15 regiones del país alcanzaron umbrales naranja y rojos durante el mes de marzo.
¿Qué riesgos implica la exposición prolongada a fuertes lluvias y huaicos?
Ricardo Pajares del Carpio, coordinador general del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) precisó a OjoPúblico que las regiones de Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad vienen sufriendo el impacto de las lluvias desde marzo, lo que ha conllevado que los suelos en estas regiones se encuentren saturados.
Por este motivo, ha disminuido su capacidad para filtrar el agua de las lluvias pronosticadas para las próximas semanas. "Si disminuye la capacidad de filtración, va generar la erosión de la ribera de los ríos y el desborde de los mismos, afectando las áreas de cultivo y las viviendas que se han construido al costado de ríos o quebradas", indicó.
El último informe de escenarios de riesgo del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) indica que, en el ámbito nacional, existen 7.403 lugares expuestos a la ocurrencia de inundaciones críticas.
Además, 17.553 centros poblados tienen probabilidad de riesgo muy alto ante la ocurrencia de deslizamientos y huaicos. Estos comprenden una población de 1'307.562 personas. Entre las regiones con mayor cantidad de personas en riesgo se encuentran Piura (243.229), Huánuco (146.346), Áncash (185.625) y Cusco (104.864).
¿Cómo ha evolucionado la temperatura del mar en estos meses?
"Estamos viviendo un fenómeno de El Niño costero bastante fuerte, que, yo calculo, empezó cerca del 4 o 5 de febrero, cuando apareció la primera anomalía en la temperatura del mar de Piura. Luego, el agua caliente empezó a bajar a otras regiones", dijo a OjoPúblico Eduardo Parodi González-Prada, magíster en Gestión de Riesgos Naturales de la Pontificia Universidad Católica del Perú y miembro de la red Peruana Ciclo de Vida.
En esta línea, el Senamhi informó a OjoPúblico que, de acuerdo a los datos de fuentes satelitales AVHRR, a inicios de enero, la temperatura superficial del mar de la costa norte del país alcanzó valores de entre 20°C y 23 °C, considerados valores neutrales en el informe del Enfen emitido en enero de este año.
En febrero, las temperaturas del agua empezaron a incrementarse y, a fines de dicho mes, se alcanzaron los 27°C. Mientras que en marzo se registró, en promedio, 28°C. En paralelo, en la costa central del país, la temperatura de la superficie del mar varió de 20°C a 27°C entre enero y marzo pasado.
El boletín de las condiciones oceanográficas de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú muestra que, al 13 de abril, en la región El Niño 1+2 la temperatura superficial del mar alcanzó valores de hasta 28°C cerca de la costa de Perú.
Este mes, el mar registró la temperatura máxima de la que se tiene registro".
Una reciente publicación del Earth Observatory de la Nasa indica que, luego de tres años de la presencia de La Niña —un fenómeno natural que provoca el enfriamiento de las aguas del mar—, este episodio llegó a su fin en febrero de 2023 y que la temperatura del mar en las costas de Perú y Ecuador empezó a incrementarse varios grados sobre lo normal.
La presencia de La Niña durante los últimos tres años enmascaró el incremento de la temperatura global que el planeta ha venido registrando a causa de la crisis climática.
“El efecto de enfriamiento de La Niña ha frenado provisionalmente la subida de las temperaturas mundiales, a pesar de que el período de los últimos ocho años ha sido el más cálido del que se tiene constancia”, dijo Petteri Taalas, Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en un comunicado de prensa.
Con el fin de este fenómeno, el mar registró la temperatura máxima de la que se tiene registro. Los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) y del Reanalizador Climático de la Universidad de Maine muestran que, a inicios de abril, la temperatura promedio de la superficie del mar alcanzó los 21,1°C. Esa cifra supera el último récord histórico registrado en 2016, de 21°C.
HISTÓRICO. Niveles de la temperatura en el mar alcanzaron nuevos récords.
Imagen: Universidad de Maine
¿Las altas temperaturas en las ciudades costeras están vinculadas a estos eventos?
Sí. Mediante diversos comunicados, el Senamhi ha informado que la costa del país viene registrando temperaturas cálidas diurnas y nocturnas, debido a la alta temperatura de la superficie del mar. Aunque una comunicación del 12 de abril indicaba que se generarían condiciones más frescas en la costa, se continuarán registrando temperaturas cálidas hasta la próxima semana.
El incremento de la temperatura en el mar provocó que se sintieran olas de calor diurno en las regiones de Lima, La Libertad, Áncash y Tacna, desde el 11 de marzo. Mientras que se sintieron olas de calor durante las noches en Lima, La Libertad, Áncash, Ica y Tacna.
¿Es cierto que este año algunas regiones del país sentirán un otoño e invierno más cálido?
El Senamhi ya pronosticó que el otoño del 2023 será inusualmente cálido, principalmente en la costa norte y centro del Perú. Para Lima Metropolitana se estiman temperaturas máximas de 23,3°C en distritos alejados del mar y de 25°C para distritos cercanos al océano.
El 20 de marzo inició el otoño en el país. Patricio Valderrama explicó que, durante esta estación, el hemisferio sur recibe menos radiación solar que en verano, por la inclinación del eje terrestre y por ello las temperaturas empiezan a descender.
Sin embargo, a causa de El Niño costero se sentirán temperaturas más cálidas de lo normal en estas estaciones. Esto no significa que el invierno no ocurra, ya que su inicio se relaciona con la posición de la tierra con el sol y no con la temperatura del mar.
Eduardo Parodi alerta que si bien a partir de junio, con el inicio del invierno, las condiciones de lluvia disminuyen, eso no implica que El Niño desaparezca. "Si este mar no se enfría, vamos a tener unas lluvias espantosas a fin del 2023", indica el docente universitario.
¿Qué impacto ha generado las lluvias e inundaciones en lo que va del año?
Las intensas precipitaciones han provocado deslizamientos, huaicos e inundaciones que causaron la pérdida de vidas y destrozos en diversas ciudades.
El reporte del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) detalla que, desde el 1 de enero hasta el 12 de abril, 84 personas murieron, 43.796 personas resultaron damnificadas y 258.614 afectadas. Durante este periodo 5.730 viviendas fueron destruidas, 11.003 declaradas inevitables y 103.710 afectadas.
En lo que respecta a infraestructura, hay 159 aulas destruidas, 2.368 aulas afectadas, 528 declaradas inhabitables, 10 establecimientos de salud destruidos y 180,1 kilómetros de camino rural afectado. Además, han quedado destruidos 251,5 kilómetros de carreteras, 301,1 kilómetros de canales de riego, 240 puentes, y 146,4 kilómetros de red de agua potable.
El sector agrícola es uno de los más golpeados, con 45.741 hectáreas de cultivo afectado, 25.744 hectáreas de cultivos perdidos, 301.450 animales afectados y 46.495 animales perdidos.
Ricardo Pajares del Carpio indicó a OjoPúblico que la afectación puede ser mayor pues, hasta el momento, solo se ha logrado verificar in situ el 54% de los reportes remitidos por las autoridades locales.
¿Las inundaciones tienen otros riesgos asociados?
Además de provocar lluvias intensas, el calentamiento del mar puede afectar a la población de otras maneras, indicó Parodi González-Prada. Un estudio publicado en la revista Climate Risk Management por este investigador, en 2021, concluye que las inundaciones relacionadas con El Niño en Perú suelen ser el preludio del dengue, la malaria y otras enfermedades infecciosas.
El pasado 14 de marzo, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades emitió una alerta epidemiológica por el incremento del riesgo sanitario de brotes u otros eventos de importancia en salud pública relacionados a la temporada de lluvias.
Dicha alerta indicaba que la región Piura presentaba el mayor número de distritos afectados por el dengue (13), seguido de Tumbes (6), La Libertad (5), Lambayeque (3) y Lima (2).
Un reporte de Lancet Countdown Sudamérica determinó, como detalló OjoPúblico en un artículo previo, que el incremento de la temperatura del planeta crea el escenario ideal para la transmisión del dengue. El informe concluyó que el clima actual es 35% más ideal que hace 60 años para que la infección se propague.
El incremento de la temperatura crea el escenario ideal para la transmisión del dengue".
El calentamiento del mar también generará plagas en cultivos de la costa y posibles sequías en la sierra sur del país. Por ejemplo, en El Niño de 1997, el aumento en la temperatura del aire modificó el ciclo evolutivo de las plantas y su desarrollo, generando mermas en su producción.
Los productos más afectados fueron el limón, mangos, algodón, caña de azúcar, maíz y menestras. El incremento de las temperaturas favoreció la proliferación de insectos.
Este año, el Senamhi indicó que "en la sierra sur oriental y el Altiplano, ante la escasez de lluvia, se observa un desarrollo inadecuado de cultivos como papa, quinua, habas, entre otros".
¿Qué se espera para las próximas semanas?
El último informe técnico del Enfen estima que El Niño costero continúe, por lo menos, hasta el invierno del presente año. De acuerdo al análisis realizado por esta institución, el evento actual tendría una magnitud moderada, sin descartar que podría tener una condición cálida fuerte en abril.
En base a este informe, la predicción de Senamhi para las siguientes semanas es que se seguirán presentando lluvias superiores a lo normal, principalmente en la costa norte y centro, así como en la sierra norte y centro occidental del país.
Como consecuencia de las precipitaciones, los caudales de los ríos que pertenecen a la cuenca del Pacífico norte y centro continuarán superando su normalidad.
Además, las olas de calor nocturno en la zona oeste y centro de Lima seguirán presentándose. Las temperaturas en la mañana y en la noche tendrán valores sobre lo normal en regiones de la costa norte y centro del país.
¿Estos fenómenos tienen algún vínculo con la crisis climática?
El Niño es un evento climático que ocurre de forma natural. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la crisis climática puede afectar su ciclo. El informe del Panel Intergubernamental de Expertos del Cambio Climático (IPCC), publicado el pasado 20 de marzo, muestra evidencia de que las lluvias, olas de calor y fenómenos extremos serán más frecuentes de no reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
Esto debido a que el calentamiento global continuará intensificando aún más el ciclo del agua, incluida su variabilidad, las precipitaciones estacionales y las temporadas muy húmedas y muy secas.
Ya en 2014, un artículo científico publicado en la revista Nature concluía que, a causa de la crisis climática, la posibilidad de la ocurrencia de El Niño en el tiempo se duplica. Este incremento en su frecuencia se debía a la mayor rapidez del mar para calentarse.
¿Qué recomendaciones dan las autoridades para reducir los riesgos?
El Indeci recomienda a la población que, en caso de lluvias intensas, se ubiquen en zonas seguras, alejadas de los ríos, quebradas y laderas inestables, pues en estas se pueden presentar deslizamientos y huaycos. Asimismo, recomendó no cruzar los cauces cuando incrementan su volumen o se presentan huaicos.
También se recomienda alejarse de los cables de energía eléctrica o torres de alta tensión. En caso de tormentas eléctricas, se aconseja quedarse en el interior de casas o edificios. Si una persona se encuentra al interior de un vehículo, debe evitar tocar partes metálicas, ya que estas pueden conducir la electricidad.
De no lograr refugiarse de la tormenta, se deben evitar los pararrayos naturales, como los árboles altos, lagos, piscinas, colinas y objetos metálicos. La posición de seguridad más recomendable es colocarse de cuclillas, lo más agachado posible, tocando el suelo solo con el calzado.
En caso de emergencia, la comunicación inmediata se debe realizar a la Oficina de Defensa Civil de los Gobiernos Regionales y Locales, encargados de monitorear los daños y entregar ayuda humanitaria a las personas afectadas. Para reportar una emergencia, se puede llamar a la Policía Nacional (105) o a los Bomberos (116).