ENCUENTRO. Empresarios, funcionarios públicos y sociedad civil analizaron avances y panorama respecto a la mitigación de la crisis climática en la región.
A un mes de la Conferencia de las Partes (COP28), donde el año pasado se discutió la relevancia del financiamiento para atender la emergencia climática, Carlos Manuel Rodríguez Echandi, presidente del Global Environment Facility (GEF) –el fondo ambiental más grande del mundo– habló sobre la necesidad de que el sector privado invierta más. El directivo señaló que solo el 20% de los fondos del GEF provienen del sector corporativo.
El también exministro del Ambiente de Costa Rica hizo un llamado para que el sector empresarial “tenga fondos más grandes” a favor del ambiente y agregó que se requieren alrededor de USD 200.000 millones anuales de inversión para conservar la biodiversidad.
Carlos Manuel Rodríguez Cusco hizo estas declaraciones durante su intervención en el congreso de la Red de Fondos Ambientales de Latinoamérica y el Caribe (RedLac), realizado entre el 23 y 25 de octubre en la ciudad del Cusco, en Perú. En este encuentro, representantes del sector público, privado y la sociedad civil discutieron los avances de las inversiones para la conservación y el impulso de prácticas sostenibles.
Un grupo de representantes de diferentes sectores económicos mostraron sus compromisos y proyectos en curso para mitigar sus emisiones. Sin embargo, industrias como la cementera anunciaron medidas con objetivos hacia el 2050 y otras, como el rubro aeronáutico, no proporcionaron detalles sobre los plazos que tienen para implementar sus mejoras.
La RedLac tiene a la fecha miembros de 19 países de la región agrupados en 28 fondos ambientales. En el caso peruano, la representación recae en el Fondo de Promoción de las Áreas Naturales Protegidas del Perú (Profonanpe), que funciona como una entidad público privada sin fines de lucro.
Los avances y promesas ocurren en un momento clave para la emergencia ambiental: el último reporte síntesis del Panel Intergubernamental de Expertos del Cambio Climático (IPCC) alertó la necesidad de mayor financiamiento para la adaptación de los países en vías de desarrollo que, hacia el 2030, necesitarán al año USD 127.000 millones y USD 295.000 millones para el 2050.
Compromisos y cumplimientos
En las mesas del congreso del RedLac se expusieron los procesos que están ejecutando diferentes compañías para la conservación y la reducción de sus emisiones. Un sector presente fue el cementero, a través de la empresa Unión Andina de Cementos S.A.A (Unacem). La firma, que concentra cerca de la mitad del mercado peruano del sector, reconoció el impacto ambiental de esta industria y sus principales retos.
“El cemento, luego del agua, es el segundo material más consumido a nivel mundial. El 7% de las emisiones globales del CO2 provienen del cemento y esa es la escala de desafío que tenemos por delante”, indicó en su exposición Carlos Adrianzén Panduro, gerente de Seguridad, Medio Ambiente y Sostenibilidad de Unacem. También precisó que recién al 2050 podrán convertirse en una firma “carbono cero”.
En el mundo, según cifras recogidas por el centro de investigación británico Chatham House, se producen más de 4.000’000.000 de toneladas de cemento y se ubica como el segundo rubro industrial de emisores globales de carbono. Una investigación científica del 2002 reveló que las emisiones de las cementeras se duplicaron en dos décadas.
La producción de cemento es responsable de entre el 4% y el 8% del dióxido de carbono (CO2) en todo el mundo. La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) señala que, hasta el 2030, este sector requiere disminuciones anuales urgentes de 4% en la intensidad de CO2 para poder llegar al escenario de carbono cero al 2050.
Frente a este escenario, OjoPúblico consultó a Adrianzén Panduro sobre el amplio plazo comprometido y un eventual ajuste, pero el directivo señaló que por ahora sus compromisos se mantienen al 2050, pero que "la tecnología puede cambiar" y que en cada COP se pueden “hacer más ambiciosas las metas”.
El fondo ambiental más grande del mundo tiene como fuentes a 80% proveniente de recursos públicos y solo 20%, de privados.
El plazo se ve lejano si se compara con los hallazgos del último reporte síntesis del IPCC, donde se ha advertido que las emisiones globales de gases de efecto invernadero alcanzarán su punto máximo antes del 2025 y que algunos impactos climáticos son tan severos que poblaciones ya no se pueden adaptar a ellos.
El representante de Unacem también aseguró que el sector cementero va a poner “todo lo que esté en sus manos” para reducir las emisiones de carbono, pero que hay una cantidad donde se requiere el apoyo del Estado y la sociedad civil. “Sabemos que somos una industria emisora importante, pero el futuro también depende de que alcancemos esa neutralidad y compromiso”, indicó.
IMPACTO. El sector cementero, liderado en Perú por Unacem, concentra el 7% de las emisiones globales de carbono.
Foto: Andina.
La industria aeronáutica participó con la presencia de la compañía aérea Latam, con presencia en cinco países.
Antonio Olórtegui Marky, gerente senior de Asuntos Corporativos, Legal y Compliance de Latam, aseguró en su intervención que la desventaja de su industria es que sus motores todavía emiten CO2 que representan el 2% del aporte al calentamiento global. “Para el 2030 esperamos haber reducido hasta un 50% las emisiones respecto al 2019”, dijo en su intervención en la RedLac.
A estas cifras proporcionadas por Latam se suma otra difundida el 2023 por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés): antes de la pandemia el sector viajes y turismo fue responsable del 8,1% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Y de este grupo, la aviación internacional contribuyó con el 13,8% de todas las emisiones del rubro mencionado.
Durante su intervención en el encuentro, Olórtegui Marky también sostuvo, sin brindar una fecha específica, que para el mediano plazo apostarán por el uso de biocombustible que no requiere un cambio en los motores de los aviones. Sin embargo, precisó que en la actualidad la fabricación de este producto es “escasa en el mundo” y solo se produce en partes de Europa y los Estados Unidos.
La industria aeronáutica representa el 2% del aporte al calentamiento global en el mundo.
Un tercer sector en el congreso del RedLac fue el minero donde se explicaron experiencias para la mitigación y la conservación del medio ambiente. Sobre este último punto, el gerente general de Activos Mineros S.A.C., Antonio Montenegro Criado, planteó que para el caso de la remediación de los pasivos mineros —daños heredados por la actividad extractiva en una zona determinada— tienen 65 proyectos que han permitido recuperar territorios, antes afectados por la actividad del rubro.
Por su parte, AngloAmerican —empresa de capitales británicos— presentó un balance respecto a las medidas que han adoptado en sus operaciones en el campamento de Quellaveco, ubicado en la región Moquegua y que se define como la “mayor inversión minera del Perú”.
Fernando Montero Alvarado, gerente de Sostenibilidad y Asuntos Regionales de esta minera, sostuvo que desde el inicio de sus operaciones han apostado por un esquema hídrico basado en la “optimización” de recursos que permite un aprovechamiento y reutilización del río Titire —cuya agua no es apta para el consumo humano— para usos en actividades agrícolas y productivas de las comunidades ubicadas en los alrededores de la operación.
La ruta pendiente
Anton Willems Delanoy, director ejecutivo de Profonanpe, indicó a OjoPúblico que la RedLac se ha sostenido en el tiempo por tres puntos fundamentales que, a su vez, representan desafíos para desarrollar su trabajo: la confianza entre sus partes, continuidad e innovación. El año pasado, según un informe difundido este 2023, el Profonanpe administró y gestionó 34 proyectos por casi USD 40’000.000.
Además, Willems Delanoy dijo a este medio que en la actualidad hay cada vez más corporaciones que están mostrando interés en participar de espacios como el RedLac. “Toca hacer una propuesta de valor a este sector corporativo, donde se pueda para empezar a trabajar juntos. Si no lo hacemos, no alcanzan los recursos para atender esto [la crisis climática]”, señaló.
En la línea de mejorar el sistema de financiamiento climático, César Gamboa Balbín, parte del Consejo Directivo del Profonanpe y director de la ONG Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), indicó que es necesaria la creación de “esquemas de gobernanza” —entre políticos, empresas y sociedad civil— para generar confianza entre todas las partes que intervienen en estos procesos de interés público.
Gamboa Balbín también propuso a este medio que desde el Estado deben existir “reglas claras” y “mayor compromiso” de carteras que todavía no han comprendido la oportunidad de reducir los impactos de la crisis climática para establecer su mitigación en el futuro. “Es un error que nuestros países no están viendo desde el sector público ni privado”, dijo.
El congreso de la RedLac tuvo, en su mayoría, una mirada técnica y alejada para las delegaciones indígenas que también asistieron.
Una característica que también tuvo el encuentro fue manejar líneas temáticas establecidas para cada una de las tres jornadas desarrolladas. Sin embargo, esta división generó en su mayoría una mirada técnica y alejada para las delegaciones indígenas que también asistieron a la actividad organizada por Profonanpe.
Tarcila Rivera Zea, presidenta de la asociación Chirapaq y lideresa indígena, dijo a OjoPúblico que algunos paneles de la RedLac si bien partían de una “buena intención” y preocupación por el ambiente, tenían una mirada lejana a la de los pueblos indígenas, quienes también participan de procesos como la protección de los bosques.
“Desde nuestro lado, desde lo indígena, también es un riesgo que se corre en el contexto del cambio climático ser instrumentalizados para canalizar recursos. Aquí también debe haber un reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas como actores clave”, explicó.
Respecto al papel de las empresas en este contexto de emergencia climática, Rivera Zea manifestó que las compañías que “se sirven de los recursos naturales” deben reconocer que los pueblos que se encuentran sobre esos territorios también tienen derecho a participar en las actividades que planean desarrollar.
“No es un enfrentamiento con los empresarios sino que es garantizar el respeto de estándares mínimos [a favor de la población indígena]. Se debe tener presente una visión de sostenibilidad y lo que es la vida plena. A todos nos impacta el cambio climático y no solo se puede pensar en hacer dinero”, finalizó.