TAREA. Anton Willems indicó que se debe exigir a las empresas que cuiden el medio ambiente donde trabajan.
Profonanpe es un fondo ambiental creado en 1992 y desde su nacimiento ha administrado y ejecutado fondos de la cooperación internacional, pero también recursos que benefician al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), al Ministerio del Ambiente (Minam), el Ministerio de la Producción (Produce), el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y a los gobiernos regionales.
Desde 2020 también gestiona recursos públicos, pues ese año absorbió al Fonam (Fondo Nacional del Ambiente). En la actualidad maneja dos fideicomisos públicos, por encargo del Ministerio de Energía y Minas (Minem): el fondo de remediación ambiental de hidrocarburos y el fondo de remediación de pasivos ambientales mineros en Hualgayoc, Cajamarca.
¿Por qué demora tanto la remediación ambiental y atención de tantos sitios contaminados por la industria de hidrocarburos en el país? OjoPúblico conversó sobre este tema con el director ejecutivo de Profonanpe, Anton Willems Delanoy, economista y magíster en globalización y desarrollo económico que se ha desempeñado también en el Servicio Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y otras entidades públicas y privadas. En la entrevista también participó Flor Blanco Hauchecorne, gerente del Programa de Pasivos Ambientales de Profonanpe.
[Las zonas impactadas por la actividad de hidrocarburos] es un problema que viene de décadas".
¿Cuántos proyectos gestionan en la actualidad y en qué regiones del país?
AW: En estricto son 18 proyectos en 24 regiones del país. Trabajamos con aliados públicos y también financiando ONG. Uno de nuestros proyectos, por ejemplo, busca fortalecer las capacidades de gestión en 37 áreas naturales protegidas que se encuentran en la Amazonía. También trabajamos en 8 áreas naturales protegidas, incluyendo áreas marino-costeras.
¿De cuánto dispone el fondo minero y a qué proyecto específico se ha destinado?
AW: Este es un fondo que se aprobó en 2007 y obedecía a un interés del Minem de atender los pasivos mineros en la zona de Hualgayoc (Cajamarca). Allí había una alta conflictividad social y en su momento se le encargó a Fonam su administración. Se le transfirieron S/10 millones de soles y, básicamente, el Fonam actuaba como administrador. La responsabilidad entera para definir en qué, para qué y cómo se gastaba ese fondo era del Minem. Como administradores nosotros nos encargábamos de los contratos y de la liquidación de las obras. Una vez que se definía el proyecto de inversión para remediar cierto pasivo minero, contratábamos la empresa que hacía el estudio, luego la empresa que remedie, se liquidaba la obra e informábamos al Minem. En el camino Minem ha empezado a trabajar mucho más con Activos Mineros, que es una empresa del Estado especializada en la remediación de pasivos mineros. Ahora nos quedan S/4 millones en ese fondo, que están a disposición del Minem, pero no hemos recibido mayores encargos desde 2014.
FB: Ahora estamos esperando las indicaciones del Minem para saber si ese fondo lo administrará Profonanpe o si se reorientará a Activos Mineros.
Con el otro fondo de remediación ambiental para hidrocarburos, ¿cuántos proyectos han priorizado y en qué zonas?
FB: El fondo se crea en el 2015 con un capital semilla de S/50 millones, que se destinaron para la remediación de Cuatro cuencas, en Loreto. Es un fondo exclusivo para esa zona. Las decisiones se toman de manera conjunta entre el Estado y las federaciones indígenas. Ha demorado un poquito ejecutar ese fondo porque el reglamento se aprobó recién en 2017. Se han priorizado 32 sitios y en 2019 se han presentado 30 planes de rehabilitación para esos sitios impactados. Ahora esos planes están siendo evaluados por Minem. Ya han aprobado seis [de esos planes]. Las razones del retraso es la cantidad de observaciones que han hecho las entidades. Tenemos 4.800 observaciones para estos 30 planes de rehabilitación. En paralelo haremos la convocatoria para armar planes de rehabilitación para 12 sitios en la cuenca del río Marañón, 10 de ellos en Pacaya Samiria.
RETO. OEFA ha identificado 1.100 sitios impactados por la actividad de hidrocarburos en Perú. Remediarlos todos tomará muchos años y un millonario presupuesto, sostiene Profonanpe.
Foto: OjoPúblico/ Aramís Castro
¿Qué empresas están realizando los planes de rehabilitación?
FB: Se hace una convocatoria internacional donde participan empresas remediadoras que tengan experiencia. Fonam hizo la primera convocatoria y dos empresas ganaron la licitación: una para trabajar los planes de rehabilitación en la cuenca del río Corrientes [JCI ingenieros] y la otra para las cuencas del Pastaza y Tigre [Consorcio Ecodes Ingeniería-Varichem de Colombia]. El contrato con estas empresas es para diseñar los planes de rehabilitación y luego elaborar el proyecto de ingeniería para poder remediar.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
FB: Una vez que el Minem apruebe los planes de rehabilitación se hace la ingeniería de detalle en 90 días. Se realizan salidas al campo. Una vez que se apruebe la ingeniería de detalle, empezamos con la rehabilitación. Contratamos a una empresa que rehabilite y eso depende también de la tecnología que use. Pero no termina con la rehabilitación, sino que hay un post monitoreo que dura entre 1 y 5 años. La idea es devolver el territorio a la comunidad en mejores condiciones de lo que estaba.
No tenemos capital humano en remediación. Solo hay una universidad que enseña temas de remediación".
¿Cómo manejan los conflictos sociales en las comunidades que demandan atención por constantes denuncias de contaminación?
FB: Con vergüenza lo digo: son años [de demora]. El fondo se creó en 2015, pero Profonanpe lo administra desde el año pasado. [Las zonas impactadas por la actividad de hidrocarburos] es un problema que viene de décadas. Tenemos que hacer la tarea rápido, con procesos simplificados para evitar estos entrampamientos.
¿Cuál ha sido el mayor entrampamiento o dificultad para que en seis años no haya una sola acción real en campo de remediación en alguna comunidad?
FB: Es un proceso nuevo para todos. Es un aprendizaje para nosotros, las empresas, el Estado y las comunidades. No tenemos capital humano en remediación [ambiental]. Solo hay una universidad que enseña temas de remediación [ambiental], es un reto para el Perú. Las federaciones indígenas también están interesadas en que se remedie cuanto antes. También se necesita voluntad política traducida en procesos, equipos que aseguren que podemos evaluar rápidamente.
¿Cuáles son los retos en cuanto al uso de tecnología para remediar los sitios impactados?
FB: En el mundo hay muchísimo desarrollo en cuanto a tecnología para la remediación ambiental, pero estamos en la Amazonía. Es decir, hay que adecuarnos a este espacio, pues los suelos [de la Amazonía] son distintos. Hay que adaptarnos y probar [en la Amazonía]. Entonces el reto en Perú es justamente ese: traer la tecnología, adecuarla y probarla.
Remediar un solo sitio puede llegar a costar S/130 millones".
¿Por qué el Estado ha asumido esta remediación de sitios impactados cuando se supone que la actividad petrolera en 4 cuencas está en manos del sector privado desde hace décadas?
FB: Esta es una historia de décadas, donde no había regulación. Entonces tenemos sitios impactados de aquella época, donde las definiciones [en cuanto a responsabilidades por los impactos] no eran muy claras. Ahora es distinto. Tenemos la regulación y con el fondo estamos trabajando ese tipo de sitios impactados de aquella época. La norma establece que una vez que terminemos de remediar, le pasamos la factura al Estado y este tiene que buscar al responsable para que devuelva los recursos utilizados. Es decir, el Estado debe decirle a la empresa: “esto me ha costado remediar porque tú responsable no apareciste y porque la gente y el medio ambiente estaban sufriendo”. Pero el Estado debe seguir buscando a los responsables [de la contaminación].
¿Cuánto cuesta remediar los sitios impactados?
FB: Solo hacer los 30 planes de rehabilitación, que es la primera parte, nos está costando S/32 millones. Saca tu cuenta lo que va a costar los estudios de más de mil sitios impactados por hidrocarburos. Remediar un solo sitio puede llegar a costar S/130 millones. Nuestro fondo de contingencia es de S/420 millones, pero ya hemos gastado para los estudios. La necesidad de recursos para remediar sitios impactados es inmensa. Tenemos que empezar a prevenir porque sino esto [la remediación de sitios impactados por hidrocarburos] se hará inmanejable.
En ese sentido, ¿cuál es el rol y la responsabilidad que deben asumir las empresas de hidrocarburos?
AW: Perú es un país que seguirá apostando por la actividad de hidrocarburos. En el mundo y también en el país la normatividad ambiental ha aparecido recientemente. Antes el medio natural no tenía un valor para la industria extractiva, así como hoy. Antes tenía valor por lo que había abajo, ahora vemos que el valor es por todos los servicios ambientales. En esa línea, como organización que trabaja en temas de medio ambiente debemos alentar dos cosas: que las empresas cumplan las reglas, y alentar a aquellas que hacen esfuerzos genuinos para contribuir con la sostenibilidad. Entonces lo que debemos hacer es alentar que las empresas inviertan más en el cuidado del medio ambiente, sin dejar de reclamar lo que han hecho mal en el pasado, como en el caso de Pluspetrol Norte. Además, es importante el rol de las universidades para formar a profesionales que nos ayuden a remediar los 1.100 sitios impactados. Es decir, trabajo habrá y bastante.
¿La alta rotación de funcionarios públicos y la inestabilidad política de qué manera impactó en la remediación de sitios impactados en Loreto?
FB: Impactó mucho, por ejemplo en los planes de rehabilitación, porque hay que explicar todo el proceso a los nuevos funcionarios. La falta de institucionalidad de todas maneras nos afecta. Por eso necesitamos reglas claras.
AW: El éxito del trabajo del Estado depende de la permanencia del equipo técnico. Es un desafío pendiente. De otro lado, entre los acuerdos del Lote 192 [en Loreto], uno de los pedidos de las comunidades indígenas y del Minem es que la elaboración del plan de abandono se le encargue a Profonanpe. Es decir, todos los actores reconocen el trabajo que venimos realizando.