ALERTA. El comercio de madera de una empresa brasileña hacia Estados Unidos no se ha detenido a pesar de estar implicada en presuntas prácticas ilegales.
Los pisos de parquet que decoran El Vaticano, el Taj Mahal o, simplemente, las casas de estrellas de Hollywood pueden estar hechos de madera cuyo origen podría ser la deforestación ilegal y otros delitos que se cometen en los bosques de la Amazonía de Brasil. La mayor exportadora de pisos de madera de ese país, Indusparquet, tiene entre sus proveedores a empresas sancionadas por tala ilegal.
Estas conclusiones se desprenden de un informe publicado esta semana por las organizaciones Earthsight y Mongabay, que detalla cómo esa madera ingresa a Estados Unidos a través de los huecos legales que permite su legislación. “Una ley estadounidense fallida permitió a un gigante brasileño de los suelos inundar su mercado con millones de dólares de madera sospechosa”, sostienen.
Indusparquet es uno de los principales fabricantes de parquet en el mundo: la compañía brasileña exportó 27.500 toneladas de madera a ese país entre 2017 y 2022. Estados Unidos representa el 90% de sus exportaciones.
El reporte identifica supuestas prácticas ilegales que involucran a la empresa Indusparquet y a sus proveedores. La trama de supuesta corrupción –según el estudio– atraviesa todo Brasil: desde el sur, en Paraná, llega a las oficinas centrales de la empresa, en Sao Paulo, y alcanza también el corazón de la Amazonía, en el estado de Pará.
Indusparquet está acusada de soborno en dos procesos judiciales en Brasil, ambos relacionados con la colaboración de funcionarios públicos para obtener el supuesto acceso a madera que no podía ser talada y para “blanquear” madera de dudoso origen. El informe también indica que proveedores de la compañía fueron sancionados por obtener madera de una reserva indígena.
Aunque los procesos judiciales aún no han concluido, el estudio presentado por Earthsight y Mongabay revela información que forma parte de estos expedientes. A pesar de que las acusaciones sobre Indusparquet y las multas contra sus proveedores fueron públicas, las principales cadenas de retail de Estados Unidos continúan como sus principales clientes para vender esa madera en el mercado minorista.
Indusparquet, tiene en sus proveedores a empresas sancionadas por tala ilegal.
José Antonio Baggio, cofundador de Indusparquet, fue acusado de sobornar a un funcionario público de Paraná para que ayudara a la empresa a abastecerse de un tipo de madera que sólo crece en la Mata Atlántica, un bosque ubicado en los alrededores de ese Estado, para venderla a un cliente estadounidense que no fue identificado en el proceso judicial. El organismo en el que trabajaba este funcionario era el responsable de autorizar las operaciones de tala en Paraná, indica el informe.
Earthsight y Mongabay obtuvieron acceso a varias horas de escuchas telefónicas y grabaciones de video que forman parte del expediente fiscal y que revelan que Baggio hablaba abiertamente de una “comisión” para el funcionario a cambio de obtener “bracatinga”, una especie protegida.
Indusparquet, según la denuncia, compró esa madera a los proveedores en el mismo período que era investigado en el proceso judicial, según datos provistos por Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales (Ibama) citados en el informe.
Sin embargo, la justicia del Estado de Paraná concluyó este año que el dirigente de Indusparquet es inocente de haber cometido un delito penal, aunque la fiscalía continúa la acusación contra la empresa en el ámbito civil.
Cuando fueron consultados por estas grabaciones, desde Indusparquet indicaron que estos audios "simplemente confirman una negociación regular, con un lenguaje y un tono comunes, en la que se discuten los precios, las medidas y las comisiones de venta". Remarcaron que Baggio fue declarado inocente en el proceso penal y agregaron que durante las conversaciones el funcionario público en ningún momento se identificó como tal.
La segunda causa judicial contra Indusparquet en Brasil se inició en 2018 tras una redada policial en la sede de la empresa en Sao Paulo, llamada Operación Patio. La fiscalía general acusó a la empresa de desempeñar un papel central en una trama de “lavado” de madera ilegal a gran escala que también involucra a otras cinco empresas. Las evidencias fiscales presentadas en el expediente señalan que un trabajador de Indusparquet habría sobornado a un analista del Ibama para alterar el origen forestal de partidas de madera.
Indusparquet exportó 27.500 toneladas de madera a EEUU entre 2017 y 2022.
El funcionario, cuyas acciones beneficiaron a Indusparquet y a varios de sus socios comerciales, confesó haber recibido sobornos a través de la cuenta bancaria de su esposa, siempre según el informe. Los fiscales calcularon que los beneficios obtenidos por la compañía mediante el “blanqueo” de 19.753 m3 de madera que permitió el accionar ilegal de este funcionario fue equivalente a casi 30 millones de dólares para Indusparquet.
Esta investigación continúa en curso tanto en la justicia civil como penal.
Consultado para el informe, Indusparquet negó haber actuado de forma incorrecta y afirmó que no había ninguna relación entre la Operación Patio y la demanda del fiscal federal. Señaló que la demanda no demuestra ningún daño ambiental causado por la empresa y sostienen que no tuvo ninguna relación ilegal con los empleados del Ibama.
Polémica por madera ilegal
Los dos procesos judiciales no son los únicos escándalos relacionados con las prácticas de Indusparquet. Una investigación de Earthsight publicada en febrero de 2021 detectó que Indusparquet compró madera de dos aserradores que fueron parte de la Operación Handroanthus, una pesquisa policial en el Estado amazónico de Pará, en el norte de Brasil.
“Handroanthus”, conocida como la mayor operación de madera ilegal en la historia de Brasil, confiscó 226.000 m3 de madera a fines de 2020. Estos dos proveedores de Indusparquet antes y después de dicha operación, habían recibido una multa colectiva de más de medio millón de dólares por “lavado” de madera y otras violaciones de la normativa sobre extracción de madera durante los últimos años.
Esta nueva investigación periodística de Earthsight y Mongabay rastreó -también en el Estado de Pará- compras de proveedores de Indusparquet cuyo origen era una reserva indígena amenazada: habrían adquirido troncos de una propiedad que pertenece a la reserva indígena Ituna Itatá, en la cuenca del río Xingú.
Los dueños de la propiedad recibieron una multa de 2,7 millones de dólares en 2021 por destruir casi 1.000 hectáreas de selva nativa dentro de la reserva y por violar las restricciones de acceso a un área donde viven pueblos indígenas aislados.
A pesar de las polémicas prácticas ambientales de la compañía y sus proveedores, los suelos de Indusparquet son muy valorados en Estados Unidos. Las principales tiendas de ese país mantuvieron sus compras de parquet aunque ya había investigaciones judiciales en marcha en Brasil.
El informe mencionado indica que el principal cliente fue la cadena estadounidense Floor & Décor, que habría comprado madera bracatinga a una subsidiaria de Indusparquet en Paraná de la misma especie que era objeto de investigación judicial en ese estado. El material era ofrecido a sus clientes como un piso hecho con madera bracatinga para su línea “Quest Exotic Hardwoods”.
Los bosques del Amazonas son uno de los principales focos de contrabando de madera. La Organización de las Naciones Unidas indicó que este ilícito negocio supera los 50.000 millones de dólares y pueden representar el 30% de toda la madera que se comercializa en el mundo. Esta madera se “blanquea” en cadenas de suministro legales, con mecanismos que a menudo implican la complicidad de funcionarios públicos locales.
A pesar de las polémicas prácticas ambientales, el parquet de Indusparquet es bien valorado en Estados Unidos.
También la gigantesca red de tiendas LL Flooring (antes se llamaba Lumber Liquidators) ha sido otro de los principales clientes de Indusparquet en Estados Unidos en los últimos años. La investigación indica que la cadena empezó a comprar la madera de la empresa brasileña solo un mes antes de haber quedado expuesta por la Operación Patio y, más allá de esa acusación, continuó con la adquisición de pisos de madera.
La relación bilateral entre ambos países cambió tras los devastadores incendios forestales de 2o19 en Brasil y la salida de Donald Trump de la Casa Blanca. Sin la misma sintonía política con Jair Bolsonaro que su antecesor, Joe Biden prometió el año pasado que presionaría para conseguir un fondo de US$ 20.000 millones para combatir la deforestación en el Amazonas.
Estados Unidos parecía haber reaccionado después de los incendios, pero este informe indica que sus empresas se mueven prácticamente sin control a la hora de comprar su mercadería. Las compañías estadounidenses continúan como el principal cliente de “materias primas que ponen en riesgo los bosques vírgenes”.
Un proyecto de ley que tramita actualmente en el Congreso de ese país busca prohibir las importaciones de materias primas agrícolas producidas en tierras deforestadas ilegalmente en el extranjero, una intención de reforzar el cumplimiento de la actual ley que prohíbe la importación de madera de origen ilegal pero que, hasta el momento, ha sido poco efectiva.