CESE REPENTINO. "Mi gran temor es que todo lo que hemos avanzado desde el año pasado se caiga", dice Luis Alberto Gonzales-Zúñiga.
En pleno Estado de Emergencia por el coronavirus, sin comunicación previa y cuando impulsaba medidas contra el tráfico de madera, el gobierno peruano retiró a Luis Alberto Gonzales-Zúñiga del cargo de director ejecutivo del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). La medida tomó por sorpresa al titular, quien se enteró de su salida por la publicación de la Resolución Suprema en el diario oficial "El Peruano".
“Me da mucha pena, y mi gran temor ahora es que todo lo que hemos avanzado desde el año pasado se caiga porque van a pedir cambiar a todos los directores generales”, dijo el hasta el último jueves jefe de la entidad encargada del sector forestal.
A inicios de marzo, Gonzales-Zúñiga denunció en este medio un primer pedido de renuncia por parte de la alta dirección del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri). Tres meses después de dicha publicación, el gobierno decidió retirarlo del Serfor, pese a que su mandato que ganó por concurso público concluía el 2024. OjoPúblico volvió a entrevistarlo, esta vez para conocer las razones de su repentino cese.
¿En qué términos lo cesaron del cargo de director ejecutivo del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor)?
Fue en OjoPúblico donde denuncié la maniobra de la viceministra del Ministerio de Agricultura [Paula Carrión] que solicitó mi renuncia en marzo. Lo que ha pasado desde entonces es que ha habido todo un trabajo subterráneo y oscuro para tratar de debilitarnos restringiendo nuestro presupuesto. Por ejemplo, todos los decomisos del tráfico de fauna silvestre lo entregamos a los centros de cría que normalmente perciben ingresos por los visitantes, pero por la pandemia no han tenido ingresos. Entonces, el 30 de marzo solicitamos una ampliación de presupuesto al Minagri y al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que recién se ha concretado hace cuatro días. Ese es un ejemplo de muchos donde ha habido sabotaje, intento de asfixiarnos económicamente, de que yo me aburra y me canse del sector, pero se equivocaron. Ellos pensaron que me iba a aburrir, pero no fue así.
¿Qué otras situaciones detectó posterior a su primera denuncia pública sobre el pedido de renuncia que le hizo el Minagri en marzo de este año?
Han habido otros temas. Se han estado reuniendo a nuestras espaldas con Osinfor para quitarle a Serfor la función de control. Osinfor tiene la función de supervisar y fiscalizar, pero Serfor fue creado para el control y promoción del desarrollo forestal. Al intentar quitarnos el control, nos quitan una parte sustancial de nuestra labor, la que nos permite luchar contra los cuatro delitos que abruman al sector forestal: la tala ilegal, el tráfico de tierras para los cultivos ilegales, la minería ilegal y el tráfico de fauna silvestre.
En lugar de encontrar en el Minagri un apoyo y respaldo, hemos encontrado todo lo contrario.
¿Cómo toma conocimiento de lo que señala?
Por amigos que nos avisan desde el Minagri y la Presidencia del Consejo de Ministros. [El Minagri] también intentó reunirse con los representantes de las organizaciones indígenas dentro del Consejo Directivo de Serfor, pero los rechazaron. Le dijeron a la viceministra: ‘Si tú tienes una acusación contra Luis Alberto Gonzales- Zúñiga, ¿dónde están las pruebas de esa falta grave?’. Me da muchísima pena que haya salido esta Resolución Suprema firmada por el presidente de la República y cuyo argumento es que ha perdido mi confianza. ¿Cómo puede decir eso el presidente si jamás me he reunido con él? Él nunca me ha preguntado qué está pasando con los bosques o con la fauna silvestre. Si lo hubiera hecho, pudiera haber dicho: ‘Ah este tipo no está haciendo su chamba. Ya no tengo confianza en él’. Pero nunca ha ocurrido eso. Además, que esa Resolución Suprema salga al día siguiente de la conferencia de prensa del presidente Vizcarra donde dijo que todos sus funcionarios son de gran calidad, ¿cómo hace lo contrario al día siguiente? Destruyendo además la poca institucionalidad que hay en nuestro país y que tanto nos cuesta crearla.
¿Usted se enteró de su cese por la publicación de hoy en El Peruano o hubo algún anuncio previo?
Me he enterado hoy a las 7 de la mañana, cuando me llamó el gerente general de Serfor [Ruperto Taboada] y me dijo que había salido la resolución de mi cese.
El gran temor que ahora tengo es que todo lo que hemos avanzado desde el año pasado se caiga.
¿Hubo un sustento o alguna comunicación que acompañó dicha medida?
Son leguleyadas dentro del Estado. Lo que dice esa resolución es así. El presidente tiene esa facultad (de retirarlo del cargo), pero legítimamente es un abuso, una arbitrariedad enorme. Entonces, voy a denunciar esto. Iré a todos los medios posibles, porque esto no ayuda a nuestro país. En época de pandemia, el propio presidente de la República dice que debemos unirnos y en esas circunstancias sale esta norma con estas características.
¿Qué intereses cree que han podido influir para cesarlo del cargo?
Hay intereses de diverso tipo, quieren que las cosas sigan tal cual o que los cambios no sean lo que ellos están viendo. Por ejemplo, de tantas cosas que han pasado estos meses ayer (jueves) nos convocaron a una reunión para ver el establecimiento de un reglamento de cambio de uso de tierra. Este es un reglamento que debió hacerse hace años y, en efecto, ya se había llegado a una propuesta consensuada con el Ministerio del Ambiente, con el Minagri de aquella época y con Serfor. Pero ahora nos convocan y, para nuestra sorpresa, nos presentan una propuesta radicalmente distinta, y que en el fondo alienta la deforestación.
¿De qué forma?
Imagínate que tienes cien hectáreas de bosque en algún lugar de la Amazonía o cien hectáreas continuas de algarrobo o de cualquier especie amazónica. En la actualidad, tú no puedes desboscar esas hectáreas porque se te puede denunciar por deforestación. ¿Qué plantea hoy ese reglamento que se pretende aprobar? Si el titular de esas cien hectáreas hace un estudio de suelo y prueba que ese suelo tiene vocación agrícola, entonces puede desboscar las cien hectáreas y dedicarlas a sembrar cualquier cultivo. ¿Qué hay allí en el fondo? Primero, considerar que el bosque en pie no tiene valor, que toda opción agrícola es siempre superior a cualquier valor forestal y tercero que abres la posibilidad para que inversionistas ilegales puedan deforestar esas tierras bajo este nuevo reglamento. En la reunión, donde estuvieron los dos viceministros y el jefe de gabinete de asesores, les dije: ‘¿Ustedes saben lo que están planteando? Miren, en la actualidad hay miles de familias que están regresando al campo por la pandemia, y presionarán esos bosques y los deforestarán para poder subsistir. Con este reglamento, ustedes están dando carta verde para que eso ocurra de manera masiva, ¿se dan cuenta de eso?’. Son torpes o sus intereses son tan desbocados que les importa poco la situación de nuestro país.
La informalidad en el sector forestal alcanza el 80%.
¿Qué respuesta le dieron?
Que no era ese su afán. Entonces les dije que nos envíen por escrito esa propuesta y nosotros haríamos los comentarios respectivos. Yo les dije que de ninguna manera Serfor apoyaría eso. Me da mucha pena, el gran temor que ahora tengo es que todo lo que hemos avanzado desde el año pasado se caiga porque van a pedir cambiar a todos los directores generales.
¿Incluso al consejo directivo?
Al consejo directivo no van a poder cambiarlo porque hay todo un procedimiento para lograrlo. Entiendo que las organizaciones indígenas y campesinas están preparando un pronunciamiento muy fuerte al respecto. Porque es un atropello por donde lo mires.
¿Considera que el trasfondo de su salida sea por el control a la trazabilidad y al origen de la madera?
Definitivamente eso ha sido así. La OCDE afirma que el 70% de las actividades productivas en nuestro país son informales. En el sector forestal eso debe ser el 80%. Entonces, nosotros hemos trabajado con ese 20% que está haciendo las cosas bien y en un marco de legalidad. Pero ese otro 80% no está cruzado de brazos. Es un grupo que ve cómo sus intereses y negocios están cayendo. Entonces, por supuesto que nos han amenazado, con llamadas por teléfono, amenazas de muerte a nuestros compañeros. Yo sabía lo que estábamos enfrentando, y que iba a haber esa reacción. Pero, en lugar de encontrar en el Minagri un apoyo y respaldo, hemos encontrado todo lo contrario. Allí se mezcla una especie de ignorancia porque desconocen qué es el sector forestal. Ellos están concentrados en cultivos, crianzas, ganadería , proyectos agrícolas e hidráulicos que es lo que más le interesa al ministro Montenegro. El sector forestal, cero. Realmente cero. Tienen un desconocimiento increíble, una ignorancia increíble sobre este tema.
En ese escenario, ¿qué va a pasar con el sector? Por ejemplo, el tráfico de tierras ligado al cultivo de la palma aceitera.
Eso lo ve básicamente el Ministerio de Agricultura y los gobiernos regionales. Lo que sí sabemos es que esa propuesta de cambio de uso de tierras está vinculado al afán de que también se expanda este sector [el de la palma]. Eso también está detrás con el cuento de que vamos a crear empleo y desarrollo.
¿Cómo ve el futuro del Serfor?
Mi gran temor ahora es que vayan a descabezar la organización. Porque están pidiendo que todos los directores generales, los asesores, los representantes en las oficinas fuera de Lima presenten su renuncia. Muchos vienen de antes, o sea, yo no los traje. Están allí porque son buenos profesionales. Me preocupa que todo lo que se ha avanzado para luchar contra el delito de la deforestación se detenga. Eso es lo que más me preocupa. Han puesto en el cargo al viceministro [Carlos Ynga La Plata] a un señor muy vinculado y casi hijo del actual ministro [Jorge Luis Montenegro]. Lo que va a haber allí es toda una labor de esconder cosas, que debe ser denunciado. Tampoco se puede dar un paso atrás contra los delitos que tanto afectan al sector forestal. No debe detenerse el impulso en la lucha contra la deforestación que tanto abruma a nuestro país.
* Al cierre de esta edición un grupo de organizaciones de la sociedad civil y representantes de pueblos indígenas difundieron un pronunciamiento en el que rechazan el cese de Gonzales-Zúñiga de la dirección ejecutiva del Serfor. “Mientras los concesionarios forestales y la industria demandan flexibilizaciones de estándares y verificación de origen legal, el propio Estado genera una crisis de institucionalidad en un sector dramáticamente invadido por la ilegalidad”, se lee en el comunicado suscrito por 30 instituciones. También ayer, tres gerentes forestales de las regiones Loreto, Madre de Dios y Ucayali firmaron una carta, pero esta vez de respaldo a la decisión del Ejecutivo. Sin embargo, dos de ellos -Marcial Pezo Armas de Ucayali y Kenji Terán Piña de Loreto- enfrentan investigaciones fiscales precisamente por tala ilegal en sus respectivas regiones.