GRAVE. Loreto es la región más afectada por el dengue y lidera la lista de fallecidos por esta enfermedad.
Por Jorge Carrillo (Loreto) y Alicia Tovar (Lambayeque)
A inicios de marzo, antes que la pandemia sacudiera al Perú, el dengue ya era una seria amenaza para la Amazonía; y Tambopata, en Madre de Dios, el distrito más afectado por el aedes aegypti, el zancudo transmisor de la enfermedad. Con la llegada de la Covid-19, los esfuerzos se centraron en combatir este nuevo virus y se descuidaron las estrategias enfocadas en el dengue, una enfermedad endémica en nuestro territorio.
El último reporte del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa) señala que, hasta ahora, hay 29.124 casos. Esta cifra representa casi el doble que la reportada el año pasado: 15.290.
Los incrementos de contagios se han registrado en 17 regiones del Perú. Sin embargo, el 80% de los enfermos se encuentra en la Amazonía -Loreto, San Martín, Madre de Dios, Amazonas y Ucayali, donde los casos se han cuadruplicado respecto al 2019-, Junín e Ica. En esta última región, el aumento es exorbitante: en 2019 registró 51 casos y, en lo que va de este año, ya posee 6.183. Es decir, alrededor de 122 veces más afectados.
Hasta agosto se han reportado más de 29 mil casos de dengue, y 39 fallecidos por esta enfermedad.
Loreto, la región de la selva más golpeada por la pandemia, es también la más afectada por el dengue: 19 fallecidos y más de siete mil casos. Si comparamos esta cifra con la de la misma semana de 2019, comprobaremos que, este año, el número de enfermos es casi cinco veces superior. San Martín, por otro lado, registra seis veces más contagios; mientras Ucayali tiene 38 veces más afectados y Madre de Dios duplicó los casos.
La cantidad de fallecidos por esta enfermedad también aumentó: en lo que va del año, ya se han registrado 39 muertos, dos más que el año pasado. Además de Loreto, las regiones con víctimas fatales son Madre de Dios (9), San Martín (3), Ucayali (2), Ayacucho (2), Ica (2), Cusco y Cajamarca, con una defunción cada una.
Las razones detrás del incremento
Según el reporte del Minsa, los casos de dengue comenzaron a dispararse entre fines de febrero e inicios de marzo, antes de la aparición de los primeros contagio de coronavirus. La presencia del SARS-coV-2 obligó a las regiones a concentrar sus esfuerzos en combatir el nuevo virus, dijo a OjoPúblico Luis Rodríguez Benavides, director regional de Salud de San Martín. “Lo que ocurre, en una pandemia, es que los servicios de salud se concentran en esa enfermedad”, indicó.
El funcionario agregó que los casos de dengue en la región pueden ser más que los 3.046 registrados por el Minsa, pues se ha reducido el control y seguimiento epidemiológico de los establecimientos de salud. Otra de las dificultades es la similitud de síntomas con la Covid-19: fiebre y dolor de cabeza.
La situación se agrava porque, para combatir el dengue, se necesita hacer fumigaciones y colocar larvicidas en los depósitos de agua, para evitar la reproducción de los zancudos transmisores.
CONTEXTO. Una de las causas del incremento de casos de dengue en el país es que se suspendieron las fumigaciones por temor al contagio con la Covid-19.
Foto: Ralph Zapata/ OjoPúblico
Para eso, es necesario que el personal de salud ingrese a las viviendas, algo que ya no se está realizando con regularidad por temor al contagio de la Covid-19. “Durante la pandemia esta tarea se estuvo realizando en Moyobamba y algunos de los fumigadores dieron positivo a la Covid-19”, dijo Rodríguez.
Un panorama similar se presentó en Loreto, la región más afectada por el dengue. Carlos Álvarez Antonio, director ejecutivo del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la Dirección Regional, reconoció que solo fumigaron los dos primeros meses de 2020 y, luego, suspendieron las actividades por la pandemia.
El funcionario añadió que otro de los factores del aumento de casos es un problema antiguo: el precario sistema de abastecimiento de agua potable. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en Loreto solo el 45% de la población consume agua potable de la red pública. De ese porcentaje, la mitad tiene acceso a este recurso todos los días; y apenas el 8% tiene agua las 24 horas. El documento señala, además, que únicamente el 42% de la población tiene acceso a la red pública de alcantarillado.
Álvarez precisa que esa situación obliga a que la población acumule agua potable en recipientes, pese a que los especialistas señalan que es allí donde se crían los zancudos vectores del dengue. En 2005, en un artículo publicado en la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, César Cabezas Sánchez, actual director del Instituto Nacional de Salud (INS), explicaba que las deficientes condiciones de saneamiento facilitaron la expansión del dengue y otras enfermedades provocadas por el mismo vector (aedes aegypti) en ciudades de la costa norte y la Amazonía peruana.
Por su parte, Ciro Maguiña Vargas, médico infectólogo de la Universidad Cayetano Heredia, dijo que el incremento de casos de dengue se debe a la pandemia y al descuido de los programas de control de los establecimientos de salud. “Antes de la Covid-19, el dengue era un problema de salud en Loreto. Pero, como se descuidaron los programas de control, se reactivaron enfermedades latentes”, aseguró.
No se están fumigando las viviendas con regularidad por temor al contagio de la Covid-19.
Según el experto, las autoridades de salud deben concentrarse en aplicar las estrategias ya conocidas para controlar la expansión del vector y, además, adquirir la vacuna contra el dengue. “El gobierno debería pensar en vacunar a la población de la Amazonía y Piura. La vacuna funciona en personas de entre 9 y 45 años, en regiones donde la enfermedad es endémica. Hay 18 países del mundo donde ya se aplica. El problema, en Perú, es el alto costo. Pero es una decisión política más que técnica”, enfatizó.
Baja ejecución presupuestal
Para atender el dengue, el zika y la chikungunya, así como otras enfermedades metaxénicas y zoonosis, las regiones cuentan con un presupuesto exclusivo. Este año, Loreto recibió S/ 13.3 millones. Pero, hasta ahora, solo ha ejecutado el 63%. Álvarez dijo a OjoPúblico que parte de ese presupuesto fue usado para atender la pandemia, por disposición del Minsa. “Eso disminuyó el control del dengue. Ahora tenemos poco presupuesto. Estamos consiguiendo más fondos del gobierno regional y el Minsa”, explicó.
En otras regiones afectadas, como Ica, San Martín y Ucayali, la ejecución del presupuesto también supera el 60%, pero no se ha completado. En el caso de Madre de Dios, aunque es una de las regiones afectadas cada año, el presupuesto (S/ 697.591) es insuficiente, señala Carlos Manrique de Lara Estrada, director Ejecutivo de Epidemiología y Control de Emergencias de Desastres de la Dirección Regional de Salud. Allí ya han fallecido nueve personas por esta enfermedad endémica.
El funcionario está preocupado porque, en octubre, comienza la temporada de lluvias; lo cual incrementa la cantidad de depósitos con agua que se convierten en criaderos del vector del dengue. Por eso, recomendó mantener los hogares limpios, al igual que los recipientes donde se almacena agua. “La población debe asumir su responsabilidad y ser solidaria. Se debe educar a los niños y cambiar conductas, estilos de vida. En estos difíciles momentos de pandemia se requiere mucho apoyo”, dijo Manrique.