Los primeros días de agosto, un grupo de manifestantes de Puno y Tacna quemó el campamento encargado de la construcción del canal hídrico Vilachaullani - Calachaca - Chuapalca, un proyecto del Gobierno Regional de Tacna que busca expandir los cultivos agrícolas en la región fronteriza de Tacna y suministrar agua potable a dicha ciudad.

Las comunidades de la frontera entre ambas regiones creen que la obra afectará a los bofedales altoandinos y que perderán los pastos que estos espacios naturales proveen como alimento de sus camélidos, la principal actividad económica de la zona.

“[Estos espacios naturales] son ecosistemas que proporcionan forraje para nuestro ganado: alpacas, vicuñas y aves, que son nuestra principal fuente de ingreso”, explicó Aurelio Mamani, de la comunidad campesina de Maure (Tacna).

Los líderes locales informaron a OjoPúblico que este proyecto no cuenta con la licencia social de las zonas de influencia y, por eso, anunciaron que iniciarán hoy una huelga indefinida.

La obra comenzó el 1 de junio de este año y tiene una inversión de S/ 115 millones

Según Infobras, la construcción comenzó el 1 de junio de este año -en plena emergencia sanitaria- y tiene una inversión de S/ 115 millones. Este canal es uno de los tres componentes del megaproyecto “Mejoramiento y Ampliación de la Provisión de Agua para el Desarrollo Agrícola en el Valle de Tacna-Vilavilani II-Fase I”. Las otras dos partes son el mejoramiento y adecuación del canal Uchusuma y la construcción de reservorios en el sector Cerro Blanco. Estas últimas, no obstante, ya fueron construidas, con un costo que superó los S/ 30 millones. 

El canal que ahora genera el conflicto tendrá una longitud de 42 kilómetros y atravesará los territorios de las comunidades fronterizas aymaras de la provincia de Tarata (Tacna), ubicadas en el límite con Puno. Su construcción está a cargo del consorcio Agua Manantial, conformado por las empresas Logística de Bienes y Servicios Tutupaca S.A.C. y Riemann Contratistas y Consultores S.A.C. 

Las localidades de la provincia de Tarata (Tacna) afectadas por el proyecto son Kovire, Challapalca, Ancuyo, Mamuta, Kallapuma, Titijahuani y Chuapalca; y en Puno aquellas ubicadas en los distritos de Capaso, Kelluyo, Mazocruz, Conduriri, Pisacoma e Ilave. 

El canal será de 42 Km. y atravesará los territorios de comunidades fronterizas aymaras

De acuerdo con la ficha técnica del proyecto, esta obra beneficiará a 350 mil habitantes de Tacna, ampliará la frontera agrícola de esa región, con la incorporación de 2.800 hectáreas de tierras eriazas, y mejorará el riego de otras 1.500. El canal captará agua del río Ancoaque, que divide las regiones de Tacna y Puno, y transportará el recurso hasta los campos de cultivo del distrito de La Yarada (Tacna).

El proyecto contempla, además, la dotación de agua potable para la ciudad de Tacna, que en la actualidad recibe este servicio con restricciones. El presidente de la Junta Vecinal Santa Rosa de Lima de la ciudad de Tacna, Víctor Luna Acero, informó  a OjoPúblico que varias zonas cuentan con solo tres horas de agua potable al día. 

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 87% de la población del departamento consume agua potable por red pública. Sin embargo, solo el 32% tiene acceso a este recurso las 24 horas. En ese contexto, la obra de Vilachaullani es uno de los proyectos que busca mejorar el problema en la capital del departamento. 

Los impactos de la obra

El presidente del Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur de Puno, Edgar Chura Mamani, solicitó la suspensión de la obra. “De no ser atendida esta demanda de los pueblos originarios, los que autorizaron la obra serán los responsables”, planteó. 

Por su parte, el presidente de la comunidad campesina de Maure (Tacna), Marcial Laura Condori, contó que las anteriores inversiones de trasvases de agua hacia la ciudad de Tacna redujeron los bofedales de las localidades altoandinas. “Eso secó nuestros pastizales y, por tanto, disminuyó la producción de camélidos sudamericanos (llamas y alpacas). Los pastizales están amarillentos”, reclamó. 

OBJETIVO. El proyecto consiste en la construcción de un canal de 42 kilómetros para transportar agua hacia los campos agrícolas de Tacna.  

Foto: Karin Chacón

La presidenta del Consejo Directivo de la Junta de Usuarios del Subsector Hidráulico Yunga (Tacna), Juana Ale Flores, dijo que el pasado 11 de febrero de 2020 presentaron un recurso de amparo ante el Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Tacna contra el proyecto, pues lo consideran una amenaza y una iniciativa que viola los derechos fundamentales de las comunidades campesinas. 

El procurador del Gobierno Regional de Puno, Santiago Molina Lazo, detalló que en su región también han presentado una acción de amparo ante el Tercer Juzgado Civil, y han solicitado la nulidad de las resoluciones directorales emitidas por la Autoridad Local del Agua (ALA), requisito para el inicio de los trabajos. 

Conflicto interregional

Las autoridades de la región Tacna denunciaron penalmente a los presuntos responsables del incendio en el campamento del consorcio, a inicios de agosto. Entre ellos figuran Handy Alexis Condori Mallqui -exregidor de Ticaco-Tacna-, Luis Ticona Quispe -exalcalde de Ticaco-, Juana Ale Flores -presidenta de la Comisión de Usuarios de Ticaco-, Oswaldo Ale Flores -presidente de la Junta de Usuarios de Tarata-Tacna- y Eloy Calizaya Bernabé - presidente de la comunidad de Maure.

La denuncia también incluye a Bernabé Ordoñez Mamani -presidente del Frente de Defensa de los Intereses de la Zona Alta de la provincia de El Collao (Puno)- y a Villanueva Maquera Resalaso -alcalde de la municipalidad provincial de El Collao-. 

El decano del Colegio de Ingenieros de Puno, Norman Beltran Castañón, explicó que el proyecto no se ha paralizado por el momento. Hace tres semanas, los congresistas por la región Puno enviaron una carta al ministro de Agricultura y Riego, Jorge Montenegro, donde le pidieron cancelar la obra. El último 26 de agosto le reiteraron la solicitud y le avisaron que “desde el lunes 31 de agosto, los pobladores de Puno y Tacna acatarán una huelga indefinida”, detalló a OjoPúblico el parlamentario Orlando Arapa.

Los congresistas por la región Puno le pidieron al ministro de Agricultura cancelar la obra.

De otro lado, el jefe de la Oficina Defensorial del Pueblo en Puno -Jacinto Ticona Huamán-, calificó a la situación como un conflicto interregional. “El gobierno central debe resolver. El problema está activo y los compromisos asumidos del ministro de Agricultura, Jorge Montenegro, sobre la paralización del proyecto se deben cumplir para no agravar las tensiones”, dijo. 

Para el especialista en temas hídricos, Clemente Ayala Vicente, exdirectivo de la ONG del Instituto de Estudio de las Culturas Andinas (Ideca), la comunidad del Maure (Tacna) es la principal afectada porque le quitarán el agua del río y disminuirán su producción de forraje y crianza de ganado. Pero no es la única: Tarata, explicó, perderá parte de sus  aguas subterráneas. 

El especialista destacó, por último, la importancia de conservar el agua de la cuenca del río Maure, en un contexto de cambio climático. “La solución hídrica no pasa por secar la cuenca Maure. Es [necesario] plantear una política para la gestión integral de toda la cuenca sur”, indicó.