Dura batalla: regiones enfrentan la segunda ola con personal especializado escaso y exhausto

A 10 meses del inicio de la pandemia, y en medio de la segunda ola de contagios de Covid-19, la brecha de médicos intensivistas y camas UCI es la principal falencia del sistema de salud. OjoPúblico identificó las 16 regiones que atraviesan la situación más crítica frente al repunte de casos. Allí hay 230 intensivistas, pero se necesitan 1.299. Diversos especialistas admiten que, luego de la primera ola, las condiciones sanitarias no han mejorado y que, en paralelo, la población ha relajado los protocolos para prevenir la enfermedad.

COLAPSO. El Hospital II EsSalud de Huánuco ya no puede recibir pacientes en el área de cuidados intensivos, pues está abarrotada.

COLAPSO. El Hospital II EsSalud de Huánuco ya no puede recibir pacientes en el área de cuidados intensivos, pues está abarrotada.

Foto: OjoPúblico/ Geraldine Santos

Actualizado el 20-01-2021

Por: Jorge Carrillo, Alicia Tovar, Karin Chacón, Alba Rivas, Gustavo Callapiña, Magali Estrada y Geraldine Santos

 

La noche del 6 de enero, en un gélido pasadizo y con una garúa incesante, 20 pacientes conectados a balones de oxígeno esperaban una cama en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) o en el área de Hospitalización del nosocomio II de EsSalud, en la región Huánuco. Allí, a la intemperie, pasó la noche Julián*, un hombre con un cuadro severo de Covid-19.

Más de 10 horas después, el hombre de 45 años fue trasladado a una cama de cuidados intermedios y pudo pasar la noche del jueves bajo techo. Sin embargo, con el transcurrir de las horas, su condición se agravó, y el viernes -tras la muerte de otro paciente- fue ingresado, por fin, al área UCI del hospital de EsSalud. Las malas noticias no habían terminado: el diagnóstico médico señalaba que el 95% de sus pulmones ya estaba afectado por una neumonía atípica, causada por la Covid-19.

Como Julián*, desde la última semana de diciembre, muchos otros pacientes esperan durante días para ingresar al área de cuidados intensivos de los hospitales en distintas regiones del Perú. Si bien los nosocomios aumentaron ligeramente su capacidad de respuesta después de la primera ola de contagios, los avances no son suficientes para contener el incremento acelerado de nuevos casos críticos. 

La ministra de Salud, Pilar Mazzetti, admitió que ya estamos en una segunda ola".

El pasado 12 de enero la ministra de Salud, Pilar Mazzetti admitió que ya estamos en una segunda ola, pues la cantidad de casos asciende rápidamente. Al día siguiente, el presidente Francisco Sagasti y los integrantes de su Gabinete dictaron nuevas restricciones, de acuerdo a los niveles de alerta de las regiones, que se mantendrán -en principio- hasta el 31 de enero. 

En este contexto, OjoPúblico analizó los reportes de la Sala Situacional Covid-19 del Ministerio de Salud (Minsa), las Direcciones Regionales de Salud (Diresa), las Gerencias Regionales de Salud (Geresa) y los hospitales más importantes del país, y detectó que 16 regiones del Perú, de la costa, sierra y selva, están en una situación crítica, debido a su escasa disponibilidad de camas UCI y carencia de enfermeros, técnicos y médicos intensivistas. En dichas jurisdicciones hay una brecha de hasta el 94% de estos profesionales, cuya formación requiere de entre cuatro y cinco años. 

La situación se agrava debido al agotamiento del personal que ocupa la primera línea de atención desde hace 10 meses, en situaciones precarias y expuestos al contagio. 

Lambayeque

LAMBAYEQUE. Al igual que en la primera ola, las regiones del norte del país se han visto seriamente afectadas en el inicio de la segunda ola de la pandemia. 
Foto: OjoPúblico/ Alicia Tovar

 

Alta brecha de camas UCI

 

Cuando un paciente afectado por la Covid-19 no responde al tratamiento mediante métodos no invasivos, el último intento para evitar que fallezca es ingresarlo a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y  conectarlo a un ventilador mecánico. Sin embargo, en nuestro país existe una gran brecha de camas UCI.

El miércoles pasado, el presidente Francisco Sagasti señaló que, al 11 de enero, el 87% de las camas UCI de todo el país estaban ocupadas por pacientes Covid-19. Solo en las 16 regiones más afectadas por el virus, hasta el 12 de enero, había apenas 54 camas de este tipo disponibles de las 592 que tienen en conjunto. Es decir, el 9% de su capacidad. 

Los datos recogidos por OjoPúblico revelan que regiones como La Libertad, Tacna, Tumbes, Lambayeque y Junín no tenían ninguna cama UCI disponible en esa fecha; y otras, como Huánuco y Áncash, tenían apenas una.

 

El gerente regional de Salud de La Libertad, Fernando Padilla Bartra, informó que en su jurisdicción existen 62 camas UCI, pero todas están ocupadas. Lo más grave es que ahora mismo hay 11 pacientes con Covid-19 esperando que una de esas camas se desocupe. El funcionario explicó, además, que por su constante uso, algunos equipos deben ser reparados, lo cual disminuye la cantidad hasta 57. 

En Huánuco el panorama también es preocupante, pues solo cuenta con una cama de estas características libre. “El colapso puede llegar en cualquier momento. Sin especialistas ni equipos no podremos atender la alta demanda de pacientes”, advirtió la decana del Colegio Médico de Huánuco, Darly del Carpio. En esta región, los pacientes con Covid-19 son atendidos en los pasadizos del Hospital II de EsSalud, porque el área UCI ya sobrepasó su capacidad en la última semana de diciembre.

Al sur, en Arequipa se incrementó el número de camas UCI tras la primera ola de contagios: de 10 camas pasaron a 66, distribuidas en los hospitales Honorio Delgado Espinoza, Carlos Alberto Seguín (EsSalud) y el de la Policía Nacional del Perú. Pero, al 12 de enero, solo había dos camas disponibles en el hospital Honorio Delgado. 

“El cuello de botella siempre va a ser las camas UCI y el personal para esa área”, admite el jefe de Infectología del Hospital Regional de Loreto, Juan Carlos Celis Salinas, región donde, hasta el cierre del análisis, había cinco camas de este tipo desocupadas. El especialista  recordó que, a mediados de diciembre, alertaron al Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) Loreto sobre la necesidad de contar con cinco camas UCI adicionales, pero el pedido no fue atendido.

Como sistema de salud, no estamos preparados para enfrentar una segunda ola de gran magnitud”, dijo Miguel Palacios Celi.

Ante esta misma carencia, algunos hospitales de las regiones de Piura y Áncash, han optado por implementar camas regulares donde atienden a sus pacientes con cánulas de alto flujo, para el suministro de oxígeno. La idea es evitar que su estado de salud se complique y deban ser ingresados al área de cuidados intensivos. 

Los especialistas consultados por OjoPúblico advierten, además, que la situación podría agravarse por la presencia de la variante británica del SARS-CoV-2, que ha demostrado ser más contagiosa. El gerente regional de Salud de La Libertad, Fernando Padilla, explicó que si se unen tres factores: la conducta de las personas que no se cuidan, la reanudación de casi todas las actividades y las nuevas variantes del virus “no habrá sistema de salud que soporte”.

En el mismo sentido,  Miguel Palacios Celi, decano del Colegio Médico del Perú, señaló que es necesario hacer una evaluación por regiones para ver la realidad de cada lugar, pues cuando se obtiene el promedio nacional, por ejemplo, de camas UCI disponibles sí hay. Pero, si se va a regiones, en varias de ellas no hay ninguna libre. “Como sistema de salud, no estamos preparados para enfrentar una segunda ola de gran magnitud”, reconoció.

 


Muchos pacientes, poco personal de salud

 

En el almacén del Hospital Regional Hermilio Valdizán de Huánuco –a 10 metros del área Covid-19– cinco equipos completos (monitores, ventiladores mecánicos y camas) para la Unidad de Cuidados Intensivos se encuentran en desuso, aunque en el nosocomio existe una lista de pacientes en espera para ingresar al área crítica.

“No podemos ampliar las camas porque no existe personal que pueda atenderlas. Actualmente [en el hospital Hermilio Valdizán] contamos con un intensivista, cuando requerimos mínimamente de seis. Todas nuestras camas están llenas y la demanda de pacientes es desbordante”, dijo el director regional de Salud de Huánuco, César Torres Nonajulca a OjoPúblico.

Este hospital no es el único que afronta la falta de personal especializado en UCI. Según estimaciones del Minsa, en conjunto, la región Huánuco requiere 72 médicos especialistas para atender a los pacientes Covid-19 de sus tres nosocomios: Regional Hermilio Valdizán, EsSalud II y Tingo María, pero apenas cuenta con 22 trabajadores. Es decir, tiene un déficit de personal de 69%. 

Las autoridades sanitarias del Perú han reconocido que la falta  de personal especializado es un problema a nivel nacional. No obstante, las 16 regiones monitoreadas durante las últimas semanas por OjoPúblico presentan algunos de los escenarios más críticos y, en conjunto, registran un déficit de 1.299 médicos intensivistas para UCI, de acuerdo a la información del Minsa. Departamentos como Puno, Tacna, Piura, La Libertad, Apurímac y Amazonas tienen una brecha superior al 90%.

 

El caso más preocupante es el del departamento de Puno. Necesita 117 médicos intensivistas para atender a su población de más de 1 '200.000 personas, pero apenas cuenta con siete especialistas. Tacna es otra de las regiones críticas. La misma registra un déficit de especialistas del 91% para atender sus dos hospitales Covid: Hipólito Unanue (del Minsa) y Daniel Alcides Carrión (de EsSalud). En el primero solo tienen una médico intensivista y -según Óscar Galdos, director regional de Salud de Tacna- allí se necesitan cinco. En conjunto, de acuerdo al Minsa, esta región fronteriza requiere 27 médicos especializados adicionales para atender adecuadamente a su población. 

Galdos confirmó que la falta de intensivistas es un problema nacional y explicó que, aunque han ofertado plazas, estas no lograron cubrirse. En la misma línea, el director del hospital regional Eleazar Guzmán Barrón de Áncash, César Acevedo Orellano, indicó que es difícil contratar nuevos médicos especialistas en UCI porque, además de ser escasos, en otras instituciones les ofrecen sueldos más atractivos que en el Minsa. Esta última región, por ejemplo, tiene una brecha del 85% de personal intensivista en dichos centros de atención.

Arequipa, mientras tanto, se encuentra en crisis: tiene apenas 18 médicos con este tipo de especialidad para los hospitales Honorio Delgado Espinoza (del Minsa) y Carlos Alberto Seguín Escobedo (de EsSalud). En otras palabras, necesita 120 profesionales adicionales para trabajar en UCI. “Hemos pedido apoyo [de recursos humanos] al nivel central porque nuestros equipos [de médicos] son mínimos y no les podemos exigir más de lo que están dando. Hay una alta carga laboral con el incremento de pacientes'', dijo Percy Miranda Paz, jefe del comando Covid local.

Otra región del sur con una alta brecha es Cusco. Actualmente, cuenta con apenas 16 intensivistas para atender en sus tres hospitales: Adolfo Guevara Velasco, el Hospital de Contingencia Antonio Lorena y el Hospital Regional. Pero, según datos del Minsa, allí se necesitan 120 uciólogos. “Nuestra mayor dificultad son y seguirán siendo los recursos humanos”, reconoció el director regional de Salud de Cusco, Juan Spelucin Runciman. 

En las 16 regiones más afectadas por el virus, hasta el 12 de enero, había 54 camas UCI disponibles".

El funcionario dijo a OjoPúblico que están incrementando las horas complementarias de los médicos intensivistas y asignando a otros especialistas, como internistas y cardiólogos que fueron preparados para manejar equipos de UCI, pero requieren equipos de alto flujo de oxígeno para no sobrecargar el área crítica.

En Lambayeque, por otro lado, hay 45 camas UCI en los hospitales del Minsa y Essalud. Esta región, que tiene pacientes en espera, tampoco puede ampliar su capacidad por falta de personal: cuentan con 26 especialistas, cuando requieren 119. En Piura, en simultáneo, la situación es parecida: el director regional de Salud de la región, José Nizama Elías, señaló que hay una brecha de personal del 91%. Es decir, 185 intensivistas menos de lo necesario.

Para conseguir especialistas, el director de Salud de Huánuco, César Torres Nonajulca, ha propuesto al Minsa contratar intensivistas bajo la modalidad de terceros. “Se les pagaría S/ 80 por hora y tendrán la facilidad de venir solo por sus horas de servicio. Es decir, los especialistas de las regiones cercanas podrían venir sin ataduras laborales”, explicó. Sin embargo, el Minsa hasta ahora no les ha respondido. 
 

Héroes cansados

 

Según el Ministerio de Salud, Perú cuenta con 700 médicos intensivistas en todo el país, pero requiere un total de 2.800 para atender esta pandemia. Ese déficit inicial se agravó durante la emergencia sanitaria, debito a que un centenar de los profesionales disponibles presenta comorbilidades. Así, la escasa cantidad de personal operativo se redujo todavía más: desde marzo de 2020, aproximadamente 600 médicos se desempeñan en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), atendiendo a pacientes Covid-19, detalló a OjoPúblico el presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, Jesús Valverde Huamán. 

En el Hospital III de EsSalud de Chimbote, en Áncash, ante la falta de intensivistas, se les paga horas extras a los pocos especialistas que hay, para atender 12 horas al día a los pacientes críticos con Covid-19. De los 16 profesionales que luchan contra la Covid-19, solo uno dio positivo, pero ya se recuperó. Sin embargo, luego de 10 meses sin descanso, el agotamiento físico y mental es evidente.  “Hay cansancio, porque, durante la emergencia sanitaria, no hay vacaciones para nadie y se trabajan horas extras”, explicó el gerente regional de EsSalud de esta región, Ramón de la Cruz Castillo.

En Arequipa, los médicos de UCI tampoco han tenido una pausa durante la pandemia.  “Cada uno trabaja 12 horas al día y están agotados. Según las normas médicas, cada médico intensivista debería atender a tres o cuatro pacientes, pero por la necesidad cada uno atiende de 10 a 11, eso genera un desgaste”, señaló a OjoPúblico el director del hospital Honorio Delgado Espinoza, Richard Hernández Mayori. 

Ancash

MUY GRAVE. Muchos de los pacientes que llegan buscando atención por Covid-19 a los hospitales de Áncash lo hacen cuando ya están en estado crítico. 
Foto: Hospital regional de Áncash 

 

Fuera de sus turnos habituales, los médicos especialistas en Ucayali también están cubriendo horas complementarias para asistir a los pacientes de UCI. Ricardo Muñante, jefe del Área Covid-19 del Hospital Regional de Pucallpa, explicó que la ley solo les permite cobrar por 96 horas complementarias mensuales, pero terminan trabajando más de 120 horas. “No podemos dejar el hospital ni solicitar vacaciones por la crítica situación, entendemos eso. Pero sí solicitamos al Minsa asegurar el presupuesto del pago de las horas complementarias para que exista seguridad laboral”, dijo a OjoPúblico.

Como alternativa ante el agotamiento de los especialistas, en Arequipa han solicitado al Minsa enviar personal especializado de Lima para permitir un breve descanso a los médicos arequipeños. Mientras que en Amazonas se plantea capacitar a los médicos generales, cirujanos y de otras especialidades para cubrir algunas horas en UCI. “También se puede optar por médicos recién egresados para la zona de hospitalización y los de otras especialidades pueden cubrir el área UCI”, dijo el decano del Colegio Médico de esta región, Ricardo Flores.

Valverde Huamán, por su parte, explicó que el Minsa debe sincerar las cifras y no seguir ofreciendo camas UCI adicionales, cuando no existe personal en el Perú para atenderlas. “A la fecha hay alrededor de 1.600 camas UCI en todo el país. Máximo a 2 mil camas podemos llegar, porque no hay capacidad para ejecutar más”, precisó.

Fuera de sus turnos habituales, los médicos especialistas en Ucayali también están cubriendo horas complementarias". 

El representante de los médicos intensivistas agregó que, como estrategia para hacer frente a la segunda ola de la pandemia, se puede trabajar en las unidades de cuidados intensivos con el apoyo de médicos de otras especialidades, incluso médicos generales.

“Hemos planteado al Minsa la formación piramidal, que es una formación en situación de desastre, que consiste en que cada médico intensivista se hace cargo de 12 a 18 camas UCI, pero con una segunda línea de apoyo de colegas de otras especialidades. El manejo del paciente lo hacemos nosotros, pero ellos nos ayudan, eso funciona”, aseguró Valverde a OjoPúblico.

El decano del Colegio de Médicos de Cusco, Fernando Gamio Vega Centeno, explicó que además de esa medida también evalúan solicitar que se contrate a médicos generales para las tareas “administrativas”, como las solicitudes de exámenes auxiliares y el llenado de historias clínicas. “Todo eso lleva tiempo y es muy importante, pero se podría contratar a profesionales no especialistas para que colaboren con los intensivistas en este tipo de labores”, precisó.

 

¿No aprendimos de la primera ola? 

 

El epidemiólogo Percy Miranda, del Comando Covid de Arequipa, explicó que la pandemia no tiene un patrón exacto de comportamiento en todos los grupos de personas, entre hombres y mujeres. “Algunas personas, iniciada la sintomatología respiratoria, en muy pocas horas pueden estar haciendo una insuficiencia respiratoria y morir. Esta epidemia no tiene un patrón”, contó el profesional.

Otro de los factores que podría generar el aumento de demanda en el área crítica de los hospitales, agregó, es la alta prevalencia de personas con comorbilidades, como diabetes u otras enfermedades. Las autoridades del sector Salud de La Libertad y Áncash, mientras tanto, han señalado que los pacientes han empezado a acudir a  los establecimientos de salud con cuadros muy avanzados. 

“Las personas tienen miedo ir al hospital, se automedican y, cuando ya están graves, recién van a los centros de salud y, a veces, ya poco se puede hacer por ellos”, dijo el gerente regional de EsSalud de Áncash, Ramón de la Cruz Castillo. 

Uno de los factores más relevantes en el aumento de contagios es el relajamiento en las medidas de prevención".

Por su parte, el jefe del área de Infectología del Hospital Regional de Loreto, Juan Celis Salinas, recomendó que cualquier persona que tenga “un síntoma respiratorio parecido a la gripe tiene que asumir que eso es Covid-19” e ir a buscar atención médica. “De los seis pacientes internados en el hospital, tres tuvieron una gripe y se pusieron dexametasona. Esos tres no estarían ahí [en UCI] si es que en el Perú se dijera que cualquier parecido a la gripe es Covid”, señaló. 

Aun así, uno de los factores más relevantes en el aumento de contagios es el relajamiento en las medidas de prevención de la enfermedad, aseguró Celis. En la misma línea, el director de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud de Junín, Luis Zúñiga Villacresis, explicó que si la población se sigue exponiendo, la capacidad sanitaria va a ser insuficiente. 

El decano del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios Celi, sostuvo que una posible razón para ese relajamiento es que “como el virus hizo un silencio epidemiológico, la gente le perdió el miedo y dejó de acatar  las medidas de seguridad. Pero, también el gobierno tomó algunas medidas no adecuadas, como rescindir el contrato a los doctores, desmantelar las carpas y módulos, y dejó de capacitar a otros médicos en el uso de ventiladores mecánicos”, aseguró. 

El especialista consideró que el gobierno debería adoptar medidas urgentes ante esta segunda ola, como masificar las pruebas moleculares, el diagnóstico precoz y el aislamiento de los contactos. “Pareciera que no hemos aprendido nada, porque los frágiles avances que hubo en el sistema de salud se perdieron en este tiempo de pausa epidemiológica”, advirtió.

En Arequipa, Álida Huamán, jefa de Emergencia del Hospital Honorio Delgado Espinoza, señaló a OjoPúblico que la edad de la mayoría de los pacientes graves que atienden en esta segunda ola es de 39 a 59 años, a diferencia de la primera ola cuando recibían más casos de mayores de 60 años. La funcionaria precisó, además, que hay un incremento acelerado de contagios. En diciembre reportaban 33 pacientes por semana; pero ahora llegan 26 personas por día. La mayoría son mujeres.

Por su parte, el médico Edilberto Salazar, gerente de EsSalud en esta región,  dijo a este medio que la mayoría de personas hospitalizadas actualmente por Covid-19 tienen entre 37 y 40 años de edad. Asimismo, la cantidad de casos que atienden por día es de 70 personas.

 

*La familia del paciente pidió no revelar su nombre real. 

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