RETOS. La segunda fase de inmunización está programada para marzo, según el Minsa, pero todo dependerá de la disponibilidad de vacunas.
Actualizado el 03-03-2021 a las 17:40 pm
Por: Geraldine Santos, Ralph Zapata, Gustavo Callapiña y Magali Estrada
Aunque todavía no ha recibido indicaciones claras por parte del Ministerio de Salud, la enfermera Rosa Sandoval García, del centro de salud de San Jacinto, en Catacaos (Piura), ha coordinado con los dirigentes del pueblo para realizar, este fin de semana, un microcenso a los adultos mayores y personas con comorbilidades.
Sandoval García quiere estar lista para cuando llegue el padrón de la segunda fase de inmunizaciones. “No queremos que falte ninguna persona, como ha ocurrido en la primera etapa. Será un reto vacunar en pandemia, pero con la experiencia que tenemos estamos seguras de que lo lograremos”, dice por teléfono.
Advierte, eso sí, que necesitarán más personal porque, en la actualidad, solo ella y una enfermera Serum (servicio rural y urbano marginal) cumplen con la inmunización del pueblo, que alberga a 1.700 personas. “Depende de cuánto tiempo nos den para vacunar. No queremos que la gente forme largas colas por los contagios. En algunos casos tendremos que ir a sus domicilios, cuando no puedan movilizarse”, indica Sandoval García, quien recién el lunes 22 de febrero recibió la primera dosis de Sinopharm en la red de salud de Catacaos, a la cual pertenece.
En la segunda fase de vacunación contra la Covid-19, cuya fecha estimada de inicio es en marzo, los centros de salud del primer nivel de atención -como el de Sandoval- serán fundamentales para inmunizar a adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y comunidades indígenas. Actualmente, el éxito del programa regular de inmunización se explica por el fuerte compromiso del personal que trabaja en dichos establecimientos.
En la segunda fase de vacunación los centros de salud del primer nivel de atención serán fundamentales".
“Los enfermeros [de los centros de salud del primer nivel de atención] no solo se dedican a colocar una vacuna a la población, sino que hacen un trabajo adicional: se ganan la confianza de los padres, los convencen de vacunar a sus hijos, les hablan sobre los beneficios de las vacunas”, señaló Mariana Mendoza, directora de inmunizaciones del Minsa, entre 2005 y 2012.
El plan regular de vacunación del Perú -que se realiza por grupos de edad- tiene buen respaldo a nivel regional. “No debería haber problema [en los establecimientos de salud] con el manejo de la vacuna de Sinopharm [en la segunda fase]”, dijo a OjoPúblico el investigador y virólogo Juan More Bayona.
Sin embargo, uno de los principales problemas en la mayoría de regiones es la falta de personal para la vacunación. La decana del Colegio de Enfermeros del Perú, Liliana La Rosa, dijo a OjoPúblico que actualmente hay 95 mil enfermeras en todo el país, pero que se necesita contratar a 14 mil más para culminar con éxito la segunda y tercera fase de vacunación.
ESENCIALES. Los centros de atención primaria cumplirán un rol importante en la segunda fase de vacunación contra la Covid-19.
Foto: Gerencia Regional de Salud de Arequipa
“Para la primera fase está bien con el personal de salud que tenemos, el problema es en segunda y tercera fase. Necesitamos vacunar los 7 días, las 24 horas, para cubrir a toda la población; y eso se debe programar desde ahora”, indicó.
La decana del Colegio de Enfermeros de Arequipa, Mayrene Abarca, precisó que esta región solo cuenta con 4 mil de estos profesionales, pero necesitan 3 mil adicionales. Para ello, Armando Calderón, director regional de Recursos Humanos de la Gerencia Regional de Salud, estimó que se requiere un presupuesto mensual adicional de S/ 9’032.936.
La disponibilidad de vacunas
Según el cronograma presentado por el ministro de Salud, Óscar Ugarte, el viernes 19 de febrero ante el Congreso, la primera fase de vacunación se completaría recién en marzo. En esta etapa se prevé inmunizar a 1 '066.892 personas, entre ellos personal de salud de primera línea, estudiantes de Salud, personal de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos, miembros de mesa de las próximas elecciones del 11 de abril y otros trabajadores de servicios públicos.
Para lograr ese objetivo se necesita el doble de vacunas, es decir, más de 2 millones. Pero, hasta el cierre de este artículo, nuestro país solo contaba con 1 millón de dosis de Sinopharm, una vacuna que requiere dos dosis. De esa cifra, según el Minsa, solo se ha vacunado con la primera dosis al 48% del personal de primera línea.
Las proyecciones de Ugarte señalan que antes de que acabe el mes llegarán al país 117 mil vacunas de Pfizer (por el mecanismo de Covax Facility) que, sumadas a las disponibles de Sinopharm, permitirán vacunar a 558.500 personas, incluídas en la primera fase.
AVANCE. El inicio de la segunda y tercera fase de inmunización dependerá de la llegada de nuevas vacunas a nuestro país.
Foto: OjoPúblico/ Álvaro Franco
Además, en marzo llegarían 2 millones de vacunas adicionales de Sinopharm, 250 mil de Pfizer y 400 mil de AstraZeneca, suficientes para concluir dicha fase de inmunización e iniciar la segunda etapa, que incluye a los adultos mayores, personas con comorbilidades, población indígena, personal del INPE y personas privadas de su libertad. Según el cronograma del Minsa, esta segunda fase se extendería hasta mayo.
Al siguiente mes, comenzaría la tercera fase: personas de entre 18 y 59 años, que serán inmunizadas en puntos desconcentrados de vacunación, con listas elaboradas a partir del registro de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe).
En total, según las proyecciones del Minsa, hasta julio se espera vacunar a más de 15 millones de personas, que equivaldrían al 61% de la población del país. No obstante, como han advertido diversos especialistas, el éxito del plan de inmunización en Perú dependerá, entre otros factores, de la disponibilidad de las vacunas.
Hace unos días, por ejemplo, el ministro de Salud adelantó que no se vacunará a todos los miembros de mesa que participarán en el proceso electoral de abril, aunque están contemplados en la primera fase de la campaña.
Padrones de vacunación y cadena de frío
Para esta primera etapa de inmunización, el Minsa aprobó, en febrero de este año, el padrón nacional de vacunación universal contra la Covid-19. Sin embargo, de inmediato aparecieron varias denuncias en Lima y regiones porque dicha base de datos incluía a personal que hacía trabajo remoto, no era de primera línea o había dejado de laborar. Se trataba, en otras palabras, de un documento desactualizado.
En las próximas semanas, se necesita elaborar padrones para la segunda y tercera fase de vacunación, que integren otras bases de datos, “como las de las redes de salud locales y regionales”, explicó Mariana Mendoza, exdirectora de inmunizaciones del Minsa. “Tiene que hacerse un trabajo articulado y multisectorial, para cumplir el objetivo y evitar los problemas de esta primera fase”, subrayó.
Si bien en nuestro país existen buenas experiencias en cuanto a inmunizaciones, el epidemiólogo Edward Mezones considera que en las dos próximas etapas de vacunación debe evaluarse una estrategia sólida. “Se va a vacunar mayor cantidad [de personas], la estrategia debe ser mejor. Hay que cuidar que las vacunas lleguen adonde deben llegar, porque se están perdiendo o se les pone a gente que no debía”, explicó.
Se necesita elaborar padrones para la segunda y tercera fase de vacunación, que integren otras bases de datos".
La Directiva Sanitaria 169 del Minsa señala que la vacunación, en general, se realizará en los establecimientos de salud y en puntos estratégicos planificados con las direcciones regionales de salud (Diresas), gerencias regionales de salud (Geresas) o direcciones de redes integradas de salud (Diris). El documento precisa que se contará con un padrón de vacunación universal, a cargo del Minsa, entidad que entregará a los puntos de vacunación la relación de personas a inmunizar.
Sobre la inmunización de las personas mayores y con comorbilidades, la directiva establece que el Minsa “desarrollará estrategias de vacunación acorde a las características de la población y la realidad local”. Sin embargo, el personal sanitario de las regiones desconoce dichas estrategias, así como el mecanismo que usará el Minsa para construir un padrón actualizado y acorde a la realidad de cada zona.
En Huánuco, por ejemplo, la especialista en inmunizaciones Gladys Estacio explicó que, para elaborar la lista de beneficiarios, usarán el Registro del Adulto Mayor de cada municipalidad de la región. “Esa información la enviaremos al Minsa. En el caso de las comunidades indígenas, cada centro de salud trabajará con los líderes de la comunidad. Sin embargo, no sabemos si lo realizarán las redes de salud o el Ministerio de Cultura", dijo.
COORDINACIÓN. Los especialistas consideran que, para evitar los problemas de la primera fase, se deben elaborar padrones que integren otras bases de datos.
Foto: OjoPúblico/ Álvaro Franco
En Arequipa, Ruperto Dueñas Carpio, Director Ejecutivo de Salud de las Personas y encargado del proceso de vacunación, informó que desconocen si, para la segunda fase de vacunación, la entidad encargada de elaborar el padrón nominal (documento que especifica los datos completos de la persona a inmunizar) será el Minsa o la Gerencia Regional de Salud.
Además de las listas de vacunación, los problemas logísticos incluyen la necesidad de una cadena de frío especial para la vacuna de Pfizer/BioNTech que, al ser de ARN mensajero, necesita temperaturas bajo cero para su conservación.
“En los programas regulares de vacunación no hemos requerido mantener las vacunas a tan bajas temperaturas. Hay que preguntarse con qué vacuna vamos a llegar a los lugares alejados. Es mejor que sea la de Sinopharm o Astrazeneca, y reservar la de Pfizer para las ciudades grandes, por la cadena de frío que necesita”, indicó Mezones.
En cambio, las inmunizaciones de Sinopharm y Astrazeneca “requieren una infraestructura que es la que tradicionalmente se usa en nuestro país”, precisó el epidemiólogo Mezones. De hecho, la vacuna de Sinopharm, al ser de virus inactivado, puede ser almacenada y transportada a temperaturas de entre 2 °C y 8 °C, al igual que otros antígenos que forman parte del programa nacional de inmunizaciones, como las vacunas contra la hepatitis B, la influenza y el sarampión, entre otras.
Los problemas logísticos incluyen la necesidad de una cadena de frío especial para la vacuna de Pfizer".
De acuerdo a Samuel Rotta, director ejecutivo de Proética, hay que contemplar una dificultad adicional: como en este contexto la vacuna es un bien preciado, es importante saber “adónde está yendo, a qué población hay que atender primero y qué controles va a haber sobre las entidades encargadas de almacenar esas vacunas, para que no se pierdan o vayan a un mercado negro”.
En Tacna, por ejemplo, se extraviaron cuatro vacunas durante el proceso de inmunización, realizado entre el 11 y 13 de febrero. El hecho ya es investigado por la Contraloría y la Fiscalía; y la Procuraduría Pública del Estado denunció a quienes resulten responsables por la pérdida.
Una deuda pendiente: los centros de salud
Mariana Mendoza, exjefa de inmunización del Minsa, señaló que en el pasado la cadena de frío que usaban los enfermeros que vacunaban en todo el país era un tecnopor con hielo seco. “Por eso las jornadas de inmunización no debían durar tanto, se hacían máximo en un mes, por nuestro precario sistema de refrigeración”, señaló.
Con el paso de los años, el gobierno central y las regiones fueron adquiriendo modernos sistemas para conservar las vacunas. Actualmente, según el Minsa, todas las regiones cuentan con estos equipos de refrigeración. Durante su última presentación ante el Congreso, el ministro Ugarte aseguró incluso que hay 1.100 congeladoras solares en las 24 regiones del país, la mayoría ubicadas en Loreto, Ucayali, San Martín y Madre de Dios.
Sin embargo, un reciente informe de la Contraloría alertó que en el almacén regional de vacunas de Piura existen congeladores inoperativos y obsoletos, lo cual pone en riesgo el proceso de inmunización contra la Covid-19. En Lambayeque, asimismo, el ente de control advirtió que “la infraestructura del cuarto de frío y área de despacho del almacén de vacunas de la Gerencia Regional de Salud no cuenta con las condiciones técnicas apropiadas”.
BRECHAS. El 97% de los establecimientos de salud del primer nivel de atención de nuestro país tienen infraestructura precaria y capacidad instalada inadecuada.
Foto: Gerencia Regional de Salud de Arequipa
Estas deficiencias también se extienden a la infraestructura de los establecimientos de salud de atención primaria (que incluye a los puestos de salud, postas médicas y centros de salud). De acuerdo con el documento “Diagnóstico de Brechas de Infraestructura y Equipamiento del Sector de Salud” del Minsa, de los 8.783 establecimientos del primer nivel de atención en todo el país, el 97% presentaba una capacidad instalada inadecuada al 2020.
Es decir, tienen una infraestructura precaria, equipamiento obsoleto, inoperativo o insuficiente; y no han recibido ninguna intervención integral en su infraestructura y equipamiento en los últimos cinco años.
Según el documento, la lista de centros de salud de atención primaria con capacidad instalada inadecuada la encabezan las regiones de la selva (Ucayali, Loreto y Madre de Dios), con el 100% de su capacidad instalada inadecuada; mientras Ayacucho ocupa el último puesto, con el 87%.
El reto de inmunizar a los pueblos indígenas
La Defensoría del Pueblo alertó en un reciente informe que la población indígena fue uno de los grupos más afectados durante la pandemia de Covid-19, debido a la carencia de servicios de salud eficientes: infraestructura sanitaria adecuada, personal especializado, stock de medicamentos y oxígeno. Esta población será inmunizada en la segunda fase, mediante brigadas itinerantes “y otras estrategias locales que faciliten la accesibilidad cultural de la población”, señala la directiva 169 del Minsa.
“Los centros de salud no pueden atendernos porque están desabastecidos de medicinas y no hay oxígeno (...) Con la vacunación, cómo se darán abasto; si solo hay dos personas trabajando en el centro de salud de Pucaurquillo para tratar a más de 10 comunidades”, cuestionó Zoila Merino Roque, secretaria de Economía de la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio).
La Dirección Regional de Salud de Loreto reportó, hasta el 20 de enero, 11.967 casos de Covid-19 en pueblos indígenas. Merino Roque señaló que, hasta la primera semana de febrero, en las comunidades del distrito de Pebas, provincia de Ramón Castilla, fallecían a diario entre cinco y siete personas por dicha enfermedad.
La población indígena fue uno de los grupos más afectados durante la pandemia de Covid-19".
En esta región amazónica hay 81 establecimientos de salud para atender a 1.128 comunidades indígenas. “La población está dividida. Algunos esperan la llegada de las vacunas con urgencia, pero otros no creen que sea efectiva”, dijo la secretaria de Orpio.
Similar situación se vive en Ucayali, donde existen 41 establecimientos de salud, desprovistos de medicamentos, que atienden a 2.159 comunidades. “No hay ninguna coordinación con los pueblos indígenas para este proceso de vacunación. Sin la intervención de los apus, no se logrará vacunar a la población”, advirtió Berlin Diaz, presidente de la Organización Regional Aidesep de Ucayali.
En la Selva Central, mientras tanto, los líderes indígenas han reportado pocos casos de Covid-19, gracias a un estricto aislamiento. “Nos hemos mantenido bien hasta el momento, el temor es que ingresen [trabajadores de salud] al territorio y puedan contagiarnos”, dijo Teddy Sinacay, presidente de la Central de Comunidades Nativas de la Selva Central.
Alicia Abanto recomendó que el gobierno inicie una campaña sobre el proceso de vacunación en los pueblos indígenas".
El líder asháninka señaló que necesitan más información sobre la vacuna y el proceso que los involucra en la fase II. Adelantó, además, que las comunidades de la selva central se reunirán a finales de febrero para definir acciones en torno a la inmunización.
Alicia Abanto, adjunta del Medio Ambiente, Servicios Públicos y Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo, es consciente de esa falta de información. Por eso, plantea que el gobierno debe iniciar una campaña sobre el proceso de vacunación de manera urgente.
“Los líderes deben conocer los detalles y la importancia de la inmunización, para que lleven el mensaje a sus comunidades. Si bien la vacunación está en la primera fase aún, se debe iniciar una comunicación intercultural desde ahora”, indicó a OjoPúblico.
En respuesta, el Ministerio de Cultura informó a este medio que implementará una estrategia de comunicación intercultural sobre el proceso de inmunización en las comunidades indígenas; y usarán diversos canales de difusión. La cartera ministerial indicó, además, que ya han desplegado a 30 gestores culturales que monitorean 13 regiones priorizadas, donde coordinan con los líderes indígenas sobre el avance de la enfermedad y los beneficios de la inmunización.
En la conferencia de prensa del 03 de marzo, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, precisó que los adultos mayores serán vacunados en la primera fase, en simultáneo junto a los policías, militares y personal de primera línea. "Vamos a recibir las vacunas de Pfizer desde hoy, semanalmente, hasta 250 mil dosis este mes. Luego ese monto aumentará. Combinaremos la vacunación de adultos mayores y los que están en primera línea", explicó.