Fidel Sánchez: un préstamo secreto en Samoa para financiar la minería de oro en La Libertad

Uno de los principales protagonistas del Caso Sánchez Paredes –hoy en juicio público por presunto lavado de activos– fue el hombre clave detrás de las operaciones bancarias para obtener un préstamo de US$3 millones del Banco Nacional de Samoa, mientras la Policía Antidrogas y el Ministerio Público lo investigaban.

El TORO. Fidel Sánchez Alayo (en la foto con un lingote de oro) negoció en las sombras un millonario préstamo para sus operaciones mineras en La Libertad.

El TORO. Fidel Sánchez Alayo (en la foto con un lingote de oro) negoció en las sombras un millonario préstamo para sus operaciones mineras en La Libertad.

Composición: Memoria aseguradora CBL / Corporación del Centro.

Fidel Sánchez Alayo –dedicado al negocio de comercialización de oro y enjuiciado en Perú por presunto lavado de dinero del narcotráfico internacional– fue el hombre en las sombras detrás de una sospechosa operación corporativa que tuvo como objetivo recibir un préstamo de US$3 millones del Banco Nacional de Samoa, en la misma época en la que era investigado por la Policía Antidrogas y el Ministerio Público por blanqueo de capitales del tráfico ilícito de drogas.

Ojo-Publico.com –a dos años de iniciado el juicio a la familia Sánchez Paredes y después de revisar el voluminoso archivo de la investigación realizada por la justicia de Nueva Zelanda– identificó al empresario aurífero como personaje clave detrás de las negociaciones para recibir el respaldo de una financiera neozelandesa (CBL, hoy dada de baja) y finalmente conseguir un millonario préstamo destinado a actividades mineras en el proyecto El Toro, ubicado en Huamachuco (Trujillo).

ACUSADO. Fidel Sánchez Alayo, hijo de Manuel Sánchez Paredes, es uno de los acusados de este clan familiar por el presunto delito de lavado de dinero del tráfico ilícito de drogas.
Foto: Paul Vallejos / Ojo-Publico.com.

De acuerdo al archivo judicial de Nueva Zelanda, el préstamo de US$3 millones fue pedido por la compañía peruana Minera Santa Marina, que tenía como dueño a Fidel Sánchez Alayo; pero fue recibido finalmente por la minera nacional Corporación del Centro (CDC), vinculada a socios del entorno del personaje citado. Sin embargo, correos, anotaciones y otros documentos permiten concluir que el sobrino del fallecido Perciles Sánchez Paredes siempre estuvo detrás de las operaciones bancarias.

Casi una década después de este acuerdo bajo sospecha, las autoridades de Nueva Zelanda ponen al descubierto un capítulo inédito en la historia de quien es conocido como un empresario exportador de oro de La Libertad. Hoy Sánchez Alayo asiste semanalmente a la Sala Penal Nacional a raíz del juicio por lavado de dinero que tiene junto a sus tíos, los hermanos Segundo Manuel, Santos Orlando y Fortunato Wilmer Sánchez Paredes, y su exsocio Jesús Belisario Esteves.

OCULTO. El archivo judicial de Nueva Zelanda revela un correo de Fidel Sánchez Alayo, en donde asegura que su nombre no aparecerá en el acuerdo para recibir un préstamo millonario desde Samoa.
Foto: Archivos de CBL.

Al cierre de edición, nos comunicamos con el abogado de Sánchez Alayo y con una de sus compañías para explicarle los hallazgos de esta investigación y conocer sus descargos sobre los documentos revelados por las autoridades de Nueva Zelanda, pero no hubo respuesta de su parte.

El Toro de Fidel

Tras analizar el informe elaborado como parte de las pesquisas a cargo del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, Ojo-Publico.com reconstruyó la operación financiera de este caso. Todo empezó en diciembre del 2009 cuando el ejecutivo Peter Harris, director de la aseguradora CBL de dicho país, recibió un correo de una persona identificada como Glen Hammer. Este último dijo conocer a la familia Sánchez Paredes desde años atrás y solicitó el apoyo de CBL para proveer una línea de crédito inicial de US$2 millones al proyecto minero El Toro.

En un segundo correo de fecha 13 de enero del 2010, Hammer identificó como socios en el proyecto a Sánchez Alayo y Ricardo Rojas Hinojosa (accionista y administrador de Minera Santa Marina, respectivamente), que entonces eran investigados por la Policía Antidrogas. Aunque no se dice en dicho correo, las pesquisas posteriores identificaron a otras empresas en dicho proyecto: la empresa de transporte blindado Hermes, la empresa extranjera Republic Mining Corporation y la Compañía Minera San Simón (también involucrada en el juicio a la familia Sánchez Paredes).

ENCUENTRO. Fidel Sánchez (izquierda) y uno de los directores de la aseguradora CBL, Peter Harris (derecha), en un lugar no especificado en el marco de las negociaciones para el millonario préstamo del Banco Nacional de Samoa. 
Foto: Archivos de CBL.

Días después de aquel correo de enero del 2010, ocurrió lo siguiente, según las pesquisas del caso: “El 10 de febrero, [Peter] Harris [de la aseguradora CBL de Nueva Zelanda] expresó su interés en la transacción. A principios del mes siguiente, Harris envió información de CBL a [Ricardo] Rojas [administrador de Minera Santa Marina] y propuso una reunión en Perú ese mismo mes (...) el archivo [de la aseguradora] contiene una fotocopia de una fotografía sin fecha de [Fidel] Sánchez y Harris”. El trámite del préstamo ya estaba en marcha.

De acuerdo a los documentos de dicha aseguradora, revisados para esta investigación, se concretó un préstamo de US$3 millones para la Minera Santa Marina, fundada en Lima por Fidel y su hermano Óscar Sánchez Alayo en 2005. Esta misma empresa compró el 2006 siete derechos mineros en el cerro El Toro (Huamachuco, La Libertad) por un millón y medio de soles, según los registros de la Policía Antidrogas.

ASEGURADORA. Fidel Sánchez Alayo coordinó el millonario préstamo con los directivos de la aseguradora financiera CBL Insurance de Nueva Zelanda, hoy bajo investigación de las autoridades de dicho país.
Foto: Stuff.

“[El propósito del acuerdo fue] proveer seguridad financiera y una mejora crediticia para obtener un préstamo por un monto máximo de US$3 millones (...) el uso de los fondos estaba previsto para (...) establecer y operar la mina de oro El Toro en Huamachuco, Perú”, detalla el documento resguardado en los archivos judiciales de Nueva Zelanda.

Sin embargo, el trato financiero no contaba con que una ofensiva de la Dirección Nacional Antidrogas (Dirandro) ya estaba en marcha contra Sánchez Alayo y sus tíos. En marzo del 2010, cuando el negocio ya casi era un hecho, el Ministerio Público denunció a la familia liberteña ante el Poder Judicial.

Los fantasmas del narcotráfico

“Se nos ha informado sobre una investigación a tu familia que nuestros asesores legales nos indican hará imposible para nosotros ingresar en la transacción financiera con el Toro como lo habíamos planeado. Lamento decir que como consecuencia no podemos tomar la oportunidad en El Toro”, escribió Peter Harris de la aseguradora a Fidel Sánchez el 25 de junio del 2010, según quedó registrado en el informe elaborado por encargo del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda.

El director de CBL hacía referencia a un voluminoso atestado con las pesquisas a la familia Sánchez Paredes emitido por la Dirandro, el mismo que acabó en denuncia y proceso judicial en la Sala Penal Nacional en marzo del 2010. De acuerdo a dicho documento, Fidel Sánchez tenía antecedentes por narcotráfico que se remontaban a 1987, cuando fue detenido e interrogado en México luego del descubrimiento de un laboratorio de cocaína en la finca de su asesinado tío Simón Sánchez Paredes.

FANTASMAS. Los hermanos Simón (izquierda) y Perciles Sánchez Paredes, ambos tíos del hoy acusado Fidel Sánchez Alayo, fueron vinculados al tráfico ilícito de drogas internacional desde la década de los 70'.
Foto: Ojo-Publico.com.

Los archivos policiales también resguardan las declaraciones del confeso narcotraficante y financista del terrorismo en el Alto Huallaga, Jorge Chávez Montoya ‘Polaco’, quien aseguró en abril del 2009 ante las autoridades peruanas que traficaba droga desde la ciudad Iquitos hacia Miami, Estados Unidos, junto a Fidel Sánchez desde los años 90’.

“Fidel Sánchez Alayo era el encargado del acopio, acondicionamiento [de la droga], financista y responsable del manejo del dinero en el Perú para su posterior envío a los Estados Unidos de Norteamérica”, aseguró ‘Polaco’ en aquella oportunidad.

A fines de aquel 2010, Sánchez Alayo fue incluido en la llamada Lista Blanca o Kingpin Act peruano, que incluía a presuntos jefes del tráfico de drogas en el Perú. “Descansar alrededor de una piscina con un peruano incluido en la ‘Lista Blanca’ no es bueno para la salud’, aseguró Harris en un correo electrónico recogido por las autoridades neozelandesas y publicado por The National Business Review.

La investigación de la Dirandro además involucró, en un primer momento, a Rojas Hinojosa, el administrador de Minera Santa Marina, y a Alejandro Portal Navarro, este último identificado como director financiero del proyecto minero El Toro y quien también registra comunicaciones con los directivos de CBL. Portal Navarro, según las pesquisas de la Dirandro, además laboró en la Compañía Minera Santa Rosa (Comarsa), de los Sánchez Paredes y hoy involucrada en el juicio por lavado.

BANQUILLO. Fidel Sánchez Alayo junto con ​Manuel, Orlando y Fortunato Sánchez Paredes y su socio Jesús Belisario Esteves son protagonistas de uno de los juicios más importantes por lavado de dinero en el Perú.
Foto: Poder Judicial.

La Policía Antidrogas incluso detectó que Minera Santa Marina –que pretendía obtener el millonario préstamo del Banco Nacional de Samoa– realizó transferencias irregulares al exterior por un total de US$43 mil y 14 mil euros el 2007, de los cuales más de US$29 mil fueron destinados a las cuentas de Rojas Hinojosa sin “documentación sustentatoria que justifique [estas] transferencias”.

Esta investigación antidrogas impactó directamente en el préstamo y en la participación de la aseguradora CBL. “Estamos muy apenados porque pensamos que los principios de la mina y las personas involucradas eran de la más alta calidad, incluyéndote [Fidel Sánchez], y nos gustó mucho tratar contigo”, continuó Harris en su correo dirigido al sobrino de los procesados del Clan Sánchez Paredes, que entonces también era gerente general de Minera Santa Marina.

A pesar de la investigación por lavado conocida por la aseguradora CBL, los archivos judiciales de Nueva Zelanda revisados por Ojo-Publico.com revelan que las negociaciones siguieron gracias a una sospechosa operación corporativa, en la que no quedó registrado públicamente el nombre de Sánchez Alayo. Así fue como entró en la historia del préstamo de los US$3 millones una empresa hasta entonces desconocida: Corporación del Centro, con sede en Lima.

El dueño mayoritario

“Estimado Peter, he revisado los términos de la oferta y aceptaré la participación de CBL en el proyecto El Toro (...) será un placer trabajar juntos”, dijo Sánchez Alayo a Harris en un correo plasmado en el expediente del caso. La misiva, sin embargo, revelaba un dato clave en la transacción: el beneficiario del millonario préstamo ya no sería la minera Santa Marina, sino Corporación del Centro.

Ojo-Publico.com determinó, de acuerdo a los documentos del caso, que las negociaciones entre CBL y Sánchez Alayo continuaron a través de Corporación del Centro a pesar de las pesquisas por presunto blanqueo de capitales del narcotráfico contra el clan liberteño. “El nombre Fidel Sánchez no aparecerá en la fianza ni en los documentos del préstamo”, dijo en dicho correo el hijo de Manuel Sánchez Paredes en referencia a sí mismo.

PESQUISAS. La correspondencia con Fidel Sánchez Alayo fue encontrada por un auditor designado por el Banco de Reserva de Nueva Zelanda, que en febrero del 2018 identificó irregularidades en sus operaciones.
Foto: Forex.

Corporación del Centro fue fundada el 2009  por dos accionistas identificados como Ricardo Canales Canales y Víctor Núñez Mendoza, según los Registros Públicos de Perú. Sin embargo, los documentos secretos de la aseguradora neozelandesa dicen que dicha compañía era controlada realmente por Sánchez Alayo a través de una compañía uruguaya llamada Nikoley. “Fidel Sánchez [es] el dueño mayoritario”, llegó a decir Peter Harris de CBL, tras visitar Huamachuco (en donde se ubica El Toro) y Lima.

Otro dato relevante que apunta al papel preponderante de Sánchez Alayo sobre Corporación del Centro es que dicha compañía tuvo en su directorio y en su planilla gerencial a cuatro exfuncionarios de minera Santa Marina (de Sánchez Alayo y que fracasó en su intento por obtener el millonario préstamo): Portal Navarro, Rojas Hinojosa, Luis López Sanca y Manuel Olivera Espinoza.

OFFSHORE. El archivo judicial de Nueva Zelanda registra a la empresa uruguaya Nikoley como accionista mayoritaria de la minera Corporación del Centro y vinculada a Fidel Sánchez Alayo.
Foto: Archivos de CBL.

Los Registros Públicos de Perú contienen además una ficha de Corporación del Centro con fecha de julio del 2010, donde los directores hacen referencia al “financiamiento del National Bank of Samoa Limited”, la entidad financiera que debía prestar los US$3 millones a la compañía de Sánchez Alayo. En agosto del mismo 2010, según los archivos del caso, la aseguradora CBL obtuvo la aprobación del préstamo por parte del banco ubicado en una pequeña isla en Oceanía.

Los nexos de Sánchez Alayo con Corporación del Centro se revelan como evidentes en los correos que este cruza con la aseguradora neozelandesa. “Fidel recién se ha dado cuenta y se ha alarmado al descubrir que la línea de financiamiento de US$3 millones del Banco de Samoa ha sido retirada y gastada, mientras que la mina todavía está lejos de producir sobre una base comercial”, dice Harris en su informe. El director de CBL además señaló que Sánchez Alayo propuso la asistencia de personal y equipos de la Compañía Minera San Simón para el proyecto en el cerro El Toro.

“Fidel Sánchez (...) tiene problemas familiares en curso que han escalado de manera significativa durante los últimos seis meses (...) la disputa fue resuelta a mediados de agosto del 2011 (...) entiendo que Fidel ahora es dueño del 50% de la mina familiar San Simón, y ahora puede administrarla como desee”, concluye Harris en el documento.

EL TORO. El proyecto minero en el cerro El Toro –ubicado en Huamachuco, – hoy está a cargo de la minera Corporación del Centro, que recibió un préstamo millonario del Banco Nacional de Samoa.
Foto: Corporación del Centro.

El acuerdo con Sánchez Alayo permitió que la aseguradora de Nueva Zelanda posea el 6% de las acciones de Corporación del Centro y recibiera US$600 mil por dividendos entre los años 2012 y 2017, según los documentos del caso. Sin embargo, según este mismo documento, “no hay registro de ningún pago de dividendos recibido en las cuentas bancarias de CBL”.

En la actualidad, Corporación del Centro es una importante exportadora de oro al extranjero. Entre el 2012 y el 2018 dicha empresa despachó toneladas de oro a Estados Unidos, Italia, Emiratos Árabes Unidos y la India, por un valor superior a los US$377 millones en ese mismo periodo. De acuerdo al Registro de Comercializadoras de Oro del Ministerio de Energía y Minas (Minem) dicha empresa se dedica a la compra y venta del mineral desde por lo menos el 2012.

Entre diciembre del 2018 y enero de este año, Ojo-Publico.com se comunicó con los protagonistas de este reportaje. Llamamos y enviamos un correo con un pliego de preguntas a Minera Santa Marina (hoy Marine Resources) y a Corporación del Centro. A pesar de confirmar su recepción, ninguno respondió hasta el cierre de edición.

En el caso de esta última empresa nos atendió la asistente del gerente general Jaime Polar. Asimismo, contactamos al abogado de Sánchez Alayo, Luis Reyna Alfaro (integrante de la firma Caro & Asociados), quien dijo no asesorar al empresario liberteño "en aspectos distintos" al juicio oral por lavado de activos, y no respondió cuando insistimos en la necesidad de que nos ponga en su contacto con su cliente.

Para esta investigación también buscamos las declaraciones de Ricardo Rojas Hinojosa y Alejandro Portal Navarro, ambos involucrados en los archivos judiciales de Nueva Zelanda como integrantes de Minera Santa Marina, pero tampoco hubo respuesta.

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