AMAZONÍA. Según el informe de Devida, el mayor incremento de cultivos de hoja de coca se registró en las fronteras con Colombia y Brasil.
Los cultivos de hoja de coca siguen incrementándose en Perú, mientras el país se mantiene como el segundo productor mundial de cocaína, solo superado por Colombia.
De acuerdo con el último informe de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), la superficie cultivada de hoja de coca en Perú alcanzó las 95.008 hectáreas en 2022. Esta cantidad representa un aumento del 18% respecto al año previo.
A pesar de esta expansión, el titular de Devida, Carlos Figueroa Henostroza, habló de una “desaceleración” respecto al periodo anterior.
“La tendencia de crecimiento en el 2021 fue de 31%. Sin embargo, se ha desacelerado, en el 2022, al 18%. ¿Nos puede alegrar esto? De ninguna manera, porque todavía es una tasa de crecimiento. Necesitamos aplicar medidas más contundentes para poder revertir la tendencia”, dijo Figueroa en la conferencia de prensa en la que se presentó el informe.
La zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) es donde se concentra la mayor presencia de plantaciones de coca. Allí se localiza el 37,6% de todas las zonas monitoreadas en el ámbito nacional. El reporte recoge datos de 13 regiones: Ucayali, Loreto, Ayacucho, Puno, Junín, Huánuco, Pasco, San Martín, Amazonas, Madre de Dios, Cajamarca, La Libertad y Cusco.
En el Vraem, según las autoridades, son cuatros los distritos en donde se registró un aumento importante de las plantaciones de coca. Entre ellos están Río Tambo, con 2.003 hectáreas; Vizcatán del Ene, con 1.903 hectáreas; Sivia, con 1.221 hectáreas; y Llochegua, con 1.078 hectáreas.
“El 25% de la superficie con coca en esta zona [el Vraem] se concentra en el distrito de Llochegua [4.716 hectáreas] en la provincia de Huanta en Ayacucho, y en el distrito de Vizcatán del Ene [4.208 hectáreas], en la provincia de Satipo en Junín”, se indica en el reporte.
El informe también revela la expansión de cultivos de hoja de coca en la Amazonía peruana. En comparación con el 2021, las zonas con presencia de cultivos que registraron los incrementos más amplios son Madre de Dios con 274%, Bajo Ucayali con 65%, Aguaytía con 58% y el Bajo Amazonas con 35%.
En clasificación de regiones, desde el 2018, Ucayali y Loreto son las que más incremento registraron. La primera aumentó en 11.966 hectáreas y la segunda en 8.722 hectáreas.
Ucayali y Loreto son las dos regiones con mayor incremento de hectáras cultivadas con hoja de coca".
Especialistas consultados por OjoPúblico mostraron su preocupación ante este aumento. El exministro del Interior, Rubén Vargas, consideró que la aparición de “narco aeropuertos” ha intensificado la expansión en la Amazonía “con dirección hacia Brasil y Bolivia”.
“Necesitamos fortalecer el papel rector de Devida y también necesitamos estrategias integrales donde actúen conjuntamente el desarrollo alternativo, la erradicación, la interdicción y el control de los insumos químicos”, consideró.
Para el especialista en temas de narcotráfico, Pedro Yaranga, durante los últimos años, no se ha aprovechado el "excelente momento histórico" que brindó la reducción del precio de la hoja de coca para contrarrestar estos cultivos ilegales.
El experto considera que se debió incidir en la diversificación de cultivos y una articulación multisectorial entre el Ejecutivo y los gobiernos regionales y locales.
"El precio de [la arroba de] la hoja de coca es bastante inestable ahora; está entre S/90 y S/100, a veces está bajando a S/70. Esa es una situación muy especial, que los gestores deberían haber aprovechado, pero hasta ahora no lo hacen", incidió Yaranga.
El impacto en las fronteras
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) también presentó cifras globales. Según el informe mundial, Perú, Colombia y Bolivia son los mayores productores de hoja de coca y de cocaína en el mundo. Precisamente, una de las zonas donde se registró mayor incremento en nuestro país ha sido en las fronteras con Colombia y Brasil.
En paralelo, el informe de Devida reveló que la segunda zona de mayor producción es Inambari-Tambopata, mientras que el Bajo Amazonas es la tercera, según la mayor cantidad de superficie cultivada con arbusto de hoja de coca. En esta área, se han identificado al menos cuatro pistas de aterrizaje clandestinas.
Además, la institución observó parcelas de tres a cinco hectáreas sin vegetación en el lugar, por lo que se presume que pueda ser un área de expansión para el 2023.
“Si bien la cantidad de narcopistas se ha reducido drásticamente en la zona del Vraem, en la zona de Ucayali se han incrementado en el último quinquenio, sobre todo en la margen derecha y en Padre Abad. Esto es una muestra del crecimiento de la coca en esa región. La segunda zona es Loreto, sobre todo en la triple frontera”, acotó Yaranga.
En esta última región, una de las zonas fronterizas con crecimiento de cultivo de arbusto de hoja de coca es la provincia de Putumayo. En 2022, registró 2.716 hectáreas en comparación a las 2.193 de 2021.
Comercialización se intensifica al mercado europeo
Otro de los informes que se expuso el último 26 de junio, a propósito del Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, fue el de la coordinadora del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de la UNODC, Luisa Sterponi, sobre la dinámica de la cocaína en el Perú.
Según indicó, los países a donde más se transporta cocaína peruana son Bolivia y Brasil. Respecto únicamente a la cocaína base se registraron Bolivia, España y Bélgica.
Este incremento en el mercado europeo está relacionado con varias causas. Yaranga, por ejemplo, considera que la razón principal radica en que los consumidores de otros mercados no europeos han optado por drogas de más fácil acceso y de bajo costo.
“Europa es el lugar en donde hay mayor demanda de drogas cocainicas. En Estados Unidos ya no tanto. La gran parte de sus consumidores ha girado a drogas sintéticas porque son mucho más adictivas y baratas”, comentó el especialista.
De hecho, el informe de la UNODC identificó que la metanfetamina es la droga sintética de fabricación ilegal más importante del mundo. Esto debido a que su producción es más económica y sencilla, entre otras causas, pues no está ligada a cultivos geográficamente fijos.
“En 2021 se registró un máximo histórico en las incautaciones de metanfetamina en América del Norte, pese a las breves perturbaciones que sufrió el mercado al comienzo de la pandemia de covid-19”, revela el estudio.
Europa es el lugar en donde hay mayor demanda de drogas cocainicas", comenta Pedro Yaranga.
El exministro del Interior, Rubén Vargas, comentó que el incremento de cocaína en el Perú está ligado a la demanda de los mercados internacionales, especialmente Europa. “La demanda externa es la que genera la expansión de [la hoja de] coca y el narcotráfico en el Perú. Su precio está en directa relación con esa demanda, especialmente del mercado europeo”, acotó.
Los pueblos indígenas registran altas cifras
La UNODC también incluyó, en su informe mundial, un capítulo especial sobre el tráfico de drogas y los delitos que afectan al medio ambiente en la cuenca del Amazonas.
Durante la presentación de este estudio, la Directora Regional de la UNODC para la Región Andina y el Cono Sur, Candice Welsh, comentó que esto fue considerado debido a los impactos indirectos que ocasiona en las comunidades: tala ilegal, minería ilegal, ocupación ilegal de tierras, tráfico de vida silvestre, entre otros.
El informe de Devida también analiza la producción de territorios especiales, integrados por bosques de producción, pueblos indígenas, áreas naturales protegidas, zonas de amortiguamiento y concesiones forestales. Dentro de ellos, sobresalen los dos primeros, con superficies cultivadas de hoja de coca de 24.969 hectáreas y 18.674 hectáreas, respectivamente.
Para la UNODC, “en la zona de la triple frontera entre el Brasil, Colombia y el Perú, situada en la cuenca del Amazonas, las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas violan cada vez con más frecuencia los derechos humanos, la seguridad y el bienestar de las poblaciones rurales”.
Modelo Perú será la estrategia de lucha antidrogas
El último informe de Devida también confirma que, en 2022, no se alcanzó el ritmo de erradicación de cultivos ilegales de hoja de coca de años previos a la pandemia de la covid-19. Estos son coordinados con el Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales en el Alto Huallaga (CORAH).
El exministro Rubén Vargas considera que esto responde a la falta de un trabajo integrado. “La erradicación está haciéndose en zonas donde los otros componentes [presupuesto, estrategia, entre otros] de la lucha antidrogas no participan. Es decir, hay una desarticulación (...) Tiene que fortalecerse la rectoría en la lucha contra las drogas de Devida”, dijo.
A esto se añade, en su opinión, que el “desgobierno” del expresidente Pedro Castillo generó un aliciente adicional para el cultivo.
De acuerdo al último registro de 2022, solo se erradicaron 21.628 hectáreas en todo el país, a diferencia de las más de 25.000 reportadas en 2018 y 2019, de manera anual. En 2020 se erradicaron apenas 6.273 hectáreas, mientras que, en 2021, solo 5.775, a raíz de los estragos de la pandemia y sus restricciones.
ESTRATEGIA. El presidente de Devida, Carlos Figueroa, comentó que retomarán el Modelo Perú para intensificar la lucha antidrogas en el país.
Foto: Devida
De las más de 21.000 hectáreas erradicadas el año pasado, el 50% están ubicadas en el Huallaga (San Martín) y Aguaytia (Ucayali). “El resto, se distribuye en las zonas de San Gabán (17% o 3.759 hectáreas), Callería (14% o 3.113 hectáreas), Pichis-Palcazu-Pachitea (13% o 2.768 hectáreas) y Vraem (6% o 1.202 hectáreas)”, se lee en el reporte.
El presidente de Devida, Carlos Figueroa Henostroza, explicó que la estrategia de la institución recae en el Modelo Perú, a través del cual se trabajará en tres ejes de la lucha contra las drogas: desarrollo alternativo, interdicción y sanción, y prevención.
“Nosotros estamos retomando el Modelo Perú y lo que estamos haciendo es equilibrar la intervención en los tres ejes para reducir la tasa de crecimiento, tanto del espacio cocalero, incrementando las áreas productivas lícitas, como generando conciencia para la reducción de la demanda de drogas”, enfatizó a OjoPúblico.