La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) y la Policía Nacional del Perú (PNP) han incautado, durante el año pasado, 37.287 toneladas de insumos químicos que estaban destinados para la elaboración de drogas ilícitas, principalmente clorhidrato de cocaína. 

Esta cantidad de toneladas —sostienen las autoridades— representa un aumento de 168% en relación a la retirada del mercado en el año 2019, antes de la pandemia, en el que se recolectaron 13.903 toneladas de insumos químicos que también iban a ser destinados a actividades ilícitas.

A partir de ese año, el aumento de lo incautado ha sido escalonado: en el 2020 se llegó a las 20.126 toneladas y, en 2021, a las 34.118 toneladas de insumos químicos neutralizados. 

Las autoridades estiman que, durante el año pasado, con el nivel de incautación logrado, se ha dejado de producir alrededor de 52,8 toneladas de clorhidrato de cocaína. En 2021, la cifra fue de 21,9 toneladas, es decir menos de la mitad de lo conseguido en 2022. Mientras que, en 2020, la cifra era 21,8 toneladas y, en 2019, se llegó a 17,9 toneladas paralizadas.

El especialista en narcotráfico Pedro Yaranga explica que la producción de drogas cocaínicas en el Perú ahora tienen como destino los países de Europa, donde ha aumentado el consumo de estas sustancias ilegales.

Además, indica que, pese a los grandes niveles de incautación, en los últimos años ha aumentado la producción, aunque ahora los grupos dedicados al narcotráfico en cuencas cocaleras optan por derivar la elaboración de la droga a zonas donde existe un menor control, como Lima o las regiones del norte del país, e incluso a Bolivia.

“Hacer clorhidrato de cocaína en cualquier cuenca [cocalera] ahora resulta demasiado caro y el precio no justifica, entonces lo que hacen es trasladar la elaboración a los lugares donde menos se controla, es decir, Lima, Callao o el norte del país, y los laboratorios trabajan ahí donde los insumos son más baratos”, señaló.

Justamente, hace unos días, la Policía logró decomisar 10,7 toneladas de insumos químicos en el distrito de Villa El Salvador, que iban a ser trasladados a la zona del Vraem para la elaboración de drogas ilícitas, según las pesquisas policiales. El cargamento estaba valorizado aproximadamente en USD 300.000 en el mercado nacional.

MAFIAS. Actualmente, la producción de drogas cocaínicas en el país tienen como destino a los países de Europa. 

Foto: Andina

La Sunat, por su parte, dice aplicar un sistema de registro en línea y de trazabilidad, el cual permite seguir de cerca cada una de las etapas por donde se conducen los insumos químicos. Esta información permite saber la ruta que siguen estos productos y su destino.

Solo en el 2022 se llegó a fiscalizar el movimiento de 13,6 toneladas de insumos químicos, mientras que, en 2021, se controlaron 12,6 toneladas y, en 2020 y 2019, la cifra de insumos químicos controlados fue de 11,7 toneladas. 

Asimismo, la Sunat, en conjunto con la Policía y el Ministerio Público, trabajan en la identificación de actividades delictivas y traficantes que se dedican a desviar los insumos químicos para la fabricación de drogas ilícitas. 

Actualmente, la Dirección Antidrogas (Dirandro) y la Administración para el Control de Drogas (DEA), han iniciado investigación a 15 empresas, que presuntamente se estarían dedicando a la desviación de insumos químicos para la fabricación y comercialización de drogas ilícitas. 

Pedro Yaranga señala que en el Perú existe, actualmente, una predominancia de las mafias albanesas y serbias, dedicadas a la elaboración y comercialización de las drogas cocaínicas con destino a Europa. 

“Las mafias europeas están ingresando tanto a Perú como a Colombia. Antes el mercado de clorhidrato de cocaína era Estados Unidos, pero ahora es Europa. En el Perú, el negocio de este tipo de drogas está siendo copado por la mafia albanesa y los serbios”, explica a OjoPúblico.

De los insumos químicos importados y producidos en el país, es decir 4’753.975 toneladas, se estaría desviando el 0,77%, esto es 36.680 toneladas, para la elaboración de drogas ilícitas en el país, según el monitoreo de la Sunat.

Incautaciones en el Vraem y el Huallaga

Las autoridades han informado que van a enfatizar los operativos de control en las zonas consideradas como cuencas cocaleras priorizadas, entre ellas se encuentran el Vraem, Huallaga, La Convención-Lares y Tambopata-Inambari, lugares con presencia constante del narcotráfico y la elaboración de drogas ilícitas. 

Según las cifras de la Sunat, en el año 2022, en las regiones que comprenden el Vraem —Ayacucho, Cusco, Huancavelica y Junín—, las acciones de fiscalización lograron decomisar un total de 4.630 toneladas de insumos químicos destinados a actividades ilícitas, esta cifra representa un aumento del 45% en relación al año 2021. 

Están apareciendo nuevos corredores de drogas e insumos químicos".

Mientras que en las regiones que forman el Huallaga, es decir Huánuco, Ucayali y San Martín, se logró retirar del mercado un total de 1.150 toneladas de insumos químicos derivados para la elaboración de drogas ilícitas. Esta cifra es el doble de lo que se llegó a incautar en el 2021 en los mismos lugares. 

No obstante, Pedro Yaranga señala que, si bien las operaciones de control se han intensificado en las carreteras —principal vía y modalidad de desvío de los insumos químicos—, las mafias continúan creando nuevos corredores alternos y más rutas. 

“Están apareciendo nuevos corredores de drogas e insumos químicos [en las cuencas cocaleras]. Cada vez que se construyen nuevas carreteras, ellos abren nuevas rutas. Y el control normal de los scanner de la Sunat es limitado, no abastece”, agrega.

Entre las principales sustancias incautadas se encuentran el hidróxido de sodio, que sirve para elaborar clorhidrato de cocaína; el ácido sulfúrico, que se usa para la elaboración de la pasta básica; la acetona, que se usa en la última etapa en el clorhidrato de cocaína; el carbonato de sodio, un insumo para lograr la pasta básica; además del ácido sulfánico; el Tolueno; el ácido clorhídrico, entre otros. 

Durante el 2022, la Sunat informa que ha llevado a cabo 320.275 acciones de control, entre fiscalizaciones masivas (2.514), selectivas (212) y las intervenciones de puestos de control de las unidades de transporte (317.549), principal forma de desvíos de insumos químicos.